O18: TOCAR TU PIEL

YoonGi estaba molesto.

En esos momentos estaría ayudando a su omega si no hubiera sido por una indeseada llamada que había recibido de parte de NamJoon diciéndole que Christopher BangChan uno de sus socios insistiá en verlo, por Min le decía que no y listo, pero el muy maldito de aquel hombre era capaz de estar molestando hasta que lo viera, así que para evitar más inoportunos decidió verlo.

Le costó dejar a JiMin, más que nada porque no quería dejarlo ir, pero no tuvo más opción. Mínimo JiMin estaba cómodo en su nido en lo que él volvía.

La siguiente media hora fue una bendita tortura, tuvo que aguantar los estúpidos comentarios de Chan y para el colmo escucharlo alardear de su nueva colección de autos, realmente a YoonGi no podía importarle menos, especialmente los últimos diez minutos en los cuales los llamados de su omega se volvieron insistentes y se estaba comenzando a desesperar.

Realmente no conocía mucho sobre cómo tratar a un omega en celo, pues nunca lo había pasado con alguien, así que la noche anterior antes de acostarse, le hizo un par de preguntas a JiMin sobre cosas que necesitará saber, como lo que le gustaba y que no. Él sabía que la comunicación era lo esencial en estos casos, así que después de escuchar atentamente cada una de las cosas que le enlistó su omega, pudo comprender cómo funcionaba la temporada de calor de JiMin. No quería que algo saliera mal, su chico se merecía la mejor atención.

Al lograr zafarse de Chan, regresó a casa lo más pronto posible.

En cuanto puso un pie dentro de la casa, YoonGi comenzó a zafar su corbata y avanzó rápidamente hacía su habitación, su lobo contagiando su ansiedad. Su omega había entrado en su fase más intensa de su calor y el fuerte aroma que atravesaba la puerta de su habitación se lo confirmó.

Tomó la manija y abrió la puerta para comenzar a entrar.

Se quedó estático en su lugar al presenciar la imagen frente suyo. JiMin se encontraba recostado en su cama con las sábanas arrugadas y un par de prendas de los dos esparcidas en el colchón, pero lo que lo tenia por completo anonadado era el menor en medio de todo ello solo con una de sus camisas sobre su cuerpo, logrando deducirlo ante la visible piel expuesta de sus glúteos.

Mierda, su JiMin era perfecto.

—Alfa —le llamó el menor estirando sus manos para que se acercara.

YoonGi no tardó en avanzar hasta donde se encontraba su omega, sintiendo el aroma a lubricante picar su nariz, su cuerpo reaccionando ante su novio, pues el menor se encontraba a su disposición, despertando por completo su lado dominante y algo posesivo de su lobo.

—Mierda, hueles delicioso —su nariz comenzó a recorrer el cuello del menor, aspirando aquel delicioso aroma.

Al llegar a los labios del rubio, atacó su boca, siendo rápidamente correspondido. Las manos del alfa se metieron bajo la camiseta tocando la piel caliente del omega, mientras que las manos de JiMin comenzaba a quitar el saco y a desabrochar la camisa. Ambos estaban completamente absortos en el beso compartido, queriendo cada vez más del otro.

El alfa se separó despacio y empezó a esparcir besos por el rostro sonrojado del menor mientras sus manos desabrochaban la camisa dejando de a poco en descubierto la piel acaramelada, tomando la camiseta la deslizó por los brazos de JiMin hasta que logro quitarla y tirarla en alguna parte de la habitación. Su boca continuó su recorrido por las clavículas hasta llegar a dos protuberancias cafés, donde se separó y sopló sobre una de ellas, logrando que un escalofrío recorriera el cuerpo bajo suyo por la sensibilidad de este.

Tomando entre sus dientes el pezón lo mordió con poca fuerza para después enredarlo entre su lengua, jugando con este mientra el lindo rubio abajo suyo soltaba pequeños jadeos. Jugó con ambas protuberancias hasta dejar rojo las aureolas y brillantes por su saliva para finalmente seguir descendiendo hasta quedar entre las piernas del menor.

—¿YoonGi? —JiMin lo miro dudoso desde arriba.

Min simplemente le sonrió y tomó los muslos del rubio con sus manos subiéndolos de forma que las piernas quedarán dobladas y con las palmas de los pies sobre el colchón. YoonGi comenzó a dejar besos húmedos en los muslos marcándolos también con suaves mordiscos.

JiMin observaba todo con antelación, su respiración entrecortándose mientras el mayor se acercaba de forma peligrosa a su entrada.

—Hyung —suplico en cuanto sintió que se separó, siendo sorprendido en cuanto la lengua del alfa se deslizó por su humedad.

El mayor interno su lengua, entrando y saliendo, logrando que JiMin deslizara su mano a los cabellos rojizos, tomándolos con fuerza mientras de su boca solo soltaba incoherencias. YoonGi comenzó a ascender, su diestra se deslizó e interno dos dedos, los cuales entraron con facilidad. El alfa sintió la estrechez entre sus dedos y sus pantalones comenzaron a apretar más. Sus dedos comenzaron un lento vaivén en lo que él se inclinaba y deslizaba su lengua sobre la extensión del menor.

—Oh, joder —JiMin arqueo sus espalda en cuanto el alfa tomó su erección y la metió en su boca—. Amor...eso, se siente, ah, tan bien...

La conocida sensación de hormigueo comenzó a formarse en el vientre, avisando de su inminente orgasmo. Sus caderas comenzaron a moverse y los dedos del alfa dentro suyo aumentaron la velocidad rozando aquel punto que lo estaba haciendo delirar. Su cuerpo temblaba y la sobreestimulación le estaba pasando factura.

—Dios...voy a correrme —su mano apretó el cabello entre sus dedos y su mano libre se aferró con fuerza a la sabana—. ¡YoonGi!

Un último roce dentro suyo y una fuerte succión en su glande lo hicieron ver estrellas.

El alfa se separó y comenzó a limpiar lo que alcanzo a escurrirse entre sus labios, se paro de la cama, tomó su camisa y comenzó a desabrochar los botones hasta caer la prenda al suelo, siguieron sus pantalones, dejando a la vista sobre la tela de los boxers la gran erección, la cual JiMin pudo apreciar cuando la última prenda en el cuerpo de Min fue retirada.

El omega simplemente observó al mayor mientras se acercaba hacía él, teniéndolo pronto encima suyo de nuevo.

YoonGi tomó sus piernas y las separó un poco más, rozando la punta contra la palpitante entrada del menor.

—No juegues conmigo, solo mételo —el rubio deslizó sus manos por los brazos a cada lado suyo hasta los hombros del pelirrojo.

—A tus ordenes —la voz del alfa sonó un tono más grave sobresaltándolo un poco al menor, pues finalmente volvía a escuchar su voz.

Pero todo lo demás dejó de ser importante al sentir aquel gran miembro internarse de a poco, estirándolo y llenándolo. Sus manos se aferraron con fuerza sobre los hombros del alfa. Cuando estuvo por completo dentro, ambos se miraron y se sintió tan bien ver que encajaban tan bien entre ellos.

Min tomó las manos del menor y las bajo para poder entrelazarlas con las suyas para después comenzar con el movimiento de sus caderas, siendo lento y conciso, para poco a poco aumentar la velocidad. La posición realmente no duro mucho, pues YoonGi se separo y tomo las caderas del omega y las levanto un poco para finalmente comenzar con penetraciones mucho más profundas, el rubio se retorció sobre la cama mientras incontables gemidos se escapaban de sus labios.

Era asombroso la forma tan sencilla en la que el alfa había encontrado su punto que lo tenía por completo flotando. Min simplemente admiraba los ojos llorosos, el rostro sonrojado y aquellos labios hinchados por los besos, era una imagen que pensaba guardar. Inclinándose, comenzó a besar al omega mientras sus caderas seguían moviéndose. Al separarse, junto su frente con la del menor queriendo escuchar sus gemidos más cerca, apreciando la forma en la que hacía sentir a su pareja.

—S-siempre pensé que follabas bien —habló con la voz temblorosa, sus manos aferrándose con fuerza en los brazos del pelirrojo.

—¿Lo pensabas? —indagó el alfa cerca del oído del rubio, logrando que un escalofrío recorriera al chico ante la intensidad de su voz.

—Mm jum —JiMin soltó un gemido quedo—. Me alegra no haberme equivocado...

Una sonrisa socarrona se formó en los labios del alfa.

—Bien, me encargaré de que sigas pensando así.

Separándose por completo del menor, lo volteo y lo dejó recostado sobre la cama, levantó las caderas del omega y acarició ambos glúteos antes de separarlos e internarse de una sola estocada, el menor soltó un gemido ahogado ante la intensidad de las penetraciones, aferrándose como podía con lo que tenia a la mano. Gracias a la precisión de las estocadas y la perfecta estimulación de su próstata, el clímax lo atacó con fuerza, enterró su rostro en las almohadas pues su orgasmo estaba siendo alargado gracias a que el alfa aún estaba buscando su propia liberación.

Poco a poco una extraña sensación se comenzó a formar en el vientre del omega, para finalmente sentir como explotaba y sentía como su cuerpo soltaba una gran cantidad de lubricante empapando sus piernas y la cama, acompañándolo después el mayor, quien anunció su orgasmo con un gemido gutural. YoonGi volteo al chico al sentir su nudo formarse, acomodándolo abajo suyo.

—Aah, moje toda la cama —JiMin soltó una risita avergonzada, sus piernas temblaban y sentía sus mejillas empapadas.

—Es una buena señal —el pelirrojo se inclinó y besó con lentitud al menor.

—Eso fue...asombroso —confesó el rubio en cuanto YoonGi se separó.

—Y solo hemos empezado bonito...

Si, JiMin estaba seguro que sería un celo inolvidable.

Luego de que se aseguro que JiMin seguía dormido, se levantó de la cama y se puso un pantalón de pijama y se dirigió al primer piso. Pasaban de las ocho de la mañana y ya había terminado el primer día del celo de su omega, había sido intenso en todos los sentidos posibles, finalmente habían dormido un par de horas luego de la última ronda en la madrugada.

Sabiendo que tendría un corto tiempo para desayunar y darle algo de comer al menor fue a la cocina, busco algo que fuera rápido y fácil de hacer, decidiéndose por unos sandwiches. Mientras preparaba la comida, sintió unos delgados brazos abrazarlo por detrás. Puso el la tapa de pan al sándwich y se volteo para encontrarse con su lindo novio quien le sonrió tiernamente, se inclinó y le dejo un beso en aquellos rojizos labios.

—¿Hiciste algo de comer? —indago el menor.

—Si, ten —tomó un plato y se lo dio al rubio quien lo aceptó con gusto y se fue a sentar a la mesa.

Gracias a eso, YoonGi tuvo la oportunidad de notar que JiMin parecía solo cargar la misma camisa que traía cuando llegó el día anterior, le quedaba los suficientemente larga para tapar, pero aun así no dejaba mucho a la imaginación, sin contar que tenía varios botones desabrochados y la manga derecha la tenia caída, dejando por completo en descubierto una buena parte de piel.

La cual, estaba marcada por el.

—Hyung, ven —le llamó el menor.

YoonGi asintió y se fue a sentar con JiMin. Estuvieron hablando un poco en lo que comían, terminando, el omega recogió los platos mientras Min iba a la sala. JiMin estaba por ir con el alfa, pero se detuvo, pues desde donde estaba podía ver perfectamente al mayor quien estaba sentado en el sofá viendo su celular, podría ser la cosa más normal, pero el simple hecho de que no trajera camisa era suficiente para tenerlo en las nubes. Tenía un torso digno de apreciar.

Esto mismo logró que su cuerpo comenzara a reaccionar. Camino hacía el alfa quien al notar su presencia dejó el teléfono y tomó de la cintura al omega en cuanto lo tuvo cerca suyo, con aquella acción JiMin se dio la libertad de sentarse a horcajadas de Min. Las manos del mayor se deslizaron hacía los muslos de su novio y los acaricio con calma.

—Alfa —le llamó en voz baja—. Te necesito... —dicho eso, el rubio tomó los labios del contrarió y un beso ardiente dio inicio.

Las caderas de JiMin comenzaron a moverse creando una placentera fricción entre ellos, pequeños jadeos saliendo de sus labios, los cuales YoonGi disfrutaba escuchar. Sus manos ascendieron hacía el preciado trasero que se encontraba más al descubierto por la posición, apretujándolo mientras disfrutaba de la cavidad contraria internando su lengua y saboreando cada espacio.

El omega se separó y comenzó a desabrochar los botones de la camisa hasta que ésta se deslizó por sus hombros cayendo al suelo y dejando al descubierto el cuerpo desnudo, para el alfa simplemente era una obra de arte.

—Ah, joder, no puedo creer que todo esto sea mio —YoonGi sonrió admirando al chico frente suyo, sus manos aferrándose a aquella delgada cintura.

—Todo tuyo —JiMin se inclinó para dejar un casto beso, sus manos escabulléndose hasta el pantalón de pijama.

Su diestra se deslizó dentro de la prenda y tomó la caliente erección sacándola para comenzar a bombear, su pulgar acariciando el glande, Min inclinó su cabeza hacia atrás ante la corriente de placer que lo recorrió. El omega siguió moviendo su mano hasta que finalmente se levantó sobre sus rodillas y acomodo la erección en su entrada, comenzando descender lentamente.

Sus paredes comenzaron a estirarse ante la intromisión siendo una sensación agradable. Cuando quedó por completo dentro, se mantuvo en su posición durante unos segundos disfrutando de aquel gran miembro dentro suyo, YoonGi aprovechó para tomar los labios del menor de nuevo sintiéndose en el mismísimo cielo ante el calor del interior del omega.

—Mmmh —el rubio comenzó a mover sus caderas en círculo antes de comenzar a auto penetrarse de forma lenta.

Poco a poco comenzó a tomar ritmo, manteniendo el equilibrio gracias a las manos de YoonGi alrededor de su cintura, quien también ayudaba a una mejor dirección. Al lograr una velocidad que los tenía al borde, los gemidos y suaves jadeos empezaron a escucharse con más fuerza, los aromas de ambos intensificando y las feromonas de excitación rodeándolos.

Min deslizaba sus labios por la piel expuesta, dejando besos húmedos. Su cabeza se encontraba en blanco, pues no podía pensar en nada más que en el chico encima suyo brincando sobre su pene mientras entre balbuceos le decía lo mucho que le gustaba la forma en la que lo llenaba. Su lobo no podía con la sensación de orgullo al ver aquel lindo rostro sonrojado y con una preciosa expresión de placer.

—Me vas volver loco —dijo con el alfa admirando el cuerpo entre sus manos.

—Mis piernas, no puedo mas...

YoonGi no necesito escucharlo dos veces.

Tomó los muslos del omega y los levantó lo suficiente para poder acomodarse y comenzar a dar fuertes estocadas que hicieron al rubio aferrarse al cuello del alfa. Los gemidos de JiMin se convirtieron en sollozos desesperados, pues su punto estaba siendo maltratado mientras su erección recibía fricción ante sus cuerpos juntos.

—D-dios YoonGi, no pares.. —levantó su rostro y tomó los labios del alfa, internándose a un desastroso beso, acallando un poco sus gemidos descontrolados.

Los movimientos del mayor comenzaron a ser más desesperados ante el increíble orgasmo que estaba formándose, estallando poco después, siendo acompañado de su omega, quien gritó su nombre al llegar a la punta del clímax.

El nudo se creó y JiMin se dejó caer en el pecho del alfa sintiendo su interior estirarse. Ambos tenían sus respiraciones agitadas, intentando regularlas en esos minutos unidos, compartieron un par de besos perezosos y un par de sonrisas satisfechas.

—No se quien esta mas emocionado, tu o tu lobo —JiMin soltó un risita—. Es increíble que me anudes cada vez que lo hacemos.

—Si... pero no voy a negar que me gusta —el mayor le sonrió mientras acomodaba un mechón húmedo por el sudor.

—Es la mejor parte —le correspondió el gesto.

1/2

no tengo mucho que decir realmente, solo continuemos 🫶🏻.




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