YYoonGi se encontraba en su oficina revisando un par de cosas en lo que esperaba a NamJoon, sin embargo, a veces su mente divagaba recordando la situación con JiMin, la cual poco a poco se ponía un poco más complicada. Intentaba marcar distancia sin que afectara al menor, pero realmente no sabía si lo estaba logrando.

El ruido de la puerta siendo abierta lo trajo de vuelta a la realidad encontrándose con NamJoon. Ninguno dijo nada, simplemente salieron de la habitación y se dirigieron fuera del cuartel directo al auto que los estaba esperando.

—Bien, repasemos —habló NamJoon en cuanto estuvieron dentro del auto y este dio marcha—. Vamos a verlos para explicarles sobre el pequeño percance que retrasara la entrega, igualmente mencionaremos un poco sobre la situación y el hecho de que debemos retrasarla por nuestras formas de llevar nuestros asuntos, no importa si esto los alerta, sabemos sobrellevar los casos bajo presión, ¿de acuerdo? —dijo Kim observando al mayor.

—De acuerdo, es hora de que ese par de idiotas se quiten sus máscaras de inocentes.

Tiempo después llegaron a la gran mansión de los Nam, donde después de unas tediosas preguntas, ambos pudieron entrar. Uno de los sirvientes los dirigió hacia la oficina donde se encontraba Ki Joon, al entrar se encontraron con el hombre sentado detrás de su escritorio con esa aura egocéntrica que los destacaba.

«Asqueroso» pensó YoonGi.

—Min, Kim, ¿y esta agradable visita? —indago con una sonrisa ladina mientras se acomodaba sus lentes.

Los jóvenes alfas hicieron un pequeño asentimiento como saludo. JoonHyuk apareció justo en ese momento, posicionándose detrás de su padre. YoonGi y NamJoon avanzaron hacía los asientos y se sentaron frente al alfa mayor.

­—Queríamos hablar contigo sobre él envió —comenzó a explicar Min—. Hubo un pequeño percance con una pandilla que se creyó muy inteligente al intentar robar parte de la mercancía, uno de los nuestros resultó herido y un par...muertos —el alfa comenzó a jugar con uno de sus anillos mientras su pesada mirada gatuna se posaba sobre el hombre frente a él—, el caso es que debemos atraparlos y que paguen por sus actos.

­—No somos personas que perdonen fácilmente o pagan por sus crímenes o nada —continuó Kim—. Así que el envío se retrasará una semana, no creo que nos tome mucho encontrarlos, tenemos oídos y ojos por todas partes —Nam sonrió con falsa amabilidad—. Espero comprendas nuestra situación.

Ki Joon tenía su mandíbula tensa y uno de sus puños apretados con fuerza, parecía acorralado, mientras que JoonHyuk tenía una postura completamente recta, estaba en alerta, como si en cualquier instante algo los atacaría.

—Entiendo —Ki Joon se acomodó incómodo en su asiento—. Son buenos encontrando a los culpables, ¿verdad?

­—Así es, meterse con el Clan Min es como una sentencia de muerte, así de fácil —YoonGi estiró sus labios en una sonrisa torcida, le encantaba tener a ese maldito sudando frío y con los nervios a flor de piel.

—En fin, eso es a lo que venimos, solo para que lo tengas en cuenta y sepas como está la situación, cualquier cosa nos comunicaremos contigo —NamJoon se paró al igual que YoonGi, dando entender así que era todo lo que tenían que discutir.

—Nos vemos, que tengan buena tarde.

Los Nam se quedaron en sus lugares, solo asintiendo como despedida.

Mientras, ambos amigos salieron felices al ver la preciosa reacción, especialmente la de Ki Joon. Pronto llegaría el día de acabar con ellos, solo necesitaban un poco de paciencia.

JiMin tenía su cabeza recostada sobre la mesa, su mente no estaba presente, sino intentando descifrar a YoonGi, el alfa se ha estado comportando con el distante, pero al tiempo detallista con él, a veces le dirige la palabra y tiene una conversación normal con él y otras solo respondía con monosílabos o respuestas cortas. Todo eso en el transcurso de una semana.

Había llegado a pensar que posiblemente ya había cansado al alfa, pues el podía ser una carga para YoonGi.

A pesar de todo aquella situación, la parte de la universidad todo se encontraba bien, se estaba adaptando a sus maestros, compañeros y al lugar en general, también estaba el hecho de que Tae se unía a ellos la mayoría de veces luego de sus clases. Tenía amigos que lo hacían feliz y lograban que se olvidara un poco de los problemas que estaban sucediendo con YoonGi y sus sentimientos que aún no lograba comprender por completo.

—¿JiMin? —la voz de TaeHyung logró que el chico volviera a la realidad—. ¿Todo bien? —indago curioso.

Gracias a la pregunta del omega, se percató que solo quedaban ellos dos.

—¿Dónde están los demás?

—Fueron a comprar algo, como te vieron muy distraído me pidieron que me quedara contigo —la mano del castaño se dirigió a su cabeza y la acarició con cariño—. ¿Sucede algo?, últimamente te he visto muy pensativo —la voz suave de Tae logró un agradable sentimiento en JiMin.

Al parecer era algo de los hermanos Kim el tener la habilidad de tener una voz que te ayudará a calmarte, que te incitaba a que confiaras en ellos. El tono de voz que uso Tae es el mismo que usaba Sunmi cada que ella estaba preocupaba por él y quería que le contara que sucedía por su cabeza.

—Es YoonGi... —comenzó a hablar mientras se enderezaba y se volteaba hacía el omega castaño, quien copió su acción—, esta semana a estado algo...distante, realmente no sé porque, he querido preguntarle, pero me da miedo que esté molesto por algo que haya hecho sin querer...no lo sé, siento que algo sucede, pero el único enterado parece ser el —exhalo con fuerza, tenía tantas dudas.

—Comprendo —Tae hizo una mueca, tenía una idea de lo que podía estar pasando, pero ocupaba asegurarlo después—. Posiblemente está estresado, a veces suele ser así de grosero sin darse cuenta, hablaré con él para ver qué está sucediendo, para que así puedan arreglar las cosas, igualmente si no vez que haga algo, háblalo con él, no temas en preguntarle.

—Okey, gracias Tae —sonrió algo forzado, solo querían que las cosas volvieran a ser como antes.

Ambos decidieron cambiar de tema, concentrándose en otras cosas y charlando un poco de su día, estaban realmente absortos, que no notaron a la persona extra hasta que aclaró su garganta de forma exagerada. Ambos omegas se voltearon y se encontraron con Eunwoo, el alfa que desde el primer día no ha dejado de intentar acercarse a JiMin y comenzar una conversación con él, sin embargo, no lo ha logrado gracias a que el rubio siempre estaba con sus amigos o Tae, quienes notaban que JiMin no estaba para nada interesado en el chico, así que se encargaban de dejarlo siempre con las palabras en la boca.

—Hola —el pelinegro se dirigió directamente al rubio—. Espero que por fin podamos hablar como se debe, ¿es tan difícil que hablemos o que me aceptes una cita? —sonrió altanero.

—No es difícil, simplemente no estoy interesado —respondió JiMin, parándose junto a TaeHyung dispuesto a irse, pero su brazo fue jalado, deteniéndolo.

—Vamos, solo será una cita, no te hagas el difícil JiMin, podemos divertirnos juntos.

—No gracias, adiós.

Con la mayor amabilidad posible, se soltó del agarre del alfa y se fue de ahí.

Cuando TaeHyung se hizo presente en el cuartel, varios de los presentes lo vieron algo confusos, muy rara vez se le veía molesto al omega, así que estaban curiosos por saber que estaba sucediendo, y como era de esperarse, el primero en aparecer fue JungKook quien se acercó a su novio con rostro preocupado.

El mejor que nadie conocía a TaeHyung enojado y estaba rezando por no ser la razón de la molestia de su omega.

—Amor, ¿qué sucede? —pregunto en cuanto estuvo junto a él.

—Min YoonGi, eso me sucede —respondió con rapidez.

JungKook entonces se paró enfrente del castaño deteniendo su andar por completo.

—¿Qué está pasando? —indago totalmente confuso.

—Eso es lo que quiero saber.

Sin más, paso de largo de su alfa luego de darle un rápido beso en la mejilla para dirigirse a la oficina del alfa de cabellos rojos. Al llegar ni siquiera tocó, simplemente se metió y se encontró con YoonGi sentado trabajando, si tan solo supiera lo que se avecinaba.

—¿Por qué estás distante con JiMin? —pregunto en cuanto sus manos impactaron contra el escritorio.

—¿De qué hablas? —dijo el alfa viendo al castaño.

—No me vengas con tus estupideces Min, JiMin lleva toda la semana carcomiéndose la cabeza intentando entender porque estas distante, queriendo saber si hizo algo, o lo que fuera para que te comportes así, entonces, ¿por qué estás distante? —su voz revelaba la molestia y eso logró que el alfa no tuviera más opciones.

Un tensó silencio se posó en la habitación hasta que YoonGi resoplo rendido.

—Porque tengo sentimientos por él...y no sé cómo sobrellevarlos —contestó con desánimo, sin poder ver al chico frente a él.

TaeHyung simplemente se quedó estático, mirando incrédulo al alfa.

—¿Qué?, dime que es una broma YoonGi.

Realmente el menor no se lo creía, ¿era por eso?, ahora era él, el que no comprendía nada, ¿alejarse por tener sentimientos?, tal vez era una forma de escape para YoonGi, pero estaba mal, porque estaba lastimando a alguien y debía ser consciente de que la situación no solo lo involucraba a él, sino también a JiMin.

—Tienes que hablar con él, y hazme el favor de dejar de ignorarlo, lo estas lastimando Yoon, ser distante no te va llevar a nada con él, mucho menos la situación, si no que todo empeorara y las consecuencias van a ser graves.

—Tae —el alfa suspiro—. No es tan fácil, hay tantas cosas que...

—Entonces arréglatelas, pero deja de ser una mierda con JiMin, él ha pasado suficiente para que tu llegues con eso y lo lastimes de paso, basta YoonGi, aclárate.

Y sin dejar responder a Min, el omega salió de la oficina no queriendo seguir con lo mismo.

YoonGi se quedó estático en su lugar luego de que el omega se fuera. Se dejó caer sobre su silla, sintiendo como su cabeza comenzaba a doler. Pasó su mano por su rostro, estresado. Toda esta situación lo estaba sobrepasando, no sabía exactamente cómo las cosas comenzaron a tornarse tan desastrosas.

El solo quería que JiMin estuviera bien, que tuviera en quien confiar, no que tuviera que lidiar con él y sus sentimientos, no era justo.

Ni para él ni para JiMin.

—Soy un imbécil... —maldijo en voz baja.

Todo parecía ir de mal en peor.

Al entrar en su casa, YoonGi dejó sus cosas y se dirigió al segundo piso.

Hace un par de horas le había llamado YeonJun explicándole que había llegado nueva mercancía a Eros y que era necesario que se supervisará que todo estuviera bien para poder venderla en el club. Min se encargaba de eso cada mes ya que para él era mucho más seguro verificar que todo estuviera bien, el éxito de aquellos clubs no era solo por saber manejar el lavado de dinero a la perfección, también por el increíble servicio que ofrecía y la calidad de sus bebidas.

Con aquello pendiente, el alfa decidió llegar a casa primero para preguntarle a JiMin si quería acompañarlo, aún era temprano, así que estaba cerrado, sería seguro, además, podría ser una buena forma de calmar las cosas entre ellos, quería que hubiera un poco de paz antes de que Min decidiera hablar con el omega y explicarle toda la situación, solo ocupaba un poco de tiempo para ordenar sus ideas.

Al llegar a la habitación del menor, tocó un par de veces antes de encontrarse con JiMin parado frente a él, tenía sus cabellos rubios desordenados, ropa cómoda y el aroma dulce del omega estaba por completo impregnado en aquella habitación. Todo aquello fue como una bomba de sensaciones para el alfa, tanto él cómo su lobo se encontraban extasiados antes las feromonas.

Tanto así que YoonGi se tuvo que regañar a sí mismo y a su lobo para poder hablar como una persona normal luego de estar callado desde que el omega le abrió la puerta. Pero antes de poder decir algo, su mano actuó antes de darse cuenta y con cariño acomodo un rebelde mechón de cabello del menor, quien ante la acción sus mejillas se pintaron de un bonito rojo.

—Yo... —aclaro su garganta bajando su mano—. Quería saber si querías acompañarme a Eros, voy a ver un par de cosas sobre la mercancía y bueno...tal vez quieras verlo —ofreció el hombre, expectante a la respuesta del menor.

—Mmh, claro, solo... ¿puedo cambiarme? —dijo JiMin recibiendo un rápido asentimiento del contrario.

—Te espero abajo.

—Okey.

Poco después JiMin bajó y ambos se dirigieron a Eros. Durante el transcurso YoonGi le explico un poco sobre la cadena de clubs y como eran administrados, lo que se hacía detrás de todo ello entre otros pequeños detalles, también dio a conocer que Eros era el club principal y el favorito de YoonGi que era al que iba de vez en cuando. Gracias a aquellos datos el menor se encontró interesado por aquel dichoso club.

Al llegar, ambos entraron por una puerta doble de color tinto, por fuera el lugar tenía una estructura moderna, se iluminaba de rojo y el nombre Eros brillaba en la noche. Por fuera era increíble, pero por dentro, era simplemente asombroso, era un lugar espacioso, contaba con dos pisos, en la planta baja, que fue la primera que pudo explorar el menor se encontró con una diversidad de mesas, áreas más privadas, la barra principal entre otros detalles.

YoonGi poco después le dio la libertad de ver el segundo piso que era el área VIP. En aquel piso había sillones y había una perfecta vista hacia la pista gracias que recorría todo el alrededor del lugar. También había otra barra exclusiva y un pasillo que llevaba a habitaciones que se podían rentar.

JiMin estaba asombrado, el lugar era increíble. Esperaba poder ir con sus amigos algún día.

Cuando volvió al piso de abajo, el alfa lo llevó a la bodega donde le explicó cómo revisar de manera adecuada las bebidas para asegurarse de que no eran falsificaciones y era la cantidad correcta. Para JiMin fue divertido, además también sirvió como retroalimentación, ya que cuando estaba en gastronomía le enseñaron varios datos importantes sobre bebidas y podía utilizarlas en ese momento.

La tarde fue entretenida y aquella tensión que los estuvo persiguiendo durante esos días se fue disipando. Sabían que aún debían hablar, había cosas por explicar y entender para poder arreglar todo, sin embargo, puede que no sea tan fácil.

1/2

apreciemos al jimin de
multimedia, en tan bonito
lo amo mucho ㅜㅜ

bueno, continuamos...