Capítulo 6
Wonhee tomó asiento en la mesa que era iluminada por una pequeña lámpara de escritorio, luego de haber ordenado la caja de óleos hizo crujir sus dedos frente al lienzo y se dispuso a comenzar a pintar; había pasado un tiempo desde que lo hacía.
Se sentía bien, no de manera plena y completa como querría, pero se sentía bien. Los días que compartía con Hyungwon estaban surtiendo su efecto positivo, tanto que por momentos se encontraba sintiéndose fascinada por muchos aspectos que de él provenían; le gustaba mucho escucharlo hablar con ese tono de voz pausado, ver cómo sus labios gruesos rosados se movían siempre lentos pero seguros, y su sonrisa que le daba tanto de lo que hace mucho tiempo no tenía...
Seguridad y tranquilidad.
Haciendo trazo tras trazo pensó en la forma de ser de su novio.
Desde un principio supuso lo que podría llegar a ser él, no profundizó demasiado porque no quería dar nada por sentado y al final terminar juzgandolo por cosas que no venían al caso, pero ahora era diferente. Hyungwon solía a veces enviar a alguno de sus amigos para acompañarla a la puerta de su casa, sucedía en días en los que él se encontraba demasiado ocupado con su trabajo, la cuestión es que los mismos tenían un aura que era difícil de comparar con cualquier otra persona que poseía un trabajo rutinario y normal, así que había sentido la necesidad de hablar con él sobre el tema, con él a quien parecía que hablar sobre aquello le molestaba; o al menos le incomodaba.
¿Sería capaz de hacerlo?
Con los brazos llenos de pintura se detuvo a pensar si preguntarle a Hyungwon sobre su trabajo estaría bien, no llevaban demasiado tiempo desde que salían juntos, apenas y llevaban un poco más de unos cuantos meses y aunque todo iba yendo bien, sentía de alguna manera que preguntarle por cualquier cosa relacionada a su ocupación podría hacer que él pensara que era molesta y se iría de su lado. Soltó un suspiro profundo que se extendió por toda la habitación que era espaciosa, miró el calendario sobre su escritorio dándose cuenta que pronto celebrarían 100 días de estar juntos, se llenó de energía y volvió a meter la mano en pintura, y comenzó a difuminar.
Debía de intentarlo ¿No?
Quizá muchas cosas del pasado la hacían ser insegura sobre muchas otras del futuro, pero si lo tomaba con calma comprendía enseguida que Hyungwon era muy diferente, de que a pesar de parecer atemorizante guardaba también un corazón dulce siempre atento; sonrió contenta una vez fue consciente de que él era bastante amable a su manera, hasta el momento todo estaba bien y no la presionaba a nada, siempre tan delicado y muy comprensivo, si en ese mismo momento decidiera preguntarle lo más seguro es que obtendría algo, aunque fuera lo más mínimo. Hyungwon tal vez era de pocas palabras, pero sus promesas siempre las cumplia sin falta, sólo debía encontrar una forma.
Ahora lo que más debía preocuparle no era si Hyungwon se enojaría por una simple pregunta curiosa que era normal de sentir luego de todo, lo que más le intrigaba es que Hyungwon era un hombre en extremo raro.
¿Podía decir eso?
Miró el calendario de nuevo pensando en que en serio cumplirían 100 día juntos, y él a penas y tomaba su mano, nunca se atrevía a hacer nada más que eso, de hecho debía ser sincera al confesar que comenzaba a sentirse un poco ansiosa porque creía que quizá no era lo suficiente atractiva para Hyungwon; y si no era así ¿Entonces qué lo llevaba a ser tan distante? La mayoría de hombres con los que había salido hasta ahora siempre fueron muy diferentes, así que estaba algo confundida con cómo debía comportarse o afrontar la situación.
Algo triste dejó el pincel sobre la mesa y miró su bello rostro en un espejo de cuerpo completo que adornaba la habitación; Hyungwon era muy atractivo, él podría tener a muchas mujeres igual o más bellas, además, parecía que se desenvolvía muy bien en la calle como para ver y encontrar cualquier cantidad de personas que le dieran muchas más cosas de lo que evidentemente estaba dándole, pero...
—No más, Wonhee... — Se regañó a sí misma. No podía simplemente desconfiar de él, siendo que estaba siendo tan sincero y cálido como podía; Hyungwon era un hombre dulce, duro pero suave al mismo tiempo, así que debía de haber una razón para que el pelinegro no hubiese pedido algo como un beso, debía de haber algo...
¿Pero qué?
Era extraño de igual manera, tanto como para hacer que pensara en esto y aquello una y otra vez.
— Vaya, nuevamente estás pintando. — Volteó a ver a la mujer de cabello negro largo, ella entró y se detuvo a un lado de la pintura con un vaso de jugo en cada mano, le extendió uno a Wonhee y bebió del otro. Lo recibió agradecida. — Él de verdad me sorprende. — Wonhee frunció un poco el ceño al escuchar esas palabras por parte de su amiga, así que la miró sobre el vaso mientras bebía.
— ¿Por qué lo dices? — Se lo preguntó curiosa ya que era la primera vez, desde el encuentro en la tienda, que hablaba de manera abierta sobre Hyungwon.
—No lo sé... — Respondió y analizó con detenimiento la pintura. Su rostro era uno bastante expresivo y atractivo, a veces le sorprendía que Wonhee pudiese plasmar tan bien el rostro de una persona, y hasta estuvo asombrada en su momento porque creyó que las primeras pinturas que vio sobre él eran inventos fantasiosos de ella, un mero producto de su imaginación; vaya sorpresa se llevó al descubrir que era exactamente tal cual ella lo retrataba, casi se ahoga de la impresión, se atrevía a decir que era incluso más atractivo en persona y eso era poco para describir cuán impactada la dejó la belleza de aquel hombre alto. —A pesar de... Ya sabes, parecer atemorizante, creo que es una buena persona.
No debía estar equivocada entonces.
—¿Eso crees? — Se lo preguntó sintiéndose curiosa, pues Yeojoo no solía ser muy positiva cuando se trataba de sus parejas, por lo general siempre encontraba algo negativo en ellos y en su mayoría terminaba por tener la razón, pero ahora parecía ser diferente.
— No sé cómo explicarlo... — Ella inclinó la cabeza mirando el retrato, lo analizaba totalmente centrada — Luce como un hombre extrañamente bondadoso.
— Lo es. —Respondió y sonrió viendo también a detalle la pintura que sería un regalo para el hombre de bello rostro y sonrisa refrescante. — Aunque si se lo dices seguramente te responderá que no es así. Estuve hablando un poco con Hyunwoo oppa y dice que cuando lo conoció solía ser bastante malhumorado, pero con el tiempo ha ido volviéndose una persona más cálida y lo creo. Es como un héroe para sus amigos y para mi también lo es.
—Increíble... — Ella asintió y miró a Wonhee en lugar de la pintura. — ¿Hyunwoo? —Preguntó ella curiosa — ¿El gorila que te acompaña cuando Hyungwon está ocupado?
—¡Yeojoo!— ¿Cómo podía ser tan grosera? Amaba a su amiga mucho, muchísimo, pero a veces sentía que esa mujer no tenía ni un pelo en la legua. —¿Cómo puedes referirte a su amigo de esa manera?
—Wonhee, por favor ¿Lo has visto con atención? — La cuestionó con un tono de voz agudo. — Si Hyungwon parece que matara con la mirada, ese tipo seguro que fulmina a cualquiera con sólo pensarlo. Da un miedo terrible y se ve como todo un tonto.
—En cambio creo que es gracioso, tiene un sentido del humor un poco extraño, pero definitivamente es tan amable como Hyungwon. Te gustaría si te dieras la oportunidad de conocerlo.
—¿¡Pero tú de qué hablas!? — Yeojoo Puso el grito en el cielo — Ni en mil años me fijaría en alguien como ese tonto gorila. — Ella movió su cabello con dignidad y torció los ojos al imaginarse estando siquiera cerca de aquel hombre que parecía todo un cabeza hueca a simple vista. — Prefiero morir soltera a salir con alguien a quien seguro le gusta estrangular ancianas los viernes en las noches.
—Dios... siempre dices cosas demasiado extremas. Eres horrible.
—Sólo digo la verdad. — Ella se defendió rápidamente y giró a ver por última vez el cuadro antes de salir. —Y ya mejor ve a arreglarte, chica enamorada, se hace tarde para tu cita con Hyungwon.
Wonhee abrió los ojos de par en par.
—¡Oh, por Dios! — se asombró una vez vio la hora en el reloj de pared y se levantó como un rayo. — ¡Debo encontrarme con Hyungwon en una hora!
— Si te apresuras quizá llegues.
Hizo lo que Yeojoo le dijo y se echó a correr, se metió a la ducha rápidamente, tomó un baño intentando apresurarse, pero con todo e intención terminó por salir significativamente tarde; Wonhee salió de su casa apresurada, su cabello iba estilizado producto de la insistencia de Yeojoo, llevaba puesto un lindo vestido blanco estampado con flores turquesa, zapatos de tacón medio blancos y un pequeño bolso que le complementaba bien.
Detuvo un taxi, subió e indicó a donde iría, miró la hora en su reloj y se preocupó por si Hyungwon estaría esperando demasiado, él no parecía de las personas pacientes así que de nuevo miró la hora en su reloj preocupada por lo que pudiera pensar de su llegada tarde. Siempre que trató de explicarle a sus anteriores parejas sobre sus retrasos porque se centraba demasiado en pintar, ellos le contestaban con algún reclamo o simplemente se mostraban molestos durante toda la cita, haciendo que todo fuera demasiado incómodo.
Eso la asustó un poco.
Al llegar al lugar de encuentro pagó la tarifa correspondiente y bajó rápidamente, miró primero sobre todas las personas y no halló ninguna de las siluetas similar a la de él, así que siguió su camino centrada en buscar su teléfono, hasta que fue detenida por alguien de repente, esa persona la tomó del brazo firme sin llegar a lastimarla y le habló.
— ¿A dónde crees que vas dejándome aquí? — Supo reconocer de inmediato esa voz profunda y lenta, por lo que miró al hombre que sostenía su brazo con sutileza y al verlo el impacto la paralizó por completo.
— ¿Hyungwon?
— ¿Uh? ¿Sucede algo? — Wonhee parpadeó varias veces en un sólo instante y Hyungwon la miró curioso por la expresión en su rostro.
— Yo...— En medio de su impacto recordó lo más importante en todo ello. — ¡Oh, por Dios! — Exclamó sorprendida. — ¡Lamento haber llegado tarde, Hyungwon, lo siento mucho!
— ¿Por qué te disculpas tanto? — Él rió y el corazón le latió enloquecido. — Es normal para un hombre esperar por una mujer en las citas ¿No? Y más cuando aparece viéndose tan hermosa como tú. —Las palabras de Hyungwon, añadidas a su sonrisa y el repentino abrazo hicieron que el rostro se le encendiera de la vergüenza. Fue bastante sorpresivo verlo luciendo tan diferente, el sentimiento no era negativo para nada, al contrario, estaba de verdad curiosa sobre cómo alguien podía verse tan diferente y no perder el encanto.
Caminando a su lado se dedicó a detallarlo realmente sumergida en ello, esperaba ver alguna de esas camisas de flores llamativas que solía usar a diario, incluso debía admitir que estaba animada por saber de qué color sería esta vez, pero en lugar de eso un abrigo largo de color oscuro era lo que cubría al hombre alto, su cabello negro que era largo ya no estaba, ahora lucía un corte que lo hacía ver más joven y tierno, además de unos jeans azul claro que no iban con nada de lo que estaba acostumbrada a ver; En un momento dado Hyungwon volteó a verla, fue tan sorpresivo que giró su cabeza al otro lado sintiéndose avergonzada por cuenta nueva.
— Debes estar sorprendida ¿No es así? — Comentó él y Wonhee giró a verlo rápidamente, sólo para negar de manera firme con su cabeza.
— ¡Oh, por Dios, no!
— Está bien, puedes decirlo. — Dijo él y rascó su cabeza por la parte de atrás. Solía ser así cuando algo le avergonzaba. — No estaba de acuerdo con cambiar, pero Jooheon insistió en que debía hacer algo con mi apariencia. Quizá es demasiado para asimilar ¿No? Mierda, quiero romper su nariz por...
— Te ves encantador. — Hyungwon se detuvo de hablar de manera repentina, frunció el ceño y Wonhee abrió los ojos en su máxima expresión por la sorpresa que fue el haber dicho esas palabras en voz alta; no pudo contener las palabras que estaban rondando en su cabeza desde el primer momento en que lo vio.
¿Había ido demasiado lejos?
No lo supo al principio, pues Hyungwon optó por mirar a otro lado. Wonhee por supuesto se sintió bastante nerviosa e intentó acercarse, solamente para confirmar que el hombre alto de cabello negro presentaba un notorio sonrojo en sus orejas, y como si nada soltó a reírse porque Hyungwon era lindo hasta ese punto.
— ¿Justo ahora estás riéndote? Woah, Lee Wonhee. — Su voz llena de dignidad le sentó mucho en gracia, Wonhee de pronto se sintió mucho más ligera, menos nerviosa y poco a poco fue recuperándose hasta tomar la mano del hombre alto entre la suya que era pequeña y delicada.
—Eres muy especial. Es por eso. — Se lo dijo, y junto a él caminando segura fue directo al lugar de su cita.
⚝⚝⚝
Cine, comida y caminata, Wonhee había vivido aquello muchas veces antes, pero por alguna razón esta vez era diferente, se sentía más libre, mucho más animada e incluso se atrevió a hablar con más soltura; estaba disfrutando de verdad, no se sentía incomoda y cuando estuvieron en la sala de cine, mientras se proyectaba una película de romance en la pantalla, ella misma decidió tomar la iniciativa de acercarse a él.
Debía comprobarlo después de todo.
Vio de reojo a Hyungwon tener la mirada clavada en la gran pantalla, así que se acomodó mejor en su silla, luego, sin siquiera pensar acercó su cabeza apoyándola en su hombro y no demoró nada en sentir cómo el cuerpo de Hyungwon se tensionaba todo. Sinceramente lo creyó conveniente, le gustaba mucho, era su novio y no recordaba haber querido estar así de cerca con nadie más, simplemente lo hizo y no esperó nunca que él respondiera a su acto impulsivo de la manera en que lo hizo.
— ¿Estás cansada? Si quieres podemos ir a casa. Te llevaré.— Comentó. Hyungwon parecía preocupado en serio, pero algo nuevo dentro de Wonhee la hizo sentir frustrada, tampoco ayudaba el hecho de que alrededor las parejas estaban más cerca de lo normal, tomados de las manos y hasta besándose. En un arrebato se cruzó de brazos pensando en que Hyungwon era el mayor tonto de todos ¿Por qué? Eso ni ella lo sabía.— ¿Wonhee?
—No-no pasa nada...
—Sabes que puedes pedirme lo que quieras, Wonhee, si quizá no te gusta la película podemos buscar otra. Haré lo que quieras. — Pensó en decirle que entonces la besara, lo iba a hacer antes de que alguien en algún lado los llamara a guardar silencio, razón por la cual la conversación se cortó en en ese punto, pero aún así Wonhee se veía algo molesta por el supuesto desprecio de Hyungwon hacia ella; no comprendía de verdad qué era lo que le estaba haciendo falta.
¿Más encanto? ¿Había alguien más?
Oh, no...
Si había alguien más entonces eso sería terrible. No quería dudar de él de ningún modo, sin embargo, le preocupaba el extraño comportamiento de su novio, del hombre en quien había depositado toda su confianza; era extraño que ni siquiera tuviera interés en tocar su mano y al contrario casi la evadiera todo el tiempo.
¿Qué hombre en su sano juicio se comportaba de esa forma?
Soltó a llorar justo en la parte triste de la novela, lloró con ganas pensando en el dolor que le causaba ese pensamiento, y no, no quería ser así, pero quería tanto a Hyungwon que incluso pensar en la posibilidad la lastimaba terriblemente. La película terminó, él le extendió un pañuelo, así que limpió su nariz mientras que a su lado un muy preocupado Hyungwon intentaba saber lo que le había sucedido en medio de la película; pero, no era su intención arruinarlo más de lo que ya había hecho, en su lugar medio sonrió e insistió en que se encontraba bien cuando en realidad no era así, era evidente, al menos para Hyungwon lo era.
Seguido a ello fueron a comer y mantuvo el silencio al máximo, no paraba de pensar, todos sus pensamientos se centraron en tratar de descifrar las razones, los motivos ¿Era un problema suyo? No entendía, y lo que menos quería era intentar profundizar en ello y así quedar como la chica molesta, como siempre.
— Wonhee, creo que lo mejor será que vayamos a casa. Vamos, es hora de regresar. — La voz de Hyungwon se escuchó bastante molesta, eso le impresionó lo suficiente y la trajo de vuelta al mundo real; totalmente impresionada se levantó negando con la cabeza.
— Por dios, Hyungwon, no. Yo...
—Es evidente que no te encuentras bien y lo que menos quiero es que te sientas incómoda, así que toma tus cosas. Nos vamos.
¿Qué había pasado realmente?
Wonhee no entendía esa repentina intranquilidad e imprevisible deseo por confirmar su cariño que ya era bastante, es que era evidente, y por supuesto que lo lamentó mucho pues por su culpa su cita estaba arruinada y ahora Hyungwon seguro estaba molesto. Nunca antes vivió nada igual, nunca antes quiso o insinuó nada más de lo normal y le parecía un chiste que después de luchar tanto por evadir temas como los besos y las caricias, ahora quisiera hacerlo por voluntad propia; y no, no se había curado mágicamente con el poder del amor, si lo pensaba profundamente su temor seguía ahí latente, pero necesitaba a Hyungwon cerca y ese era un sentimiento que cobraba mayor fuerza cada vez, así que ¿Qué era lo que estaba sucediéndole y por qué ahora?
No lo comprendía para nada.
En el taxi de regreso a casa Wonhee se dedicó a ver hacia afuera porque no podía darle la cara a él, reprimió su llanto y luego de varios minutos de atravesar la ciudad por fin llegaron; bajó, escuchó la puerta del taxi cerrarse y vio a Hyungwon acercarse; de inmediato buscó remediar las cosas, porque le aterraba la situación tan familiar.
—Lo lamento, yo...No sé qué me sucede... —Hyungwon soltó un pesado suspiro y Wonhee se preparó para lo peor.
De nuevo...
—Wonhee, no tienes que preocuparte por mi, si no te sientes bien puedes decírmelo en cualquier momento. Lo que menos quiero es hacerte sentir incomoda, ya es suficiente con que hayas aceptado salir con alguien como yo ¿Sabes? Sé perfectamente cuál es mi lugar, así que no tienes que esforzarte.— Él la abrazó y su calidez le llenó el pecho de un algo inexplicable, sus ojos se llenaron de lágrimas al instante y comenzó a llorar espantando al mayor. — ¿Qué- Pero ¿Qué sucede? ¿Hice algo mal?
—Yo- yo, oh por dios, Hyungwon. Yo sólo me siento tan estúpida en este momento, no lo entiendo, no logro creer que quieres estar con alguien como yo. Sólo mírame, no puedo hacer nada bien, siempre arruino todo, constantemente creo que no me ves atractiva porque nunca tomas mi mano y ni siquiera me has besado una sola vez, y no sé por qué sigo pensando esto una y otra vez; no entiendo nada de lo que está pasándome contigo, Hyungwon, yo solo no puedo evitar sentirme tan asustada y confundida. — Hyungwon se quedó de pie totalmente rígido, sus manos grandes estaban sobre los delgados hombros de Wonhee y de repente soltó a reírse. — ¿Te ríes?
—Es mi pequeña venganza... —Dijo antes de casi perder toda fuerza con el suspiro de alivio que soltó — Mierda, creí que por algún motivo te habías cansado de mi, Wonhee. Ya sabes, no soy la mejor compañía para alguien como tu que parece tan divertida e inteligente —Él la abrazó por cuenta nueva, pero esta vez fue mucho más fuerte y eso asombró a la mujer de cabello corto, porque era la primera vez que sentía tal afecto tan inmenso— Wonhee, seré sincero contigo, soy un hombre que no es precisamente un buen hombre. Mi trabajo siempre ha sido rodar por las calles y he hecho cosas que te asustarían de sólo escucharlas, quizá ni siquiera debería estar contigo, pero he caído tanto por ti que no puedo evitar querer estar a tu lado siempre. Me gustas, me gustas demasiado, eres preciosa y quiero respetarte, quiero hacerlo con todo mi ser, pero cada que estoy cerca de ti reafirmo mi sentir y sé muy bien que no debería ir en contra la corriente ¿Qué hacer? me encuentro en una encrucijada.
— Hyungwon...— Estaba impresionada de escucharlo hablar mucho más de lo normal, sus palabras eran muy sinceras y su voz temblaba; era la primera vez que lo sentía temblar y eso fue suficiente para impresionarse toda.
—¿Puedo besarte? — Le escuchó decir y se separó mirándola al rostro; Wonhee se sonrojó toda y tembló. Cuando se imaginó algo así no esperó que un sentimiento tan intenso como el que estaba sintiendo en ese momento la abordara de manera entera, su mirada chocó con la de él que era profunda y decía miles de cosas, su corazón se agitó aún más como resultado y asintió casi que de manera automática, en eso vio a hyungwon cerrar la brecha entre los dos y cerró los ojos muy fuerte. Esperó sentir como sus labios eran atrapados por los de él, pero en su lugar un besó en su frente fue dado.
— Gracias por aceptarme aún sabiendo la clase de persona que soy, Wonhee, eres una mujer muy comprensiva. — Un beso en su nariz fue dado enseguida y el corazón quiso salirsele del pecho. — Gracias por hacerme sentir algo después de tanto tiempo de sentirme vacío y solo... — hubo una pausa y un silencio, lentamente abrió los ojos encontrando que esos ojos oscuros le miraban los labios con especial atención, razón por la cual la respiración de Wonhee se cortó y tragó con dificultad; él también tembló mucho más, pero eso no le impidió acercarse y frenar a pocos milímetros de sus labios. — Una vez lo haga será imposible para mi dejarte ir, así que puedes arrepentirte y dejarme aquí. Prometo que me iré si no me quieres cerca.— Lo susurró muy despacio, aquella acción hizo que la piel de Wonhee se erizara toda, porque su voz profunda entre murmullos le causaba algo en el sistema.
Wonhee se sintió ansiosa, pero no de manera negativa, su cuerpo entero ardía porque los brazos delgados pero fuertes de Hyungwon la rodearon haciéndola sentir como en otro planeta; se removió inquieta y volvió a verlo a los ojos sin vacilación. — Te quiero, Hyungwon. No importa si somos de mundos diferentes, yo quiero estar contigo porque te quiero de verdad. No sé cómo explicarlo, pero es verdad.
Un poderoso silencio se extendió por la calle, las luces sobrias de la calle los alumbraba de manera parcial y algunos autos se escucharon al final de la calle, por la avenida; el aliento caliente de Hyungwon rozó sus gruesos labios y enseguida terminó por cerrar la brecha entre los dos, sus labios suaves tocaron los suyos de manera muy cálida, con sutileza, casi como si estuviera cometiendo un pecado o algo peor, sus manos se mantuvieron rodeandola y no tardó mucho antes de separarse completamente alarmado.
— Lo siento... — Dijo él apartándose y dejandola libre, parecia estar muy preocupado por su misma acción.
—Oh... —Wonhee tocó sus labios, su corazón estaba bombeando de manera inigualable y las piernas las tenía como de gelatina. Era tonto, había sido un simple roce, nada que no hubiese hecho antes, pero por algún extraño motivo que desconocía se sintió flotar, su cuerpo estaba muy liviano y su mente completamente en blanco.
Para Wonhee, de todas sus citas, aquella había sido incomparable. Ella jamás lo olvidaría.
_______________________
Hola a todos.
¡Estoy aquí de nuevo con este fanfic!
Primero que todo, una disculpa por la pausa tan larga, sin embargo, quería poder escribir más capítulos y decidir sobre los mismo antes de continuar; mil disculpas, gracias infinitas a las personas que esperan con paciencia y espero que lo disfruten tanto como yo lo hice escribiéndolo. Espero sus votos y sus comentarios, ya saben que si tienen alguna duda entonces pueden escribirme que yo trataré de responder a la mayor brevedad.
¡Un beso y un abrazo grande!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top