O1O: ACEPTACIÓN

Apenas había logrado dormir la noche anterior.

Analizó a profundidad todo tipo de situaciones que podría atravesar al llegar a la universidad y la que más le preocupaba era el no poder adaptarse y tener que quedarse solo el resto de la carrera. Él sabía que era una persona sociable, de niño felicitaban mucho a sus padres por lograr que desarrollara esa habilidad con naturalidad, sin embargo, esta desapareció cuando la bruma de la pérdida de sus padres apareció en su vida. En la universidad logró mejorar un poco sus habilidades sociales y dejó de encerrarse tanto en su tristeza gracias a Sunmi.

Recordar esos momentos lograron un pequeño quiebre en él, no supo exactamente cuánto lloró en silencio, solo sabe que cayó dormido tiempo después.

Cuando se había levantado se dirigió al baño a darse una ducha, pero cuando se vio en el espejo no pudo evitar hacer una mueca, sus ojos se encontraban ligeramente hinchados y sus mejillas sonrojadas. Soltando un suspiro supo que lo único que le quedaba era bañarse y tapar sus ojeras con maquillaje.

En cuanto estuvo listo, bajó y se dirigió directamente a la cocina. Al entrar se encontró con YoonGi ya sentado en el comedor viendo su celular y el desayuno ya servido, todo estaba intacto, al parecer el mayor espero a que bajara, un tierno acto que tocó el corazón de JiMin.

—Buenos días —saludo el rubio con una pequeña sonrisa.

—Buenos días —YoonGi subió al fin su mirada de su teléfono­—. ¿Lloraste anoche? —la pregunta tomó por sorpresa al menor, creyó haber escondido bien lo hinchado de sus ojos.

—Tal vez...me acorralaron recuerdos de S-sunmi, pero estoy bien —explicó en voz baja.

—Entiendo, ¿han vuelto las pesadillas? —indago con un casi imperceptible tono de preocupación en su voz.

—Umh ­—JiMin se removió incómodo en su lugar—. La última fue luego de la visita de tu madre, pero hasta ahora ninguna, además no fue tan fuerte como antes, solo estaba algo asustado como en algún lugar vacío, es todo, desperté algo agitado, pero me recompuse pronto ­—dijo sintiéndose chiquito en su lugar, le estaba costando, pero hacía lo posible para que esos momentos de debilidad no lo derrumbaran.

—Comprendo que te sientas mal cuando tienes estos bajones, pero recuerda que lo estás haciendo bien, ¿de acuerdo? —la mano del alfa se posó sobre la más pequeña.

JiMin subió su mirada para encontrarse con la del mayor, este lo miraba con tanta intensidad que logró que su corazón se acelerara. Por alguna extraña razón muy en el fondo creyó notar algo diferente en la forma en la que los ojos del mayor brillaban al mirarlo. No quería admitirlo, pero desde la comida de aquella tarde o desde antes, algo dentro suyo se había removido gracias al mayor, al principio creyó que eran ideas suyas, pero poco a poco se dio cuenta de que tal vez...sentía algo por el alfa.

Y aún no sabía cómo sobrellevarlo.

Le gustaba el tacto del alfa sobre él, la forma en la que lo trataba, como le hacía sentir bien cuando le sonreía y se preocupaba por él, había tantas cosas que también por eso mismo no quería pensar mucho sobre cómo lo miraba el hombre, no quería hacerse ilusiones o creer algo que no existía. Para YoonGi solo era un amigo y un chico que estaba ayudando. Nada más.

JiMin regresó a la realidad cuando dejó de sentir la mano de Min sobre la suya, su mirada fue al mayor y noto a este un poco perdido en sus pensamientos, decidió no preguntar y comenzó a desayunar. No quería ser pesimista, pero tenía un extraño presentimiento.

Y desgraciadamente no se había equivocado.

Cuando salieron de la casa de camino a la universidad, las únicas palabras que le dirigió YoonGi fue sobre los guardias que estarían con él todo el tiempo, quienes guardarián su distancia para no incomodar y otros detalles sobre quien lo recogería, fue todo lo que le dijo en todo el trayecto. Su lobo se sintió un poco inquieto ante la actitud algo distante del mayor, actitud que no comprendía y lo estaba incomodando.

—Cualquier cosa puedes llamarme, igualmente cuando salgas —el alfa no lo miró directamente cuando le dijo aquello, si no su celular—. Ten un buen día.

Eso último fue lo único que le dijo viéndolo a los ojos, luego de eso solo vio el auto desaparecer y quedarse solo con sus guardias. Se quedó parado en la entrada unos minutos, mordisqueando su labio inferior en señal de nervios.

Se tardó en tomar valor para entrar al edificio, pero en cuanto lo hizo lo mareó un poco la cantidad de aromas que chocaron contra su nariz, se había acostumbrado hasta ahora a solo siete aromas, el recibir tantos nuevos tan de pronto fue algo que lo desequilibraron. Al final no dejó que lo afectara y siguió caminando para llegar a su salón. Tal como le había dicho YoonGi, los guardias mantuvieron una distancia razonable y se perdieron un poco ante la ropa casual que llevaban.

Al llegar al salón indicado, se adentró con lentitud, dentro del lugar solo había un par de personas y eso lo calmó un poco, podría escoger un lugar en la parte trasera.

No pasó mucho para que dos chicas se adentraran al salón, una era de cabellos rubios ondulados y la otra era una chica pelinegra. Ambas chicas tenían una vibra muy brillante que logró captar la atención del omega, así mismo, gracias a su curiosidad logró captar la atención de ambas chicas, JiMin se puso nervioso, así que bajó su mirada y la fijó en sus manos. Solo esperaba no haberlas molestado.

—Hola —aquella voz hizo que su mirada subiera de nuevo, encontrándose con las chicas de antes—. Soy Yuqi y ella es Shuhua —se apuntó a sí misma, la chica rubia y luego a la chica pelinegra.

—Hola, soy JiMin.

—Un gusto JiMin-ssi, eres nuevo ¿verdad? —el rubio asintió en respuesta—. Entiendo, ¿te gustaría juntarte con nosotras? —ofreció con una pequeña sonrisa, la chica a su lado asintió emocionada.

—Mmh, claro, me parece bien —acepto JiMin.

Ambas chicas se sentaron enfrente y a lado suyo y le sacaron platica pronto, le preguntaron tanto porque se cambió como algunas cosas más triviales para saber más sobre él. JiMin se sintió cómodo a lado de las chicas, lo hicieron sonreír con frecuencia en los minutos de plática que compartieron y eso le hizo feliz. Realmente se alegraba de que se la hubieran acercado a hablarle, porque si de él se tratara, sería más complicado.

Tiempo después llegó el profesor y se presentó frente a la clase para dar inicio a esta.

Cuando la clase dio por finalizada, Shuhua y Yuqi lo tomaron para dirigirse a las áreas verdes, durante el transcurso del camino le explicaron que además de ellas había más dentro de su grupo de amigos, quienes se estaban especializando en otra área, pero se habían conocido durante el transcurso de la carrera de gastronomía.

Al llegar al lugar, logró ver a tres personas, quienes en cuanto vieron a sus compañeras las saludaron.

—¡Shuhua, Yuqi! —les hablo un chico de cabellera azul y sonrisa tierna, pronto supo que era un omega por su aroma, al igual que Shuhua. Yuqi en cambio era beta.

Las chicas se acercaron al grupo de personas, jalandolo para que quedara frente a ellas para que los demás lo notaran. Tres pares de ojos pronto estuvieron sobre él.

—Bien, les presentamos a JiMin —anuncio Shuhua con una sonrisita­—. JiMin, te presento a Haewon, Jisung y Jungwoon —dijo señalando a cada uno.

Haewon era una chica beta de cabellos castaños y flequillo, tenía unos ojos grandes intensos acompañados de un rostro suave, pero por la pequeña sonrisa que le dirigió le confirmó que solo era una chica tranquila. Jisung un chico rubio y ojitos expresivos era un omega igual que Jungwoon, el chico peliazul de bonita sonrisa de hoyuelos del principio. Todos se veían amigables y lo habían sido con él, haciéndolo sentir cómodo con rapidez.

Luego de una ligera introducción y presentación de los demás, los seis se enfrascaron en una cómoda conversación, compartieron diversos datos sobre ellos para así animar a JiMin a que contara un poco sobre sí mismo, lo hizo, pero fueron datos comunes y muy poco sobre su historia, solo por qué se había cambiado de universidad, aunque...había evitado mencionar algunos datos claramente.

—Entonces, ¿buscabas un nuevo comienzo?, ¿por eso te cambiaste? —indagó Jungwoon realmente curioso. JiMin asintió en respuesta.

—Sip, sentía que era lo más adecuado para mí, han pasado muchas cosas en mi vida, algunas, quisiera poder olvidarlas, no ha sido fácil, pero estoy haciendo lo posible para salir adelante, además, tengo el apoyo de personas increíbles y eso es lo más importante —sonrió de lado recordando a su nueva familia. Estaba feliz con lo nuevo que estaba llegando a su vida, por fin algo de paz en su desastroso mundo.

Sin embargo, su conversación se vio interrumpida por un chico alto de cabellos negros, su aroma revelo rápidamente su estatus de alfa, tenía unos ojos serios rostro poco perfilado, pero lo que realmente llamo la atención del joven era el parecido que había entre él y Haewon.

—Oppa, ¿necesitas algo? —la castaña miró con el cejo fruncido al chico que acababa de llegar.

—Solo vine a conocer al nuevo chico, Hae, no es para tanto —el alfa sacudió su mano frente a la chica restándole importancia a su comentario para después tomar asiento a su lado.

JiMin solo vio el rostro indignado de la chica y una sonrisa coqueta del mayor. Si, había lidiado con muchos chicos durante los últimos tres años para reconocer cuando alguien está interesado en él, se le es fácil leer las señales.

—Soy Chan Eunwoo, un gusto —extendió su mano, JiMin la tomó por cortesía y la retiró rápidamente.

—JiMin, Park JiMin —respondió con una sonrisa de labios.

—Eunwoo, déjalo —habló Haewon evitando que el chico hablara—. Ignora a mi hermano, le encanta fastidiar —comentó la chica mirando mal al alfa.

Hermanos, eso explicaba su claro parecido.

—Como sea, si necesitas algo, puedes buscarme, estaré encantado en ayudarte —ofreció con una enorme sonrisa. La mirada de claro interés incomodó un poco al menor.

—Umh, gracias, pero estaré bien —hizo un suave asentimiento de cabeza y miro devuelta hacia el resto de los presentes, quienes sonreían divertidos ante el claro rechazo del omega hacia Eunwoo.

Efectivamente el joven no se lo esperaba, así que algo avergonzado decidió retirarse, no sin antes darle una última mirada al chico de cabellos rubios y mejillas regordetas. No, no se rendiría tan fácil.

YoonGi estaba molesto, ¿la razón?: el mismo.

Él sabía perfectamente que la forma en la que actuó con JiMin estuvo mal, pésima, hasta ahora aún lo persigue la expresión decaída del menor cuando se despidió de él, realmente ya no sabía qué hacer ahora, su cabeza estaba hecho un lío, tenía sentimientos guardados que debía aclarar, pero más que nada aceptar la realidad de estos.

El miedo se apoderó de él y actuó como solo sabe hacer en esos casos, alejar a la persona que causa que actúe o sientas cosas que no quiere. Huye, porque siente que es la única forma de ignorar la realidad, de cuidarse a sí mismo y así evitar salir lastimado.

Sabe que es la forma incorrecta, pero es la única que conoce.

Dejándose caer sobre el sofá inhala y exhala en busca de encontrar paz. Se masajea las sienes ante el inminente dolor de cabeza que está por formarse, sin contar el hecho de que no había avanzado mucho con el papeleo en las últimas horas que se había encerrado en su oficina. Cerrando sus ojos intentó relajarse.

Cosa que no logró ante la intromisión de dos alfas.

—Bueno, te imaginaba con la cabeza metida en el trabajo no en mitad de una crisis existencial —comentó JungKook tomando asiento a lado del mayor—. ¿Qué sucedió? —indago curioso.

—Nos llegó el rumor de que llegaste molesto y ordenaste que nadie te molestará más que tú lo ordenaras, algo está pasando y será mejor que nos digas pronto que es —hablo ahora NamJoon, quien ya sospechaba que pasaba con su amigo.

Luego de que el alfa hablara, los tres guardaron un largo silencio.

—Es...complicado —fue lo único que logró formular YoonGi, tapando su rostro con frustración.

Los más jóvenes se miraron entre ellos, deduciendo más o menos que podría estar pasando. Kim camino de la entrada donde se había quedado hasta avanzar y sentarse del otro lado del mayor.

—¿Qué pasó con JiMin? —indago el peligris, confirmando que había dado en el blanco al ver el cuerpo de Min tensarse.

—Yo... —el pelirojo aclaro su garganta incómodo, había destapado su rostro y miraba el suelo con expresión derrotada—. Me gusta JiMin y esta mañana me di cuenta que no era un simple sentimiento, es algo real y...ante ello, mi reacción fue ser distante con JiMin —confesó al fin, suspirando con pesadez ante lo gratificante que fue decirlo.

Más o menos, porque admitirlo solo lo hacía más real.

—De acuerdo... ¿y tú reacción fue esa por lo que pasó hace dos años? —pregunto ahora JungKook, mirando como su mayor tensaba su mandíbula ante la mención de lo que sucedió aquella vez.

Para YoonGi era una de las cosas más vergonzosas que había vivido y odiaba hablarlo o si quiera mencionarlo, esos meses quisiera poder borrarlos y no cometer los errores que cometió. Una traición y un corazón roto, la peor combinación.

—Si... —acepto al final de cuentas, porque era cierto, su miedo provenía de ahí.

—Comprendo, pero te vuelvo a mencionar Yoon, que JiMin no es él, no te hará lo que ese imbécil hizo y lo sabes —NamJoon posó su mano izquierda en el hombro del mayor y lo miró con seriedad—. Sé que temes abrir tu corazón y salir dañado como sucedió antes, pero eso no lo sabrás si no lo enfrentas —aconsejo.

—NamJoon hyung tiene razón, tienes que enfrentarlo, hablarlo, tal vez...

—No —YoonGi se levantó y negó con su cabeza—. No puedo, no ahora —se volteó hacía los más jóvenes, logrando mostrar en su ceño fruncido y labios temblorosos el miedo que sentía—. Me costó mucho recuperarme de esa vez y si, tal vez JiMin no va hacer lo que hizo ese idiota, pero eso no quita el hecho de que posiblemente no sienta nada por mí, no quiero tomar ese riesgo.

Con eso dicho, regresó a su lugar concentrándose en lo que estaba haciendo antes, dando a entender a los presentes que la conversación había llegado a su fin.

El resto del día sus clases habían avanzado sin problemas, estar acompañado de Shuhua y Yuqi había hecho todo mucho más llevadero. Igualmente se había llevado muy bien con el resto del grupo a pesar de que no habían podido hablar mucho, por eso mismo intercambiaron rápido números para así agregar a JiMin al grupo de chat que tenían.

Todo estaba tan bien que lo hacía tan feliz. Estaba conociendo personas increíbles y era algo realmente lindo.

En cuanto terminaron sus clases los seis salieron y se encontraron en la entrada de la universidad. Estuvieron hablando sobre lo que vieron en clases y discutieron sobre ellos. JiMin había estado internado también en la conversación, era fácil soltarse y hablar con ellos, sin embargo, el mensaje de YoonGi lo distrajo, ya venía por él.

Se sentía feliz al saber que el alfa vendría por él, pero también se encontraba nervioso, no sabía cómo se comportaría ahora el mayor, pensaba que tal vez se había comportado de esa forma porque estaba estresado. Intentaba convencerse de que no era su culpa.

Sus sentimientos que tenía por el mayor eran algo confusos, ya que siempre habían sido impulsados por su lobo, quien siempre estaba presente y demasiado atento a lo que hacía el alfa con él. Era un poco confuso en ese caso, pero también sabía que él también estaba involucrado.

Su corazón acelerado, sus mejillas sonrojadas y la necesidad de querer sentir su tacto, que lo mirara y le hablara bonito como siempre lo hacía era algo que le encantaba y no quería que acabara. Pero esa necesidad y esas formas de actuar en el solo significaban una cosa y aunque por dentro él lo sabía, no quería decirlo en voz alta, se volvería real.

No quería que el mayor se alejara por eso, además aquellos sentimientos podían ser solo influenciados por que era la primera persona en mucho tiempo que lo trataban bien y no solo se interesaban en su físico.

Podía estar solamente confundido.

—Tierra llamando a JiMin —la voz de Jisung lo hizo regresar su atención a sus amigos—. Te fuiste unos segundos, ¿todo bien? —pregunto curioso.

—Si, solo estaba pensando en muchas cosas, es todo —sacudió sus manos restándole importancia y dirigiéndoles una pequeña sonrisa a los demás en forma de tranquilizarlos.

—De acuerdo —acepto Yuqi—. Por cierto, ese hombre no ha dejado de verte desde que llegó, ¿lo conoces? —la rubia apuntó hacia enfrente donde se encontraba cierto alfa pelirojo.

—Oh, si, es YoonGi hyung —el omega asintió—. Vino por mí —explicó aún sonriente. Los presentes se miraron entre sí, pero decidieron no preguntar, por ahora.

—Okey, entonces, ¿nos vemos mañana? —Yuqi estiró sus brazos en una muda invitación.

—Nos vemos mañana —dijo JiMin para luego aceptar el abrazo de la chica.

Al terminar de despedirse se dirigió hacia donde estaba YoonGi.

—¿Cómo te fue? —preguntó el alfa mientras le abría la puerta al menor cuando llegó.

—Bien, muy bien en realidad —sonrió pequeño con las mejillas sonrojadas. Feliz.

YoonGi solo asintió y cerró la puerta tras JiMin cuando este estaba sentado dentro del auto. Se quedó unos segundos parado afuera intentando calmar a su corazón. JiMin se veía tan feliz que su pecho se llenó de tranquilidad al verlo así, el omega estaba avanzando tan bien y al parecer un poco de paz estaba llegando a la vida del menor. Eso era bueno, se lo merecía.

—Me alegro que te haya ido bien —fue lo primero que dijo al entrar al auto.

Y también lo último.

El alfa realmente no podía hablar, emocionalmente había sido un día pesado, intentaba no pensar en lo que había pasado esa mañana, e ignorar también aquellos sentimientos.

JiMin por su parte miraba por la ventana totalmente ajeno a lo que sucedía al alfa. Lo veía cansado así que decidió respetar su silencio, el cual se alargó hasta que llegaron a la casa. El omega subió a la habitación a cambiarse por ropa más cómoda y bajo dispuesto a hacer algo de comer antes de que YoonGi se fuera a continuar con su día.

Hizo algo rápido y sencillo.

El chico sirvió todo en el comedor y se dirigió a la oficina del alfa para llamarlo. Toco la puerta recibiendo un pronto «pase» como respuesta.

—Hice algo de comer, ¿quieres acompañarme? —pregunto con algo de nervios.

—Claro, ahora voy.

JiMin asintió y volvió a la cocina.

Cuando YoonGi llegó, ambos se dispusieron a comer en silencio, el omega comentaba un par de cosas que estuvo viendo en sus clases y lo bien que se había llevado con sus amigos. El alfa escuchó atento, contestando de forma simple.

Al final, a pesar de lo difícil que estaba siendo para ellos aceptar lo que comenzaban a sentir, nada podía negar lo bien que se sentían a lado del otro y lo feliz que lo hacía.

Aunque el camino a la aceptación iba a ser algo complicado y hasta tal vez...problemático.


oficialmente estamos a mitades del primer
arco aaah, así que las cosas poco a poco
comenzarán a ponerse más interesantes 👀.

también aviso de que ya le estamos dando
entrada al drama, así que prepárense *tun, tun,
tuuun*, en fin, detalles :)

"8 letters" es la canción de nuestro niño
yoongis, que también no me lo odien,
tiene sus razones 😞☝🏻.

pd. ¿que les parecen los nuevos
gráficos?, yo los amo, están
preciosos ㅠㅠ.

en fin, besitooos
se les quiere, mena <3

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