38.- Primera noche

Tras 8h y decenas de monstruos, logramos llegar al campamento. Mis compañeros estaban cansados, jadeando y/o cojeando, pero yo por mi parte solo estaba sucia por culpa de los monstruos.

- No hace falta decir que no habéis llegado a tiempo de la comida - dijo Pixie Bob.

- "Solo os llevará tres horas"... Sí, claro... - suspiró Sero.

- Me voy a morir de hambre... - se lamentaba Kirishima.

- Bueno, es el tiempo que nos hubiera llevado a nosotras - dijo Mandalay.

- Os reís de nuestra falta de poder en nuestras caras... - se quejó Sato.

- Mew mew mew... En realidad, pensamos que os tomaría más tiempo - dijo Pixie Bob - Y os las apañasteis bastante bien con mis bestias. Especialmente... Vosotros cuatro - señaló a Bakugo, Izuku, Iida y Todoroki - Supongo que vuestras experiencias pasadas os permitieron actuar con tanta rapidez y sin dudar.

Se miraron entre ellos. No pude evitar morderme la mejilla por dentro, pero decidí quedarme callada.

- ¡Os divertiréis de aquí a tres años! ¡Os proclamo como míos! - gritó, y se lanzó hacia los chicos.

- Mandalay... - dijo Aizawa-sensei, señalando a Pixie Bob - No me dijiste que ella era "así".

- Está preocupada por ser una solterona para siempre... - contestó la castaña.

- ¿Solterona? - preguntó Midoriya - ¿Ya eres tan mayor?

- ¿Quién es la mayor? ¡Yo no! - contestó Pixie, plantándole una de las patas de su traje en plena cara.

- Si se me permite... - interrumpió Midoriya un momento, y señaló al pequeño que las acompañaba - ¿Ese niño es hijo de alguna de vosotras?

- Oh, no - dijo Mandalay - Es mi sobrino. ¡Kota! Ven a saludar. Después de todo, vas a pasar la semana con ellos...

Midoriya se acercó a él y se agachó para hablarle.

- Hola. Soy Izuku Midoriya, del curso de héroes de la academia UA - le tendió la mano - Encantado de conocerte.

El niño, ni corto ni perezoso, le golpeó en las "partes pudendas" con un semblante entre serio y cabreado. Iida se lanzó en seguida a ayudarle, mientras reñía al niño. Este solo se dignó a contestar fríamente.

- No soporto a los idiotas que quieren ser héroes.

Entre el grito de mis compañeros y los berridos de Bakugo, Aizawa-sensei nos llamó.

- Dejad vuestras cosas en las habitaciones, después venid a comer al salón - dijo - Después de eso, os bañaréis. Entonces, a dormir. El entrenamiento real empieza mañana. Ahora daos prisa.

Iba a dirigirme a las habitaciones con mis compañeros, pero Mandalay se interpuso en mi camino.

- ¿Cómo es que tú no estás ni la mitad de cansada que tus compañeros? - me preguntó - ¿Es que no has hecho nada?

- Me canso menos al correr gracias a la velocidad que me proporciona mi kosei - expliqué.

- Me extraña que no hayas utilizado tu kosei para llegar antes - comentó Pixie Bob.

- Con todo el respeto, no sé por quién me han tomado, pero no se me ocurriría hacer eso - contesté lo mejor que pude - Yo no dejaría atrás a mis compañeros.

Me separé de ellas y me reuní con mis compañeros. Dejamos las cosas con prisa y fuimos a comer. Quizá la comida no era para tanto, pero teníamos tanta hambre que nos pareció exquisita. Acto seguido nos dirigimos a los baños termales, que estaban separados por género.

- Uff, qué bien sienta esto... - suspiró Hagakure.

- Estoy agotada... - comentó Jiro.

- Jaja, como todas - rió Uraraka por lo bajo - Aunque Himura parece bastante bien.

- Es por mi kosei, estoy "capacitada" para correr durante mucho tiempo - expliqué - Supongo que he tenido un poco de suerte...

Mientras nos relajábamos, oímos varios gritos a través del muro que separaba los baños, además de una especie de golpes en este.

- ¡No manches la reputación de la UA de esa forma!

Iida.

- ¡¡Estamos aquí para superar esas paredes!! Plus Ultra!!

Mineta. Estaba trepando el muro rápidamente para espiarnos. Por suerte, pudimos divisar como la cabeza de Kota asomaba por encima del muro.

- ¿En serio, un héroe? Primero intenta aprender a ser una buena persona - dijo, y empujó a Mineta muro abajo.

- ¡Maldito crío! - chilló.

- Pff, Mineta es horrible - me quejé.

- ¡Gracias, Kota! - exclamó Ashido.

Kota se giró, y al segundo se sonrojó y tropezó, cayendo muro abajo.

- ¡Mierda! - mascullé - ¡Se va a hacer daño!

Uraraka se acercó al muro.

- ¿¡Está Kota bien!? - preguntó.

- Lo he agarrado antes de que cayera al suelo, pero se ha desmayado, así que voy a llevarlo con su tía - anunció Midoriya.

Tras unas horas, salimos de las termas y regresamos a los dormitorios. Ya con los pijamas puestos, cada una nos sentamos en nuestros colchones correspondientes.

- ¿Cómo es que no habíamos dormido juntas antes? - preguntó Ashido.

- Podríamos hacer una fiesta de pijamas cuando volvamos del campamento - propuso Uraraka.

Empezaron a hablar entre todas de en casa de quién podían hacerla, cuándo,... Ante esa situación, por algún motivo, no podía evitar sentirme desplazada.

- Espero que os lo paséis bien... - comenté.

- ¿Por qué dices eso? - me preguntó Yaoyorozu - Tu vienes, ¿No?

- ¿E-es que queréis que vaya? ¿Yo? - pregunté.

- ¡Por supuesto! - exclamó Uraraka.

- No sería lo mismo sin ti - añadió Jiro.

- Nos lo pasaremos mejor si estamos todas juntas, kero - dijo Tsuyu.

- ¡Será genial! - declaró Ashido.

Notando las lágrimas que amenazaban por caer de mis ojos, me tapé la cara con las manos.

- Himura, ¿Por qué lloras? - me preguntó Hagakure - ¿Hemos dicho algo malo?

- N-no, para nada... - sonreí, tratando de quitarme las lágrimas - Es solo que... Hacía muchísimo que no tenía amigas, durante años solo he tenido a Hitoshi... Gracias por aceptarme y quererme como vuestra amiga.

Todas se acercaron a mí con una leve sonrisa en el rostro y me abrazaron.

...........................................................

A la mañana siguiente, llamaron a las puertas de nuestro dormitorio.

- Son las 05:10 de la mañana - anunció Aizawa-sensei al otro lado de la puerta - Os quiero a todas fuera del edificio con el uniforme de deporte en 20 minutos.

Con toda la fuerza de voluntad que pude en ese momento me levanté del colchón.

- Buenos días... - dije, bostezando.

- Buenos días - me saludó Yaoyorozu.

Poco a poco las demás se fueron despertando, y aún medio dormida, empecé a vestirme. En cuanto estuvimos vestidas, salimos de la habitación y después del edificio. Algunos pocos comparieros ya se encontraban ahí, así que me uní a ellos. Cuando ya todos estuvimos fuera, Aizawa-sensei apareció.

- Buenos días, niños - nos saludó - Hoy empieza el verdadero entrenamiento. En principio, esto os hará más fuertes. Lo suficiente como para obtener vuestras licencias provisionales.

Le lanzó a Bakugo una pelota como las de la prueba de comprensión de quirks, y le ordenó que la lanzase lo más lejos que pudiera. Para sorpresa de todos, consiguió 709,6 m, solo 4,4 m más que la última vez.

- A partir de hoy, vais a mejorar vuestros koseis. Será tan duro que desearéis morir, así que dad lo mejor de vosotros para manteneros con vida - dijo Aizawa, con una sonrisa siniestra.

Empezó a llamar a los alumnos uno a uno, explicándoles su entrenamiento específico, hasta que por fin al final llegó mi turno.

- Bien, Himura - habló Aizawa-sensei - Tu entrenamiento consistirá en recorrer todo el perímetro del terreno de las "Wild Wild PussyCats" 10 veces usando tu kosei. Este dispositivo tiene un cinemómetro que recogerá los datos de tu velocidad. Intenta ir más rápido de lo normal, no te quedes estancada en los 300 km/h. Una vez terminadas las 10 vueltas, quiero que compruebes cuál es la velocidad más alta a la que hayas ido y vuelvas a recorrer el perímetro a esa velocidad hasta que termine el entrenamiento. ¿Entendido?

- Sí, sensei - dije con una sonrisa.

Tomé el dispositivo al que se refería Aizawa-sensei, que me lo ofrecía, y me lo coloqué en la muñeca, ya que su diseño era parecido al de un reloj.

- No pareces preocupada por tu entrenamiento - comentó el profesor - ¿Acaso no te parece duro?

- No, por supuesto que es exigente - respondí mientras me ponía las gafas - Pero me encanta poder usar mi kosei, así que no me va a resultar desagradable en absoluto.

Me coloqué donde Aizawa-sensei me indicó, y me coloqué en posición.

- ¡Allá voy! - exclamé con una enorme sonrisa, para empezar a correr.

----------------------------------------------------------- ¡Gracias por leer!

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