O22: NOCHE ESTRELLADA
JiMin estaba a punto de soltarse a reír al ver como YoonGi luchaba con la tarjeta de acceso a su habitación.
—¿Por qué estás tan nervioso? —preguntó JiMin mientras le quitaba la tarjeta de acceso.
—¿Quién dice que estoy nervioso? —se defendió el alfa.
El menor simplemente negó mientras pasaba la tarjeta y abría la puerta finalmente, YoonGi no dijo nada más y ambos entraron a la habitación. El rubiecito llegó por detrás del mayor y le quitó el saco, Min miró intrigado a su pareja al verlo tan callado.
—Siéntate en la cama —le pidió con voz suave.
El alfa atendió la orden y se sentó en la orilla de la cama observando como su omega desaparecía de su campo de visión, quedándose solo con la luz tenue de la lámpara en la esquina de la habitación y el cielo estrellado que se lograba observar a través del ventanal.
Su cabeza estaba algo revuelta, pues la intriga lo estaba poniendo ansioso, especialmente a su lobo.
Ante el silencio logró escuchar como la puerta del baño se abría y cerraba, sintiendo poco después las pequeñas manos de su omega deslizarse por sus hombros hasta que finalmente pudo verlo. Se paró frente a él, con la bata de baño amarrada, pero dejando al descubierto el hombro derecho.
—Alfa, ¿quieres ver tu sorpresa? —indagó el menor con voz suave, rozando lo sensual.
YoonGi humedece sus labios mientras asiente despacio, su mirada oscura fija en el rubio frente suyo.
El omega simplemente sonríe orgulloso al verlo totalmente hipnotizado, amaba ver como podía tener al mismísimo Alfa Min en la palma de su mano, un hombre poderoso que todos adoran, pero quien frente a él queda a su merced. Descubrir que tenía ese poder era simplemente maravilloso.
Con lentitud desliza sus manos hacía el nudo de la bata, antes de deshacerlo, se dio la vuelta para finalmente dejar que cayera a sus pies.
YoonGi soltó un largo suspiro al ver lo que había debajo de la bata. Su omega no portaba nada más que una fina tela que abrazaba su cintura y moldeaba sus glúteos, conectada a unas tiras a sus costados que rodeaban sus muslos. Aquel encaje negro no dejaba mucho a su imaginacion.
—Déjame ver de frente —pidió Min con su voz un tono más bajo.
JiMin no tardó en voltearse y ver como el alfa se aferraba a la cobija bajo sus manos, parecía estar haciendo un gran esfuerzo por controlarse.
—Ven aquí —pidió el menor haciendo una pequeña seña con su mano.
Al quedar ambos frente a frente, el omega deslizó sus brazos alrededor del cuello del mayor, con calma se acercó a sus labios, ambos perdiéndose en el sabor del otro, sus bocas se movían con lentitud. Min se aferró a la cintura de JiMin antes de internar su lengua en la cavidad contraria y profundizar el beso. Sus respiraciones estaban erráticas, apenas logrando tomar algo de aire.
JiMin se separó con lentitud, desenredando sus brazos y posar sus palmas sobre el fornido pecho de YoonGi, subiendolos de vuelta a sus hombros y comenzar a bajar por sus brazos hasta llegar a la orilla del pantalón, con una pequeña sonrisa y su mirada fija en la del alfa, se encargó de soltar el botón y bajar la cremallera. Sus pequeñas manos tomaron el elástico del boxer y mientras bajaba la prenda, el menor lo hizo igualmente hasta quedar sobre sus rodillas.
JiMin lo tomó con su diestra y comenzó a mover su mano de arriba hacia abajo, su mirada por completo puesta en el rostro del mayor, quien tenía sus ojos cerrados y sus puños apretados a sus costados. Le estaba dando paso libre a JiMin de hacer lo que quiera con él, sin interponerse, cosa que le estaba encantando al omega.
El menor acercó su boca a la punta, con sus labios se encargó de succionar, lamerlo con lentitud mientras su mano sigue moviéndose. Al continuar con su recorrido , en el proceso deja pequeños besos para volver a subir mientras su lengua se desliza por toda longitud del alfa. JiMin estaba disfrutando de oír a su novio, escuchar como susurra su nombre y los bajos jadeos que lo incitan a continuar.
—Joder JiMin...
Su cuerpo cosquillea y su boca busca más del sabor del mayor, para finalmente tomarlo todo dentro de su boca, su cabeza se movía de adelante hacia atrás, sus manos tomando lo que quedaba libre. Al subir su mirada se encontró con la de YoonGi, por completo atento a lo que hacía, JiMin entonces tomó la mano de Min y la puso sobre cabeza, quien al entender la seña, enredó sus dedos en el rubio cabello.
—Vas a volverme loco —dijo con voz gruesa, cargada de excitación.
Sus movimientos tomaron mayor velocidad, tentando a Min, pues apretó su agarré en señal de estar cerca del clímax, por esto mismo intentó detener al menor, quien se negó, sacándolo de su boca y con su mano comenzó a bombear en busca de la liberación de su pareja, quien no tardó en correrse sobre el rostro del omega. JiMin deslizó sus dedos sobre el espeso líquido y comenzó a limpiarlo con calma mientras se paraba.
Al estar ambos de pie, JiMin comenzó a desabrochar la camisa y quitarsela a Min igual que el resto de sus prendas. Al estar el mayor completamente desnudo, comenzó a guiarlo hacia la cama, hasta sentarlo en medio y finalmente posarse sobre su regazo.
—¿Quieres ver la otra parte de tu sorpresa? —dijo dejando pequeños besos en el rostro de su novio.
—¿Hay más? —indagó el alfa con clara curiosidad mientras acariciaba la cintura de su omega, intrigado por ver qué tramaba ahora su novio.
Él rubio simplemente asintió, dándole un beso casto en los labios al alfa antes de voltearse y dejar su trasero frente al mayor, quien deslizó sus manos tocandolos sin descaro y jugando con la tela.
—Destapa tu regalo, alfa —el omega observó sobre su hombro regalándole una sonrisa llena de coquetería.
Min deslizó sus dedos e hizo a un lado el encajé, encontrándose con un círculo plateado, que supo identificar rápidamente que era. Miró a su novio quien solo soltó una risita, pues noto el gusto en los ojos de su alfa. En el fondo, aunque no quieran admitirlo, a los alfas les encanta ver qué su pareja se prepara para ellos.
—¿Un tapón? —YoonGi pegó la espalda de JiMin sobre su pecho—. ¿Te preparaste para tu alfa?, ¿hmm? —susurro sobre el odio de su pareja.
—Si, solo para tí —el omega mordió su labio inferior al sentir la erección de Min entre sus piernas—. ¿Qué tal si lo sacas por mi para divertirnos? —se inclinó hacia enfrente dejando a la vista el círculo brillante.
El alfa lo tomó, y comenzó a deslizarlo hacia afuera con lentitud, sin embargo, se detuvo internandolo de nuevo en un rápido movimiento, su omega jadeo en sorpresa, luego de soltar una risita ante la reacción de su pareja, lo saco por completo, encontrándose así aquel lugar húmedo y perfectamente dilatado.
JiMin se sentó y se acomodo sobre sus tobillos, tomando la erección de su novio y rozarla sobre su entrada jugando un poco antes de dejarse caer sobre ella, deslizándose dentro suyo. Se mantuvo en esa posición sintiendo las caricias de su alfa sobre su piel.
Comenzó a moverse con lentitud mientras lograba tomar un buen ritmo, acostumbrándose rápido. Soltaba pequeños gemidos ante la exactitud de la posición, su cuerpo cosquilleaba, cada parte de su cuerpo ardía y se sentía en el mismísimo paraíso.
YoonGi simplemente podía apreciar como entraba y salía, húmedo y caliente. Tenía su mente nublada, por completo inmerso en lo bien que se sentía el cuerpo de JiMin.
—Hyung —JiMin se detuvo, dándose la vuelta, enredando sus brazos en el cuello del mayor—. Quiero verte...
El alfa sonrió y lo ayudó acomodarse, deslizándose de nuevo al interior del menor.
—Eres precioso —su boca se deslizó por el cuello del omega, mordisqueando la sensible piel.
—Y a mi... me e-ecanta como me llenas —dijo antes de tomar el rostro del mayor y besarlo.
Ambos se enredaron en un beso desesperado, por fin juntando sus labios y disfrutando del sabor del otro. Sus cuerpos comenzaron a moverse al mismo compás, aumentando la velocidad.
Solo el roce de pieles calientes, palabras incoherentes.
YoonGi terminó tomando el control, acorralando bajo su cuerpo a su omega, sus movimientos se volvieron un poco torpes, sus labios deslizándose por toda la piel húmeda. JiMin enredó sus piernas sobre la cadera de Min mientras sus manos se aferraban a los bíceps del mayor.
Su cuerpo ardía, por completo preso de su alfa, inmerso en el placer que lo recorría y lo bien que se sentía sus golpes certeros en su interior.
—Por la diosa, n-no dejes de m-moverte —jadeo con la voz quebraba, las lágrimas deslizándose por sus mejillas.
YoonGi sonrió orgulloso al ver aquella preciosa imagen.
Tomó las manos de su omega y enredó sus dedos sobre la cabeza del menor, sus caderas en constante movimiento. Sus labios se encontraron con los de su novio, entre besos torpes y nombres dichos entre suspiros, ambos sintieron aquel conocido cosquilleo, el cual se expandió por cada parte de su cuerpo como una fuerte descarga, increíblemente arrolladora.
Sus movimientos fueron bajando de velocidad, hasta quedar por completo satisfechos.
Min como pudo se sostuvo sobre sus brazos ante el temblor de estos, su respiración acelerada y sintiendo aún escalofríos en su cuerpo. JiMin por su parte estaba intentando recuperar el aliento mientras sus piernas temblaban, apenas sentía su cuerpo.
—Mierda —el alfa dejo un suave beso en la frente del menor—. Eso fue increíble —dijo soltando una pequeña risita.
—Si que lo fue —soltó un largo suspiro antes de enredar de nuevo sus brazos sobre el cuello del alfa—. ¿Ya te cansaste? —indago con una sonrisita cómplice.
El alfa negó, correspondiendo el gesto.
—La noche es larga amor mío.
Cuando JiMin tomó asiento, soltó un pequeño quejido y sobo ligeramente su espalda baja ganándose unas miradas curiosas de parte de los más jóvenes, quienes sonrieron divertidos poco después al entender la situación.
—Ni una sola palabra, ¿okey? —los apunto en amenaza.
Ambos simplemente actuaron inocentes y se concentraron en sus desayunos. YoonGi por su parte llegó con un vaso de agua y un analgésico, el cual JiMin aceptó con gusto. Un par de horas después salieron hacía el Estanque Yongyeon.
YoonGi decidió alquilar un auto convertible y dejar a sus guardias aparte, así podrían disfrutar más el viaje ellos cuatro. Los omegas decidieron irse atrás juntos para poner la música y disfrutar de ella sintiendo el aire contra sus rostros y el sol calentando su piel.
Durante el transcurso cantaban a todo pulmón, entre risas y bailes improvisados, disfrutando de su playlist hasta que llegaron a su destino.
Luego de estacionarse, avanzaron hasta el puente que atravesaba el estanque, parando en medio admirando la bella vista que se les estaba presentando, el paisaje verdoso de los árboles y los destellos coloridos que les regalaban las flores. JiMin observaba todo con una enorme sonrisa, tomando fotos de recuerdo para así poder apreciarlas después.
—Ustedes dos, parense en medio para la foto —les llamó TaeHyung.
YoonGi tomó de la cintura a su novio y lo pegó a su cuerpo, ambos sonriendo para la foto. La pareja más joven se quedó mirando la foto con una enorme sonrisa, felices de verlos con expresiones tan brillantes después de tanto tiempo.
—Hay que seguir que aún queda mucho por ver —dijo JungKook tomando a su novio de la mano, para así seguir avanzando.
Bajaron del puente y recorrieron el lugar, apreciando la vista del paisaje desde distintos ángulos, deteniéndose en algunos puntos para mirar con más calma hasta que llegaron a un tradicional pabellón, era pequeño, pero de las principales atracciones del lugar. Se quedaron ahí un buen rato, pues estaban en uno de los puntos más altos del lugar y los dejaba apreciar el otro lado del estanque.
—Que bonito —sus manos se posaron en la barandilla de madera y se inclinó hacía adelante para ver un poco mejor.
—Si, es muy bello —dijo YoonGi sin despegar su vista del rubio, admirando aquella bonita sonrisa en su rostro y cuidando de que no se cayera.
Vieron un poco más el paisaje hasta que decidieron seguir avanzando y terminar su recorrido para finalmente dirigirse a la playa, no era muy tarde y faltaba para el atardecer, pero debían llegar a comer, además de que querían apreciar el mar con la luz del día.
Pasaron dos horas en donde usaron ese tiempo para comer, comprar lo que les faltaba y descansar un poco.
—¡Llegamos! —el rubio dio saltitos de emoción cuando logró divisar el mar desde la banqueta que daba entrada a la playa.
Se quitó sus zapatos y las plantas de sus pies hormiguearon en cuanto sintió la tibia arena, soltó una risita mientras movía sus dedos. En cuanto llegaron los demás se internaron más a la playa, acercándose a la orilla del mar, donde extendieron un par de mantas, acomodaron sus bolsos y tomaron asiento disfrutando del fresco aroma del mar.
TaeHyung estuvo sentado solo unos minutos antes de pararse y arrastrar con él a JiMin hacia el mar. Park soltó un chillido al sentir el agua del mar, al ser primavera aun estaba un poco fría el agua a comparación de verano, sin embargo, conforme avanzaba y se internaba un poco más su cuerpo se iba acostumbrando.
—¡Hey! —grito al sentir el agua chocar contra su cuerpo por culpa de TaeHyung.
Como venganza metió sus manos al agua y le aventó una buena cantidad al castaño.
Estuvieron aventando agua durante un rato mientras se reían e intentaban escapar del otro, por esto mismo no se dieron cuenta cuando llegaron los alfas y los aventaron al agua. En cuanto JiMin salió del agua vio como YoonGi se carcajeaba al punto en el que se abrazaba a su panza.
—Mínimo ayúdame alfa tonto —reprocho el menor con el ceño fruncido.
—Uff, bien —Min se inclinó y tomó la mano del omega.
JiMin entonces lo jalo y lo hizo caer junto a él, ahora él es el que se carcajeaba sin parar era JiMin al ver el rostro de indignación de su novio. Inhalo y exhalo intentando recuperar el aire, en cuanto lo logró, volteó hacia el hombre a su lado, notando como este solo lo miraba con una pequeña sonrisa.
—¿Qué sucede? —indago curioso al verlo tan callado.
—Nada —negó aun con aquella sonrisa mientras se levantaba y le ofrecía su mano al menor, quien la aceptó—. Solo...te amo —dijo en voz baja pegando a su omega a su cuerpo antes de besarlo.
JiMin algo aturdido por la repentina declaración, se tardo unos segundo en responder el beso, pero lo hizo en cuanto aquellas grandes manos apretaron con delicadeza su cintura sobre la húmeda tela de la playera. Sus manos se enredaron alrededor del cuello del alfa, disfrutando del contacto.
YoonGi se separó ligeramente tomando el labio inferior del menor antes de sonreír contagiando a JiMin. Dejó un par de besos suaves sobre aquellos rosados labios para finalmente separarse.
—Yo también te amo alfa —susurro el rubio aprovechando la cercanía de ambos.
—Perdón por interrumpir su momento romántico, pero...¿qué tal si jugamos a algo? —indagó TaeHyung con una pequeña sonrisa.
—¿A qué jugamos?
JungKook les explicó y se adentraron al mar para jugar más cómodamente.
Las siguientes horas fueron llenas de risas y chapuzones, los cuatro estaban disfrutando por completo el agua entre juegos, descansando de vez en cuando en la arena, pegándose en su piel ante la humedad para que después se diluyera en el agua salada. Si los observamos desde lejos podrías encontrarte con una escena digna de apreciar, alegría desbordante y un recuerdo que se quedará por siempre grabado en sus cabezas.
Especialmente para cierto rubio.
Al llegar el momento en el que el sol comenzaba a esconderse, se sentaron en las mantas, abrigados y cubriendo sus pies con sus toallas ante la disminución de la temperatura. El omega se recargó en el pecho de su alfa, quien rodeó sus hombros en un cálido abrazo. Mientras admiraba el bello anochecer, su mirada se dirigió al hombre a su lado, sintiendo como su pecho se calentaba al admirar aquel rostro.
JiMin había estado años en una montaña rusa de emociones, sin poder simplemente encontrar la calma que tanto anhelaba, así fue que sin esperarlo, al solo pisar la casa de aquel alfa su cabeza logró despejarse comenzando a sanar, esforzándose cada día por hacerlo, pues deseaba ser una pareja digna para el hombre que tenía a su lado y hacerlo feliz cada momento hasta cuando se lo permitiera.
A pesar de que aun extrañaba a Sunmi, estaría fielmente agradecido por lo que hizo por él, tantas veces pensando en dejar ese mundo para poder reencontrarse con sus padres, su abuela, pero antes de poder caer más bajo la conoció, aquella mujer que decidió apoyarlo sin pensárselo, quien aun en su último respiro pidió que cuidaran de él.
También fue quien hizo que se encontrara con el amor de su vida, y aunque el destino actuaba de forma extraña y le dolía saber que tuvo que perderla para conocer a YoonGi, estaba feliz de saber que no solo lo dejo en manos de aquel el hombre, si no de otras seis personas que lo apreciaban de corazón.
Era feliz, por primera vez en seis años, lo era.
Pasaron un par de horas admirando el cielo estrellado, hasta que finalmente decidieron volver al hotel.
Cuando llegaron, se encontraron con Jihyo, quien los saludó y se quedó hablando con ellos unos minutos en la recepción, mencionó un par de cosas sobre el collar, que se le sería entregado a Min al día siguiente en la mañana. JiMin había dejado su bolso en el suelo en lo que hablaban con la mujer, quien se despidió poco después cuando su celular comenzó a sonar.
—Sigo sin creerme que compraste ese collar para mi —mencionó JiMin mientras balanceaba su mano entrelazada con la de su novio.
—No fue nada, es lo mínimo que puedo darte —le sonrió en grande mostrando sus encías, una sonrisa que se le hacía muy tierna al menor.
El rubio miró hacía su bolso y se detuvo antes de entrar al elevador.
—Mierda, deje la bolsita con los recuerdos en recepción —hizo una mueca—. Voy por ella, ahora vuelvo —dejando su bolso en manos del alfa se dirigió hacía el lugar mencionado.
Al llegar no logró ver la bolsita, así que se acercó a la recepcionista, quien le regaló una pequeña sonrisa en cortesía.
—Hola, ¿qué se te ofrece? —indago con expresión serena.
—¿No ha visto una bolsita de papel verde?, creo haberla dejado aquí hace unos momentos —explicó con sus manos algo inquietas, realmente esperaba haberla dejado ahí.
—Oh, no, no he visto ninguna y tampoco que me la hayan entregado, ¿aquí fue donde la dejó?
—Si..., según recuerdo si, más que la haya dejado en otro lado...
—¿Disculpa?
JiMin volteo hacia su izquierda, de donde provino la voz extra, encontrándose con una mujer, portaba elegancia y una mirada algo intensa. Al mirar hacía sus manos, vio su bolsita.
—¿Está buscando esto? —extendió sus manos y el omega asintió tomando lo que había en ellas.
—Si, muchas gracias —hizo una pequeña inclinación—. ¿Puedo saber donde estaba?
—Estaba aquí en el suelo, pero antes de poder dársela a la señorita me llamaron, fue entonces cuando escuche que preguntabas por ella —le sonrió con amabilidad.
—Ya veo, muchas gracias de nuevo, que tenga una bonita noche —haciendo otra rápida reverencia, se dio la vuelta dispuesto a irse.
—Eres Park JiMin, hijo de Park Hyung Sik y Park Da-mi ¿verdad?
JiMin se detuvo de forma abrupta al escuchar lo dicho por la mujer, regresando sus movimientos para enfrentarla. Intentó inútilmente reconocerla, pero su rostro no apareció en ninguno de sus recuerdos. ¿Quién era esa mujer?
—¿Cómo me conoce a mi y a mis padres? —dijo mirándola, extrañado.
—Tal vez no me conoces JiMin-ssi —agacho su cabeza sonriendo de lado antes de subir su mirada oscura hacía el omega—. Pero pronto lo harás.
El rubio no pudo responder, viendo solo como la mujer se iba. Para su desgracia, lo dicho por la mayor se quedó flotando en sus pensamientos, extrañamente se sintió como una amenaza, ella parecía conocerlo a la perfección, mientras que él estaba por completo confundido.
Sacudió su cabeza intentando borrar el suceso, en ese momento no quería carcomerse con ello, dirigiéndose mejor hacía los elevadores donde lo estaba esperando su alfa, quien lo miró preocupado al notarlo un poco consternado.
—¿Sucedió algo? —preguntó mientras tomaba la mano de su novio.
JiMin lo pensó por unos segundos, decidiendo no decir nada por el momento.
—Nada, estoy bien, solo algo cansado —apretó la mano del mayor intentando calmarlo—. Te lo prometo —le sonrió pequeño.
YoonGi solo asintió y se metió al elevador en cuanto las puertas se abrieron. El omega se recargo en el pecho del alfa, aferrándose a él mientras un fuerte mal presentimiento recorría su pecho.
Tenía tantas dudas y no estaba seguro de que quisiera descubrir la respuestas.
❝ Una vez creí que el amor sería en
blanco y negro, pero es dorado ❞
DAYLIGHT — TAYLOR SWIFT
FIN DEL ARCO I
LLEGAMOS AL FINAL DEL ARCO I
AAAAAAAAAAH, NO ME LO CREÓ
después de más de un año, llegamos a la
mitad de este libro, aún faltan muchas
más cosas por ver y descubrir, pues
hay varios secretos aún guardados 🤭
de todo corazón, espero que les esté
gustando el transcurso de esta historia,
y de esta parejita, pues se viene un
par de obstáculos, pero todos serán
para un bien, (confíen en mi)
los amooo, y nos vemos más adelante en
el inicio del segundo arco, que cabe recalcar,
es el más intenso, ya verán por qué 🤫
pd. daylight es la canción oficial de
este fic, no hay mejor canción que
describa la relación de estos dos 💗.
se les quiere
mena 𖹭
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