28.- Descubrimientos

- ¿Q-qué? ¿De qué hablas?

Pregunto que si sabe Shinso que te gusta -

- ¿M-me gust-ta Hit-toshi?

- Está completamente roja - dijo Uraraka, con una pequeña risa.

¿Me estás preguntando si te gusta Shinso? - se extrañó Ashido -

- S-sí.

¿No sabes si te gusta? -

- ¿Cómo sabes si te gusta alguien? - pregunté.

¿No lo sabes? -

- N-no.

¡Madre mía, esto tenemos que hablarlo por videollamada con el resto de las chicas! - exclamó Ashido -

Dicho eso colgó la llamada, y en poco tiempo recibí en el móvil una invitación a una videollamada grupal.

- ¿Te importa que me ponga contigo? - preguntó Uraraka - Mi móvil no puede hacer videollamada.

- Claro que no, sin problema - respondí.

Se pegó a mí y acepté la llamada. Pronto vimos a las otras 5 chicas de nuestra clase en la pantalla, y se notaba que Ashido estaba muy emocionada.

¿A qué viene esta llamada? - preguntó Jiro -

A ver chicas, os voy a hacer una pregunta, y me tenéis que contestar con total sinceridad: ¿Vosotras diríais que a Himura le gusta Shinso? - cuestionó Ashido -

No me gusta meterme en los asuntos privados de mis compañeros, pero... - dijo Yaoyorozu, sonrojándose levemente -

Es obvio que algo siente - declaró Hagakure -

- Chicas... - traté de llamarlas.

Solo hay que ver cómo le mira durante la hora de comer, o la enorme sonrisa que tiene siempre que está con él - continuó la invisible, ignorándome -

- Ehm, chicas... - insistí, notando un leve calor en las mejillas.

- Venga, dejemos que Himura hable - rió Uraraka.

Las chicas se callaron, y suspiré profundamente.

- ¿De dónde sacáis eso de que me gusta Hitoshi?

Tal y como ha dicho Hagakure, te brillan los ojos cuando estás a su lado - explicó Jiro -

- ¿En serio? - pregunté.

Y pareces mucho más cómoda hablando con él que con cualquier otra persona, kero - apuntó Asui -

- Pero porque nos conocemos desde pequeños, es normal que esté cómoda con él.

- Cuando estabas hablando con él por teléfono, te has sonrojado - comentó Uraraka - ¿Qué ha pasado?

- ¿Cuándo me he sonrojado? - cuestioné.

- No sé, pero después dijiste algo de que le echabas de menos.

- ¿De verdad me sonrojé?

¿Puedes describirnos lo que pasó? - preguntó Ashido -

- Ehm, Hitoshi dijo que me echaba de menos y le contesté que sólo llevaba fuera un día. Después empezó a insistir que yo también le echaba de menos hasta que le dije que sí.

¿Sentiste algo? - preguntó Yaoyorozu -

- Ahora que lo dices... Noté una pequeña sensación en el estómago, pero nada fuera de lo normal - respondí, encogiéndome de hombros.

¿Qué era? - inquirió Jiro, con una media sonrisa -

- Bueno, como un pequeño revoloteo, además de una leve presión en el pecho - expliqué - Lo típico, vamos.

Himura, eso no es muy típico - rió Ashido -

- Ah, ¿No?

- Claro que no - dijo Uraraka - A ver, ¿Sientes eso cuando hablas con nosotras?

- La verdad es que no.

- Pero sí cuando hablas con Shinso, ¿Verdad? - insistió.

- Sí.

Por cierto... ¿Esa camiseta es tuya? - preguntó Hagakure -

- ¿Por?

Nada, solo porque te viene algo grande - comentó -

- Bueno, es que es de Hitoshi.

¿Tienes ropa suya? - inquirió Jiro con una sonrisa -

- Ehm, sí, de alguna vez que me he tenido que quedar en su casa... Es cómoda.

¿Sientes un leve calor en el pecho cuando la llevas? - preguntó Yaoyorozu -

- ¿Tal vez? ¿Eso qué tiene que ver?

Eso es que te gusta - canturreó Ashido -

- N-no creo... ¿De verdad se siente eso cuando te gusta alguien? - inquirí.

No sólo eso, sino varias cosas más, kero - dijo Asui -

¡Claro! Te sientes segura a su lado, el tiempo pasa volando, siempre quieres hablar con esa persona o acabas buscando excusas para ello,... - explicó Ashido -

Te viene su rostro a la mente cuando escuchas una canción que te gusta, su voz te resulta armoniosa... - añadió Jiro -

¡El más leve contacto con esa persona te hace realmente feliz! - exclamó Hagakure -

- M-mierda... - mascullé por lo bajo, con las mejillas completamente sonrojadas.

- ¿Pasa algo? - me preguntó Uraraka.

- C-creo que m-me gust-ta Hit-toshi... - susurré.

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Al día siguiente, Uraraka y yo salimos a patrullar con Gunhead por la ciudad.

- En principio, los héroes reprimimos el crimen. Cuando llegan los casos, recibimos solicitudes de respaldo de la policía. Esas solicitudes vienen en paquetes, zona por zona - explicaba Gunhead mientras íbamos por la calle - Declaran nuestro mérito al cooperar en arrestos, rescatar inocentes,... Ese tipo de cosas. Luego pasamos por inspecciones de agencias especializadas, y obtenemos nuestros salarios en el banco. Básicamente,... Lightning, ¿Estás atendiendo?

La llamada de atención del héroe me dejó descolocada.

- ¡S-sí, señor! E-estaba ust-ted diciendo que los héroes trabajan a comisión - exclamé, nerviosa.

- Te noto algo distraída... - comentó.

- ¡Lo lamento muchísimo! ¡De verdad que me tomo muy en serio estas prácticas y la oportunidad de trabajar para usted, señor Gunhead!

- Tranquila, tranquila - rió - No tienes de qué preocuparte. Cuéntame, ¿Qué te tiene ausente?

- N-nada importante, señor.

- Anoche conseguimos entre las chicas de clase que se diera cuenta de sus sentimientos hacia su mejor amigo - explicó Uraraka, con una pequeña risita.

- ¡Uraraka! - exclamé, sonrojada.

- Ay, el amor joven, qué tierno... - suspiró Gunhead, llevándose las manos a la máscara - ¿Participó en el Festival Deportivo? Tal vez me acuerde de él.

- Era el chico con el kosei de "Control mental" - contestó Uraraka.

- ¡Vaya, sí que le recuerdo! Shinso, ¿Verdad? Causó bastante furor, su kosei es muy interesante - exclamó el héroe - Es una pena que la UA no le metiera en el Departamento Heroico, también lo habría solicitado.

- ¿En serio? - pregunté, sorprendida.

- ¡Por supuesto! Con un poco de formación física, ese chico podría llegar a ser un gran héroe.

No pude evitar sonreír ampliamente.

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Después de una larga jornada volvimos a la agencia, tras continuar un rato con el entrenamiento Uraraka y yo volvimos a nuestra habitación.

- Estoy rota... - suspiré, dejándome caer sobre mi cama.

- Y yo... - se lamentó Uraraka.

Agarré el móvil, y con las manos temblorosas le mandé varios mensajes a Hitoshi.

Una cálida sensación se adueñó de mi cuerpo durante apenas un instante, pero ese último mensaje desapareció.

Con esa sensación cerré los ojos, cayendo rápidamente en los brazos de Morfeo.

----------------------------------------------------------- ¡Gracias por leer!

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