84.- El final de la batalla
Midoriya finalmente chocó con una de las estructuras de la zona, quedándose ahí agarrado.
- ¡Paradlo! - exclamaba, tratando de luchar contra su kosei - ¡Paradlo!
Le dolía, y mucho; estaba al borde de las lágrimas.
- ¡Para ya! ¡Para!
- ¡Midoriya, tienes que calmarte! - dije - ¡Aguanta un poco más!
- ¡No...! ¡Puedo...! ¡Pararlo...!
Se notaba su sufrimiento en la forma en que arrastraba las palabras. Uraraka dio un salto y usó su kosei para llegar hasta Midoriya, aferrándose a su espalda.
- ¡Shinso! - llamó ella, llamando la atención de Hitoshi - ¡Contrólalo! ¡Tienes que parar a Deku!
Hitoshi se quedó paralizado, con los ojos muy abiertos.
- ¡'Toshi, reacciona, por favor! - exclamé.
Tocó su máscara para desajustarla y gritó.
- ¡Midoriya! - llamó - ¡Peleemos!
- ¡Nnnngh! - gruñó - ¡Vale!
El kosei de Hitoshi lo "atrapó", sus ojos se volvieron inexpresivos y los látigos de sombras volvieron a su brazo, desapareciendo. Respiré profundamente y corrí a reunirme con ellos, mientras Uraraka le hacía recobrar la consciencia. Llegué a la plataforma sobre la que estaban ellos, justo a tiempo para ver cómo Monoma aparecía montado en una tuerca gigante por detrás de Midoriya, con la intención de tocarlo y copiar su kosei.
- ¿¡Hm!? ¡Me temo que el combate no ha terminado! - dijo.
Logré apartar a Monoma y alejarlo de Midoriya, pero al momento volví con mis compañeros.
- ¿Ha llegado a tocarte? - pregunté a Midoriya.
- No lo sé, no lo tengo claro...
La cinta de Hitoshi se acercó peligrosamente a nosotros, pero Midoriya la agarró con la mano; Hitoshi tiró de ella con fuerza, Midoriya no pudo aguantarla y acabó cayendo al suelo.
- ¡Deku no ha sido lo bastante fuerte como para resistir! - exclamó Uraraka.
- Está débil por culpa de su kosei... - dije.
- Todavía podría ser peligroso para vosotras... - jadeó Midoriya desde abajo - Por lo que no pienso usar mi kosei ahora.
- ¡Entonces, retrocedamos por ahora! - exclamó Uraraka - ¡Se nos ocurrirá algo!
- ¿Retroceder? - preguntó - Eso sería perder.
- Uraraka, tal vez llevemos poco, pero tampoco nos sobra el tiempo. Lo mejor será continuar como podamos en estas circunstancias - traté de convencerla - Bajemos, anda.
Asintió con la cabeza, resignándose, y fuimos al suelo.
- Shinso está allí arriba, esperando - comentó Midoriya - ¡Es mi oportunidad de ganar!
- Pero... Deku, no puedes ir en serio... - dijo Uraraka cuando llegamos a tierra - ¿¡Vas a pelear "quirkless"!?
- No... Pero voy a necesitar vuestra ayuda - respondió, y asentimos con la cabeza.
Ideamos un pequeño plan. Monoma no tardó mucho en volver a atacarnos, lanzándonos una pieza de metal que Uraraka desvió con una de sus muñequeras. De pronto, la piel de Monoma se tornó de un tono rojizo, parecido al que tenía Midoriya cuando activaba su kosei antes de las primeras prácticas.
- ¡Tu poder es mío! - berreó Monoma.
- ¡Para, es demasiado arriesgado! - le advirtió Midoriya.
- ¡Demasiado tarde! - respondió.
Intentó atacar a Uraraka, pero ella le hizo la llave que aprendimos durante las prácticas con GunHead y lo dejó inmovilizado en el suelo.
- ¡Ese no era tu kosei, ha sido un farol! - anunció Uraraka.
- ¡Puede que ese no funcionara, pero este sí! - exclamó.
- ¡URARAKA, SUÉLTALO! - chillé previendo lo que Monoma iba a hacer.
Uraraka lo soltó, y tal y como sospechaba, Monoma activó mi kosei y se apartó rápidamente de nosotros.
- ¡Monoma, mi kosei es muy peligroso si no lo controlas bien, podrías hacer MUCHO daño a alguien! - le advertí.
- ¡Haz caso a Anzu, es difícil de usar y bastante peligroso! - insistió Hitoshi.
- ¡ESO YA LO VEREMOS! - exclamó Monoma, alejándose de allí.
- ¡Yo me encargo de Monoma, Midoriya se encarga de Hitoshi, y Uraraka que vuelva con los demás! - ordené.
Ambos asintieron con la cabeza, y cada uno nos pusimos manos a la obra. Eché a correr tras Monoma, alcanzándolo rápidamente.
- Tiene mi kosei, pero no mi control de este - pensé - Eso es peligroso tanto para él como para los demás, pero ahora mismo me será de ayuda.
- ¡Ugh, ¿cómo es que voy tan lento comparado contigo?! - masculló.
- Porque parece que tu máximo son 200 km/h, lo que es menos de la mitad de mi velocidad a larga duración - expliqué, encogiéndome de hombros - Mira, esto es sencillo: mi kosei es jodidamente peligroso, y cuando digo "peligroso" no me refiero a que le puedes romper un hueso a alguien, sino que podrías perfectamente arrancarle la cabeza; así que ¿qué te parece si desactivas el kosei y dejas que te lleve pacíficamente a la celda?
- ¡No!
- Bien - respondí - Tú lo has querido.
Aumenté ligeramente mi velocidad y me acerqué más a él, por lo que trató de escapar en dirección a donde debían encontrarse Ashido y Mineta; no queriendo que fuera a por ellos, aumenté más mi velocidad para adelantarlo, me coloqué poco por delante de él y le puse la zancadilla, haciéndolo caer al suelo de bruces.
- Esto no pinta bien para ti, no hay mucho que puedas hacer contra mí - comenté - Lo bueno de mi kosei es que cuanto más lo controlas, más "inmune" eres a él. Has hecho una mala decisión copiando mi kosei.
- ¡ESO YA LO VEREMOS!
Se levantó del suelo y empezó a correr de nuevo, esta vez haciendo un recorrido más errático y yendo por las tuberías. Suspiré profundamente y lo seguí hasta llegar a su altura, por lo que usé el "Fake Mirror" para ir bloqueando su camino a mi voluntad y dejarlo acorralado al final de una tubería.
- Ah, ¿sabes que antes te he dicho que desactives mi kosei? - pregunté - Pues ahora será mejor que no lo desactives, por tu propio bien.
Solo tuve que empujarlo un poco para que se desestabilizara y cayera de la tubería, precipitándose contra el suelo. Bajé poco después de que su cuerpo chocara contra el hormigón, resquebrajándolo y quedándose atrapado entre las grietas.
- Vaya, la primera vez que me haces caso - reí levemente - Y menos mal que lo has hecho.
- ¡Déjate de bromas y sácame de aquí! - masculló.
- Sí sí, espera un momento.
Usé la cinta que nos dieron para atarle los brazos a la espalda con firmeza, repetí el proceso con las piernas, y finalmente lo saqué de entre las grietas y lo até más hasta dejarlo bien inmovilizado.
- Bien, a ver si así dejas de causarme problemas - suspiré.
Ignorando sus quejas lo cargué sobre la espalda y emprendí el camino hacia la celda.
- ¡Que me hayas atrapado no significa que tu clase vaya a ganar! - dijo.
- Ajá.
- ¡Los de 1B somos mejores que los de 1A!
- Como digas.
- ¡Seremos los ganadores de este ejercicio!
- ¿Cuántas neuronas te faltan? - pregunté - Porque aunque ganárais esta batalla, que no va a ser el caso, la actividad terminaría en un empate entre las clases; te recuerdo que vamos 2 victorias para 1A, 1 victoria para 1B y un empate.
- Estás muy habladora. ¿Es que no te da miedo que pueda usar el kosei de tu novio contra ti? - inquirió, con una sonrisa maligna.
- Conozco a Hitoshi lo bastante como para saber que le tiene pánico a la idea de usar su kosei contra mí - respondí - Así que, aun sabiendo que su kosei en dos personas os daría ventaja, no se fiaría de que lo usaras contra mí, por lo que directamente no te ha dejado copiarlo. Además, lo hubieras usado antes.
- Veo que tonta no eres... - susurró.
- Me lo tomaré como un cumplido.
En el camino a la celda me crucé con Ashido y Uraraka, que llevaban a los de 1B atrapados y a Mineta inconsciente.
- ¿Qué le ha pasado a Mineta? - pregunté.
- Ha hecho otra de las suyas - masculló Ashido.
- No me hace falta oír nada más - suspiré.
Seguimos el camino hacia la jaula, y allí encontramos a Midoriya, que acababa de dejar a Hitoshi, atado en su propia arma de captura, entre las rejas.
- ¡Lo lograsteis! - exclamó al vernos, con una sonrisa.
- Por supuesto - respondí - Aunque no ha sido fácil.
Midoriya tomó a Mineta en brazos mientras metíamos a los alumnos de 1B entre rejas. Uraraka cerró la celda, y se oyó a Midnight hablando por la megafonía.
- ¡Hubo algunos momentos de vida o muerte en la quinta batalla! - dijo - ¡Pero con una puntuación de 4 - 0...! ¡¡La clase A gana!! ¡Y eso lleva los enfrentamientos a su fin! ¡Nos habéis mostrado unas batallas fantásticas, probando lo bien que conocíais a los enemigos y a vosotros mismos! ¡La clase A ganó el primer encuentro, la clase B el segundo, el tercero quedó en empate...! ¡Y la clase A ganó el cuarto y el quinto! ¡¡Así que la gran victoria del entrenamiento de batalla es para la clase A!!
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¡Gracias por leer!
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