✦ Vigésimo quinto capítulo

El auto se detiene al frente de la casa de Ho Seok, justo detrás de otro taxi y cuando veo a la familia de mi ex novio, despidiéndolo, entro en desesperación y tomando mi maleta, salgo corriendo del auto donde me encuentro. El conductor me recuerda a base de gritos la cantidad de dinero que le debo y entonces reparo que por mi apuro, casi olvido pagarle por sus servicios.

Una vez que le entrego el dinero y que el taxi se retira, corro hacia la entrada de la casa Jung, importándome muy poco que las ruedas de mi maleta estén malogrado el césped de la casa. Los padres de Ho Seok se dan cuenta de mi presencia, pero no dicen nada, a diferencia de Soyou, quien grita y empuja a su hermano para recibirme. Abrazo a mi pequeña cuñada y la cargo, dejando de lado mi maleta y caminando hacia los señores Jung y hacia él.

— ¿Qué haces aquí, Tae? — pregunta la señora Jung, parece asustada y ya supongo el porqué.

— No iré a Estados Unidos. — digo con una sonrisa en mi rostro, con una verdadera sonrisa.

El señor Jung abre sus ojos en par y su esposa no hace nada más que sonreír y extenderme sus brazos para recibir a Soyou, quien no duda en lanzarse a los brazos de su madre.

Ho Seok hasta el momento se ha mantenido callado y tengo miedo de que pueda botarme de su casa o incluso, de su vida, lo que es más probable.

— ¿Quieres ver mis juguetes? — pregunta mi cuñadita. Niego lentamente, a pesar de que quiero jugar con ella. — ¿Entonces a qué has venido? — pregunta ella un poco molesta. Sonrio por lo caprichosa que puede ser Soyou y miro a Ho Seok. Él aparta la mirada y entonces los señores Jung lo comprenden.

No pasa ni diez segundos antes que ellos se excusen y nos den privacidad, a pesar de que Ho Seok les diga que no es necesario marcharse.

Al estar solos, no sé por dónde empezar y es ahora cuando me planteo qué hago aquí realmente... tal vez sí debí de irme.

— Tae Hyung, yo me tengo que ir, tengo un vuelo que tomar dentro de una hora o menos. — toma su maleta y es entonces que reparo en la maleta que está junto a él.

— No puede ser... — susurro al percatarme de lo que ocurre aquí. — Te irás con él, te irás con Ji Min a Estados Unidos, vivirás con él.

Ho Seok aparta la mirada y el silencio que nos embarga es tan vergonzoso, como mi presencia en este momento.

— No esperé que lo primero que dijeras al hablarme después de más de medio año, sería eso. — su voz sorprendentemente ronca me obliga a bajar la mirada y a sentirme un completo incompetente.

— No quiero terminar de esta manera.— digo de frente.

Ho Seok suelta un suspiro y sus zapatillas desaparecen de mi vista. Actuo rápidamente y lo detengo.

— Me tengo que ir, Tae Hyung. — dice apenas. Y entonces me duele tanto saber que él es tan frío conmigo solamente por mi culpa.

— Y-yo te sigo amando. — trato de convencerlo, pero él rápidamente se suelta de mi agarre de la manera más brusca y ríe.

Nosotros ya no hablamos, ¿Cómo es posible que sientas algo por alguien a quien ni siquiera le respondes el saludo? ¿Es posible?

Me siento horrible, las lágrimas comienzan a salir sin mi consentimiento y con mi labio temblando, niego con la cabeza.

— Entonces ya tienes tu respuesta. — su frialdad me sorprende, porque él jamás me había hablado de esa forma, ni por más enojado que se encontrara.

— N-no... pero yo te amo desde antes. — limpio mis lágrimas con el dorso de mi mano y me acerco, sintiendo desde ese momento el nerviosismo en el cuerpo de Ho Seok. — te amé desde aquel día, desde que nos enojamos uno con el otro, incluso cuando te marchaste y trate de alcanzarte en el aeropuerto. Te amé mientras estaba con Jung Kook, cuando lo besaba, cuando él me decía que me amaba y aunque suene algo cruel, jamás deje de amarte, incluso ahora, que estás con mi mejor amigo, te sigo amando y tal vez sea egoísta pensar de esta manera, pero sé que tú me amas tanto como yo lo hago y que Ji Min jamás cambiará aquello.

Muerdo mi labio inferior al terminar, esperando que él diga algo, pero solo se queda callado, mientras el taxi comienza a tocar su claxon.

— Por favor, Ho Seok, sé que en el fondo me amas y que si Ji Min te ama tanto como dice hacerlo, te dejará ser feliz al lado de la persona que tú quieres para tu futuro... para el resto de tu vida.

— ¿Y cómo estás tan seguro de que tú eres la persona que quiero para mi futuro y no Ji Min?

Eso me toma por sorpresa, pero trato de verme seguro y negando, me acerco para tomar su rostro entre mis manos y notar de esta manera, que sus ojos están a punto de soltar lágrimas.

— Lo sé porque estás aquí, hablando conmigo, en vez de estar en ese taxi o incluso, en el aeropuerto.

Ya no hablamos, Tae Hyung. — repite, como si esa fuera una buena excusa.

— Solo di que me amas, Ho Seok. Sé que me amas. — digo en una súplica. Él parece derrumbarse y cuando la primera lágrima se desliza por su mejilla, sé que tengo razón.

— Te amo, Tae Hyung... jamás he dejado de pensar en ti, en nosotros, incluso estando en Estados Unidos veía una y otra vez tus fotos, tus estados, los momentos que pasabas junto a ese chico, te observaba y me lamentaba tanto haber viajado en vez de haberme quedado a conquistarte. — nuestras frentes se juntan y para ese momento sonrio en medio del llanto.— Fueron tantas las veces que quise hablarte, que observaba que tú lo harías, pero que al instante desaparecían. Te amo demasiado Tae... no te vayas nunca más. — susurró antes de mis labios impactaran con los suyos, iniciando un beso que dejaba atrás cada dolor, llanto, pena y por sobre todo, cada momento en el que evitamos hablarnos, pensando que de esa manera nos olvidaríamos.


Falta solo el epílogo. 7v7

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