05.- Primer día

Por fin el 1 de abril había llegado, y con él, el inicio de un nuevo curso. Hitoshi y yo fuimos en nuestras bicicletas a la academia, nerviosos a más no poder. Aunque claro, su expresión se mantenia tan seria como siempre, pero le conocía lo bastante como para saber sus verdaderos sentimientos. Esa era nuestra segunda oportunidad, podríamos demostrar nuestro valor sin tabús ni imbéciles criticones.

Dejamos nuestras bicicletas y entramos al recinto.
No hablamos en todo el camino, preocupados por encontrar nuestras aulas. Finalmente, llegamos frente a la puerta de 1C.

- Aquí nos separamos - comenté - Ojalá vinieses conmigo. Voy a echar de menos no tenerte a mi lado en clase.

- Me las arreglaré para ir con vosotros, lo prometo - respondió - Y yo también voy a echarlo de menos. Pero nos veremos a la salida, así que no pasa nada.

- Tienes razón - contesté con una sonrisa - ¡Nos vemos luego!

Se despidió y me marché para buscar mi nueva clase. No tardé mucho en encontrarme frente a la enorme puerta de 1A. Pasé saliva para intentar aliviar el nudo en mi garganta y entré. Había un par de chicos discutiendo, pero les ignoré y empecé a buscar mi sitio.

Algunos alumnos se aglomeraron en la puerta, entre ellos el chico que se quejó en la presentación del examen y el chico del que se quejaba.

- Si vas a estar buscando amigos, mejor busca en otro lado, por favor - habló una voz grave.

Miramos hacia donde procedía la voz, encontrando a un hombre de cabellos largos negros y cara de cansancio enfundado en un saco de dormir amarillo y en el suelo.

- Este es el departamento de héroes - continuó hablando.

Se levantó, aún sin salir del saco, los alumnos nos quedamos en shock. Se quitó el saco de dormir, dejando ver su traje de héroe.

- Os llevó 8 segundos calmaros. El tiempo es un recurso muy preciado. No sois muy racionales, ¿Verdad? - dijo seriamente - Soy Shota Aizawa, vuestro tutor. Encantado de conoceros. Poneos la ropa de gimnasia rápidamente y bajad a las pistas - nos tendió los uniformes.

Cuando me acerqué a coger el mío, el profesor llamó mi atención.

- Tú eres Anzu Himura, ¿Verdad? - preguntó y asentí con la cabeza - El director Nezu me explicó el trato que habéis hecho. Estás la última en la lista, ¿Entendido?

- Afirmativo - respondí.

Después de ir a los vestuarios y cambiarnos nos
dirigimos a las pistas, donde Aizawa-sensei nos
esperaba.

- ¿¡Vamos a hacer un examen de comprensión de quirks!? - gritaron algunos alumnos cuando el profesor nos dijo la actividad.

Me crucé de brazos mientras escuchaba cómo habla sobre el sistema educativo de la UA, y de las pruebas que haríamos.

- Bakugo - dijo, dirigiéndose a un rubio con expresión de enfado - ¿Cuán lejos podías lanzar en la escuela media?

- 67 metros - contestó.

- Genial. Ahora inténtalo usando tu quirk. Haz lo que necesites, pero no salgas del círculo.

Bakugo se situó en el círculo de lanzamiento. Estiró un poco el brazo y tomó impulso.

- ¡¡MUERE!! - gritó lanzando la pelota, que fue impulsada por una gran explosión.

Era de esperarse que quien quedase primero enn el examen práctico de acceso tuviera un kosei tan destructivo y llamativo como crear explosiones.

- Es importante conocer nuestros límites. Es el primer paso para ver qué tipo de héroes seréis - mostró un aparato con la longitud del lanzamiento de Bakugo.

- ¿¡705,2 metros!? ¿¡En serio!? - gritó alguien detrás de mí.

Se formó un gran barullo entre los alumnos, asombrados por el anterior lanzamiento.

- ¿Así que os parece "increíble"? Esperáis convertiros en héroes en los próximos 3 años, y creéis que todo será diversión y juegos? - su semblante se tornó oscuro - Bien. El que tenga menor puntuación en la media de las 8 pruebas... Será expulsado.

- ¡¡No puede ser!! - volvieron a gritar.

Pasé saliva con dificultad. No podía permitirme fallar esta vez, dependía de ello para poder quedarme.

- Vuestro destino está en vuestras manos. Bienvenidos al curso de héroes de la UA - se apartó el pelo de la frente, y mostró su sonrisa más siniestra.

Observé a mis compañeros. Bakugo mostraba una sonrisa confiada, mientras que la mayoría manteníamos un semblante serio y/o preocupado. La chica castaña empezó a quejarse, Aizawa-sensei por su parte volvió a soltar un largo discurso sobre las dificultades de ser un héroe, y las responsabilidades que ello conllevaba.

- Eso es "Plus Ultra", usar tu fuerza para superarlo todo. Así que hacedlo - dijo con una tétrica sonrisa - La demostración ha terminado, ahora es de verdad.

Y así dio pie la primera prueba: 50 metros lisos. Me relajé por un momento, esa primera prueba no me resultaría complicada en absoluto. Îbamos por orden de lista, así que tuve que esperar a mi turno. Finalmente, un chico bajito con el pelo morado, una chica alta con el pelo negro y yo nos situamos en la línea de salida. Cuando el robot avisó, eché a correr hasta el otro lado.

- ¡0,6 segundos! - anunció la máquina.

Mis compañeros miraron anonadados.

- ¡Eso ha sido demasiado rápido! - exclamó un chico pelirrojo - ¿¡Qué tan rápido has ido!?

- A unos 300 km/h - respondí sin ganas mientras me frotaba los ojos.

- ¡Qué pasada! - gritó una chica con el pelo rosay pequeños cuernos saliendo de su cabeza.

Segunda prueba: Fuerza de agarre. Y era ahí donde se jodía la cosa. Tenía fuerza en las piernas, pero definitivamente no en los brazos. Agarré la máquina con todas mis fuerzas, pero la pantalla no mostró más que 28kg.

Tercera prueba: Salto de longitud. Me situé frente a la línea, tomé impulsó y salté, aterrizando a los 4,76m. Obviamente no era tanto como los que usaban sus respectivos koseis para impulsarse, pero quizás entre esa prueba y la de velocidad podría librarme del último puesto.

Cuarta prueba: Salto lateral. El chico bajito de pelo morado hacía muchísimos, rebotando entre dos montañas de "bolas" moradas. Por lo demás, no hubo nada a destacar.

Quinta prueba: Lanzamiento.
Siguiente turno: Izuku Midoriya.
El chico con el pelo verde y rizado cogió otra pelota. Tomó impulso con el brazo, el cual se estaba volviendobrojo. Lanzó la pelota, pero esta sólo alcanzó 46 metros.

- Huh, pero si estaba intentando usarlo... - murmuró, notablemente contrariado.

- He "borrado" tu quirk.

Nos giramos a vera Aizawa-sensei, y casi se me paró el corazón. Su cabello azabache estaba alzado, y sus ojos eran de color rojo brillante, parecido a la sangre. Con su mano derecha agarraba las vendas que rodeaban su
cuello, haciéndolas "levitar", y dejando que se pudieran ver unas gafas amarillas.

- No jodas... - susurré.

- Ese ridículo examen de admisión... Completamente irracional si consideras que alguien como tú entró - criticó Aizawa-sensei.

- ¿Borrado...? Esas gafas... ¡Pues claro! - tartamudeó el peli-verde - ¡Eres Eraserhead, el héroe borrador!

Los murmullos de mis compañeros se hicieron presentes, puesto que muchos no conocían el nombre de Eraserhead, pero yo no cabía en mi cuerpo de la alegría. ¡El mismísimo Eraserhead era mi tutor! Estaba ansiosa porque acabara el día y contárselo a Shinso.

- Pude ver cómo no puedes controlar tu kosei. ¿Esperabas que alguien interviniera para ayudar después?

- ¡N-no, no es así!

- Lo que fuera que estuvieras planeando, podría haber creado inconvenientes a los de tunalrededor. Hubo un héroe que salvó a más de mil personas de un desastre, se hizo leyenda. Tendrás su mismo espíritu, pero quedas incapacitado tras salvar a una sola persona - explicó serio - Izuku Midoriya, no puedes convertirte en un héroe con un poder como el tuyo.

Desde donde estaba escuché como Midoriya tragaba saliva. Eraserhead suspiró, cerrando los ojos, y su pelo volvió a la normalidad.

- Te he devuelto tu kosei, tienes otra oportunidad - dijo cansado - Acabemos con esto de una vez... Midoriya murmuró y volvió a posicionarse para lanzar.

- No tienes ninguna oportunidad - sentenció el profesor, mientras Midoriya tomaba impulso.

Esa vez, solo su dedo se tornó rojo. Lanzó la pelota, que salió disparada vertiginosamente hacia arriba.

- Este dolor, no es nada comparado al de antes - masculló entre dientes, sosteniendo su mano.

El medidor pitó, y la pantalla mostró un número: 705,3.

-¡Sensei...! - gritó, dirigiéndose a Eraserhead - Aún... Puedo moverme...

Me fijé en su mano: el dedo con el que había impulsado la pelota estaba morado, seguramente roto. Su rostro mostraba una sonrisa mordiéndose el labio, seguramente para evitar gritar por el dolor.

- Este chico... - suspiró Aizawa-sensei, sorprendido, con su sonrisa siniestra.

Los alumnos estaban impresionados por tal lanzamiento. Bakugo tenía la mandíbula desencajada, casi parecía llegarle al suelo. Su mirada mostraba un gran desconcierto, el cual se transformó rápidamente en ira.

- ¿¡Qué demonios!? ¡¡Explícate, Deku!! - gritó mientras se lanzaba contra Midoriya, impulsado por sus explosiones.

Estaba a punto de alcanzarle, cuando unas vendas le atraparon, paralizándolo. Intentó liberarse, pero le fue imposible.

- ¿¡Qué demonios!? Esta tela... ¡¡Es rígida!! - gruñó, aún forcejeando.

- Es un "arma de captura", hecha con fibras de carbono y una aleación especial de alambre - explicó Eraserhead - Dejad de usar ya vuestros koseis... Se me están secando los ojos.

Cuando Bakugo parecía haberse "calmado" un poco, Aizawa-sensei le soltó y desactivó su quirk.

- Menuda pérdida de tiempo. Preparaos para la siguiente prueba.

Las pruebas continuaron una tras otra, hasta que llegaron a su fin. El profesor nos reunió a todos delante suyo.

- Bueno, estaba mintiendo sobre la expulsión - comentó, mientras proyectaba los resultados.

Los alumnos se quedaron atónitos, tratando denprocesar la información. Por mi parte, suspiré aliviada al ver que había quedado en el puesto 16, independientemente de que nos fueran a expulsar o no.

- Ese fue un engaño racional, destinado a sacar lo mejor de todos vosotros.

Se oyó un grito general, solo un par parecíamos mantener la calma. Entre esos, la chica de cabello negro recogido tomó la palabra.

- Bueno, obviamente era una mentira. No me tomó mucho tiempo darme cuenta de ello - explicó.

- De todos modos, hemos terminado. Vuestros documentos sobre el plan de estudios y lo demás están de vuelta en el aula, echadles un vistazo - dijo sin ganas - Midoriya, haz que Recovery Girl te cure. Las pruebas de mañana no serán más fáciles - le extendió el permiso de enfermería al peli-verde.

El resto de alumnos volvimos al aula de 1A, ya con los uniformes normales puestos. Una vez allí, nos entregaron los documentos pertinentes y nos dejaron marcharnos. Aizawa-sensei me dio también una copia de los del Departamento de Estudios Generales para que se la pudiera dar a mis padres.

Sali del edificio, dirigiéndome a la entrada.

- ¡Espera! - gritó alguien.

Me giré al creer que se referían a mí, y acerté. Midoriya estaba junto con la chica de pelo castaño y el chico alto de pelo azul.

- ¿Pasa algo? - pregunté.

- Hiciste un tiempo increíblemente corto en la prueba de los 50 m - dijo el chico de pelo azul - Me alegra saber que no soy el único de clase con un kosei basado en la velocidad.

- Nuestros koseis no se parecen - corté - Tú tienes esos motores que te dan velocidad y potencia para que tus patadas sean fuertes. Un kosei bastante atractivo para los medios. ¿No, Iida? Yo solo corro.

Los tres se quedaron pasmados.

- Disculpa, ¿Nos conocíamos de antes? - me preguntó.

- Para nada. No hace falta ser un genio para saber quién eres, tu kosei lo grita a los cuatro vientos.

Reemprendí mi camino hasta el aparcamiento de bicicletas, donde Shinso me estaba esperando.

- ¿Cómo has tardado tanto? - inquirió.

- Nuestro tutor no ha tenido haciendo pruebas físicas toda la mañana - dije mientras sacaba mi bicicleta - Pero no te vas a creer quién es.

Montamos en nuestras bicicletas, salimos del recinto de la academia y emprendimos nuestro camino a casa.

- ¿Quién?

- Eraserhead - respondí con una media sonrisa.

- ¿¡Qué!?- exclamó - Tienes que estar de broma.

- Te lo juro. Le ha parado los pies al que quedó primero en el examen de acceso. El muy bruto casi voló por los aires, literalmente, a otro chico - suspiré - ¿Y a ti cómo te ha ido?

- Nada especial... - respondió - Asistimos a la ceremonia de bienvenida, con el discurso de Nezu. Y mis compañeros, bueno, no parecen tan malos.

- Eso está bien... Seguimos el camino hablando tranquilamente, hasta que después de un largo rato llegamos frente a mi casa.

- Nos vemos mañana - me despedí.

- Claro, vendré a por ti.

Entré en casa, y no tardé en escuchar la voz de mi madre.

- ¿Cómo ha ido?

- Bien, supongo - dije mientras dejaba la bici - Ha sido un día simple, teníamos que asistir a la ceremonia de bienvenida.

Me dirigí al salón, donde la vi sentada en el sofá junto a mi padre. Saqué el plan de estudios de 1C y se lo tendí.

- Por si os interesa leerlo - comenté - Podéis quedároslo, ya he tomado nota.

Mi padre lo agarró y empezó a ojearlo.

- A ver qué tiene preparado esa academia del demonio... - gruñó.

- Si no os importa, iré a mi cuarto.

- Claro, vete - contestó mi madre.

Me dirigí a mi cuarto, y cerré la puerta una vez dentro. Me tiré sobre la cama y empecé a leer el plan de estudios del Departamento de Héroes. Ese año iba a ser intenso.

----------------------------------------------------------- ¡Gracias por leer!

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