O24: FAMILIA MIN
—¿Listo? —JungKook se acomodó en su lugar con las almohadillas en sus palmas, aplaudiendo con ellas. JiMin asintió—. Bien, empecemos.
El omega comenzó a dar golpes en las almohadillas a un ritmo marcado, derecha izquierda, abajo. JungKook lo animaba, el alfa era hábil y JiMin como podía le seguía el ritmo. Luego de que llegaron de su viaje, JiMin habló con su pareja acerca de empezar a tomar clases de defensa personal, YoonGi estuvo de acuerdo y le asignó la tarea a JungKook, quien lo ha estado entrenando los últimos dos meses.
Se sentía orgulloso de su progreso, pues ya conocía algunos movimientos en caso de que lo intentarán atacar, estos estaban especialmente enfocados en la ligereza de un omega, reforzando su compostura un poco más pequeña y pudiera así derribar a alfas mucho más grandes que él.
—¡Bien!, buena derecha —felicito él joven pelinegro—. Mañana retomaremos el entrenamiento cuerpo, cuerpo. Lo haces bien Jimin-ssi —le sonrió para estirar su mano libre ya de la almohadilla y chocarla con el omega.
—Todo es gracias al gran entrenador que tengo —JiMin puso los guantes bajo su brazo para comenzar a quitarse las vendas de sus muñecas.
JungKook solo asintió, con una pequeña sonrisa avergonzada, no era bueno recibiendo cumplidos. Al levantar su mirada, reconoció la silueta de cierto alfa entrando a la sala.
—Uh, mira quien llego —el joven alfa apuntó hacía la entrada de la sala de entrenamientos.
JiMin al voltear, se encontró con YoonGi parado de brazos cruzados y mirándolos atentos, al abrir sus brazos, el omega salió corriendo a su encuentro, saltó y fue atrapado por los fuertes brazos de su alfa. Se aferró al cuello del mayor sintiendo como el aroma de este lo rodeaba. Lo había extrañado, aun cuando solo habían sido 24hrs sin verlo.
—¿Me extrañaste? —preguntó el alfa en cuanto JiMin puso sus pies en el suelo.
—Mucho, fue difícil pasar la noche sin tí, me tienes muy mimado —puchereo con fingida molestia—. Además me tenias un poco preocupado, ¿todo salió bien? —indago mientras sus ojos recorrían todo el cuerpo del alfa en busca de alguna herida.
—Todo perfecto y regrese intacto —aseguró para finalmente dejar un corto besos en los rojizos labios de su omega—. Por cierto, ¿quieres tomar tu lección de hoy?
—¿Eh?, espera, ¿si me enseñaras? —sus ojos se iluminaron llenos de emoción.
YoonGi no sabía que tan bueno era que su novio se emocionara porque lo enseñara a usar un arma.
—Vamos, ya lo analice por mucho tiempo, creo que sería bueno por cualquier cosa, solo espero no tengas que usarla realmente, repito es solo precaución —Min tomó la mano del menor y lo dirigió a la sala de tiro.
JiMin se quedó parado frente a una de las casillas viendo cómo YoonGi hablaba con un chico quien le entregó la pistola y el equipamiento necesario. Al llegar con él, Min dejo las balas y el arma descargada en la barra de cemento.
—De acuerdo, la meta es que logres cargarla y apuntar con rapidez, te mostraré cómo lo hago y después pasaré a explicarte paso a paso, ¿bien? —miró con seriedad al menor, quien asintió entendiendo.
YoonGi le entregó las orejeras y unos lentes transparentes, luego de que JiMin se pusiera el equipo de protección él igualmente lo hizo. JiMin se alejó un poco y observó al alfa con detenimiento. Con ojos atentos vio al mayor cargar el arma, apuntar y disparar con una velocidad impresionante. Parpadeo un par de veces atónito, eso había sido asombroso.
—¿Qué te pareció? —indagó el alfa volteando a ver a su pareja, quien aún tenía una expresión de sorpresa en su rostro.
—Fue increíble —una sonrisa se deslizó en sus labios—. ¿Cuánto tardaste en lograr esa velocidad? —preguntó quitándose los lentes.
YoonGi se recargo en la barra luego de descargar la pistola.
—Unos, tres meses —respondió encogiéndose de hombros—. Pero practicaba todos los días por horas, yo no quiero que hagas eso, con que agarres la suficiente habilidad será suficiente —estiró su mano hacia el menor y este la tomó acercándose a Min.
—De acuerdo, ¿con que iniciamos? —indago con cierta emoción.
YoonGi se posicionó detrás del menor y tomó las manos de este acomodandolas de forma de que apuntará hacia el objetivo, con delicadeza movió su mano junto la de JiMin para finalmente quitarle el seguro y disparar. Ante la fuerza del disparo JiMin se tambaleo un poco, pero fue detenido por YoonGi.
—Tus pies quedaron mal acomodados, mira —el alfa dejó el arma a lado y posicionó sus manos en la cintura del joven y con sus propios pies acomodo los de JiMin—. ¿Ves?, así deben estar, ahora toma el arma.
El omega la tomó y de nuevo tuvo las manos del mayor sobre las suyas, las estiró de forma que se formará un triángulo gracias a sus manos unidas junto al arma. Con calma le explicó cómo debía tomarla, los trucos para lograr apuntar y qué lugares eran los mejores para debilitar a un oponente. Luego de un par de explicaciones YoonGi lo dejó disparar solo, aunque se mantuvo pegado a él, pues aún no lograba estabilizarse por completo.
—Estás aprendiendo rápido —le felicito luego de un par de minutos practicando, recibiendo una linda sonrisa de su omega—. ¿Quieres intentarlo tú solo?
—Sip, creo que ya logró equilibrarme mejor.
YoonGi se alejó y observó al menor cargar el arma, apuntar y disparar, finalmente una sonrisa orgullosa se deslizó en sus labios al ver como JiMin logró equilibrarse con perfección, a su puntería aun le faltaba más práctica, pero de ahí en más, parecía estar mejorando en el poco tiempo que llevaban ahí.
—¿Viste? —JiMin se volteó emocionado, dejó el arma y dio pequeños saltos antes de abrazar al mayor.
—Lo estas haciendo bien amor, pero es hora de comer, además debo decirte algo —le dijo en cuanto ambos quedaron de frente, recibiendo un suave asentimiento de su novio.
En cuanto llegaron a su casa JiMin se fue a su habitación a darse un baño mientras YoonGi hacía la comida, al regresar ya listo se sentó junto a su alfa a comer, hablaron un poco del viaje de YoonGi, que fue más que nada para atrapar a un traidor, quien era uno de sus cobradores e intentó escapar con dinero que era de él, aunque la cosa estuvo algo intensa, todo salió bien.
—Por cierto que era lo que me ibas a decir, nos picamos toda la comida hablando de ese tonto cobrador —JiMin jugueteaba con la mano que tenia su alfa sobre su abdomen.
Luego de que acabaron de comer, se fueron a la sala de estar y se recostaron en el sofá para seguir pasando tiempo juntos, tenían planeado seguir viendo su serie.
—Ah, cierto —YoonGi bajo su mirada para encontrarse con los ojitos de su omega, quien estaba recostado sobre sus piernas—. Mis padres regresaron de su viaje y mi madre más que nada quiere que tengamos una cena formal entre los cuatro, dice que a pesar de que ya te conoció en mi fiesta de cumpleaños no ha podido conocerte realmente como es debido, así que dijo que mañana sería un buen día para una cena —explico con calma, notando como el rostro de su novio pasaba de tranquilo a confusión.
Se levantó para quedar sentado a lado de Min, JiMin se veía algo constipado aun intentando procesar la información.
—¿Mañana?, ¿por qué tan pronto?, ¿no se podía hacer la próxima semana?, hyung~ —JiMin se dejó caer con dramatismo siendo solo observado por el mayor.
—Tranquilo, solo será un cena, y será aquí en casa si quieres para que tu prepares la comida, si no quieres iremos a un restaurante, solo es pasar un tiempo con mis padres, estarás bien —intentó animar mientras escondía la diversión en su voz.
—Es que para estas cosas ocupó una semana para prepararme mentalmente y no terminar con un colapso nervioso —mordisqueo su labio inferior sintiendo algo ansioso de solo pensar lo que pasaría en menos de 24hrs.
Pero todos aquellos pensamientos volaron por una ventana cuando en un hábil movimiento terminó sobre el regazo de su alfa, una de sus grandes manos alrededor de su cuello, la otra en su cintura, y aquellos labios sobre los suyos. Un suave jadeo escapó de su garganta al sentir los dientes del hombre morder el su labio antes de profundizar el beso, se sintió deshacerse sobre sus brazos.
De un momento a otro no pudo pensar en nada más que en aquellas manos deslizándose dentro de su playera, su cuerpo comenzaba a reaccionar a las caricias del mayor y sabía que pronto todo pasaría a segundo plano así que se separó con su respiración acelerada.
—Antes que nada, está bien, mañana haremos la cena, la haré yo.
—¿Seguro?
—Mierda, si, ahora solo follame.
YoonGi no pudo evitar soltar una pequeña risa ante la desesperación en la voz de su omega, así que rápidamente lo acostó sobre el sofá y se posiciono sobre él, tomo la orilla de la playera del menor y se la quitó mientras su boca comenzaba a buscar la dulce de JiMin, quien comenzó a desabrochar el cinturón con algo de torpeza por querer quitárselo pronto. El omega no pudo evitar observar lo bien que se veía el alfa con su traje, y cierta idea cruzó por su cabeza.
—Quítame la ropa, pero tu déjatela puesta.
El alfa lo miró con una ceja alzada, intentando entender la petición del rubio.
—¿Quieres que lo hagamos así? —preguntó deslizando su boca por el pecho de JiMin.
—S-si, por favor.
—Bien, tus deseos son ordenes, bonito —dijo con una coqueta sonrisa en su rostro que hizo suspirar a JiMin algo atontado.
Sus manos tomaron el short que llevaba el menor, quitándoselo con todo y ropa interior, las prendas cayeron en algún lado de la sala, mientras que el rostro del alfa comenzaba a desaparecer entre las piernas de JiMin, quien deslizó su mano hacía el cabello rojizo de su novio. Min frotó su nariz contra los muslos del omega, sintiendo como el aroma a lubricante comenzaba a marearlo, aquel bello lugar estaba húmedo y palpitante. Sus labios dejaron un suave beso antes de que su lengua decidiera profanar aquel agujero.
JiMin se aferró al cabello de su alfa mientras mordía su labio intentando calmar un poco sus gemidos, su espalda sintió un fuerte escalofrío que lo hizo arquearse. Su cuerpo era un desastre total, temblaba y estaba húmedo por el sudor, sin contar que todo el lugar ya se encontraba impregnado de sus feromonas. Era caliente y sofocante.
—Oh, por la diosa hyung —sus dedos jalaron los cabellos rojizos del hombre quien soltó un grave gruñido satisfecho al notar lo mucho que estaba haciendo disfrutar a su pareja.
De un momento a otro se separó, dejando por completo a la deriva a JiMin, quien soltó un quejido al perder el calor de YoonGi, aunque la inconformidad duró poco, pues Min tomo su rostro con una de sus manos para besarlo, desesperado, hambriento. Joder, como amaba cuando su alfa se descontrolaba.
—No se que haces conmigo —confesó sobre sus labios.
JiMin sonrió con ligereza antes de volver atraerlo hacía sus labios. Entre sus besos, sintió la presión de algo sobre su entrada, lo cual comenzó a llenarlo, aquella gran erección lo estaba desconectando de la realidad. Min comenzó a moverse con lentitud, dando golpes cortos y certeros, poniendo a los dos en un subibaja de sensaciones.
Aquel ritmo no duró mucho, pronto los pies del omega estaban sobre los hombros de YoonGi, quien comenzó a moverse con rapidez. JiMin solo sentía el rose de la ropa sobre sus glúteos que comenzaban a arder un poco, pero no podía realmente ponerle atención al sentir como aquel miembro daba justo en aquel punto. Sentía que terminaría delirando, completamente hipnotizado bajo aquel gran cuerpo, en la mira de esos bellos ojos negros.
El alfa amaba ver aquella imagen desastrosa del menor, verlo lloroso y gimiendo su nombre entre lloriqueos, era simplemente alucinante, ver como lo tenía solo para él, aquel omega que parecía tallado por los mismos ángeles, lo amaba y le encantaba sentir apretarlo y llevarlo al mismo infierno y traerlo de vuelta.
JiMin simplemente ya no estaba aguantando, su cuerpo hormigueaba y la fuerza y exactitud de las estocadas estaban por llevarlo al borde.
—Alfa —llamó con desespero—. Ah, mierda, estoy...voy a... —la voz se le cortaba.
YoonGi dejó caer sus piernas y siguió arremetiendo contra su cuerpo apunto de colapsar. Poco a poco aquel conocido cosquilleo empezó a recorrerlo y noto que Min estaba igualmente en el abismo de su clímax, así que tomó la corbata del alfa y lo jalo hacía él, besándolo mientras el ansiado orgasmo los recorría.
Con lentitud alejaron sus rostros, dejando solo sus frentes pegadas, escuchando la acelerada respiración de su compañero.
—Te amo.
JiMin sonrió con cierta diversión.
—Yo también, alfa.
JiMin revisó por segunda vez el caldo, asegurándose que todo iba bien.
Llevaba cocinando desde ya un par de horas, había planeado una buena cena y mientras los platillos principales se cocinaban estaba preparando el postre, el cual era un pay de limón, ya que según a lo que le contó su alfa, era el favorito de sus padres. Mientras revisaba que se haya enfriado bien el pay, sintió unos brazos rodeando su cintura.
—Huele muy bien toda la casa, ya me está dando hambre —dijo YoonGi escondiéndose en el cuello de su omega inhalando su aroma.
—Aún queda tteokbokki del otro día, puedes calentarlo en el microondas —le ofreció JiMin, apuntando a la nevera.
—Eso suena bien —Min se alejó del cuerpo del menor para sacar la comida.
Puso el plato en el microondas y lo dejó unos minutos mientras se servía algo de tomar. JiMin por su parte estaba decorando el postre, había terminado de rallar el limón y las galletas que estaban sobre el pay, ahora estaba cortando los limones en delgados triángulos para la siguiente parte de la decoración.
—Que bonito te está quedando —YoonGi tomó un bocado de su comida antes de ofrecerle al menor quien lo aceptó con gusto.
—¿Si?, espero que les guste.
Más tarde JiMin le dio los últimos detalles para meterlo a la nevera y terminar con la comida. YoonGi estuvo dando vueltas a su alrededor, dándole un poco de comida, pasando cosas que ocupará, el alfa mas que nada estaba solo haciendo un poco de compañía, ofreciéndose para arreglar la mesa y poner los platos como su aportación a la cena.
—Ve a bañarte tu primero, mientras yo termino aquí —Min alejó el trapo que había tomado el menor y comenzó a empujarlo fuera de la cocina.
—¿Seguro, hyung?
—Si, es lo mínimo que me toca hacer, ahora ve, aún falta que lleguen mis padres tendremos tiempo —dejo un par de palmadas en los hombros de su novio y se regresó a la cocina.
JiMin finalmente terminó aceptando y se fue.
A las siete de la tarde, el timbre de la puerta fue tocado, el omega tomó una gran bocanada de aire antes de soltarla, con su novio abrieron la puerta y se encontraron con los señores Min, quienes les regalaron una cálida sonrisa, se saludaron entre cortos abrazos para finalmente entrar a la casa.
Los cuatro se dirigieron al comedor principal que se encontraba justo a su derecha desde la puerta de la entrada. El gran comedor de ocho sillas se encontraba con un pequeño florero, una botella de vino y la comida en medio lista para servirse.
—Oh, pero que lindo —la mujer miró la decoración encantada antes de tomar asiento luego de que su esposo recorriera la silla por ella—. Y todo huele delicioso, JiMin, realmente te luciste —le felicitó con una bella sonrisa.
—Gracias, aunque el crédito por la decoración es para YoonGi hyung, él fue el que arregló la mesa —el omega apuntó con una sonrisita al alfa a lado suyo.
Yi Seo volteo hacía su hijo quien solo asintió.
Durante la cena hablaron de diversos temas, no indagaban mucho simplemente deseaban pasar una velada tranquila. Gracias a las anécdotas que contó la mujer, JiMin se enteró de muchas cosas sobre la niñez y la adolescencia de YoonGi, a pesar de todo que alfa tuvo que pasar desde temprana edad, logró vivir y experimentar como un chico normal.
—Aunque no lo parezca, de niño era muy travieso, le encantaba esconderse por la casa y a veces pasábamos un par de horas buscándolo, me saco varios sustos con sus travesuras —soltó una suave risita apuntando a YoonGi, quien solo se encogió de hombros en actitud inocente.
—Bueno, para seguir deja voy por el postre —JiMin se paró de su lugar y comenzó a recoger los platos y los recipientes de la comida.
Min lo ayudó a llevar las cosas, regresando antes al comedor mientras el omega tomaba todo lo necesario para servir el postre. Para cuando el joven alfa regresó, se encontró con sus padres hablando en voz baja, como intentando esconder algo.
—¿Sucede algo? —preguntó curioso, la expresión completamente seria de su madre lo ponía algo nervioso.
—Nada Gigi —la mujer negó restándole importancia, incorporándose en su lugar—. Por cierto, ¿cuándo es el cumpleaños de JiMin?, para ver cuando celebrarlo o si ya pasó —la omega tomó una de las servilletas de la mesa y comenzó a doblarla.
Acción que hacía cada vez que se encontraba ansiosa.
—El trece de octubre, aun falta para su cumpleaños —respondió, poniendo especial atención al actuar de su madre, notando la clara sorpresa que atravesó sus ojos.
—Oh, perfecto, así podré preparar su regalo —sonrió, aunque se notó en cierta forma como se esforzaba porque su expresión no flaqueara.
YoonGi tenía muchas preguntas, pero antes de poder siquiera poder decir algo, sintió la presencia de su omega y decidió no decir nada por el momento. JiMin dejó el pay en medio de la mesa y le entregó un plato a cada uno con sus cubiertos.
—Yoonie me contó que les gustaba el pay de limón, así que sentí que sería un buen postre, espero les guste —sonrió, escondiendo tras el gesto su nerviosismo.
Min tomó la mano del menor y lo hizo sentarse, sabía que le importaba mucho la opinión de sus padres y lo entendía, pero también sabía que sus padres lo amaban, el simple hecho de haber sido su madre la que pidió la cena fue una buena señal, cuando salió con otras personas jamás se comportó como lo hace con JiMin. Y le alegraba eso.
—Por la diosa JiMin, no dejas nunca de sorprenderme, serás un repostero excepcional —dijo la señora Min, completamente satisfecha—. Dime, ¿a tus padres les gustaba hornear?, o cómo fue que nació tu amor por la repostería —indagó con interés.
—Mmh, no, mis padres nunca fueron fans de cocinar u hornear, fue algo que nació cuando era joven y mis padres simplemente decidieron apoyarme —contó con una bella sonrisa, le hacía sentir bien poder hablar de sus padres sin sentirse asfixiado.
—Me alegra oír eso, es bueno saber que fuiste cercano a tus padres.
—Si, a pesar de que el trabajo a veces era algo exigente, siempre se dieron el tiempo de estar conmigo —un ligero sentimiento lo recorrió, jamás dejaría de extrañarlos.
—¿En qué trabajaban? —Yi Seo intentó actuar lo menos invasiva posible, pero no logró librarse de la mirada curiosa de su hijo.
—Ah, eran dueños del Grupo Park, una empresa de farmacéuticos, ahorita un primo de mi padre se encarga de la empresa —dijo sin mucha importancia.
Pero para los señores Min aquella información había sido más impactante de lo que esperaban y YoonGi no pasó por desapercibido aquella extraña mirada que se dirigieron sus padres entre ellos. Había algo que ellos no sabían y debía descubrirlo, pues parecía estar su omega involucrado.
sinceramente, esa escena no estaba
planeada, pero ahí salió, así que bueno 🤭
en fin, al parecer los señores min traen
algo entre manos... 👀
bueno, bueno, gracias por su
espera, nos vemos después <3
se les quiere
mena 𖹭
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