99.- Preparativos
Me encontraba sentada en uno de los sofás del salón de la residencia mirando el móvil cuando Tenya se me acercó.
- Ey, Anzu - me saludó - ¿Estás haciendo algo?
- Espero a que Hitoshi venga - respondí - Vamos a ver si puede practicar con su kosei.
- Creía que no se atrevía a usarlo en ti.
- Y no lo hace - suspiré - Pero si tiene que practicar con él para poder mejorarlo, es más práctico así. Me ha costado mucho convencerlo...
- ¿Crees que se sentirá más cómodo si hay alguien más con vosotros "por si acaso"? - preguntó.
- Puede ser...
- Podría ir yo con vosotros - propuso.
- Prefiero que no - escuché decir a Hitoshi, que acababa de llegar.
Me giré en su dirección, viendo que llevaba su pelo natural hacia abajo. Dios, me encantaba cuando lo llevaba así...
- Hola, amor - lo saludé con una sonrisa mientras me levantaba.
- Hola, mi vida - respondió.
Se acercó a mí, puso una mano en mi mejilla para hacerme subir un poco la cabeza y besarme. Cuando nos separamos, se colocó a mi lado y rodeó mis hombros con su brazo.
- Creo que la idea de Tenya es bastante buena - comenté.
- No creo que sea necesario. Además, seguro que Iida tiene mejores cosas que hacer, ¿no es así? - dijo, mirándolo fijamente a los ojos.
Iida se tensó y pasó saliva.
- S-sí, cierto, tengo tareas atrasadas.
- Ah, bueno, pues mejor que te pongas a ello... Pero gracias igualmente por haberte ofrecido - le dije con una sonrisa.
- No es n-nada.
- Anzu, ¿vamos a tu cuarto? Quiero acabar con esto cuanto antes... - me dijo Hitoshi, y miró a Iida - Las normas no impiden que esté en una habitación ajena durante el día, ¿no, delegado?
- No... - le respondió.
- Pues vamos - tomé a Hitoshi de la mano y empezamos a caminar hacia el ascensor - luego nos vemos, Tenya.
- Hasta luego...
De camino, Hitoshi soltó mi mano y colocó la suya en la parte baja de mi espalda. Entramos al ascensor para subir a mi habitación, y cuando llegamos, nos sentamos sobre la cama.
- ¿Cómo quieres hacerlo? - pregunté.
- De hecho, no quiero hacerlo - suspiró - No creo que sea buena idea.
- Hitoshi, ya lo hemos hablado... Aizawa-sensei quiere que fortalezcas tu kosei, para eso tienes que usarlo más y forzarlo, y es más cómodo que lo intentes conmigo que estar buscando a otra persona dispuesta a que la controles.
- No quiero sentir que te estoy forzando a algo, Anzu - masculló, y vi que sus manos empezaban a temblar - No quiero que tú hagas algo que no quieras por mi culpa.
- Ahí está el punto, no me vas a forzar a hacer nada que no quiera - insistí - Confío plenamente en ti.
- Tengo miedo de hacerte daño...
- Tú nunca me harías daño.
Tomé sus manos entre las mías.
- Vamos a intentarlo, ¿vale? Solo una vez - propuse - Y si sigues sin sentirte bien, lo dejamos y paro de insistir.
Pareció sopesar sus opciones en su cabeza, y finalmente suspiró.
- Está bien... Pero solo 1 minuto, en cuanto pase te libero, ¿entendido?
Asentí con la cabeza. Se me acercó más, quedando justo delante de mí, me dio un beso en la frente y apoyó su frente en la mía.
- Te amo - me susurró.
- Yo también te a-
Todo se volvió oscuro. Sentía mi mente desconectada de mi cuerpo, como si mi consciencia estuviera flotando en el negro vacío, extraño pero a la vez conocido. El vacío me rodeaba, arropándome en un cálido abrazo. De alguna manera, podía notar mis dedos moviéndose, pero como si un fantasma moviera algo ajeno y lejano. Poco a poco, noté como mi consciencia era arrastrada, de vuelta a mi cuerpo, y pude volver a ver y sentir todas las cosas a mi alrededor.
- ¿E-estás bien? - me preguntó Hitoshi.
En vez de responder, acerqué mis labios a los suyos y le besé con delicadeza.
- Estoy perfectamente - respondí con una sonrisa.
- Solo te he hecho mover los dedos, no quería hacerte nada más...
- Ya lo sé, lo he notado... Más o menos - reí.
- ¿Cómo ha sido...? - me preguntó, dubitativo.
- Ha sido como flotar en el vacío, pero ha sido... ¿Reconfortante? Podría hasta decir que cálido.
- Las personas a las que he controlado en otras ocasiones no tienen lo mismo que decir después... - giró la cara para apartar la mirada.
- Creo... Que de alguna manera... - llevé mis manos a su rostro y le hice mirar en mi dirección - Tu voluntad de querer protegerme y que esté bien se ha manifestado en cómo tu kosei actúa en mí. Me he sentido abrazada. Hitoshi Shinso, tu kosei es realmente hermoso.
Su expresión seria se desplomó en segundos y rompió a llorar, apoyando sus brazos y su cabeza sobre estos en mi regazo.
- G-gracias... - dijo, llorando.
- No tienes por qué dármelas... - respondí, acariciando su pelo con delicadeza.
Nos quedamos en esa posición un buen rato, hasta que Hitoshi se calmó.
- Entonces... ¿Entrenarás usando tu kosei en mí? - pregunté, riendo levemente.
- Solo si tú quieres - respondió con una pequeña sonrisa.
- Por supuesto.
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Habían pasado las semanas, con ellas los meses, y ya nos encontrábamos en marzo. Ese día, nos encontrábamos en una gran sala de reuniones con los héroes al mando de las agencias para las que hacíamos cada uno las prácticas, que nos contaron que se estaba organizando una futura misión: pretendían vencer, y a ser posible eliminar, a la Liga de Villanos de una vez por todas. Nos explicaron lo principal, el papel de cada agencia en esta batalla y dónde estarían situados. Cuando acabó la reunión yo tenía una idea muy clara en la cabeza, y no tardé en hacérsela saber a Edgeshot.
- Disculpe, señor Edgeshot... - lo llamé.
- ¿Sí, Lightning? - se giró para mirarme.
- Quiero aclarar que el hecho de que me haya permitido trabajar para usted durante las prácticas es todo un honor, y me gustaría que siguiera siendo así en adelante - expliqué - Pero creo que para esta operación puedo ser de mayor utilidad en otro lugar, no en la base del bosque, sino en la ciudad.
- ¿Eso cree? - me preguntó.
Asentí con la cabeza.
- Soy una heroína enfocada al rescate, señor - declaré - Puedo ser más útil evacuando a los ciudadanos que se encuentren en la zona afectada o necesiten ayuda.
- La verdad es que tiene usted razón, sería de mayor utilidad en la ciudad... - dijo, llevándose la mano al mentón - Pero para que eso sea posible, tendría que hablar con un héroe que vaya a encargarse de esa zona y hacer un contrato de que te he cedido a su agencia durante la misión. No es complicado hacer el contrato, sino encontrar a alguien dispuesto...
- Mi padre podría hacerlo - dijo una voz detrás de nosotros.
Nos giramos a mirar, extrañados.
- ¿Todoroki? - pregunté - ¿De qué hablas?
- Podrías venir a la agencia de mi padre.
- Teniendo en cuenta que la agencia de Endeavor va a estar en la ciudad, es una opción, pero... - comentó Edgeshot.
- No es por ofender, Todoroki, pero dudo MUCHO que tu padre me quiera en su agencia, aunque sea por unas horas...
- Creo que lo puedo convencer, esperad un momento.
Todoroki se acercó a su padre, y le hizo la propuesta.
- ¿¡Qué!? - exclamó - ¡No quiero a una Hi-!
Todoroki le agarró del traje para hacer que se agachara un poco.
- Himura es la única razón por la que te estoy dando otra oportunidad - le dijo - Creo que harías bien dejando esa actitud de lado y dándole una oportunidad solo esta vez.
El héroe #1 me miró, extrañado, y no pude evitar encogerme en el sitio. Lo que me dijo Hitoshi en el Festival Deportivo tenía su parte de razón, Endeavor era bastante parecido a mi padre, y eso me hacía mantenerme alerta.
- Sería solo durante esta misión, Enji, y es cierto que puede ser de mayor ayuda evacuando - le dijo Edgeshot - Lightning es una buena aprendiz, y ha demostrado con creces que no sigue los ideales ni los pasos de sus padres: creo que ya es momento de que los héroes que tenéis tan mala visión de ella cambiéis de parecer.
Endeavor pareció dudar unos segundos, pero finalmente suspiró y me miró con seriedad, mientras él y Todoroki caminaban hacia nosotros.
- Voy a darte esta oportunidad, Himura - declaró - Más te vale no causar problemas.
Dicho eso, se marchó.
- He ahí la dualidad de la que le hablé en las practicas, señor... - le dije a Edgeshot, suspirando - Cuando me consideran una aspirante soy "Lightning", pero cuando no se fían de mí, soy "Himura".
- Entonces, demuéstrale que haría bien confiando en ti - me dijo - Arreglaré el papeleo de cese y me encargaré de que lo firme, te informaré en cuanto esté resuelto.
- Gracias, señor - respondí, haciendo una reverencia.
El héroe se marchó, dejándome ahí con Todoroki.
- Si alguien me hubiera dicho durante el Festival Deportivo que iba a acabar participando en una misión bajo la agencia de Endeavor, probablemente me hubiera reído en su cara... - susurré.
- ¿Por qué ibas a reírte? - me preguntó Todoroki - No parece un chiste.
- No es... Da igual.
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Era ya finales de marzo, y el curso se terminaba pronto. Nos encontrábamos Tsuyu, Midoriya, Aizawa, Hado, Uraraka, Eri, Amajiki, Togata y yo en la zona común de la residencia de profesores. Togata y Amajiki estaban sentados en uno de los sofás, y los demás nos encontrábamos o sentados o cerca del que había frente a ellos.
- Bubble Girl me avisó de antemano que mañana habrá una operación de barrido a nivel nacional - dijo Togata - Y... Yo también quiero ser de ayuda. He observado de cerca el progreso de Eri en dominar su kosei durante los últimos 2 meses, entrenando sus habilidades con insectos y lagartos.
No se equivocaba, Eri había estado entrenando con su kosei y en ese momento podía usarlo con bastante facilidad, pero aún existía riesgo a la hora de aplicarlo en un ser humano.
- ¡Eri! ¡Lo lamento si sientes que te estoy usando solo para tu kosei...! ¿Pero podrías probar tu "Rebobinar" conmigo...?
Eri miró a Aizawa-sensei por un momento, en el que él le hizo un gesto con la mano para que fuera con Togata. La niña se acercó a Togata y colocó sus manitas en las mejillas de este.
- No pidas perdón - dijo ella - ¡Esto es para lo que he estado entrenando!
Aplicó su poder sobre Togata, haciendo que su cuerno creciera levemente y empezara a brillar. Cuando dejó de brillar, Togata alargó el brazo hacia la mesa baja que había frente a él. Suspiró profundamente, fue a tocar la mesa y... Su mano la atravesó.
Hubo gritos de emoción por lo ocurrido, y Amajiki se lanzó sobre Togata para abrazarle, quedando así encima del otro.
- Cuanto me alegro de que hayas vuelto, Lemillion - dijo en voz baja y con una sonrisa, sin dejar de abrazarlo.
- ¡Eh, yo también quiero! - se quejó Hado, acercándose a ellos y abrazándolos.
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¡Gracias por leer!
Capítulo rapidito (mentira) antes de continuar con los apuntes y con mi TFG (ya tengo tema, y a mi tutor le encanta).
En el próximo capítulo empezaré la Primera Guerra, y justo después subiré el "Especial 100 capítulos" basado en la mitología griega, así que a lo mejor tardo un poquito.
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