OO9: UN BEBE Y UNA VENGANZA
—Me voy a morir, joder —se quejó JungKook mientras se retorcía en el suelo—. La cabeza me va a explotar —jadeo de dolor.
—JungKook, cállate —NamJoon le aventó un cojín del sillón mientras se volteaba para intentar dormir de nuevo, lo que no espero es que no le atinaría a su objetivo.
—¡Hey!, ¿quién me aventó un cojín? —YoonGi se levantó y aniquiló con la mirada a los otros alfas que se encontraban esparcidos en la sala.
—¡¿Qué es que nadie puede dormir tranquilo aquí?! —HoSeok salió de entre las cobijas que había en el suelo—. Puta madre, mucha luz —cerró sus ojos con fuerza.
Mientras que ellos se encontraban haciendo su drama, cuatro omegas los observaban desde la entrada de la sala de estar.
—Sigo sin creer que terminaron en una competencia de shots, no debía quedarme dormido tan pronto —puchereo JiMin, por lo que le habían contado había sido divertido.
—Tal vez no grabamos la competencia, pero si esto —Jin sacó su celular y reprodujo un video.
En la pantalla se logró ver cómo aquellos cuatro alfas corrían por quien ganaban los sofás para dormir y a quienes les tocaba el suelo, fue realmente divertido como se aventaban entre ellos y reclamaban cosas tontas como si ninguno de ellos fuera parte de un Clan y que constantemente ponían su vida en peligro.
La atención de aquellos cuatro alfas se redirigió de su inútil pelea hacía las risas que lograron rápido identificar.
—¿De qué se ríen? —preguntó JungKook mirando directamente a su novio.
—¡Nada!, na- —TaeHyung estalló en carcajadas de nuevo—. Jeon JungKook, ¿por qué no me habías dicho que bailabas tan bien? —indago con claro tono malicioso en su voz.
—¿Cómo?, ¿de qué hablas? —el alfa se veía realmente confuso.
—Nam, no sabía que te gustaba cantar —ahora hablo Jin mirando a Kim.
—¿Cantar?
Entre omegas se miraron cómplices al ver la clara confusión de los alfas, así que les tuvieron un poco de compasión y les pasaron el celular para que vieran su preciosa escena que habían armado. En el video se mostró como después de pelearse entre ellos, HoSeok y NamJoon se pusieron a cantar mientras YoonGi y JungKook bailaban, todo eso de la manera más ridícula y divertida posible.
Cuando vieron lo que habían hecho sintieron como una oleada de vergüenza los rodeaba, dejaron el celular en la mesa que había en medio de la sala y miraron hacia otro lado queriendo ignorar la situación, más que nada YoonGi, tal vez cierto chico no había estado presente, pero había visto lo mal que le sentaba el alcohol, por eso mismo nunca se emborrachaba.
—En fin, ignorando eso, qué tal si...—Suni calló.
Un tenso silencio se posó en el lugar seguido de agua cayendo.
HoSeok quien se había vuelto a recostar en el suelo, se levantó golpe ante el grito de su esposa. Entre tropiezos corrió hacía la mujer quien había roto fuente. Para el alfa la resaca había pasado a segundo plano.
—Oh mierda, ya viene —HoSeok exhalo con fuerza, haciendo lo posible por relajarse—. Bien, Nam, Jin, vayan por las cosas para él bebe a la casa, JungKook tu conduces —dadas las indicaciones todos se pusieron en marcha.
Suni fue dirigida por su esposo y JiMin, mientras YoonGi tomaba una de las mantas para llevarlas a la camioneta, la cual JungKook ya se encontraba estacionado frente a la entrada. Con la mayor rapidez que pudieron, llegaron al transporte. En la parte delantera se encontraba TaeHyung, atrás HoSeok, JiMin, YoonGi y Suni quien se encontraba entre los primeros dos.
En cuanto el auto se puso en marcha, la mujer soltó un grito de dolor.
—¡HoSeok! —el nombrado cruzó miradas con su esposa—. Se cancela el plan de tener otro hijo pronto... ¡joder!, no paso por esto de nuevo, ¿de acuerdo?, así que más te vale que no se te ocurra embarazarme o te corto las bolas —jadeo tomando con fuerza la mano de un pálido HoSeok.
JungKook al ver la situación aceleró.
—Mas te vale que lleguemos con vida Kook —le advirtió Tae, aferrándose al cinturón de seguridad.
YoonGi por su parte intentaba concentrar su vista hacia la carretera y no concentrarse en cierto rubio que estaba demasiado cerca suyo.
Antes de lo esperado se encontraban en el hospital. Entre los alfas, excepto JungKook que debía aún estacionar el auto, se encargaron de llevar a Suni. En cuanto entraron a urgencias, la mujer fue atendida, pronto desapareció junto a su esposo por las puertas que dirigían al quirófano, mientras JiMin y YoonGi se quedaron en la sala de espera, donde pronto los acompañaron JungKook y TaeHyung.
—Iré a ver lo de la habitación de Suni y el bebé —aviso YoonGi—. ¿Quieres acompañarme Jiminie? —indago hacía el omega, quien asintió siguiendo al mayor.
Cuando llegaron a recepción, una mujer los atendió. YoonGi habló con ella y le dio las especificaciones que quería para Suni, pidiendo que la trasladaran a una de las habitaciones VIP, el alfa ya se encargaría de la seguridad de la omega y de él o la nueva integrante de la manada. JiMin mientras se encontraba viendo unos folletos, pero a pesar de ello, escucho el claro interés por el hombre en darles los mejores tratos a las personas cercanas a él, y era realmente lindo.
Sin embargo, entre la distracción del omega y la carrera de un par de personas, terminó siendo golpeado por la mujer que se acercó junto a un alfa a preguntar algo a la recepcionista. JiMin sobo su brazo, el codazo que le había proporcionado la beta había sido fuerte. YoonGi al notarlo estuvo a punto de detener a la pareja, pero se concentró más en el omega y saber si todo se encontraba bien que las personas se alcanzaron a escapar.
—¿Estás bien? —indago algo preocupado, JiMin solo asintió, pero aun así YoonGi no quedó satisfecho—. ¿Seguro?
—Si, lo peor que puede pasar es un moretón, no es nada del otro mundo —aseguró con calma, sentimiento que quería transmitirle al mayor. Sinceramente aquel golpe no se comparaba al dolor que sintió en su recuperación de su costado. Esas dos semanas de reposo habían ayudado a que se sanara a la perfección.
Pensando en ello, se dio cuenta que realmente tenía tanto que agradecerle al alfa.
—Gracias —soltó en cuanto se pusieron en marcha de regreso hacía la sala de espera.
—¿Por qué? —preguntó confuso el alfa, ¿no había aclarado todo anoche?
—Por todo, por aceptarme, por atenderme cuando me lastimé esa noche y darme la opción de sanar, gracias, siento que jamás podré dejar de agradecerte —explico con ojitos brillosos que lograron apretar el corazón del alfa.
Se había vuelto mucho más sensible y expresivo gracias a aquel omega. Siempre supo que lo suyo eran las palabras, pero hasta que tuvo a JiMin en su vida, se dio cuenta que podría hacerlo mejor, que podía expresarse de manera tan sincera y que podría convertirse en una mejor base emocional para sus cercanos.
—No tienes que hacerlo —aclaro con calma—. Tengo suficiente con verte sanar, todos merecemos hacerlo, tener esa oportunidad de curar aquellas heridas que el pasado nos dejaron —volteó a ver al menor y regalo una ligera sonrisa—. ¿De acuerdo?
—De acuerdo.
Cuando ambos volvieron a la sala de espera, SeokJin y NamJoon ya se encontraban ahí. Tomando ambos asientos, se integraron a la conversación en la que estaban enfrascados ambas parejas, el tema principal como era de esperarse era el género del bebe, nadie sabía, ni siquiera HoSeok, Suni se lo había tenido completamente guardado.
Las horas pasaron y no había señales de nada y todos comenzaron a ponerse muy nerviosos, sin embargo, antes de siquiera darse cuenta, un sonriente HoSeok en traje quirúrgico se encontraba frente a ellos. Todos los presentes se levantaron con rapidez, impacientes por saber cómo había salido todo, aunque la expresión de felicidad ya decía mucho.
—Es una niña —dijo con felicidad desbordante.
—¡Lo sabía! —salto feliz TaeHyung mientras le hacía muecas a su novio quien anteriormente había asegurado que sería niño.
—¿Podemos verla? —preguntó Jin sonriente.
Luego de un asentimiento, fueron dirigidos hacía el área de pediatría por una enfermera. Cuando llegaron, quedaron frente a un gran ventanal donde había varios bebés, pero en el que se concentraron por completo fue en la pequeña que apareció frente a sus ojos envuelta en una suave cobijita amarilla.
—Es tan pequeña... —comentó JiMin totalmente enternecido.
—Les presento a Jung Sullyoon —informó HoSeok con cariño.
Todos se miraron entre ellos, reconociendo rápidamente ese nombre, especialmente JiMin.
—Es el nombre que quería ponerle Sunmi a su pequeña sobrina si era una niña —dijo el omega rubio sin poder quitar su mirada de la bebita—. Aún recuerdo que la ayudé a buscarlo... —una pequeña sonrisa cargada de nostalgia se formó en su rostro.
Jamás se imaginó que terminaría conociendo a esa pequeña.
Le daré por ti todo el cariño que no podrás darle a Sully, Sunmi. Prometió con sinceridad.
—Es tan bonita, quiero uno —admitió TaeHyung con una sonrisita.
Ante el comentario, todos aguantaron las risas ante la expresión desconcertada de NamJoon y como Kook parecía dispuesto a salir corriendo de ahí al ver la clara advertencia en la mirada que le dio su cuñado.
—No —la voz de NamJoon retumbó con fuerza—. Eres muy joven, además me dijiste que querías comenzar a estudiar, un bebe no es muy recomendable por ahora —excuso.
Entonces toda la atención de los presentes se pasó a TaeHyung, quien ahora se veía realmente nervioso. Todos se encontraban sorprendidos, más que nadie JungKook quien acababa de enterarse en ese momento al igual que los demás.
—¿Qué quieres estudiar? —preguntó JiMin curioso.
TaeHyung miró a su alfa unos segundos, bajando después su mirada al suelo con las mejillas rojas.
—Psicología, comienzo la próxima semana —respondió.
El resto asintió de acuerdo, orgullosos y felices de que TaeHyung decidiera comenzar a estudiar. Los menores habían terminado sus estudios hasta ahora en línea, pero solo el omega había tomado la decisión de seguir, solo que no se lo había comentado a su novio por una razón, él había escogido esa carrera por JungKook.
HoSeok les pidió que le siguieran cuando una enfermera le avisó que su esposa ya se encontraba en su habitación y que más tarde llevarían a su pequeña.
Sin embargo, la pareja de los más jóvenes se había quedado atrás.
—¿Por qué no me habías dicho que ibas a estudiar? —indagó curioso, intentando esconder el dolor que sintió al enterarse que su omega le había ocultado algo tan importante.
—No sabía cómo tocar el tema —explicó nervioso, manteniendo su vista en el suelo. Entonces la cabeza de JungKook hizo click y entendió todo.
—¿La escogiste por mí? —se paró frente a su novio, deteniéndolo—. ¿TaeHyung?
—Si... —suspiro con pesadez y por fin miro a su alfa a los ojos—. Quiero poder ayudarte, quiero ser un mejor soporte para ti, quiero darte paz, quiero saber consolarte, no solo abrazarte sintiéndome imponente al no saber que hacer —sus manos tomaron el rostro de JungKook con cariño, quien lo miraba consumido en miles de sentimientos—. No vayas a decir que eres una carga, porque mi amor, no lo eres, te quiero conmigo el resto de mi vida y para ello quiero ser lo suficiente fuerte y saber lo necesario para cuidarte mi alfa —le sonrió con amor, intentando ignorar las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos.
—¿Qué hice para merecer un ser tan perfecto como tú? —JungKook sollozo y tomó al omega entre sus brazos, escondiendo su rostro en la curvatura de su cuello.
—Te amo.
—Te amo más Tae.
JiMin se sentía nervioso, no sabía exactamente qué hacer ahora que se encontraba en la habitación de Suni, todos se habían acercado a la pareja y tomado la bebe en brazos, hasta YoonGi lo había hecho, fue una imagen muy tierna para ser sincero, nunca se imaginó que vería sonreír de manera tan bonita a ese serio alfa, porque sí, a pesar de todas esas pequeñas sonrisas que le había dedicado, no había visto una tan grande como la que le estaba dirigiendo a Sully.
—¿No vas a acercarte Minnie? —pregunto Suni al ver que el chico no se había movido de su lugar desde que llegó.
—Mmmh, yo... —vacilo, sin poder moverse.
—Ven, acércate —le pidió la omega con una sonrisita.
El rubio miró a su alrededor recibiendo miradas de aliento que lo animaron a acercarse. Avanzó hasta donde se encontraba la mujer con la bebe. Al llegar donde estaban ambas, sonrió pequeño y su mirada se dirigió a la pequeña Sully que descansaba tranquilamente.
—¿Quieres cargarla? —Suni apuntó con su cabeza a la bebe.
JiMin tan hipnotizado estaba que solo asintió. El omega se inclinó y tomó con cuidado al pequeño ser entre sus brazos, Sully hizo un sonidito que enterneció a los presentes. JiMin tomó con unos de sus dedos la manita de la cachorrita quien la hizo puñito apresando el dedo del omega.
—Es tan bonita —sonrió totalmente enternecido al ver la pequeña sonrisita que le bebita le regaló.
—Al parecer a Sully le agrado el tío JiMin —comentó HoSeok feliz.
YoonGi se quedó mirando al rubio por más tiempo del necesario, pero es que su mirada no se podía despegar del chico, la imagen frente a él estaba causando estragos en su lobo y muy en el fondo, en el también.
—Yoon —el mencionado volteo hacía Nam—. Hay noticias —dijo mientras le hacía una seña para que salieran de la habitación.
Al estar en el pasillo, habló Min.
—¿Lo tienen?
—Si, Jin recibió una llamada de un contacto del aeropuerto de Incheon, en cuanto salió lo estuvieron siguiendo, lo interceptaron hace diez minutos, ya debe encontrarse en la habitación negra —informó, recibiendo un asentimiento del mayor.
—Hay que hablar con JungKook, que venga Tae, lo va a necesitar cuando termine.
NamJoon se adentra a la habitación y al regresar venian con la pareja. Los mayores se miraron entre si logrando poner nerviosos a los chicos.
—Bien —comenzó YoonGi mirando directo al alfa más joven—. Como sabrás Kook, hace cinco años te hice una promesa y el día de hoy voy a cumplirla —habló con calma, pero eso no evitó que el joven se tensara evidentemente.
—¿Lo encontraste? —su voz sonó ahogada, pero al tiempo estaba teñida de enojo.
—Si, ya se encuentra en la habitación negra, es tu momento —YoonGi vio la determinación en el alfa quien no dudó en separarse de su omega y despedirse rápidamente de él.
Tenía a alguien que matar.
Durante el transcurso al cuartel, el joven alfa se encontraba en un asfixiante silencio, su rostro no tenía expresión alguna. Los mayores comprenden el estado del alfa, tenían una idea de todo lo que debía estar sintiendo en esos momentos JungKook, ya que, después de cinco años, tendría frente suyo al asesino de su familia y lo haría pagar por lo que había hecho, porque gracias a SeokJin se enteraron que Park Hae-Soo no solo había dado la orden, si no que igualmente había participado en aquella masacre.
Cuando llegaron al cuartel dieron vuelta para dirigirse a la entrada trasera. Al llegar, apagaron la camioneta y bajaron de ella avanzando hacía la entrada, enfrente de esta había dos guardias que les abrieron la doble puerta en el instante que su jefe les dio la señal. Al entrar había unas escaleras que enviaban al piso subterráneo, en este estaba la conocida habitación negra, pero igualmente había otras salas de tortura que usaban los cobradores para sacar información, o también habitaciones donde se desasían de los cuerpos.
Cada una de esas habitaciones estaban insonorizadas evitando que algún ruido saliera, para así evitar que los trabajaban en los laboratorios no fueran molestados por los gritos de los desafortunados que les tocaba conocer aquel infierno.
En cuanto se encontraron frente a la puerta, los tres se detuvieron.
—No tengas piedad con él —fue lo único que le dijo YoonGi al menor antes de entrar.
Cuando los tres alfas se encontraron dentro, despidieron a los que se encontraban cuidando a Park para así darle a JungKook la libertad de hablar sin terceros. Lo primero que hicieron fue despertar al hombre quien se encontraba inconsciente en un estilo de camilla con ambas manos y pies atrapados, dejándolo completamente inmóvil. El joven pelinegro tenía acceso completo al cuerpo de aquel hombre al encontrarse solo con su ropa interior.
En cuanto Hae-Soo despertó, este se encontró completamente desorientado, más que nada en cuanto vio que tenía cero control sobre su cuerpo. Miró a su alrededor hasta que su mirada chocó con la de JungKook, el hombre se sorprendió un poco al ver el claro destello dorado en aquellos ojos, pero decidió ignorarlo para concentrarse en su entorno, aun si esa mirada le resultaba extrañamente conocida.
—Puedo saber Min, ¿qué hago aquí? —pregunto observando a cada uno de ellos.
—Enero del 2018 —respondió en cambio el menor observando con odio al hombre—, la masacre al Clan Jeon, esa es la razón por la que estás aquí —terminó de explicar el joven.
—¿Y tú eres...?, no puedes decirme que eres un sobreviviente de esa noche, me asegure de que no quedara nadie —dijo observando al chico.
—¿Seguro? —indago mientras se acercaba despacio—. ¿Qué hay del hijo mayor, Jeon JungKook? —levanto ambas cejas mirando al imbécil—, ¿estás seguro de que lo mataste y no lo tienes frente tuyo apunto de hacerte pagar por lo que hiciste? —sonrió con malicia—. Eres una sucia rata que se escondió durante estos años como un cobarde y hasta ahora sale para encontrarse con el mismísimo diablo si es posible.
—¿Y qué quieres que haga ahora?, ¿tiemblo de miedo?, o te cuento como le disparé en la cabeza a tu preciada hermanita y a tu madre, o como deje a tu padre desangrarse luego de cortarle la garganta, ¿mmh? —sonrió como si fuera el dueño de puto mundo.
Que equivocado estaba.
—No me digas que realmente estás haciendo tiempo para que tu gente venga por ti —YoonGi lo miró con desprecio—, te aseguro que no es así, fácilmente con una llamada los hice que se pusieran de mi lado, tendrán un mejor líder, porque bueno, esta noche se quedarán sin el que tenían anteriormente.
—Que mierda —el hombre frunció su ceño con molestia—. Mi gente-
JungKook lo cayo disparándole en la pierna.
—Será muy divertido para ti intentarte hacerte el valiente, pero aquí y ahora desearás no haber nacido, desearás jamás haberle puesta una mano a mi familia, si es posible te haré suplicar por tu muerte, pero no te daré esa dicha, te pudrirás moribundo hasta que tu cuerpo colapse, sufriendo cada segundo, lo juro —los ojos del menor estaban dorados, incrustados de una insaciable sed de venganza.
Jeon tomo una navaja y la clavo directo en donde había disparado, comenzó a trazar una línea que le sacó un fuerte grito al hombre, en cuanto el corte quedó listo, YoonGi se acercó con una cubeta donde tenía sal en agua, el joven tomó un puñado y lo comenzó a esparcir en la herida causando en Park un dolor inimaginable.
En aquella habitación, JungKook se encargaría de causarle el triple de dolor que lo hizo pasar durante esos años y se encargaría de vengar a su familia.
Durante un poco más de dos horas, los alfas se encontraron dentro de la habitación, pero solo uno fue el que hizo el trabajo, los otros dos solo observaron y dejaron al joven hacer lo que quisiera. En esos momentos lo único que quedaba era un hombre que respiraba de pura suerte, pero que sabían le quedaban minutos de vida solamente para de ahí ir a pudrirse en el infierno.
—¿Estás bien? —preguntó NamJoon en cuanto vio que los ojos de JungKook volvieron a la normalidad.
—Lo hice —dijo casi inaudible.
—Lo hiciste —confirmó el pelirojo.
El joven se quedó en silencio luego de ello, se veía satisfecho, pero también sabían que todo eso, también llevaba un gran peso emocional sobre él, ya que después de cinco años por fin podría comenzar a cerrar ciclo y superar como era debido uno de los sucesos más traumáticos que había sufrido en su vida.
—Necesito...necesito ir a casa.
Dicho eso, JungKook salió de ahí con rapidez.
En el transcurso de camino a su hogar solo pensaba en lo mucho que necesitaba a TaeHyung, lo mucho que necesitaba de sus brazos, sus cariños, sus besos y su aroma. Nunca lo había necesitado tanto como en ese momento.
TaeHyung corrió hacia la puerta en cuanto escuchó el carro detenerse. Él sabía que lo mejor era volver a casa y esperar a su alfa ahí luego de que todo acabara, sabía que JungKook lo necesitaría.
En cuanto abrió la puerta el alfa se abrazó al omega y comenzó a llorar.
Como pudo, el castaño cerró la puerta y dejó que su novio llorara, que sacara todo lo que tenía que llorar. Aquella situación lo lleva devuelta a todas esas veces que abrazó al pequeño JungKook de quince años, aquel niño que le fue arrebatado todo. De alguna forma, el dolor de perdida los había hecho conectar, TaeHyung había perdido a su madre cuando era un niño y Sunmi una bebita de tres meses, siendo abandonados a su suerte por su padre poco después, gracias a ello, NamJoon se tuvo que hacer cargo de ellos dos y los cuido hasta que los Min los encontraron y les dieron un hogar.
Ambos habían perdido personas importantes para ellos y Tae lo había entendido mejor cuando se le fue arrebatada su pequeña hermana, él entendía y no juzgaba que en esos momentos su alfa estuviera manchado de sangre, porque si él tuviera la oportunidad de hacer pagar a aquel que le quitó una de las personas más preciadas en su vida, lo haría sin dudarlo, sin importarle si le tocaba manchar sus manos.
Minutos más tarde, JungKook logró calmarse, así que siendo guiado por su omega se dirigieron al baño de su habitación donde Tae se encargó de desvestir al alfa y meterlo bajo la ducha para lavar sus manos y cualquier rastro que pudiera quedar en su piel. Cuando estuvo listo, ambos se dirigieron a la habitación donde el pelinegro fue sentado. TaeHyung se sentó en su regazo y le secó el cabello a su alfa. El tacto del omega fue completamente lleno de cariño, amor y una devoción que hizo temblar a JungKook.
—Te amo, te amo tanto —el rostro del pelinegro se escondió en el pecho de su novio.
—Sabes que también te amo y estaré aquí para ti, siempre —prometió con amor.
En cuanto el alfa subió su rostro, ambos compartieron un beso lleno de miles de sentimientos, tantos que los sobrepasaba por completo. Eran el pilar del otro sin importar que, se tendrían siempre al otro, amándose a pesar de todos los obstáculos que se pudieran atravesar en un futuro.
holaaa, e aquí un capítulo nuevo
aaaaah, en fin, como dije este iba a ser
una preciosa montaña rusa de emociones
se que casi no hubo yoonmin aquí, pero le
di algo de protagonismo al Jungkook por algo,
aunque eso si, casi lloro escribiendo lo
último :')
bueno, bueno, gracias a las
personitas nuevas que llegaro, un
beso enormeeee 💕.
les presento a Jung Sullyoon <3:
se les quiere~
mena.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top