73.- Confrontación
Vuelvo a recordaros que podéis hacer preguntas a todos los personajes (y a mí) en los comentarios para el Q&A especial de los 75 capítulos.
La alarma en el móvil de Hitoshi sonó, sacándome de mi sueño. Traté de moverme para apagarla, pero Hitoshi seguía dormido sobre mi pecho y vos sus brazos aferrados a mi cintura.
- Hitoshi...
- No, por favor... - susurró medio dormido.
- No, ¿qué?
- No me quiero mover, quiero estar así contigo...
- Cariño, tengo clase... - le dije, dándole un beso en la frente.
- Ya lo sé... - suspiró.
Me soltó la cintura y pude salir de la cama, para después sentarse él.
- ¿Cómo te encuentras? - pregunté, arrodillándome frente a él.
- No bien del todo, pero mejor que ayer...
- Me alegro - dije, tomando sus manos entre las mías y besándolas con cuidado - ¿Crees que podrás ir a clase o aviso a tus profesores?
Se quedó unos segundos en silencio, y después suspiró.
- Voy a intentar ir a clase...
- Bien, pero no te fuerces demasiado.
Me levanté y le di un beso en la cabeza. Iba a alejarme de la cama, cuando noté su mano tomar la mía y frenarme.
- Sabes que te quiero, ¿verdad? - preguntó - Lo que dije anoche... No lo decía en serio...
- Claro que sé que me quieres, 'Toshi, no es la primera vez que dices algo falso en estas situaciones.
Se levantó lentamente de la cama y caminó hacia el baño, parándose justo frente al espejo.
- No me apetece peinarme como siempre... - comentó débilmente, mirándose.
- Bueno, ya sabes que me encanta tu pelo hacia arriba, pero... - respondí, acariciando su pelo con delicadeza - Siempre me ha gustado más tu pelo al natural, es precioso...
Sus mejillas se tiñeron levemente de rojo y mostró una pequeña sonrisa.
- Gracias... - susurró.
- De nada - respondí con una sonrisa - ¿Me ayudas a bajar por el balcón o voy por la puerta normal?
- Mejor por el balcón, mis compañeros se pondrán pesados contigo...
Agarró su arma de captura y rodeó mi cintura con ella. Salí al balcón y Hitoshi me ayudó a bajar con cuidado.
- ¿Nos vemos en la comida? - me preguntó Hitoshi.
- Claro que sí - respondí.
Le lancé un beso y empecé a caminar hacia mi residencia.
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La jornada lectiva siguió su curso normal. Ashido me informó de que se había tomado la libertad de meterme en el grupo de baile para el concierto, y que no podía negarme por no haber estado en la reunión, así que tuve que aguantarme.
Finalmente llegó la hora de comer, así que en la cafetería me senté con Hitoshi y sus compañeros. En cuanto me senté, Hitoshi apoyó su cabeza en mi hombro y cerró los ojos.
- ¿Estás bien...? - pregunté, preocupada.
- Tranquila, solo está recargando la batería - bromeó Takeda.
- Cállate, Takeda - suspiró Hitoshi.
- Ahí está el Shinso de siempre - rió.
- ¿Cómo ha ido la mañana? - pregunté a Hitoshi, acariciando su pelo.
- Agotadora mentalmente hablando...
- ¿Vas a poder comer?
- Creo que sí...
- Bueno... ¿Podemos hablar de porqué no diste señales de vida en 24 horas? - preguntó Takeda mirando a Hitoshi.
- Ehm, pues... - trató de hablar Hitoshi, buscando mi mano bajo la mesa y apretándola con cuidado - Me metí de lleno en un "leve" episodio depresivo, no tenía fuerzas para moverme siquiera... Siento haberos preocupado.
- Ey, somos tus amigos, no nos pidas perdón por eso - le dijo Takeda.
- Pero que sepas que puedes contar con nosotros para lo que necesites - añadió Fujii.
- ¡Exacto! - exclamó Nakano entre risas - Te guste o no, sigues atrapado con nosotros al menos lo que queda de curso.
- Muchas gracias... - respondió Hitoshi con una pequeña sonrisa.
Empezamos a comer, pero al rato el móvil de Hitoshi sonó.
- Tienes un mensaje de Aizawa-sensei, debe ser por el entrenamiento de ayer - le comenté.
- ¿Te importaría leerlo, por favor?
- Sin problema - dije cogiendo el móvil e intentando desbloquearlo - ¿Cuándo has cambiado la contraseña? La de "h3r03s" no funciona.
- Fuah, creo que hace casi dos años... - respondió.
- ¿Cuál es la de ahora?
- "albaricoque" - contestó Fujii sin llegar a levantar la mirada de su comida.
Noté que se me subían los colores, y Hitoshi se tapó la cara con las manos.
- ¿T-tienes el significado de mi nombre como contraseña desde hace casi dos años? - pregunté, anonadada.
- S-sí... - respondió, apartando la mirada - S-sé que es curs-si, pero...
- N-no, está bien, me parece adorable - negué con una sonrisa.
Terminamos de comer, y miré a Hitoshi.
- ¿Qué te parece si voy a dejar las bandejas y salimos a tomar el aire hasta que se reanuden las clases? - le pregunté.
- Me encantaría - dijo con una pequeña sonrisa.
Tomé nuestras bandejas y me levanté de la mesa para ir a dejarla en el estante indicado, pero cuando llegué se había formado una fila.
- ¿Habéis oído los rumores? - dijo una chica que estaba por delante de mí.
- ¿Qué rumores? - preguntó su compañero.
- Tengo entendido que Shinso tiene novia - contestó.
- ¿¡Qué!? - exclamó otra - No jodas... Me he quedado sin oportunidad...
- ¿Y quién es la afortunada? - preguntó el chico.
- Dicen que es la pelirroja del Departamento Heroico.
- ¿La de pelo largo que hace que sus manos se hagan grandes?
- No, la otra, la de pelo corto que va a 1A - corrigió la chica.
- ¿¡La marimacho que ganó el Festival Deportivo!? Tiene que ser una broma - se quejó la segunda chica - No me lo puedo creer.
- ¿No salió hace poco en las noticias que habían detenido a sus padres? - comentó el chico.
- Sí, me suena que fue por maltrato - contestó la primera chica.
- Por lo que me han contado, su padre es un policía corrupto - dijo la segunda en "voz baja", aunque se la oía perfectamente.
- Después de la detención, estuvo viviendo con Shinso hasta que nos metieron en los dormitorios - explicó la primera - Tal vez fue ahí cuando surgió.
- La verdad, es que no entiendo qué tiene esa que no tenga yo - masculló la segunda - Aunque definitivamente no son sus prácticamente inexistentes tetas o su carácter de mierda.
- Eso seguro - rió el chico.
- Tal vez ella no se ponga a hablar mal de los demás a fin de ocultar sus propias inseguridades - interrumpí yo, mosqueada.
- Tú no te metas, es una conversación privada - dijo la segunda chica, sin llegar a mirarme.
- Una conversación "privada", en voz alta, en la cafetería de la academia, sobre mí - corregí, cruzándome de brazos - Creo que puedo meterme si me da la gana.
Se giraron a mirarme, y sus rostros palidecieron por un instante.
- ¿Qué? ¿Se os ha comido la lengua el gato? - inquirí - ¿O es que solo sois valientes para hablar mal de la gente a sus espaldas?
- T-tú eres la novia de Shinso - habló la primera chica.
- Mi nombre es Anzu Himura, y no es un placer conoceros - respondí - ¿Qué? ¿Ahora ya no sois tan valientes?
Se quedaron callados.
- Eso creía - mascullé - Menudos cobardes. ¿No me diréis nada a la cara?
- No te mereces a alguien como Shinso - gruñó la segunda chica - Es demasiado bueno para ti.
- ¿Qué es lo que está pasando aquí? - oí a una voz familiar decir, mientras unos brazos rodeaban mi cintura por la espalda.
- ¡'Toshi! No me asustes así - me "quejé", riendo.
- Lo siento, mi vida - dijo, y me dio un beso en la mejilla - Tardabas, y me estaba preocupando un poco.
- Lo siento, estas personas estaban diciéndome que "no soy lo bastante buena para ti" - respondí.
No me hizo falta mirarlo a la cara para saber que su semblante se había oscurecido.
- ¿Quiénes os creéis que sois para hablar así de ella? - masculló.
- Y-yo no... - intentó decir la segunda chica.
- Anzu Himura es la mejor persona que he conocido, y no pienso dejar que unos imbéciles como vosotros, que no la conocen de nada, digan lo contrario - les advirtió, con una voz grave que me causó un escalofrío.
- ¡Pero yo soy mejor opción que ella! - exclamó la segunda chica - ¡Serías mucho más feliz conmigo!
Sentí mi sangre hervir.
- ¿Y quién demonios eres tú? - inquirió Hitoshi.
- ¿Q-qué? P-pero si soy Fujiwara, de 1D - dijo - Nos cruzam-mos todas las mañanas yend-do a clase. El ot-tro día se me cayeron l-los libros y me ayudaste a recogerlos... Nuestras m-manos se roz-zaron, y me mirast-te a l-los ojos...
- Parece que alguien ha leído demasiadas historias clichés - suspiró Hitoshi - Que os quede bien claro: quiero a Anzu con cada célula de mi ser, y no permitiré que nadie que la trate mal esté siquiera a 10 metros de mí. ¿Entendido?
Las tres asintieron con la cabeza, y Hitoshi me miró.
- ¿Vamos fuera?
Él en ningún momento me había soltado la cintura, aún detrás de mí y algo agachado para apoyar su cabeza en mi hombro.
- Claro, pero antes...
Aparté un poco la cabeza, lo bastante como para poder mirarle a la cara, y llevé mis labios a su cuello. Dejé un par de besos suaves, para después empezar a hacerle un chupetón. Noté sus brazos apretar mi cintura y oí como soltaba un leve jadeo ahogado. Finalmente me separé de su cuello, viendo sus mejillas teñidas de rojo.
- ¿Nos vamos? - le pregunté.
- S-sí - respondió.
- "Encantada" de conoceros - les dije a las otras, en forma de despedida.
Se quedaron calladas, viendo cómo tomaba a Hitoshi de la mano y nos dirigíamos al exterior de la cafetería. Él aceleró un poco el paso, arrastrándome hacia debajo de un árbol. Se sentó allí, apoyando la espalda en el tronco y haciendo que me sentara yo entre sus piernas, apoyando mi espalda en su pecho, para después ocultar su rostro en mi cuello.
- ¿Por qué has hecho eso...? - preguntó en voz baja.
No necesitaba mirarle a la cara para saber que estaba increíblemente sonrojado.
- Esa chica me estaba poniendo nerviosa - dije, riendo - Y yo también quería callarle la boca.
- ¡Pero no esperaba que me hicieras un chupetón en plena cafetería!
- Venga, nadie a parte de ellas se habrá dado cuenta. Además, ¿me vas a negar que te ha gustado? - inquirí.
- No... No voy a negarlo...
- Ya decía yo - reí levemente.
Empezó a darme leves y pequeños besos en el cuello, haciéndome cosquillas.
- ¡Oye! - me quejé, tratando de contener la risa - ¡No hagas eso!
- No queda mucho rato de la hora de descanso, y cuando acabe tendré que soportar a mis compañeros haciéndome preguntas incómodas por el chupetón que me has hecho - respondió - Así que déjame disfrutar de este ratito a solas con mi pequeño y lindo albaricoque.
- ¡No soy pequeña! - reí.
- Tal vez, pero entre mis brazos lo pareces - dijo con una sonrisa.
...........................................................
Las clases siguieron su curso, y finalmente volví a mi residencia. Me encontraba en mi cuarto estudiando cuando oí un golpe en la puerta de cristal y miré hacia el balcón.
- ¿Qué...? Hitoshi, ¿qué haces aquí?
Había subido hasta mi balcón con su arma de captura.
- ¿Me dejas pasar? - me preguntó.
Asentí con la cabeza y abrí la puerta del balcón para dejarlo pasar.
- ¿Pasa algo? - pregunté.
- No precisamente - dijo, sentándose en la cama y dejando su arma de captura y su móvil sobre esta - Anda, ven aquí...
Tomó mi mano y tiró de mí, acercándome a él y haciendo que me sentara en su regazo.
- Ah, yo... - traté de hablar, algo nerviosa.
Acercó sus labios a mi cuello y susurró.
- He tenido que soportar durante horas las bromas de mis compañeros por el chupetón que me hiciste antes... ¿Acaso te parece bien?
- N-no - respondí, sonrojada.
Colocó sus manos en mi cintura.
- Deberías compensármelo, ¿no?
Asentí con la cabeza, y besé sus labios. Él continuó el beso, tomando rápidamente el control, aunque no tardó mucho en bajar sus labios por mi mandíbula hacia mi cuello.
- ¿Me dejarías hacerte una marquita aquí? - susurró.
- S-sí...
Noté sus dientes mordiendo mi cuello levemente, y después sus labios succionando en esa misma zona, haciéndome un chupetón.
- A-ah~ - solté un pequeño jadeo sin querer.
Me aferré a sus hombros y escondí mi rostro en su cuello.
- ¿Qué ha sido eso, Anzu? - me preguntó.
- N-nada - respondí, nerviosa a más no poder.
- Sí, ya - rió por lo bajo - ¿Podrías hacerme un favor, vida mía...?
- ¿El q-qué?
- Pues podrías-... - empezó a decir, pero fue interrumpido por el tono de llamada de su teléfono - Qué inoportuno...
- 'Toshi, deberías cogerlo... - suspiré.
- No, da igual, prefiero seguir besándote... - susurró, besando mi cuello de nuevo.
El móvil seguía sonando de fondo.
- P-pero podría ser importante... - argumenté.
- Ok, lo miro...
Sin levantarme de su regazo, Hitoshi se echó hacia atrás y alcanzó su móvil.
- Es mi madre, me está pidiendo hacer videollamada.
- Contesta, anda.
Hitoshi asintió con la cabeza, así que me levanté de su regazo y él aceptó la llamada.
- Hola, mamá. Hola, papá - saludó.
¡Hola, Hito'! - saludó su madre -
¿Dónde estás? - preguntó su padre -
- En el cuarto de Anzu - dijo, y me llamó - Ven a saludar.
Me acerqué a él y me senté a su lado, viendo a sus padres en la pantalla.
- Hola - saludé con una sonrisa.
¿Cómo os va todo? - nos preguntó su madre -
- Entrenar con Eraserhead me deja agotado... - suspiró Hitoshi.
- Si ya sus entrenamientos en clase son agotadores, no quiero ni pensar lo que te hará a ti en un entrenamiento personal - reí levemente.
- ¡Oye! No te rías de mí - dijo, fingiendo una mueca de tristeza, haciéndome reír aún más.
Me alegra ver que ya estás mejor, Anzu - comentó Hajime -
- Sigue siendo difícil... Pero... Creo que sí estoy algo mejor... - respondí.
Sé que es triste, pero por desgracia, seguramente no sea la única vez que te pase - explicó - Pero debes aprender a afrontarlo de una manera sana, y confiar en aquellos que te rodean para que te ayuden a pasar por ello... -
Asentí con la cabeza.
Lamento romper este momento tan instructivo, pero tengo curiosidad... Anzu, ¿qué es esa marca que tienes en el cuello? - preguntó Mihoko, con una sonrisa -
Se me subieron los colores a las mejillas, y aparté la mirada.
Fíjate, cariño, Hitoshi también tiene una - añadió Hajime, con una sonrisa ladeada -
El mencionado pasó saliva con algo de dificultad.
- Ehm, esto... - intentó hablar Hitoshi, nervioso.
Os los habéis hecho el uno al otro, ¿verdad? - inquirió Hajime -
Hitoshi y yo asentimos con la cabeza.
¿Estáis saliendo? - preguntó Mihoko - ¿Sois novios? -
- S-sí - contesté.
¿Cuánto tardasteis en empezar a salir juntos después de mudaros a las residencias? - nos preguntó Hajime -
- 2 semanas... - susurró Hitoshi.
¡JA! ¡HE GANADO! - gritó Hajime -
Nos quedamos extrañados.
Ok, ok, tenías razón - rió Mihoko -
- ¿D-de qué habláis? - pregunté.
Estábamos tan cansados de veros tan acaramelados y enamorados el uno del otro, pero siendo "solo amigos", que decidimos hacer apuestas sobre cuándo dejaríais de ser unos gallinas y confesaríais vuestros sentimientos - explicó Mihoko -
Mihoko creyó que tardaríais más de un mes, pero yo dije que tardaríais menos - añadió Hajime, con una sonrisa - Así que he ganado -
- ¿De v-verdad teníais que hacer apuest-tas sobre nosotros? - preguntó Hitoshi, nervioso.
Bueno, es que si os vierais... Era doloroso lo obvios que erais, y el hecho de que ninguno se diera cuenta lo hace aún peor - rió Hajime -
Pero nos alegramos muchísimo de que por fin hayáis hablado de vuestros sentimientos - dijo Mihoko, con una sonrisa - Estamos muy felices por vosotros -
- G-gracias - dijimos Hitoshi y yo al unísono.
- Bueno, d-dejando eso a parte... - habló Hitoshi - ¿Para qué llamabais?
Ah, sí, ya han confirmado los papeles sobre la acogida de Anzu - respondió Hajime -
- ¿En serio? - pregunté, feliz.
Y, ahora que somos oficialmente tus tutores legales, podremos autorizar de manera oficial tu estancia en la UA -
- Eso es genial - dijo Hitoshi con una sonrisa.
- De verdad, mil gracias - dije, con lágrimas aflorando de mis ojos - No sé qué hacer para agradecéroslo...
Tú simplemente asegúrate de cumplir tu sueño, y por favor, cuida de nuestro niño; todos sabemos que tiende a no pedir ayuda cuando la necesita, y ahora nosotros no podemos hacer nada - me pidió Mihoko -
- Sabes que sigo aquí, ¿no? - preguntó Hitoshi.
- Haré lo que haga falta por protegerlo - respondí con una sonrisa.
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¡Gracias por leer!
¡Buenas! Aparezco hoy y vuelvo a desaparecer un poco, que sigo de exámenes 😢
¿Cómo estáis?
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