Ji Min me abraza con fuerza y sus piernas hacen lo mismo con mis caderas. Sé que su alegría es grande, pero también sé que estamos montando una escena delante de su academia y también, de las tantas personas que pasan por nuestro lado. No estoy en contra de las muestras de afecto, pero me siento algo incómodo por la forma en la que él me abraza y me agradece.

Hace menos de un segundo le he dicho que viajaría con él a Estados Unidos, que no era necesario extrañarlo, porque lo vería los tres meses del viaje que haría su academia.

Se aleja un poco para dejar un Beso en mis labios y repetir en medio de este que me ama como nunca antes ha amado a alguien. Le creo, a pesar de que siento que él no me cree cuando le digo lo mismo.

- ¿No piensas bajarte, bebé? - lo digo con todo el cariño que siento. Él sonríe y niega antes de decirme que quiere ser cargado de esa manera y que no se bajará hasta llegar a la parada de autobuses.

Niego con la cabeza, pero le concedo su tan preciado deseo. Comienzo a caminar con él abrazado a mí. Las personas nos miran con demasiada atención y hasta cierto punto los entiendo, pues, no todos los días ves a un chico siendo abrazado por otro chico, como si este fuera un koala adherido a un árbol.

Cuando llegamos a la parada de autobuses, él se baja y toma mi mano, comenzando a hablar sobre el lugar en el que viviremos al llegar a Estados Unidos, sobre la ropa que tenemos que llevar y lo bien que la pasaremos al iniciar a convivir, además de las fotos que nos tomaremos. Ji Min ya se está creando una vida conmigo y yo lo único que hago es sonreír y darle más esperanzas, sin importar que mi vista está encima de Tae Hyung, quién milagrosamente se encuentran solo.

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