O15: UN NOSOTROS

Luego de que todos se fueran, YoonGi fue a su habitación mientras esperaba a que JiMin se diera un baño y se cambiara para poder hablar con el.

Al entrar a su cuarto se detuvo en el instante en que un suave aroma a geranios rozó su nariz, al principio creyó que había sido de afuera, que JiMin ya había salido de su cuarto, pero cuando volteo y no vio a nadie en el pasillo, se dio cuenta que realmente provenía de su habitación. Entrando por completo se dirigió a su cama y noto que el aroma era más fuerte desde ahí.

Gracias a eso, logró deducir que JiMin durmió en su habitación. Una ligera sonrisa se posó en su rostro.

—¿Hyung? —el omega aparece en la habitación encontrando al mayor sentado en su cama—. Debes recostarte y descansar —le regaño mientras se acercaba hacia donde se encontraba el alfa y lo obligó a acomodarse bajo las sábanas.

—Esta bien JiMin —YoonGi lo detuvo y tomó la mano del menor—. Debemos hablar, hay cosas que tengo que explicarte —dijo el mayor haciéndole un gesto a JiMin para que tomara asiento a su lado en la cama.

El omega no tardó en captar y tomó asiento cruzando sus piernas en forma de mariposa, YoonGi se recargó por completo en la cabecera de la cama. Ambos se quedaron en silencio unos segundos, el alfa más que nada organizando sus ideas para poder expresarse de manera correcta. Dirigiendo su mirada hacia JiMin se encontró con aquellos lindos ojos mieles los cuales lo miraban con curiosidad.

Un detalle que Min no pudo pasar por alto era el lindo brillo que adquirieron aquellos lindos ojos. No estaban apagados, JiMin comenzaba a sanar, no pensaba arruinarlo.

—Primero que nada, te debo una disculpa por la forma en la que me comporte los ultimos dias, fui un idiota, no hay forma de negarlo —suspiro y volteo hacia enfrente al no poder mantener su mirada con la del omega—. Hay una razón por la que me comporte de esa forma, hace dos años, la pase muy mal luego de una muy mala experiencia en una relación —YoonGi hizo una mueca en cuanto los recuerdos lo recorrieron.

» Hyeon era hijo de uno de los socios de mi papá, así que un día se organizó un evento para crear conexiones, yo ya llevaba un tiempo con el puesto de líder, pero a mi padre le encantaba ir a ese tipo de eventos así que él iba por mi, hasta esa noche —YoonGi volteo a ver a JiMin y vio que el chico estaba realmente interesado en la historia—. En fin, la situación fue que ambos conectamos esa noche, digamos que quedé encantado, tiempo después empezamos a salir, yo realmente llegué a enamorarme de él...—el rostro del alfa se oscureció ligeramente.

» Pero un día, lo deje solo en mi oficina, ahí tenía guardados unos papeles de una de nuestras muchas cuentas en el banco, había millones de wones, ese dinero era de un contrato importante, el cual también robo, así que cuando menos me lo espere, todo ese dinero fue retirado, poco después supe que había sido él, al parecer su objetivo junto a su padre siempre fue traicionarnos, solo fui un peón para él, sin contar los problemas que nos trajo con ello, ya que los rusos creyeron que nosotros habíamos robado su dinero y bueno...nos costó mucho tiempo recuperarnos, casi fui destituido de mi puesto de líder —terminó finalmente el alfa mientras el omega analizaba la nueva información.

—Tu diste todo por él y simplemente te apuñaló por la espalda... —comprendió JiMin.

—Le di todo, me entregue por completo y bueno, de esa forma él me lo devolvió —inhalo y exhalo con calma—. Nunca he sido una persona que justifica sus actitudes por su pasado, pero realmente me asuste cuando me di cuenta de lo que comenzaba a sentir y como estaba implicando por completo, aún si sabía que no se repetiría lo de hace dos años, mi primera reacción fue alejarme.

JiMin se quedo mirando al mayor un poco confuso, ¿hablaba de lo que creía que estaba hablando?, el menor estaba dudoso, pues no quería sacar suposiciones y que no fuera así, pero ahora no sabía cómo articular la pregunta.

—Tu... —balbuceo nervioso.

YoonGi sonrió un poco avergonzado.

—Me enamore de ti Jiminie y fui un idiota por miedo —sus ojos se encontraron con los sorprendidos del rubio—. Pero aun si no sientes lo mismo, quería que lo supieras, era lo correcto desde el primer momento —sus pálidas mejillas se tornaron de un claro rosa.

—Oh...yo... —JiMin realmente no sabía que decir, las palabras se le cruzaban y su corazón latía a mil por hora mientras su lobo no dejaba de saltar por todos lados, feliz de saber que sus sentimientos eran correspondidos.

—Puede que tus sentimientos no sean los mismos —comenzó a hablar YoonGi nervioso ante el silencio de JiMin—. No puedo obligarte a que sientas lo mismo, tal vez hasta sea incómodo...

—Alfa —le habló el menor saliendo de su sorpresa y captando la atención de Min ante la forma en la que lo llamó—. También me gustas, también me enamore de ti... —dijo mientras sus mejillas se pintaban de un lindo rojo.

Después de unos segundos de solo mirarse, YoonGi acercó su mano al rostro del menor y lo acarició con calma, el omega recargó su mejilla en la mano del pelirrojo, cerrando sus ojos ante las caricias, al separarse, JiMin se acercó al mayor y recargó su cabeza en el hombro del alfa mientras sus manos se entrelazaron.

—Por cierto... Tae me dijo que éramos destinados, ¿tu crees que sea cierto? —preguntó el rubio con su mirada en su mano entrelazada con la del alfa.

—JungKook también me contó sobre ello, y si, yo creo que lo somos —inclinó su cabeza recargándose en la contraria—. Cuando te...tomaron, escuche tu llamado, y no fue la primera vez, también cuando tuviste aquella pesadilla lo sentí, sin contar todas esas veces que simplemente mi lobo no dejaba de reaccionar ante ti, algo que nunca me había pasado —tomó una pausa, estirándose en sus labios una pequeña sonrisa—. Al parecer me has conquistado en todas nuestras vidas bonito... —sus ojos se encontraron con los del menor quien tenía el mismo gesto en su rostro, más aquellas mejillas aún sonrojadas.

—Y tú a mi... —concordó el omega.

YoonGi se inclinó y dejó un suave beso en la frente de JiMin, para después ambos acostarse en la cama, el menor recargo su cabeza en el pecho del alfa, quien con su mano libre rodeo al rubio. El silencio era agradable, cómodos entre los brazos del otro, ambos estaban felices, con sus lobos complacidos al ver que sus humanos finalmente habían confesado sus sentimientos.

Aunque aún había una pequeña duda en la cabeza del rubiecito.

—¿Qué pasará con nosotros?

—Mmmh, podremos iniciar nuestra relación desde ahora, pero creo que te mereces algo mucho más especial —contestó el alfa mirando al lindo chico entre sus brazos—. En cuanto me recupere por completo, te llevaré a una cita y te pediré ser mi omega como te mereces —le sonrió con cariño.

—De acuerdo, lo esperare con ansias —dijo JiMin con ojitos brillantes.

La semana pasó rápido realmente, el día anterior le habían quitado el cabestrillo a YoonGi, así que ya podía moverse un poco más, sobre los puntos en la herida posiblemente se les retirarián la siguiente semana. La primera semana de marzo había traído muchos cambios en la vida de ambos, especialmente en la de JiMin, quien desde que las cosas con YoonGi se estabilizaron, la sonrisa en su rostro era imposible de quitar, como en ese momento en el que se encontraba en la cocina haciendo el desayuno mientras tarareaba una canción.

Cierto alfa, quien acababa de entrar a la cocina se recargo en la barra detrás de JiMin, solamente viéndolo. Desde que aclararón sus sentimientos, la sensación de paz que lo recorre era simplemente maravillosa, una felicidad inmensa, llevaba tiempo sin sentirse así y en cuestión de días las cosas habían cambiado tanto.

Acercándose con calma, se posiciono detrás del omega y deslizó sus manos en la cintura del rubio, el chico no se sorprendió, puesto que el aroma del alfa lo había delatado todo ese tiempo, así que simplemente se dejó abrazar, recargando su cabeza en el pecho del mayor.

—¿Qué preparas? —preguntó YoonGi mientras su nariz se frotaba contra el cabello del chico entre sus brazos, haciendo su mejor esfuerzo por no comérselo a besos.

—Sopa de verduras —respondió el menor, sintiendo como entraba en un estado de trance al sentir el aroma del alfa alrededor suyo y el cálido cuerpo en el que se encontraba recargado.

Dejando la sopa en la estufa a fuego bajo, se dio la vuelta entre aquellos brazos y se encontró con un hombre sonriente y cabellos rojos desordenados. El alfa se encontraba con su playera y pantalón de dormir. Tan lindo ante los ojos del omega.

—¿Cómo te sientes? —indagó el chico pasando sus dedos con delicadeza por debajo de donde se encontraba la herida vendada, sus ojos igualmente dirigiéndose a aquella área.

—Estoy bien, ya no duele como antes, además la herida está cicatrizando rápido, al parecer mis genes están ayudando —dijo con calma, intentando borrar esa mueca de preocupación en el menor.

—Eso es bueno —la mirada de JiMin volvió al rostro del alfa—. Ve a sentarte es hora de desayunar, si no se me hará tarde —se separó del pelirrojo y lo empujó con suavidad hacia la dirección del comedor.

YoonGi solo río bajo mientras seguía la orden del chico. Ambos actuaban como pareja, en cierta forma, pues no había besos ni toqueteos más allá de manos entrelazadas y abrazos inocentes, pero pronto las cosas cambiarían, pues el alfa ya tenía todo preparado para que el sábado, finalmente pudiera ponerle un nombre a su relación con JiMin, lo que más deseaba en ese momento.

Después del desayuno, el conductor de JiMin vino a recogerlo, ambos se despidieron entre sonrisas hasta que el menor se fue. Luego de eso YoonGi subió a su habitación, llegando la enfermera encargada quien revisó su herida y le suministró los medicamentos correspondientes para finalmente retirarse.

Cuando quedó solo, el alfa sacó un traje de su armario y se vistió. Más tarde JungKook se encontraba fuera de su casa para recogerlo.

—Sabes perfectamente que JiMin va regañarte por salir —le advirtió el joven alfa volteando a ver a su mayor.

—Lo sé, pero no puedo seguir retrasando más juntas con socios importantes, especialmente si quiero tener por completo libre el fin de semana —se defendió el hombre.

—Eso es cierto.

Al llegar al cuartel, YoonGi se dirigió a la sala de juntas donde se encontró a sus padres, quienes estuvieron con NamJoon supervisando y tomando juntas con personas de no mucha importancia, hasta ese día que se tenía que encontrar con un posible inversionista que parece les traería buenas ganancias.

La junta duró aproximadamente una hora, pero resultó exitosa, así que los Min se dirigieron hacía la oficina de YoonGi. El joven alfa saludo de manera debida a sus padres para tomar asiento en uno de los sofás individuales junto al de dos piezas, donde se encontraban sus progenitores.

—Veo que ya te encuentras mejor —comentó Min Tae-min—. Me alegra saber que es así —el mayor le dirigió una media sonrisa.

—Si, por lo que me comentó la enfermera, para la próxima semana ya me quitaran los puntos —dijo recargándose en el sofá.

—Oh, esas son excelentes noticias —la omega sonrió feliz—. Por cierto, ¿crees que podremos ver hoy a JiMin?, aun quiero hablar con él por lo que sucedió la última vez —indago la mujer con una mueca culpable.

—Me gustaría que lo vieran hasta la próxima semana —dijo el alfa—. Este sábado pienso formalizar con él, así que...

Yi Seo soltó un chillido feliz y volteo a ver a su esposo con ojos brillantes.

—Eso es perfecto Gigi, mejor nos presentamos como es debido después —asintió de acuerdo—. Podría ser en tu cumpleaños, así será más cómodo —planeó la castaña.

—Oh, cierto —YoonGi hasta ese momento reaccionó que su cumpleaños estaba cerca—. No lo recordaba.

—Siempre se te olvida —el alfa mayor sonrió divertido—. Pero por eso tienes a tu madre y a tu manada para que te festejen.

—Si... —asintió con una pequeña sonrisa.

Luego de aquella conversación, nació el tema de los Nam, donde YoonGi explicó que sería de ellos, en esos momentos se encontraban encerrados, después pagarían por sus crímenes, simplemente los tendría a la deriva por un tiempo.

El sábado llegó antes de lo esperado y YoonGi se encontraba nervioso, sabía que JiMin sentía lo mismo que él, pero eso no quitaba la ansiedad de lo que podría pasar en su cita. El omega sabía que saldrían, sin embargo, no tenía idea a donde seria, así que esperaba que la sorpresa fuera del agrado del menor.

—¡Hyung! —la voz de JiMin resonó en el pasillo—. ¿Ya nos vamos? —indagó el menor en cuanto llegó a la habitación del alfa.

—Si, es hora de irnos —asintió el mayor mientras se ponía su gabardina.

YoonGi tomó su reloj y se lo puso en su muñeca izquierda para después llegar a donde estaba el lindo chico de cabellos rubios quien lo esperaba con una enorme sonrisa, con su aroma dulce esparciéndose por todo el lugar logrando que alfa lo admirara por completo enamorado.

Eran pasadas las seis de la tarde, no faltaba mucho para el atardecer, reflejándose en los rayos del sol. Entre ellos el ambiente era cálido y si todo salía bien, esa tarde finalmente lo suyo tendría un nombre.

No podía estar más ansioso por ello.

Cuando llegaron al auto del mayor al salir de casa, JiMin se encontró con la pequeña sorpresa de que Min manejaría, el alfa recibió un par de quejas del omega, pero al final JiMin decidió ceder.

—¿Aún no piensas decirme a dónde vamos? —indagó el rubio mirando la perfecta imagen del pelirrojo manejando.

Su espectacular perfil, aquellas delgadas manos en el volante.

—No, es una sorpresa bebé —YoonGi volteó a verlo con una sonrisa.

Su cabeza hizo un corto circuito, su corazón comenzó a latir más rápido y sus mejillas se sintieron calientes. YoonGi lo había dejado por completo desestabilizado con un simple apelativo. Tomando una corta respiración intentó esconder su evidente nerviosismo.

—De acuerdo, seré paciente —aceptó con una sonrisita.

Poco después el omega comenzó a reconocer el camino, viendo que se encontraban llegando a "Lotte World". Sus ojos se humedecieron ligeramente y sintió cómo su corazón se apretaba en nostalgia. Cuando se estacionaron, YoonGi volteó a ver al rubiecito, quien no había dicho nada desde que llegaron.

—¿Te gustó la sorpresa? —indagó el alfa posando su mano sobre la del menor.

—Yo... —JiMin volteo y el mayor se encontró con unos hermosos ojos brillantes—. Lo recordaste —el omega bajo su mirada y tomo la mano de Min. Tenía muchos sentimientos encontrados en ese momento.

En las tardes cuando JiMin regresaba de la universidad, ambos decidieron dedicarse a hablar de ellos, de su vida, su familia, conocerse más, y uno de esos días el omega le contó al mayor sobre todas las veces que él fue a aquel parque de diversiones con sus padres, él amaba ir, sin embargo, luego de que fallecieron para él fue muy complicado volver, pues era su lugar especial con sus padres, también mencionó que quería volver algún día y YoonGi se lo estaba cumpliendo.

—Sé lo importante que es para ti y quería que esta tarde fuera especial, creí que sería el lugar correcto —el mayor le dedicó una pequeña sonrisa de labios juntos.

—Lo será.

Al entrar al parque JiMin simplemente podía sonreír, tenía su mano entrelazada con la del alfa, caminando y discutiendo cuál podría ser el primer juego para subirse.

Después de hablarlo un poco se dirigieron a los carritos chocones, al subirse al suyo con JiMin al volante comenzaron a jugar. Sus risas resonaban, pero la de JiMin era la que tenía por completo hipnotizado al alfa pelirrojo, aquella tierna sonrisa en donde los ojitos de JiMin se cerraban y se convertían en dos lindas medialunas.

Estaba realmente cayendo fuerte por el omega y no pensaba alejarlo de su lado, jamás.

Cuando se bajaron, el menor tomó la muñeca del alfa y lo llevó directamente a la fila de las sillas voladoras y así fue por la siguiente hora. El mayor estaba casi seguro que casi recorrieron todo el parque, aunque admite que su parte favorita era la área con los puestos de juegos.

—Yoonie, mira ese pollito —el omega apuntó al peluche exhibido en uno de los puestos—. Vamos, hay que ganarlo —tomando la mano del mayor ambos se dirigieron al juego.

Al ver que era de disparar en el centro, decidió jugar el, pago por el turno y se sentó en la silla, JiMin simplemente se posicionó a su lado y lo animó. YoonGi no tardó en apuntar y disparar justo en el centro a la primera. Varias de las personas presentes le aplaudieron al ver que no falló en ninguna.

—¡Bravo! —sonrió el muchacho que se encontraba en el puesto—. Escojan un premio.

—El pollito por favor —pidió el alfa recibiendo el peluche, entregándolo al omega quien con una enorme sonrisa se acercó a él y le dejó un suave beso en la mejilla.

—Gracias Yoonie.

—No es nada bonito.

Entre sonrisas, ambos avanzaron hasta la rueda de la fortuna. Se subieron y observaron la feria desde su recorrido. En la segunda vuelta, la atracción se detuvo y JiMin miró curioso al mayor al notarlo, puesto que se encontraban en el área más alta. YoonGi se acercó al omega y tomó sus manos con delicadeza, gracias a ello, el menor pudo deducir lo que venía y su corazón se aceleró ante la expectativa.

—Jiminie, desde el primer día que nos conocimos mi lobo te reconoció e inconscientemente siempre me empujaba a acercarme a ti, por eso mismo de a poco sentimientos se fueron creando sin que yo me diera cuenta, tu sonrisa, tu presencia, todo en ti poco a poco me conquistó, cayendo por completo ante ti —el alfa sonrió acariciando las pequeñas manos entre las suyas—. Tal vez me comporte como un idiota al principio, pero ya no pienso esconderlos o si quiera negarlos, porque me enamore de tí y ya no hay vuelta atrás —su mirada choco con la del omega, quien tenia sus ojitos brillosos por las lagrimas.

» Prometí protegerte y desde entonces esa promesa se ha mantenido intacta y no pienso romperla, así que Jiminie, ¿me harías el honor de poder ser tu alfa? —YoonGi simplemente aprecio aquella preciosa sonrisa.

—Si —JiMin asintió—. Quiero que seas mi alfa y yo tu omega.

Min sintió todo su cuerpo llenarse de una enorme felicidad y simplemente pudo observar complacido al precioso ser que tenía con él. Su omega.

—Alfa...

—¿Si?

—Bésame.

YoonGi tomo con delicadeza el rostro del menor y sin pensárselo dos veces, acerco su rostro al contrario y finalmente, juntó sus labios con los de JiMin, fue un toque delicado al principio, solo sus labios rozándose, pero el solo probar los labios del omega, YoonGi mando lo suave a algo más profundo, usando su lengua para internarse a la cavidad del rubio, quien aceptó con gusto la intromisión, derritiéndose entre los brazos del alfa, se sentía en el mismísimo cielo al sentir la forma en la que el mayor deslizaba su mano libre en su cintura y la apretaba con delicadeza.

Sus cuerpos hormigueaban y sus corazón latía desbocados.

Se separaron en cuanto el aire les falto en sus pulmones, pero YoonGi simplemente sonrió y repartió suaves besos en el rostro del omega, dejando por último los rojizos labios del rubio. Ambos estaban felices y con sus corazones plenos.


❝ Tu eres el que manda,
bebe solo quiero ser tuyo ❞
I wanna be yours — artic monkeys

AAAAAAHH PASO
finalmente paso gente, ando
bien feliz por esto, no tienen idea
de la emoción que fue escribir esto ㅜㅜ

pero bueno, de ahora en adelante las cosas
se pondrán más interesantes wooow, besos

se les ama <3
mena

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