15.

Sonrió mientras miraba a Wonho, definitivamente él nunca pasaba de moda aunque los años pasaran.

Las gotas de agua recorrían su cuerpo mientras la camisa mojada marcaba uno a uno los formados músculos de su abdomen y brazos.

Definitivamente ver a Wonho saliendo de la piscina era algo digno de ver.

— ¿Qué? — se miró a sí mismo — ¿tengo algo o qué?

Hyungwon se rió.

— Pues si, si tienes... — se mordió el labio — si tienes un cuerpo digno de envidiar.

Wonho se rió y se sentó a su lado empapandolos un poco.

— ¿Envidias mi cuerpo para tenerlo tú o... — se acercó hacia su cuello dejando un pequeño beso que humedeció un poco la camiseta del delgado — prefieres que lo tenga yo y te deje tocarlo a tu antojo?

El delgado le dio un pequeño codazo y una mirada de desaprobación.

— Cierra la boca... — le señaló la bebé quien los miraba a ambos sin entender nada — te he dicho que te cuides la boca cuando ella está presente... — rodó los ojos ante la carcajada de Wonho y se puso de pie — mejor iré a nadar...

Extendió la bebé hacia él para que la tomara.

— ¿Qué? — arqueó una ceja — ¿acaso piensas dejarmela e ir a divertirte? — Hyungwon lo miró con molestia porque eso fue justo lo que Wonho había hecho momentos atrás — no, no, no mi amor... — Wonho se puso de pie y tomó a la bebé en brazos empapandola — vamos los 3 juntos.

Hyungwon lo miró sorprendido.

— ¿Qué? — Wonho siguió caminando hacia la piscina tranquilamente —¿acaso piensas dejarla que se ahogue o que? — Wonho negó — ¿Entonces piensas enseñarle a nadar?

Wonho se rió metiéndose lentamente a la piscina con la bebé en los brazos.

— No... — Hyungwon lo miró confundido mientras ingresaba con ellos a la piscina — lo harás tú.

Su única reacción fue parpadear cuando Wonho extendió a la bebé hacia él.

— Disculpa... — la empujó suavemente hacia él — yo no lo haré.

Wonho lo miró fijamente por un par de segundos, sin embargo solo asintió y simplemente se dio la vuelta.

— OK... — susurró y tomó a la bebé con mucho cariño — ¿escuchaste mi amor? Papá va a enseñarte a nadar... ¿Tienes miedo?

La bebé simplemente sonreía ante el tono de voz utilizado de parte de Wonho y en ese momento Hyungwon se sintió excluido de ese amor.

Por primera vez en mucho tiempo volvió a sentirse como cuando toda la gente acariciaba la pancita de Naty por el bichito, pero él no podía dar ese tipo de amor o recibir ese tipo de amor en aquellos momentos.

Wonho no le exigía nunca y eso lo hizo sentir peor porque recordó como Wonho había guardado incluso el dolor de su pérdida solo para él, llegando incluso a sentir depresión, todo por no dañarlo.

Y ahora, viendo al pasado, podía notar su propio egoísmo en aquellos tiempos, así que suspiró decepcionado de su yo del pasado.

Recordó como toda la odisea de un bebé comenzó en ese lugar, en una cabaña cerca de esa piscina.

Allí recibió la mejor petición de su vida, unirse en matrimonio con la persona que amaba sonaba genial, pero todas las preocupaciones comenzaron un día después cuando se comenzó a hablar de un futuro.

En aquellos tiempos era agobiante la idea de pensar en casarse, terminar la universidad, trabajar y ser padre, pero ahora que estaba viviendo todo eso no quería cambiarlo por nada del mundo y deseaba volver al pasado para darse un buen golpe y hacerse reaccionar a sí mismo.

Pudo ser feliz desde mucho antes, peor tenía miedo de serlo y pensó en cómo su pasado siempre unía lazos con su presente, pero ya no quería repetir los mismos errores.

Ya no quería tener rechazos hacia aquella pequeña persona que también era su hija ahora, ya no quería dejar que Wonho cargara con todo el peso de la paternidad en solitario, ya no quería excluirse del amor de su pequeña familia, ya no quería negarse a sí mismo el derecho de ser feliz.

Esta vez quería lo contrario.

Quería sentirse tan liberado como en aquella ocasión donde se sumergió en el agua y fue sostenido con mucho amor por Wonho hacia la superficie.

Aún con el agua a la cintura seguía de pie sin hacer nada, simplemente viendo las pequeñas olas que se formaban por el movimiento del agua y como Wonho comenzó a sumergir el pequeño cuerpo de la bebé hasta la cintura y ella comenzaba a patalear por instinto soltando pequeñas risitas que eran acompañadas con las de su padre.

Entonces Hyungwon tocó su brazo y él volteo.

— Yo lo haré... — susurró ganándose una mirada extraña de parte de Wonho — tú me enseñaste a mi, ahora yo le enseño...

Extendió sus brazos hacia la bebé y Wonho asintió en silencio.

— Bien... — le entregó a la pequeña y se sentó en la orilla de la piscina — ten cuidado...

Él asintió y comenzó a jugar con la pequeña en el agua.

Entonces Wonho sonrió al verlos compartir momentos tan pequeños pero significativos.

Eso, precisamente eso era lo que quería con Hyungwon.

Una familia, alegría, juegos, risas, todo eso pero juntos y estaba más que contento de que él se diera cuenta por si mismo que aún habían cosas en él que debían arreglarse.

Y ese era precisamente el motivo de sus vacaciones, llevar a Hyungwon a sus inicios, justo donde comenzaron problemas, alegrías, tristezas, e incluso amor.

Porque el tiempo pasa y no podía detenerlo de ninguna manera, así que más valía aprovechar su vida y a su familia dejando atrás aquello que les impedía seguir adelante.

Despues de mucho rato oscureció y la pequeña comenzó a sentir demasiado frío así que ambos supieron que era tiempo de ir a la cabaña.

Así después de una ducha rápida, una saludable cena y dormir a la bebé, se encontraban en la pequeña sala de la cabaña, abrazados sobre el sofá.

Más que nada en silencio.

— ¿Lo hiciste a propósito verdad? — soltó un suspiro llamando la atención de Wonho quien se apartó un poco para mirarlo a la cara.

— ¿El qué? — susurró y le dejó un beso en el cabello — ¿Qué hice ahora?

Hyungwon volvió a acurrucarse contra él y negó.

— Nada... — susurró sin ánimos de remover el tema — no es nada.

Wonho sonrió sabiendo lo difícil que era para Hyungwon hablar del pasado pero que a pesar de todo hacía lo mejor que podía por superarlo.

Entonces tomó la mano del delgado y la entrelazó con la suya.

— Había una vez... — susurró con un tierno tono de voz — un hermoso príncipe... Hermoso por dentro y por fuera, vivía en un enorme palacio particularmente singular... — Hyungwon se quedó escuchando atentamente aunque no sabía si se trataba de una tontería o que — en ese palacio no estaban permitidos los espejos... ¿Sabes por qué? — Hyungwon negó en silencio y Wonho sonrió — porque ese hermoso príncipe alegaba que él era demasiado feo como para poder verse en un espejo...

Hyungwon frunció el ceño.

— ¿Demasiado feo? — levantó su cabeza un poquito, lo suficiente para mirar el rostro de Wonho — en la historia se relata que es hermoso...

Wonho asintió y le acarició el cabello.

— Se lo decían mucho... — Hyungwon volvió a acurrucarse contra él — muchas doncellas estaban locas por él, pero él seguía alegando que era demasiado feo, así que nunca aceptaba verse en un espejo... — hizo una breve pausa — hasta que un día, alguien dejó a proposito un espejo en su habitación... Al principio miró desde lejos aquel artefacto, totalmente horrorizado... — Hyungwon soltó una risita al imaginarse lo absurda que era la situación — luego lo rechazó en gran manera, lo repudió tanto que no quería siquiera acercarse...

Hyungwon sonrió.

— Ni siquiera podía lanzarle algo... — se quedó pensativo — tendría mucha mala suerte.

Wonho soltó una risita.

— Claro, por eso no lo hizo... — revolvió el cabello de Hyungwon con mucha dulzura — pero en un momento se quedó solo... — suspiró — todos a su alrededor estaban lejos por algún motivo... Y... Al no tener a nadie más que su amenaza enfrente, decidió armarse de valor e ir a por ello... — Hyungwon asintió contra su pecho — se acercó, tomó el espejo con furia y pensó en lanzarlo por una ventana... Pero algo ocurrió ¿sabes qué?

Hyungwon suspiró.

— ¿Se vio a sí mismo? — Wonho asintió levemente.

— Se vio a sí mismo y supo que no había nada que temer... — susurró — vio que en realidad era alguien hermoso, que la gente de su alrededor no le mentía y que que sus miedos eran solo eso... Miedos... — sonrió y dejó un beso en el cabello de su Hyungwon — y desde entonces el hermoso príncipe comenzó a hablar sobre espejos y la importancia que tiene el hecho de verse a sí mismo reflejado en uno de ellos...

Hyungwon suspiró captando de inmediato a lo que se refería.

— Te lo dije... — suspiró nuevamente — tú me lo enseñaste, ahora se lo tengo que enseñar yo... — sonrió levemente y levantó su rostro hacia Wonho — y me refiero a ser feliz, no a nadar...

Wonho sonrió y asintió mientras se acercaba a los carnosos labios de Hyungwon.

Yo no hice nada... — susurró — solo te viste en el espejo...

Y asintió sabiendo que Wonho estaba en lo cierto con cada palabra que dijo.

Y que sus mayores miedos eran verse a sí mismo reflejado en un futuro, pero cuando lo hizo supo que eran sólo eso, miedos...

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