O23: 100 DÍAS

Dos meses después.

JiMin corrió hacía la puerta de la entrada al escuchar el timbre, al abrirla se encontró con Suni y la pequeña Sully en sus brazos. El menor tomó a la pequeña luego de saludar a la mujer, entrando finalmente a la casa. TaeHyung quien se encontraba en la cocina, salió corriendo a su encuentro saludando a la mayor y a la bebé, quien respondía con adorables sonidos y sonrisas de encías.

—¿Pero quién es la bebé más tierna del mundo? —el castaño tomó los cachetitos de la pequeña y los apachurro con cariño.

Suni tomó asiento en el sofá observando como el par de jóvenes se entretenían con su hija, mientras ella tomaba un pequeño respiro, estaba cansada, Sullywoon acababa de salir de un resfriado que no los había dejado dormir bien los últimos días.

—¿Están seguros que quieren ayudarme con Sully mientras están de vacaciones? —Suni se cruzó de brazos, observándolos con atención, con una de sus cejas alzadas de forma interrogativa.

—Sip, sabemos que no es algo fácil, por eso mismo queremos ayudarte, además así tendremos algo que hacer durante este tiempo —respondió JiMin, acomodando a la niña en sus piernas al tomar asiento junto a la mujer.

—De acuerdo, pero no pueden arrepentirse después, ¿entendido? —los apuntó de forma acusatoria, haciéndolos reír poco después.

Rápidamente los tres adultos enfocaron su atención a la más pequeña, quien hacía pequeños ruidos para hacerse notar, lográndolo sin mucho esfuerzo. TaeHyung tomó uno de los juguetes que la mujer trajo y comenzó a jugar con la bebé quien soltaba dulces risas que llenaban toda la sala de estar.

Suni no pudo evitar poner demasiada atención en la forma natural en la que los más jóvenes se desenvuelven al cuidado de la bebé, ese aire paternal que los rodeaba y como sus aromas se sentían mucho más suaves al punto de volverse delicadas esencias relajantes que rodeaban a la niña, pero sin ser invasivos y tapar el aroma de sus padres.

—¿Han pensado tener hijos en un futuro?

Los chicos voltearon hacía la mujer, mirándola confusos.

—Umh, ¿por qué la pregunta, noona? —indagó JiMin, incorporándose en su lugar cuando su brazo se cansó de tener a la niña en brazos.

—Por nada, solo tengo curiosidad, no se si sea solo una idea mía por como tratan a Sully, pero parece que les gustan muchos los niños —comenzó a explicar, teniendo toda la atención de los más jóvenes—. ¿No les gusta la idea de formar una familia con su alfa?

TaeHyung mordisqueó su labio pensativo.

—La verdad si, aunque personalmente aún me falta mucho para eso, apenas inicie mi carrera —dijo el castaño con una sonrisita, volteando después hacía JiMin—. Aunque, Chim podría ser el siguiente, le queda un año de la especialización, aunque no se cuanto tiempo quiera esperar luego de terminarla, pero se que es menos que en mi caso —apuntó al rubio quien repentinamente se había puesto tímido.

Su cabeza creó una imagen mental muy linda de cómo sería un bebé suyo y de YoonGi, su omega se había emocionado demás, pues su aroma ahora lo estaba delatando frente a Suni y Tae, haciéndolo sonrojar.

—Sería lindo, tal vez dentro de dos, tres años —habló JiMin jugueteando con las manos de la bebita—. Aún falta la marca y tal vez... ¿casarnos? —el omega soltó una risita nerviosa al ver las expresiones enternecidas de sus amigos.

—Park JiMin, ¿estás pensando en matrimonio?, si que estás enamorado —Suni sonrió emocionado, picando el brazo del menor.

—Por la diosa, no llevamos ni seis meses juntos y ya me hice toda una vida, estoy perdido —escondió su rostro en la pancita de Sully, quien soltaba pequeñas carcajadas ante las cosquillas.

—Te aseguro que no eres el único que piensa en grande, muchos creen que los omegas somos los más intensos en el amor, pero eso es mentira, son los alfas, aun recuerdo que JungKook me pidió matrimonio al mes de estar saliendo, cabe aclarar que estaba algo borracho, pero se oía muy sincero. NamJoon casi se desmaya —soltó una risita recordando el momento—. Es más probable que YoonGi ya tenga hasta la propuesta planeada, así que tu tranquilo —TaeHyung posó su mano en el hombro del rubio mientras le sonreía con calma.

La conversación iba continuar, pero se vio interrumpida por el celular de JiMin, quien le dio la bebé a Tae mientras se levantaba de la sala y se alejaba a un apartado más silencioso para atender la llamada. Luego de sonreír al ver que se trataba de su alfa, deslizó su dedo en la pantalla aceptando la llamada.

—Hola alfa —saludó tomando asiento en la barra de la cocina.

Hola cariño —contestó el mayor—. Te llamaba para saber si estás libre mañana por la tarde —indagó el hombre, escuchándose en el fondo el sonido de unos papeles.

Lo más probable es que estuviera en su oficina.

—Estoy libre, ¿por qué la pregunta? —curioseo jugando con su collar—, vivimos juntos hyung, podrías preguntarme ya que llegaras.

Ocupaba saberlo ahorita, ya entenderás porque —aclaro YoonGi, el omega casi pudo imaginarse al mayor encogiéndose de hombros mientras miraba hacía algún punto de la habitación, gesto que hace cada que le oculta algo.

Aunque varía dependiendo de lo que está tramando.

—De acuerdo, ahora estoy intrigado —JiMin mordió su labio inferior al escuchar la risa de su novio.

Solo te dire que mañana es 11 de junio —dicho eso, Min dio por terminada la llamada. JiMin miro la pantalla de su celular con una mueca confusa.

—11 de junio...

Con la duda dando vueltas en su cabeza, decidió revisar su calendario. Al ver lo que tenía marcado en ese día, una pequeña sonrisa se formó en sus labios, mañana es 11 de junio, su aniversario de cien días.

El solo pensar que YoonGi tenía algo planeado, lo hizo soltar un chillido emocionado.

—Donde crees que sea mejor pedir matrimonio, ¿en la playa o en París? —preguntó con su entrecejo arrugado.

—¿Qué? —NamJoon volteó a ver al mayor quien llevaba mínimo una hora pegado a su computadora.

—Solo era una pregunta, ¿por qué me miras así? —YoonGi hizo una mueca, concentrándose de nuevo en la pantalla enfrente suyo.

—Estas hablando de matrimonio hyung, JiMin aún no se gradúa se más paciente —dijo el peligris mirando aun intrigado y con un deje de diversión a su mayor.

—Lo sé, por eso se lo propondré después de que se gradué —aseguro con seriedad, logrando que NamJoon lo mirara sorprendido.

—¿Hablas en serio? —el menor se acomodó en su lugar mirando a Min con sorpresa—. ¿Te quieres casar con JiMin? —parpadeó con rapidez, intentando procesar lo dicho por su amigo.

—Por algo te lo estoy diciendo —el pelirrojo se recostó en el respaldo de su silla, enredando su manos sobre su abdomen—. Nam, mi lobo y yo no nos vemos con alguien más, JiMin me complementa, esa luz que siempre me hizo falta la encontré en él. Lo amo y te aseguro que estoy por completo entregado a él —una ligera sonrisa se deslizó en sus labios, mientras su cabeza reflejaba una bella imagen de su omega.

—Bueno... no puedo decir nada en contra de eso, en realidad me alegra saber que sientas todo eso por él, ambos son el uno para el otro —Nam se inclinó y se recargó sobre sus rodillas observando al alfa—. Así que respondiendo tu pregunta, París es la ciudad del amor, ¿no?

YoonGi asintió de acuerdo.

Sin embargo, dejó de lado lo relacionado a la propuesta para la cual aún faltaba mucho y se encargó de poner toda su atención en lo de su aniversario de cien días, hizo una reservación en un restaurante de comida francesa. JiMin últimamente ha estado algo obsesionado con su cocina y quiere probar alguno de sus platillos para luego recrearlos.

Sabía que sería toda una experiencia.

Luego de confirmar que todo estuviera en orden acerca de su reserva, se levantó de su lugar saliendo de su despacho, siendo seguido por Kim. Cuando llegaron al piso de abajo donde se encontraba su secretario, fue detenido por este mismo, quien al estar frente al alfa, hizo una pequeña inclinación con su cabeza como saludo.

—Alfa Min, la asistente de Kim So Yeon acaba de comunicarse conmigo preguntado por una posible reunión, quiere discutir una posible asociación con usted, igualmente me mandó un documento informándonos sobre los posibles beneficios que podría resultar —Jiwon estiró la tableta que llevaba en sus manos, siendo aceptada por el alfa.

Min reviso con cuidado lo redactado en dicho documento, sus ojos leyendo con desinterés hasta que noto que se mencionaba su cadena de bares. Se dirigió hacía NamJoon mostrándole lo mismo que había leído, al notarlo igualmente ambos estuvieron de acuerdo de forma silenciosa, que algo extraño había en dicha propuesta.

—Todos saben que no estoy interesado en alguna asociación donde involucre mis bares, yo soy el que busca a los inversores o posibles socios, si leíste la propuesta debiste rechazarla en ese mismo instante —el alfa le entregó la tableta al omega—. Recházala.

Jiwon asintió con su rostro mostrándose avergonzado.

—¿Kim So Yeon?, ¿no la rechazaste hace tres años?, creo que fue por sus antecedentes en el mercado negro —comentó NamJoon en cuanto se alejaron—. ¿Para qué intenta acercarse otra vez?, ya debería estar enterada de las condiciones.

—Lo sé, por ahora hay que estar atento a cualquier cosa —dijo YoonGi, deteniéndose y dirigiendo su mirada hacía la recepción—. Hay que tener un ojo sobre Jiwon, últimamente ha estado extraño, un solo signo de que se haya vuelto un soplón y le tocará visitar el sótano.

YoonGi se recargó en el marco de la puerta de su habitación, observando como su omega terminaba de arreglarse. Sus ojos lo recorrieron de pies a cabeza, notando como aquellos pantalones negro se amoldaban a sus piernas, remarcando su cintura gracias a la camisa holgada que se encontraba fajada. Cuando su mirada se encontró con aquel bello perfil, no pudo evitar quedarse algo embobado, viendo como JiMin deslizaba el bálsamo sobre sus pomposos labios.

—Hyung —llamó el menor, atrayendo la atención su mayor—. ¿Ya nos vamos? —preguntó con una bella sonrisa en su rostro.

Min no pudo evitar imitar el gesto al verlo ahí parado, sus ojos vueltos una lindas medias lunas, su cabello ondulado cayendo como pequeñas cascadas de oro, su mejillas pomposas. Su omega brillaba como nunca y no podía ser más feliz como en ese momento.

Se acercó con lentitud, posando sus manos alrededor de la cintura de JiMin, para después juntar sus labios con los del menor, quien aceptó el beso con gusto. JiMin rodeó el cuello del alfa con sus brazos dejándose llevar por la calidez del cuerpo más grande, perdiéndose en el sabor de los labios de YoonGi.

Min se alejó de aquellos labios rosados con una sonrisa enorme en su rostro, recargando su frente sobre la contraria, ambos envueltos entre la suavidad de sus aromas y por completo perdidos en los ojos del otro.

—Te amo mi luz —confesó en voz baja, como un pequeño susurro que rodeo el corazón del chico entre sus brazos—. Te amo como en todas mis vidas pasadas y en las próximas.

—Por la diosa, ¿qué hice para merecerte? —JiMin sorbió su nariz ante el intenso sentimiento que lo recorrió sin piedad.

—Me preguntó lo mismo todos los días —murmuró YoonGi, su voz cargada en sinceridad.

JiMin deslizó sus manos hasta el rostro de su novio, observando como aquellos ojos negros lo miraban con una dulzura que lo estaban haciendo derretirse entre los brazos del alfa. Sentirse tan amado por alguien se le hacía tan irreal, después de tantas complicaciones, tantos obstáculos estaba siendo feliz de verdad.

—Es mejor que nos vayamos, o se nos hará tarde —JiMin dejo un rápido beso en los labios del mayor antes de alejarse del alfa y tomar sus cosas.

Al llegar al restaurante, fueron recibidos por el hostess quien amablemente preguntó por su reservación, al ser verificada un mesero los guió hacía su mesa, la cual se encontraba junto al ventanal, dándoles una preciosa vista del Lago Seokchon y el extenso cielo estrellado de la noche. JiMin no tardó en reconocer el lugar, volteando a ver a su novio quien simplemente le dedicó una media sonrisa.

El mesero les entregó el menú y se retiró mientras escogen su comida.

—No puedo creer que me hayas traído a un restaurante francés, ¿sabes lo mucho que quería venir a uno? —su rostro se iluminó, mostrando su emoción.

—Lo sé, llevas hablando de ello por más de dos semanas, así que me imaginé que sería un buen lugar —dijo mientras leía el menú—. Además tengo un conocido francés que vino a Corea hace un mes así que le pregunté si conocía un buen lugar y me recomendó este, así que espero cumpla tus expectativas —dejó la carta a un lado para fijar su mirada en su omega.

JiMin sonrió enternecido, recargando su mejilla sobre su puño.

—Mi duda ahora es, ¿cómo te comunicaste con él?, ¿sabes francés y no estoy enterado? —lo miró con curiosidad y un toque de coquetería en sus ojos.

YoonGi se incorporó en su lugar, estirándose un poco logrando que su camisa de vestir tinta se pegara a su torso, detalle que el rubio no pudo evitar notar. Últimamente su alfa se ha estado ejercitando más y los resultados son realmente gratos a la vista. Cuando el mayor noto cómo lo miraba su pareja, su lobo no tardó en resolverse orgulloso al ver el gusto en aquellos ojos mieles.

—No, no hablo francés, nos comunicamos en inglés —respondió, regresando la atención de su omega a su rostro. Reprimió una risita al verlo sonrojarse.

—Ya veo, ¿y no hay otro idioma que sepas además del inglés? —indagó ahora, recomponiéndose.

—Mmmh —el alfa tamborileo sus dedos en la mesa pensativo—. Se un par de frases en italiano, me fui seis meses con mi papá a los diecinueve por algo de conocer a nuestros mejores aliados —comentó, recordando ese viaje.

Conoció un par de lugares que le gustaría que JiMin conociera.

—Es un poco irónico, ¿no crees?, teniendo en cuenta tu profesión —el menor soltó una risita siendo correspondida por el alfa—. Pero ahora, dime una frase en italiano, a ver que tal, sorpréndeme hyung —cruzó sus brazos sobre la mesa, viéndolo atento.

Non riesco a immaginare una vita senza di te —dijo con su voz ligeramente más ronca.

—¿Qué significa?

—No imagino una vida sin tí.

JiMin no pudo decir nada, pues el mesero había llegado y debían ordenar.

La cena transcurrió con calma, ambos se enfrascaron rápidamente en una nueva conversación, los temas variaban continuamente, disfrutando de la compañía del otro. De igual forma, YoonGi logró notar la forma en la que JiMin a veces guardaba silencio admirando los sabores de la comida, era impresionante su nivel de concentración y la forma en la que su paladar podía detectar ciertos sabores y enumerarlos.

Su momento favorito fue cuando llegó la hora de los postres, el omega se veía emocionado y degustaba todo con calma, como queriendo grabarse cada detalle. El brillo en sus ojos era simplemente digno de admirar.

—¿Te gustó la comida? —preguntó luego de que recogieron su mesa y pidió la cuenta.

—Me encanto, tenía altas expectativas y se cumplieron —JiMin asintió feliz—. Creo que lo primero que recrearé serán los Macarons y luego probaré con el Flan Parisien, ya que los probé será un poco más fácil.

YoonGi no pudo evitar sonreír al ver como JiMin comenzaba a contarle cómo recrearía los postres y los detalles que noto en ellos, había cosas que no terminaba de entender pues eran técnicas de repostería de las cuales nunca había oído nunca, pero a pesar de eso, le puso toda su atención y correspondió la conversación.

Más tarde, ambos salieron del restaurante para dirigirse al Lago Seokchon.

—Ven, quiero darte algo —el alfa tomó al menor de la mano y fueron a un pequeño puesto de flores.

JiMin sintió sus mejillas calientes luego de que YoonGi le preguntara cuál ramo le gustaba más. Luego de escogerlo, Min se lo entregó para finalmente pagarlo. El omega se quedó parado oliendo las flores con una pequeña sonrisa.

Cuando finalmente avanzaron, entrelazaron sus manos empezando su pequeño paseo, admiraron los árboles, sintieron el suave aire primaveral y apreciaron la vista de la ciudad iluminada al otro lado del lago.

No caminaron mucho antes de que JiMin se detuviera, YoonGi miró por unos segundos al omega un poco confuso transformándose luego en una expresión de sorpresa al sentir aquellos suaves labios sobre los suyos, fue algo efímero, pero eso no detuvo el hormigueo que lo recorrió.

—Gracias —dijo JiMin con voz suave y cargada de sentimiento—. Hoy fue un día increíble, y-y realmente no se como explicarte lo feliz que soy estando a tu lado, apareciste de la nada en un punto de mi vida donde creí que ya no había retorno, me diste tu corazón y compartiste tu familia conmigo y es algo que jamás podré recompensarte, te amo con todo mi ser y de verdad espero que esto no se termine jamás, porque alfa...yo tampoco imagino una vida sin ti —sus ojos se empañaron e hizo lo posible por no soltarse a llorar.

Aunque se le complicó cuando YoonGi lo jaló hacía él y con su mano tomó su rostro para besarlo. Sus labios se unieron con suavidad, se movieron con calma mientra sus corazones latían en sincronía. El mundo pareció pararse para ellos, concentrándose solo en dos almas que se reencontraron luego de tanto.

Dos personas que aun entre tanto caos que había en sus vidas, lograron encontrar la calma en los brazos del otro.

HEMOS REGRESADO AAAH

finalmente les traigo el esperado capítulo,
y con cositas muy bonitas, me la viví así: 🥹

en fin, espero disfruten de todo lo que se
viene, que son varias cositas,
un beso enorme 💗

pd. hagan stream a muse que jimin se la
rifó, que álbum más hermoso 🩵.

se les quiere, mena 𖹭

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