03.- Los sobres
Ya hacía una semana desde que hicimos los exámenes de ingreso a la UA. Todavía no habíamos recibido respuesta, y estábamos de los nervios.
- ¡Me voy a casa de Shinso! - avisé.
- No llegues muy tarde.
- Entendido.
Salí de casa y me dirigí a la de Shinso. Llamé a la puerta, y su madre me abrió.
- Anda, hola, Himura - me saludó con una sonrisa - Pasa, pasa. Hitoshi está en su cuarto.
- Muchas gracias - respondí.
Pasé, me quité los zapatos y fui a su habitación. Él se encontraba sobre su cama, leyendo un libro, tan absorto que no se dio cuenta de que había entrado.
- Hey - llamé su atención.
Dio un brinco en su sitio, y se giró hacia mí.
- ¡Me has asustado! - exclamó.
- Exagerado - reí.
Me tiré de espaldas a la cama, a su lado.
- ¿No hay noticias? - preguntó.
- Nop - contesté.
- Mierda... - masculló - Esta espera se está haciendo eterna... No me hago a la idea de que me rechacen y tengamos que volver a clase, con todos preguntándome que "¿Qué esperaba? ¿Aprobar?"
- Sabes perfectamente que si alguno de esos capullos te dice algo parecido, saldré enseguida a defenderte.
- Y luego te meterán mierda a ti también.
- Ya lo hacen de todas formas - me encogí de hombros - ¿Qué importa ya darles un par de "motivos" más?
- Supongo que tienes razón...
Nos habíamos puesto a hablar de chorradas sin sentido, como cada vez que nos quedábamos solos, cuando su padre abrió la puerta.
- Ah, Himura, no sabía que estabas aquí - me saludó, y se dirigió a Shinso - Hitoshi, esto ha llegado, es para ti.
Le tendió un sobre, con el logo de la UA. Nos erguimos de golpe nada más verla.
- ¡Ha llegado! - exclamó Shinso, arrebatándole el sobre de las manos.
- Vaya, qué emoción - rió su padre - Os dejo solos.
Salió por la puerta, y Shinso se quedó mirando el sobre, estático.
- ¿Pero qué haces? ¡Ábrelo de una vez! - exclamé.
Suspiró y rasgó el sobre. Dentro había un pequeño proyector, que no tardó en encender. El video mostró a Cementoss, uno de los profesores de la UA, y héroe profesional.
- "Buenas tardes. Hitoshi Shinso, tienes un 89/100 en el examen escrito, pero 0 puntos del examen práctico. Como comprenderás, necesitas aprobar ambos exámenes para acceder al Departamento de Héroes, por lo que tu solicitud queda denegada - dijo, y el rostro de Shinso se ensombreció - Pero como sacaste un 93/100 en el examen para el Departamento de Estudios Generales, serás igualmente bienvenido en la UA. Esperamos verte."
El video acabó, y abracé a Shinso por la espalda.
- No lo he conseguido... - susurró, con un hilo de voz.
- No, todavía puedes lograrlo... - suspiré, apretando el agarre - Todavía tienes el Festival Deportivo, puedes usarlo para llegar...
- Lo sé, pero duele... Todo por no tener un kosei "perfecto"...
- No, tu kosei es perfecto.. Lo que no lo es, es ese condenado examen.
Suspiró, y de repente levantó la cabeza.
- Oye, si a mí me ha llegado la carta, a ti también, ¿No?
- ¡Mierda! Si mis padres la ven, estoy acabada... - me llevé las manos a la cabeza.
- ¡Corre ahora mismo a tu casa y vuelve aquí con el sobre!
Asentí con la cabeza y salí corriendo de la casa, sin llegar siquiera a despedirme de los adultos. Corrí a toda velocidad hasta mi casa, rezando porque mis padres no lo hubieran encontrado Llegué al edificio y entré a toda prisa. Empecé a revisar las cartas que había tras la puerta, deseando encontrar el sobre de la UA.
- Anzu, que pronto has vuelto, ¿No? - preguntó mi madre desde el salón.
- Ah, s-sí, es que... ¡Me he dejado una c-cosa! - respondí sin parar de buscar.
- No será esto, verdad? - preguntó mi padre, también desde el salón, y temí lo peor.
Me levanté y caminé lentamente hacia aquella estancia, para encontrarme a mis padres en el sofá, mi madre con el sobre de la UA en la mano.
- Anzu, ¿Qué es esto? - preguntó.
- E-eso... P-pues es...
- Has hecho el examen de ingreso a la UA - habló mi padre, levantándose del sofá y caminando hacia mí - ¿No es así? Más te vale no mentirme.
Asentí con la cabeza levemente, y no tardé en sentir la mano abierta de mi padre golpeando mi rostro.
- ¿¡Qué te hemos dicho!? - exigió.
- Que los héroes son unos inútiles... - susurré - Que no valen para nada... Que solo son unos privilegiados que ganan dinero a base de golpear a la gente...
- ¿¡Entonces, si tan claro lo tienes, por qué te has presentado?!
- Porque creí que..
- Ja, creíste... - rió mi madre - Con un kosei como el tuyo, no vales para eso. Al menos tendrás un futuro mejor y más noble que dar saltos por ahí con esas horrendas vestimentas.
- Pero no todos son así...
- ¿Y tú qué sabes? No has conocido a ninguno.
- Tú tampoco...
- ¡Niñata insolente! - exclamó, y me golpeó en la mandíbula con el puño - ¿¡Pues sabes qué!? ¡No conocerás a ninguno!
Lanzó el sobre al suelo, oyéndose el golpe el proyector contra el parqué, y lo pisoteó con fuerza.
- ¡No! - grité.
lba a agarrarlo, pero mi padre me sostuvo de la muñeca con fuerza y me tiró al suelo en la dirección contraria.
- ¡No fuiste criada para convertirte en una mamarracha! - chilló - ¡Olvídate de la UA, de la Shiketsu, de la Ketsubutsu y de todas esas ridículas academias que os comen el cerebro a los jóvenes débiles de mente!
Utilicé mi kosei para moverme tan rápido como pude, agarré el sobre y salí de casa, escuchando los gritos de mis padres. Reducí la velocidad, lo bastante como para ir más rápido de lo normal, pero que no fuera obvio que estaba utilizando mi kosei por si algún policía me veía. En apenas treinta segundos, me encontraba llamando a la puerta de Shinso.
- ¿Himura? ¿Cuándo te has ido? - preguntó su padre al abrir - ¿Qué te ha pasado en el rostro?
- N-no es nada, he tenido que ir a un sitio, pero iba tan rápido que me he tropezado - respondí, quitándome el pequeño reguero de sangre que caía de mi labio inferior hacia mi barbilla - ¿Puedo pasar?
- Claro, siempre eres bienvenida aquí.
- Gracias...
Fui rápidamente a la habitación de Shinso, y entré de golpe.
- Tengo el sobre - avisé.
- ¿Qué demonios te ha pasado? - inquirió.
- En resumen, mis padres tenían el sobre, puedes hacerte una idea de lo que a pasado - suspiré - Pero mi madre ha golpeado el sobre contra el suelo, temo que el proyector se haya roto.
- Ábrelo y compruébalo.
- ¿Para qué? He suspendido.
- Eso no lo sabes.
- ¿Cómo que no? No tengo puntos en el examen práctico, no me habrán aceptado.
- Si yo he tenido que abrirlo, tú también. ¡Venga, hazlo ya!
Suspiré y abrí el sobre. Saqué el proyector y lo encendí, suplicando que no estuviese estropeado, y el vídeo inició.
- "Good morning! (Buenos días) - exclamó Present Mic - Anzu Himura, conseguiste sacar 91/100 en el examen escrito del Departamento de Héroes. No conseguiste ningún punto por destruir robots en el examen práctico."
- ¿Lo ves? Te lo dije - mascullé.
- Aún no ha acabado, espera...
- "Sin embargo, el examen práctico no consistía EXCLUSIVAMENTE en destruir robots. También se valoraba la capacidad de rescate. Y es ahí donde te luciste. Thanks to your fast, pun intended, rescue of those many candidates... (Gracias a tu rápido, broma aposta, rescate de aquellos tantos candidatos) Obtienes 42 puntos de rescate, por lo que puedes acceder al Departamento de Héroes. Por supuesto, también hiciste el examen para el Departamento de Estudios Generales, en el que tienes un 88/100. Puedes acceder a cualquiera de los dos departamentos. A ser posible, pásate mañana por la UA para hablar con el director Nezu concretar tu curso. Welcome to UA! (Bienvenida a la UA)."
Caí al suelo de rodillas.
- He entrado... - susurré, con unas pequeñas lágrimas cayendo de mis ojos - He entrado...
- Lo has conseguido, enhorabuena - dijo Shinso, agachándose a mi lado.
- Lo siento mucho... Sé cuánto querrías tú mi lugar, solo lo he conseguido por pura suerte..
- ¿Qué? No no no, ese puesto es tuyo, suerte o no. Además, si tú puedes acceder al Departamento de Heroes, yo también.
Mi teléfono vibró contra mi pierna en mi bolsillo, y lo saqué.
- ¿Quién es? - preguntó Shinso.
- Mi madre... - suspiré - Me ha mandado un mensaje.
Lancé el móvil contra la cama de Shinso y mordí mi labio inferior para no gritar, sintiendo una punzada de dolor por culpa del corte que me causó el puñetazo. Shinso me abrazó contra él y me eché a llorar. Tenía mi sueño justo delante de mis narices, y se había esfumado...
----------------------------------------------------------- ¡Gracias por leer!
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