78.- Concierto y actividades

Colocamos los instrumentos, las luces y todo lo necesario para el concierto en el escenario del gimnasio. Allá por las 09:25, aparecieron Aizawa-sensei, Eri y Togata.

- ¿Huh? ¿Dónde está Midoriya? - preguntó Aizawa-sensei.

- Aún no ha vuelto de comprar la cuerda - explicó Iida.

- ¿¡Cómo tarda tanto en hacer una simple compra!? - se quejó Sero.

- ¡Esooo! - secundó Hagakure.

Entonces noté un leve tirón en mi falda y me giré, viendo a Eri.

- ¿Hoy no cumples la promesa...? - me preguntó, notablemente entristecida.

- N-no, yo...

- Himura quería cumplir vuestra promesa, - dijo Yaoyorozu, acercándose a mí por detrás y colocando sus manos en mis hombros - Pero cómo está en el equipo de baile va a tener que llevar el uniforme todo el día; no es culpa suya, son las normas.

- Ah, bueno, vale - respondió Eri, convencida - Tiene sentido.

- Me voy con Eri y Togata, avisadme si Midoriya aparece - dijo Aizawa-sensei, tomando a Eri de la mano y marchándose.

Me giré hacia Yaoyorozu.

- Gracias... - susurré.

- No pasa nada.

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Quedaba poco tiempo para las 10:00 y Midoriya no aparecía. Aoyama había sido mandado a la entrada de la academia con su vestuario por si le encontraba. Estaban todos en sus posiciones tras el telón, esperando el inicio, y después de un rato aparecieron ambos. Finalmente, todos en sus puestos, el telón no tardó en abrirse. Sacudí la cabeza y las manos, respirando profundamente a fin de calmarme.

- ¡Hagámoslo, joder! - berreó Bakugo.

Golpeó la batería con las baquetas con fuerza, causando una gran explosión. La banda empezó a tocar de repente.

- ¡Qué inicio más explosivo! - exclamó Kirishima - ¡Vamos a tener que ser muy ostentosos para poder igualarlos!

La coreografía empezó, y Kyoka se acercó al micrófono.

- ¡GRACIAS POR VENIR! - gritó.

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El concierto fue fantástico, el público estuvo emocionado todo el tiempo. Definitivamente, todo salió a pedir de boca. Una vez todo el público se hubo marchado, recogimos las cosas, dispuestos a llevarlas a las residencias de nuevo. Cuando salimos del gimnasio, vimos a una muchedumbre salir de la obra de teatro de 1B, alabándola.

- Desearía haber visto la obra de la clase B... - se lamentó Kaminari.

- Así son las cosas... - respondió Sero - ¡Tenemos que arreglar todo el destrozo que hemos causado!

A un lado, All Might reprendía a Midoriya por sus descuidos.

- ¡Alguien está en un lío! - exclamaron Denki y Hanta al unísono.

Después Hound Dog se unió a la riña, para luego lanzar a Izuku por los aires, cayendo junto al grupo.

- De ahora en adelante, serás conocido como el "Chico Errante" - bromeó Sero.

- Anda, deja que te ayude a levantarte - dije, acercándome a Midoriya.

- ¡Ey, buen show! - nos felicitó Togata, que acababa de aproximarse junto a Eri.

- ¡Al principio, el ruido fuerte daba miedo, pero entonces todo el mundo estaba bailando y saltando! - dijo Eri, emocionada y con una sonrisa en el rostro - ¡Luego hubo una luz brillante y desapareciste, Deku! ¡Y todo se volvió frío, como "whoosh"! - alzó los brazos, siendo imitada por Togata - ¡Y las luces daban vueltas por todas partes! ¡El canto de la chica era realmente intenso, y..! ¡Y en un momento había 5 Anzus bailando! ¡Ha sido increíble!

Midoriya tuvo que usar la manga de su chaqueta para secar las lágrimas que afloraban en sus ojos.

- Me alegro de que te haya gustado - contestó.

- ¿¡Sí!? ¡Bueno, pues yo no me alegraré si llegamos tarde! - exclamó Mineta - ¡Ayúdanos, gandul!

- ¡Lo siento! - se disculpó - ¡Ya ayudo, ya ayudo!

Contuve una risa mientras Aoyama le indicaba qué llevar, y me agaché frente a Eri.

- Volveremos en un ratito, divertíos mientras - le dije con un tono amable.

La pequeña asintió, y me uní al grupo llevando los amplificadores. Por el camino muchos alumnos nos felicitaron por el espectáculo, incluso aquellos de 1C que nos criticaban semanas atrás. Por su parte, Mineta solo nos metía cada vez más y más prisa, ya que quería poder ver el concurso de belleza. Cuando todo el gimnasio estuvo despejado y los instrumentos y materiales recogidos, nos dirigimos al concurso de belleza. Kendo nos deleitó con su demostración de artes marciales, Kenranzaki asombró al público con una carroza de su rostro, realmente impresionante.

- ¿De qué iba este show? - preguntó Eri, genuinamente desconcertada.

Ella estaba subida a mis hombros para poder ver la pasarela, ya que nos encontrábamos bastante lejos.

- ¡Le seguía el ritmo hasta hace un segundo, pero ahora me he perdido! - exclamó Togata.

- Supongo que si quiere mantenerse invicta, es normal que busque mostrar algo tan ostentoso como eso... - comenté yo.

Finalmente llegó el turno de Hado. Se situó al final de la pasarela, y poco a poco se alzó al vuelo. Flotaba como la danza de un hada, rodeada por haces de luz dorados, formando una figura parecida a una rosa. Era precioso, cautivó a todo el mundo.

Volvimos a juntarnos los de 1A una vez hubo terminado el concurso. Todos estaban emocionados por el Festival, hablando de dónde ir.

- ¡Himura! - exclamó Ashido, prácticamente lanzándose sobre mí.

- ¿Qué quieres? - pregunté, bajando a Eri de mis hombros.

- ¿Vamos a la casa encantada de 1C? Seguro que quieres ver a tu novio.

- Por supuesto - respondí - La verdad es que pensaba ir ahora.

Ashido, Hagakure, Kaminari, Mineta y yo fuimos a la casa encantada. El ambiente era bastante siniestro, a decir verdad. Las paredes agrietadas, las telarañas y la mala/nula iluminación le daban un aspecto abandonado. Íbamos caminando por los pasillos, mis compañeros habiéndose llevado algún que otro susto, cuando el torso de una persona salió del techo justo frente a nosotros. Soltamos todos un sonoro grito y mis compañeros huyeron de allí, pero yo me quedé plantada tratando de recobrar la respiración.

- Ja, te dije que podría asustarte - dijo Hitoshi con una sonrisa.

- Ya te vale... - jadeé.

- Eres una exagerada - comentó entre risas.

Algo mosqueada, tomé su rostro entre mis manos y lo besé, pero por la impresión Hitoshi se desconcentró y acabó cayendo de espaldas al suelo.

- Joder, menudo golpe... - masculló.

- Eso es el karma por reírte de mí - respondí con una sonrisa.

- Anda, ayúdame a levantarme...

Le tendí la mano, la agarró y tiré de él para que se levantara; pero una vez en pie, en vez de soltarme la mano tiró de ella para pegarme a él y besarme. Llevé mis manos a su rostro y él colocó sus manos en mi cintura, profundizando el beso.

- Shinso, entiendo que prefieras estar con tu novia, pero viene otro grupo, así que concéntrate y piensa con la cabeza de arriba - se oyó por el interfono que llevaba Hitoshi.

- Cállate, Fujii - masculló él como respuesta.

- Esa es nueva - comenté, conteniendo una risa, y me separé de él - ¿Vas a estar aquí todo el día?

- No, cerraremos esto en unas horas.

- ¿Me mandas un mensaje cuando acabes y quedamos?

- Claro - contestó con una sonrisa.

Me despedí y me marché en busca de los demás.

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El Festival Escolar estaba siendo increíble. Estuve visitando puestos de comida con mis compañeros, exposiciones de inventos, pruebas deportivas,... Incluso vimos como coronaban a Hado ganadora del concurso de belleza. Estaba cerca de los puestos de fotos con Ashido, cuando noté unos brazos rodeando mi cintura por detrás.

- Hola, preciosa - dijo Hitoshi mientras me daba un beso en la mejilla.

- Hola - respondí con una sonrisa.

- Bueno, iba a preguntar a Himura en algún momento en que no hubiera nadie cerca, pero ya que estás también aquí, Shinso... - comentó Ashido con una sonrisa traviesa - Himura tiene un chupetón en el cuello que he visto mientras bailábamos, y Shinso tiene arañazos en la espalda que vi cuando me giré un momento mientras huía en la casa del terror. ¿Qué ha pasado para que tengáis eso?

Noté cómo mis mejillas se teñían de rojo, y Hitoshi apoyó su cabeza en mi hombro.

- ¿Tú qué crees? - preguntó - ¿De verdad hace falta que lo diga?

- No, definitivamente no - rió ella.

- Oye, 'Toshi, ¿quieres que vayamos a la cabina fotográfica? - pregunté, queriendo escapar de aquella conversación.

- Hhm, sí, claro - respondió.

Lo tomé de la mano y lo arrastré a una cabina mientras Ashido se reía.

- ¿P-por qué has respondido así a Ashido? - le pregunté una vez estuvimos en la cabina.

- ¿Y cómo querías que le contestase? Ella ya sabía la respuesta - respondió, encogiéndose de hombros - Además, no ha reaccionado mal, y dudo mucho que se lo vaya a contar a algún profesor.

- Aun así...

- Venga, no te preocupes por eso - dijo, y me dio un beso en la sien - Ya que estamos en la cabina, ¿nos hacemos unas fotos?

Metió una moneda en la máquina para que se pusiera en marcha.

- No sé si me apetece...

- Venga, yo sé que sí.

Llevó sus manos a mis costados y empezó a hacerme cosquillas.

- N-no, para - me quejé, riendo.

Flash.

- Vamos, sabes que te encantan las cabinas de fotos - dijo mientras me daba un beso en la mejilla y seguía con las cosquillas.

Flash.

- ¡Vale, vale! - reí - ¡Está bien!

- Así me gusta.

Paró de hacerme cosquillas y llevó su mano a mi mejilla para besarme con suavidad.

Flash.

- Solo queda una foto - comenté.

- Pues sonríe y ya.

Sonreí para la cámara y Hitoshi hizo lo mismo.

Flash.

Salimos de la cabina y recogí las fotos.

- Dios, mira qué caras pongo - comenté medio riendo, viendo mis caras en las primeras fotos.

- Yo creo que estás adorable - respondió él, revolviéndome el pelo.

Guardé la tira de fotos en el bolsillo del traje de baile, y tomé a Hitoshi de la mano. Nos pasamos el resto de la tarde recorriendo las paradas del festival, probando los dulces que vendían y participando en las distintas actividades que se ofrecían. Finalmente el Festival Cultural llegó a su fin, así que me despedí de Hitoshi porque él debía ayudar a los de 1C a desmontar la casa del terror. Me reuní con Aizawa-sensei, Togata, Midoriya y Eri, y después de un rato, Midoriya y yo acompañamos a los otros 3 a la salida de la UA.

- ¡Gracias por venir hoy! - dijo Midoriya a Eri - Te lo has pasado bien, ¿verdad?

- Sí... - respondió la niña, aunque se mostraba algo decaída.

- Eri, mira esto... - dijo, agachándose a su altura, y sacando algo que tenía tras la espalda - ¡Sorpresa!

- ¡Una manzana de caramelo! - exclamó Togata - ¿¡Había alguien vendiendo!? ¡Las he buscado por todas partes!

- No parecía que hubiera, basándonos en el programa, así que pillé los ingredientes cuando fui a comprar - explicó - La tienda no tenía colorante alimenticio rojo, pero Sato me dejó un poco.

Eri tomó el dulce, mirándolo con curiosidad.

- Podrás volver a verles pronto, espero - le dijo Aizawa-sensei a Eri.

- Sí, estaría bien - afirmé - A ver si para la próxima estamos más tranquilos.

Eri se llevó la manzana a la boca y le dio un bocado.

- ¡Es muy dulce! - dijo con una adorable sonrisa.

- Siempre puedo hacer más, así que espéralas con ansias.

Nos despedimos de ellos y se marcharon, así que nosotros dos volvimos a nuestra residencia.

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¡Gracias por leer!

¡Hola a todo el mundooooo!

¿Cómo estáis?

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