CYJ
Cuando Soobin se fue, quise distraerme todo lo que pude para desaparecer esa culpa dentro de mí que ni siquiera debí estar sintiendo.
Le pedí a mi mamá que me trajera mi laptop, la cual era diferente a la que recordaba, al parecer tenía una nueva.
Papá tuvo que irse a trabajar así que me quedé con ella viendo una película, luego ella tuvo que irse a trabajar también. Mis padres siempre fueron adultos excesivamente trabajadores y ocupados, al parecer eso no había cambiado en lo absoluto.
En plena película, mi mamá me explicó sobre mi informe médico.
——¿Cómo te sientes? ——preguntó de pronto luego de minutos de silencio, en una escena que a mi parecer era aburrida.
——Bien ——dije cortantemente. Bueno, bien en lo que cabía.
Mamá resopló y me dedicó de esas miradas cansinas típicas de mamá.
——Al doctor no le satisfacen tus respuestas de adolescente resentido, hijo. Quiere detalles.
Exhalé acomodándome mejor en la camilla, ahí me pude dar cuenta mejor de como me dolía todo el cuerpo.
——¿Detalles?
Mi madre asintió.
Siendo honestos, me sentía de la mierda.
——Bueno, en realidad... ——inhalé antes de hablar ——Me duele el cuerpo, siento a mis músculos agarrotados, me duele un poco la cabeza y me arden un poco los ojos, también siento un ardor en la boca del estómago, pero ya le había comentado eso a la enfermera y no sé qué me inyectaron para calmarlo.
Cuando terminé de hablar, mi mamá se veía fastidiada.
——¿Eso es "bien"? ——Enarcó una ceja.
——Sí, quiero decir, tampoco voy a quejarme tanto. Estoy seguro de que pudo ser peor. Estoy bien ——repetí.
——Creo que es mejor que descanses, cariño ——Cerró lentamente la laptop sobre mis piernas.
——No me pidas eso ——me quejé ——. He sido la bella durmiente un maldito año. Lo último que quiero es seguir descansado. Quiero levantarme, comer, estirar los músculos...
——Todo lo que acabas de decir es justo lo que no puedes hacer.
Verdaderamente consternado, fruncí el ceño.
——¿Qué? ¿Por qué no?
Mi madre dudó un poco antes de tomar mi mano, suspiró antes de hablar, se veía afligida. Me odiaba por tener que hacerla pasar por todo esto.
——Mi amor, escucha ——empezó ella, dentro mío sabía que no se venía nada bueno ——. Felizmente no hay mucho daño cerebral por no decir nada. Según me explicó el doctor, solamente hubo un pequeño hematoma intracraneal en el lóbulo frontal, pero no requiere de cirugía.
Eso sonó más aterrador de lo que debería.
——Mamá, siempre he odiado biología, lo sabes, por algo estudio arquitectura. Español por favor.
——O sea que el daño cerebral puede que afecte a tus habilidades motoras, el moverte——Mi mamá se alarmó al ver mi rostro de pánico, porque con eso, literalmente yo entendí que quedaría parapléjico. Ella rápidamente siguió explicando para no asustarme más o darme ideas erróneas ——. No vas a quedar parapléjico, Yeonjun, tranquilo ——Completamente aliviado, solté mucho aire por la boca ——. Como te dije, cielo, el daño es mínimo, aún así no sabemos cómo vayas a reaccionar al estímulo. El doctor recomendó que todavía no intentes levantarte, quiere terminar de hacerte los estudios necesarios antes.
Ok, tenía sentido. Despertar después de un coma no es nada como en las películas.
——¿Y comer?
Mi mamá negó con la cabeza.
——Siempre has pensado con la panza, eso jamás va a cambiar, ¿verdad jovencito?
Eso me hizo reír un poco por lo bajo porque era cierto. Food is life.
——No puedes comer tampoco ——siguió ——. Junnie, tu cuerpo tiene que ir asimilando de a pocos. Luego intentaremos darte comida para ver cómo reacciona tu cuerpo, si reacciona bien entonces las raciones serán más grandes.
Hice un puchero. ¿O sea que no había comida?
——Esto es muy complicado ——me quejé.
——Lo es, mi vida. Pero tienes mucha suerte, ¿sabes? Cada caso es diferente, felizmente a ti no te afectó directamente al habla como a Soobin o a la visión como a Beomgyu.
¿Quién?
Mi cabeza iba a explotar. Gemí por la frustración. Nombres, más nombres.
——¿Quién es Beomgyu? ——pregunté en un lamento.
——Oh, a él sí no lo conoces, tranquilo. Es uno de los chicos que se accidentó con ustedes, del otro auto, de la camioneta para ser más precisos.
Verdad que casi muero. Ooops.
——¿Y ellos están bien? ——Genuina curiosidad me hizo preguntar.
——Sí, gracias al cielo. Pero tampoco lo tuvieron fácil. Beomgyu despertó con ceguera temporal, cosa que le duró quincenas, tal vez sin la cirugía él hubiera quedado invidente ——contó ——. El otro chico que viajaba con él se llama Taehyun, él despertó dos días después del accidente, hasta ahora no puede mover su brazo izquierdo y perdió su mano izquierda, pero está llevando la prótesis muy bien ——finalizó con una sonrisa que parecía ser de alivio.
——Sabes mucho acerca de sus casos ——comenté sorprendido.
——Claro que lo hago, cariño. Éramos todos padres destrozados, asustados y traumados viviendo con la incertidumbre de si nuestros pequeños volverían a despertar. El miedo de perder un hijo... ——su voz se suavizó ——No tienes idea de lo doloroso que es, Junnie ——Sus ojos brillaron por las lágrimas acumuladas que se empezaron a formar. Me destrozaba ver a mi mamá así. No podía imaginarme todo el dolor que le impuse indirectamente, de pronto yo también quise llorar.
Para darle confianza, tomé su mano y la entrelacé con la mía, besé el dorso de la suya, sus ojos acuosos en los míos.
——Pero estoy vivo, mamá, estoy aquí, ya no tienes que sufrir más, ¿de acuerdo? Lo- Lo siento tanto.
Las lágrimas que no lograron ser retenidas cayeron por sus delgadas y suaves mejillas. Ella asintió con pesar y me atrapó lentamente en un emotivo abrazo.
——De verdad estábamos muy asustados todos ——esnifó, luego confesando con la voz trémula, se separó de mí limpiando por debajo de sus ojos. ——. La familia de Taehyun y Beomgyu nos acompañaron por todo ese dolor juntos. Eventualmente nos volvimos como una gran familia todos ——apretó superficialmente mi mejilla con esas sonrisas maternales que te transmiten tanto amor, aquellas que solo te hacen desear devolver el tiempo atrás para ser un niño en sus brazos de nuevo. Yo quería eso, retroceder el tiempo para así no ver los ojos acuosos de mi madre por mi culpa.
Su mano abandonó mi mejilla y volvió a tomar mi mano.
——Me gustaría que los conozcas, a los Kang y a los Choi, son gente maravillosa. Beomgyu y Taehyun son muchachos maravillosos también.
Sentía que estaba viviendo una película. Cada vez era más confuso todo, pero a su vez emocionante.
Aparte de Soobin, habían más personas que vivieron lo mismo que yo, claro que me gustaría conocerlas, conocer sus propias experiencias que, a pesar de haber sido relativamente lo mismo, estaba seguro de que serían diferentes.
Asentí con una sonrisa.
——¿Y qué hay de la familia de Soobin? ——Me animé a preguntar ya que mi madre no mencionó nada de su familia.
Esa pregunta le instaló a mi madre una sonrisa melancólica, su mano apretando la mía con más fuerza.
——Somos nosotros, Junnie. Nosotros somos su familia.
Me tomé unos segundos en procesar la información, mi mirada se desvió hacia algún punto que ni siquiera estaba mirando en sí, luego ya habiendo entendido, la devolví hacia los ojos cansados de mi madre.
——¿No tiene a nadie? Familia de sangre digo. ——Me corregí inmediatamente. Claramente mis padres también amaban a ese chico pelimorado.
Con aflicción pintando su rostro, mi mamá negó con la cabeza.
——Es huérfano, hijo único.
Algo me dolió dentro al saberlo.
——Pero eso no importa, Soobin nos tiene a nosotros. Jamás vamos a dejarlo solo ——reiteró ella.
Aunque no podía compartir su sentir, me conmovía mucho que encontrara una familia en nosotros. Nadie con un buen corazón merecía sentirse solo. De repente también quise experimentar ese cariño con el que hablaba mi madre.
——Después del accidente... ——Me animé a preguntar ——¿Él estuvo bien?
Mi curiosidad por el chico también aumentó por el lazo que veía había formado con mis padres.
——Fue difícil ——admitió mi madre mirando nuestras manos juntas ——. Muy difícil ——Sonrió con pena ——. Él fue el segundo en despertar de ustedes cuatro, tuvo problemas para hablar, ni siquiera podía emitir un sonido al principio. Gracias a la terapia se recuperó.
——Ya veo... ¿Algo más?
Mi madre de pronto me sonrió con ternura. No entendí por qué.
——¿Sabes cariño? Soobin me llamó en la mañana y me dijo que le dijiste que podría venir más seguido, eso me alegra mucho.
Inevitablemente sentí la presión tácita, forcé una sonrisa.
——Él vendrá aquí después de sus clases en la universidad. Ahí vas a poder preguntarle todo lo que quieras, él te responderá con toda la sinceridad del mundo.
Asentí lentamente con un poco de expectativa.
¿Sería incomodo? ¿De qué hablaríamos esta vez?
En ese momento, mi mamá recibió una llamada. Rápidamente vio la pantalla, y sin molestarse en contestar, se dirigió hacia mí de nuevo.
——Amor, es mi jefe ——me informó ——. Tengo que irme ahora, voy tarde ——soltó mi mano, se puso de pie y se colgó el bolso en menos de tres segundos ——. Vendré mañana probablemente. Te amo mucho, Junnie.
——Yo más, mami ——Le sonreí.
Antes de salir apresurada me dedicó una última sonrisa cariñosa.
Iba a ser un largo día.
Después de ese encuentro con mi madre que en verdad se sintió fugaz, lo siguiente que supe fue que había personal médico saliendo y entrando de mi habitación.
Pinchando mi brazo cada dos horas, haciéndome preguntas, luego llevándome a hacerme tomografías y radiografías...
En fin, un día ajetreado incluso si no moví mis músculos casi en lo absoluto.
La verdad estaba exhausto, sentía que tenía hambre, pero el doctor dijo que aún no podía consumir alimentos y que todavía tenían que suministrarme vitaminas por intravenosa.
Le comenté de mis músculos atrofiados y me dijo que no me preocupara mucho porque era, relativamente, algo normal.
Creí que mi día terminaría en frustración hasta que escuché a la puerta abrirse, pero esta vez no era una enfermera o un doctor.
Era Soobin, entrando sin permiso.
El chico alto de cabellos morados ingresó con una sonrisa tierna, viéndose todo menos tímido, lo cual era irónico considerando nuestros encuentros anteriores.
Vestía un jean y una camiseta roja, colgado en su hombro una mochila negra.
Me le quedé viendo un momento.
Cuando ingresó, extrañamente más motivado esta vez, no me vio ni por un segundo. Se le veía tranquilo mientras dejaba su mochila negra que se veía repleta en el sillón de cuero del mismo color en la esquina de la habitación.
Entonces me miró.
Y me sonrió.
Y me pareció injusto que exista gente con sonrisas así de bonitas e irreales.
Hoyuelos y toda la cosa de los ojos. Ugh.
——Hola Yeonjun ——saludó con simpleza, por lo que yo le respondí de la misma forma, también sonriendo de lado ——. ¿Cómo te sientes? ——preguntó casi radiante.
Era muy extraño y cuestionable el repentino cambio en su comportamiento y actitud. Antes se veía como un cachorrito triste, ahora se veía... ¿Feliz?
——Bien. ——A pesar de mi respuesta seca, intenté pintarla con un tono de voz dulce porque no quería parecer grosero, pero tampoco sabía que decirle.
——Me comentaron que te hicieron muchos exámenes hoy. ¿Te sientes cansado?
——Un poco ——admití.
No quise parecer un maleducado y tampoco se me apetecía hablar solamente de mí, por lo que pregunte por él.
——Tú... Vienes de la universidad, ¿verdad?
Soobin asintió sonriente. Para no quedarse parado, jaló el banquito blanco que estaba cerca de la puerta para sentarse cerca de mi camilla.
En ese momento, me di cuenta que el chico en verdad era alto, muy alto.
Una vez se sentó, seguí preguntando por curiosidad y para tener tema de conversación en sí, porque no hay cosa que odie más que los silencios incómodos.
——¿Qué estás estudiando? ——pregunté y me acomodé mejor, de tal forma que mi espalda descansará en la pared.
——Bellas artes.
——¿También estás en cuarto año?
——En segundo.
Fruncí el ceño porque claramente no me esperaba esa respuesta.
¿Qué tan menor era Soobin?
Quiero decir, tenía una cara de bebé y era muy lindo en general.
——¿Cuántos años tienes?
——Veintisiete.
Me atraganté con mi saliva.
Soobin se alarmó y se levantó a ayudarme, pero era algo que podía controlar así que lo detuve con un gesto de mano mientras terminaba de toser. Soobin volvió a tomar asiento.
——¿Estás bien?
——¡¿Ve-Veintisiete?! ——Mi rostro expresaba la estupefacción que sentía.
Soobin frunció el ceño.
No pretendía ofender a Soobin con mi reacción, pero es que de verdad estaba perplejo. Jamás hubiera imaginado que él fuera mayor, mucho menos tanto.
——Entonces eres... ¿nu-nueve años mayor que yo?
——Siete, Yeonjun ——respondio más serio ——. Tú tienes veintiuno.
Verdad, resultaba que no tenía diecinueve como yo creía, sino eran veintiún años los que estuve en la tierra.
——Verdad... ——suspiré, todavía sorprendido y sin saber qué más decirle en ese entonces.
A pesar de haber bajado la cabeza por la repentina vergüenza que me invadió, sentí a Soobin viéndome con una expresión seria por algunos segundos, antes de oírlo carraspear y hacer que mi atención vuelva a él.
——Yo... ——empezó sonriendo de nuevo pero con menos energía ——Te traje algo...
Observé atentamente cómo se levantó del banquito para buscar en su mochila algo. Saco un par de libros de arte cuyas portadas llamaron mucho mi atención para poder encontrar eso que buscaba.
Hasta que lo sacó.
Parecía otro libro más, pero cuando me fijé bien, era un archivador de tapa roja, sin etiquetas o nada superpuesto.
Cuando tuvo al objeto en manos, con sus manos (en ese momento me di cuenta de lo gigantes que eran) empezó a acariciar la tapa como si fuera algo preciado, una sonrisa ladina decorando su rostro.
Luego me lo extendió, y algo dudoso, yo lo tomé.
Aún sin abrirlo, podían verse micas plastificadas archivadas, varias.
——Ábrelo ——me alentó.
Nuestras miradas se encontraron por unos segundos hasta que yo devolví la mía al archivador en mis manos.
Y así lo hice.
Lo abrí.
Lo primero en llevarse mi atención fueron las dos fotos pegadas a la cartulina que estaba dentro de la mica.
Éramos nosotros. Fotos nuestras.
En la primera Soobin y yo estábamos posando para una selfie, los dos teníamos el cabello oscuro.
La segunda foto era la misma pose amistosa, solo que esta vez con los colores de cabello que teníamos en ese momento.
Sobre la primera mica estaba escrito con plumón indeleble negro:
"Feliz cumpleaños, mi Binnie ❤️"
Y era mi letra.
Mi corazón se congeló en cuanto vi las fotos y entendí que era mi letra. Con la misma expresión patidifusa, busqué a Soobin con la mirada y me encontré con sus ojos brillantes y expectantes.
Luego volví a enfocarme en el objeto frente a mis ojos, y empecé a pasar página por página, estas cosquilleando en mis dedos.
Más fotos y notas.
Selfies de ambos, fotos que al parecer, yo le había tomado a Soobin desprevenido; durmiendo, comiendo, riendo.
Comentarios escritos con plumón indeleble por los márgenes.
"Gracias por todos los retratos y regalos, bebé."
"Pasarme por tu tienda fue la mejor y la más bonita casualidad que me pudo haber pasado jamás."
"Te admiro mucho por ser tan talentoso y por ser alguien tan fuerte. Quédate a mi lado para siempre y cuida de mí como lo has estado haciendo ahora, que yo haré lo mismo toda la vida."
"Te amo ❣️"
Cosas como esas estaban escritas por encima de las micas, haciendo a mi corazón retorcerse.
No podía creer que yo había escrito estás cosas. Pero no es como que pudiera negar que esa era claramente, mi fea letra.
En algunas hojas habían pegatinas de corazones en las esquinas o diamantina. Todo estaba muy hermosamente decorado. Se notaba el esfuerzo.
——Fue tu regalo por mi cumpleaños del año pasado. ——Lo escuché decir con la voz más apagada, aún mantenía mi vista en las bonitas fotos donde me veía tan feliz.
Seguía observándolas mientras acariciaba delicadamente el plástico liso, sin poder creer que de verdad casi tres años de mis memorias se hubieran ido al carajo.
Era impresionante.
¿Quién era verdaderamente Soobin y por qué cambié tanto por él?
Nunca fui una persona demasiado cursi.
Cuando era el cumpleaños de Yeonwoo, solía comprarle algo simple y bonito. Jamás fui de los que hacían regalos elaborados. Era intrigante.
Tragué duro por sus palabras mientras leía las cosas dulces que le había escrito.
——Fue el mejor cumpleaños de mi vida. Sé que no te acuerdas nada de ese día, pero gracias, Yeonjun.
Vi a Soobin y este me estaba sonriendo con lo que parecía ser cariño.
A pesar de yo no poder recordar nada, me sentí cálido porque no recordaba la última vez que alguien me vio con esa clase de afecto, tanto.
Sus ojos brillaban mientras me veía, y no lo digo por ser pretencioso, sino que de verdad estos relucieron.
Varios segundos pasaron y yo todavía no podía quitarle los ojos de encima a ese chico, y ni siquiera sabía por qué.
Ese bonito brillo con el paso de los segundos, se concibió en dolorosa humedad, entonces él rompió nuestro contacto que se sintió casi íntimo, bajando la cabeza.
Volvió a carraspear y cuando alzó la cabeza, sus ojos había vuelto a la normalidad.
——¿Recordaste algo con las fotos?
Me sentí ansioso, presionado.
Intenté, de veras intenté recordar, pero no tuve éxito.
Apenado, mordí mi labio inferior y negué con la cabeza dándole una última chequeada a las fotos.
La decepción se hizo evidente en su rostro, pero terminó por asentir.
Me sentí muy triste en ese momento, porque ninguno de los dos mercería estar en esa situación. No era culpa mía ni de él.
Intenté devolverle el álbum, extendiéndoselo con ambas de mis manos por el tamaño, pero Soobin no me dejó, este en cambio colocó una mano por sobre las mías y palmeó suavemente negando.
——Quédatelo por si acaso.
No sabía qué decirle, así que límite a asentir y lo dejé en la mesita al costado izquierdo de mí, donde solían poner la bandeja de desayuno.
——¿Te sentiste raro al ver todo eso?
Quise sincerarme con él, porque a pesar de lo raro de nuestros encuentros, el chico me daba confianza.
——La verdad un poco, pero estuvo bien ——No estaba tan incómodo en sí, pero por su expresión me pareció que él pensó que sí ——. T-Tal vez si me muestras más cosas podré recordar.
Soobin emplazó una mueca dudosa por lo que parecía que estaba considerándolo. Terminó por sacar su celular del bolsillo y empezar a revisar algo en él.
——¿Qué opinas de tu cabello? ——preguntó serio de pronto levantando su vista del aparato para verme entre sus pestañas.
——¿Te refieres al color?
Asintió.
——Es horrible ——me sinceré con una mueca de disgusto.
Escuché a Soobin reír por lo bajo.
——Todavía no entiendo cómo me pudo haber parecido atractivo el color amarillo patito para mi cabeza.
——De hecho, nunca lo hizo ——dijo dándome su celular de forma horizontal, lo miré con curiosidad un segundo antes de ver a la pantalla y darme cuenta que se estaba reproduciendo un vídeo.
Ver fotos era una cosa, pero con los vídeos me sentía personalmente atacado.
Estábamos los dos en lo que parecía ser una peluquería. Soobin estaba grabándome mientras yo estaba sentado siendo atendido por una peluquera, mi cabeza tenía una mezcla azul encima (la que se usa para la decoloración), y yo, mantenía una cara de pura frustración e irritación.
"Te ves muy lindo." comentó Soobin en una risa suave.
En el vídeo, resoplé mientras una chica se acercaba a masajear mi ya decolorado cuero cabelludo.
"No soy lindo, y deja de grabarme. Jesús..." renegué yo.
"Claro que eres lindo, bebé." rió.
"¡No! ¡Estoy enojado!" chillé, aunque no lo parecía en lo absoluto.
"Entonces deja de hacer pucheros. Bebé" enfatizó en el apodo.
"¡Sabes que así son mis labios! ¡No puedo evitarlo! Además que es tu culpa, tonto. Eres realmente cruel. Sé que es un castigo, pero yo no te escogí un color tan feo como este amarillo patito chillón, es más, ¡el morado te queda genial, es injusto!"
"Oh vamos, bonito. No tienes de que quejarte, igual te vas a ver hermoso. Tú siempre te ves hermoso, mi amor".
La chica que estaba atendiéndome sonrió con ternura.
"Solo me quieres hacer sufrir". bufé con las mejillas sonrojadas después de un considerable silencio.
"Es venganza, cariño." rió "Es un color... interesante". se escuchó la voz de Soobin decir con tono burlón.
"Eres un idiota."
"Y así me amas."
"No sé muy bien porqué lo hago".
"¿Seguro?" retó.
Mis mejillas solo tomaron más color, era hasta humillante. Yo ni siquiera estaba viendo a Soobin.
"S-Sí". Mi yo del vídeo me daba ganas de reírme por lo tierno y ridículo que se veía.
"Tan tierno..." dijo Soobin "Tan lindo, tierno y precioso" rió dando por terminado el video.
No puedo describir con exactitud cómo me sentí al terminar de ver el vídeo, fue como si hubiera una licuadora de emociones en mi interior.
Me sentí melancólico, raro, triste por alguna razón, confundido, sorprendido.
Ugh, fue horrible.
Con la mente hecha un caos inestable, le extendí su celular con los músculos rígidos y la mente perdida en una loza del suelo.
Después de varios segundos de silencio donde no podía salir de mis pensamientos, recordé que Soobin también estaba ahí así que me obligué a decir algo, lo que sea; incluso si sentía como si mi alma hubiera abandonado mi cuerpo.
——Gracias... ——enuncié con una voz que podría describirse como vacía.
Senti la pesada mirada de Soobin sobre mí largos segundos, luego lo escuché exhalar.
——Supongo que no te ayudó a recordar nada.
——Lo lamento...
——No tienes de qué ——Se levantó, pero me sonrió ladino, no me quiso ver a los ojos ——. Había olvidado que tengo tarea, ¿te veo después?
——Cl-Claro.
¿Por qué demonios me sentía nervioso?
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