97.- Pillados
- ¿En serio? - exclamó Sero al ver llegar tarde a Midoriya y Bakugo - ¿Cómo os las apañáis para llegar tarde tantas veces?
- ¡No tendréis carne para cenar si no nos ayudáis a cocinar! - exigió Kaminari.
- ¡Ahora voy! - dijo Midoriya mientras corría hacia la cocina.
- ¡Hacedlo si os atrevéis! - bramó Bakugo - ¡Intentad mantener la cena lejos de mí! ¡A ver cómo os sale!
- Tan agradable como siempre... - suspiré.
- Ugh... - soltó Sero.
- Olvidé con quién estábamos lidiando... - susurró Kaminari.
- Pues si no te gusta, te fastidias - le contestó Kirishima a Bakugo, sacándole la lengua.
- ¿Un plato con un batiburrillo de ingredientes? Suena encantador - comentó Yaoyorozu, con una bolsa de hojas de té entre las manos.
- Las hojas de té no harán que sepa "encantador" - trató de persuadirla Uraraka.
- ¿¡Quién demonios ha troceado los cebollines!? - exclamó Bakugo de nuevo.
- ¡Yo! - contestó Todoroki.
- ¡Tu hermana mayor lloraría si viera esto!
- Deja de llorar tú, leñe - dije tras lavarme las manos y acercarme a la tabla de cortar - Ya lo arreglo, vete a ayudar a poner la mesa.
- ¡JODER! - bramó otra vez.
Al cabo de un rato, conseguimos terminar la cena y colocarlo todo sobre dos mesas juntas en el salón de la zona común.
- ¡Esta será una lluvia de ideas de nuestras prácticas y una fiesta con una olla caliente para animarnos a todos para el nuevo período! - anunció Iida - ¡Empecemos!
Empezamos a comer con entusiasmo, disfrutando de la cena.
- ¡Nada mejor que una olla caliente en un día frío! - exclamó Kirishima.
- Una vez que vuelva a hacer calor, seremos de segundo año - comentó Jiro.
- Antes de que nos demos cuenta, sí, kero - afirmó Tsuyu.
- Que caótico ha sido todo este año... - suspiró Uraraka.
- Demasiado - concordé.
- Podremos saludar a los nuevos de primer año - dijo alguien.
- Pero como el Departamento Heroico no tiene clubes, no interactuaremos mucho con ellos - me lamenté.
- ¿¡Toda una nueva cosecha de aspirantes a héroes!? ¡Me encanta! - dijo Bakugo, con una sonrisa amenazadora.
- ¡Aún nos quedan tres meses! ¡No olvidéis que los exámenes finales se interponen en nuestro camino! - avisó Iida.
- ¡Ya basta, Iida! ¡Arruinarás el sabor de la comida! - se quejó Mineta.
- No me sabe diferente - dijo Todoroki.
- Escucha... ¡Suficiente de esa tontería demasiado literal!
- ¿Entras en pánico por los exámenes? - le preguntó Jiro con sarcasmo.
- ¡Habla por ti! - bramó.
No pude evitar reír ante toda aquella situación.
- ¿Por qué ríes? - me preguntó Tenya.
- Nada nada - negué con la cabeza - Es solo que... Me alegro mucho de teneros en mi vida. A todos vosotros.
Después de la cena subí a mi habitación, me puse el pijama y me dispuse a meterme en la cama, pero oí unos golpecitos en la puerta de mi balcón, así que me giré a mirar.
- 'Toshi - susurré con una sonrisa.
Abrí la puerta y me lancé a sus brazos.
- Hola, preciosa... - dijo, abrazándome por la cintura.
- Hola, mi amor - respondí, y le di un pequeño beso en el cuello - Te he echado de menos.
- Y yo a ti.
Me separó de él un poco y me besó en los labios suavemente.
- Tienes que contarme cómo te ha ido en las prácticas - dijo.
- Luego, ahora quiero comerte a besos - respondí con una sonrisa juguetona.
- Mmmhhh, me gusta esa idea - contestó.
Lo empujé hasta la cama con cuidado, haciendo que se sentara en la cama, y me senté en su regazo. Con sus manos en mi cintura y las mías en su rostro, empecé a besarle de nuevo. Un rato después nos interrumpieron repetidos golpes en la puerta, así que me separé de él.
- Escóndete - susurré.
Asintió con la cabeza y se escondió, comprobé rápidamente que nada nos fuera a incriminar otra vez, y me dirigí a la puerta: al abrirla, me encontré cara a cara con mi tutor, con cara de enfado.
- A-Aizawa-sensei, qué sorpresa. ¿En q-qué puedo ayudarle? - pregunté.
- No me vengas con tonterías, Himura, sabes porqué estoy aquí - respondió cortante, y miró por encima de mí para ver la habitación - Shinso, sé que estás ahí, sal ahora mismo.
Noté mi sangre helarse en mis venas y como mis manos empezaban a temblar.
- ¿S-sí, sensei...? - preguntó Hitoshi, saliendo de su escondite.
- ¿Se puede saber qué haces a estas horas, después del toque de queda, no solo en una habitación ajena, sino en una residencia ajena? - preguntó, activando su kosei para intimidarnos.
- E-es que... - empezó a decir.
- ¿Sabes el lío en el que te estás metiendo? - interrumpió Aizawa-sensei - He dado la cara por ti, por los dos, de hecho, entrenando a Shinso y ayudando a Himura con los juicios, ¿y me lo pagáis faltándome al respeto?
- N-no era nuestra intención faltarle al respeto, sensei... - respondí.
- Himura, estás castigada, y Shinso, hablaré con tu tutor para que te ponga un castigo a ti también - declaró - Y más os vale que esto no vuelva a repetirse. No pienso hacer la vista gorda ni daros un tratamiento especial.
Ambos asentimos con la cabeza.
- ¿Cómo ha sabido que estaba aquí? - se atrevió a preguntar Hitoshi.
- Alguien me ha avisado de que te ha visto usar el arma de captura para subir al balcón de Himura - explicó - Un uso irresponsable e ilógico de una herramienta que te he proporcionado. No hagas que me arrepienta de haberte enseñado a usarla.
- Entiendo...
Noté cómo Hitoshi apretaba la mandíbula y cerraba los puños.
- N-no volverá a p-pasar, sensei... - respondí.
- Eso espero. Vete a dormir, - dijo, y miró a Hitoshi - a ti te llevaré a tu residencia.
Asentimos con la cabeza, Hitoshi agarró sus cosas y se marcharon. Cerré la puerta de mi habitación, me acerqué a la cama y me dejé caer sobre ella.
- Sí que la hemos hecho buena... - susurré.
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¡Gracias por leer!
Ale, 3 capítulos en un día, para compensar el tiempo que he tardado (lo siento, la uni va a acabar conmigo).
Teniendo en cuenta que este es el capítulo 97, voy a continuar preparando el "Especial 100 capítulos", porque va a ser laaaargo y me falta como la mitad por escribir xd.
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