⻝ ┇ ❝veintisiete.
El sábado llegó con más rapidez de la que hubiera deseado el omega, por lo que no tuvo más que partir hacia el departamento en el que Kangsan vivía.
Estimaron que no fuera necesario que ChanYeol le acompañara, otra vez, para evitar una pelea, pero al menos lo fue a dejar y se despidió amorosamente de BaekHyun.
― Nos veremos más tarde ― Le aseguró el alfa al cachorrito, que se reía por los besitos que recibía en la cara ―, y jugaremos hasta que caigas dormido, amor.
― ¡Baaaaaaaa! ― Se carcajeaba BaekHyun, abrazando a ChanYeol ―. ¡Muack, muack!
― Y a ti, te amo mucho también. ― Continuó el mayor, volteándose hacia KyungSoo y dándole un beso en la boca ―. ¿Quieres algo especial para la cena?
― Hamburguesas y Sprite. ― Jugueteó el omega.
― Trato hecho, cariño.
Volvieron a despedirse de ChanYeol, que se marchó a los pocos minutos, y KyungSoo agarró con más fuerza el bolso con las cosas de BaekHyun.
La mediadora no tardó en aparecer, saludándolo con amabilidad y haciéndole un gesto amistoso a su cachorrito, que se acurrucó en brazos de mamá. Entraron al edificio, subiendo al ascensor para ir hacia el departamento de Kangsan.
El alfa ya les estaba esperando, luciendo recién vestido y bañado. Se veía con sueño, de seguro se quedaba dormido hasta tarde en esos días, pero eso no fue lo que desagradó a KyungSoo, sino el ver a su madre allí metida. ¿Qué demonios?
― Mi madre se quedará hasta mañana ― Dijo Kangsan, tranquilo ―, ella vino a visitarme independiente de esto.
Mentiroso, se dijo KyungSoo, pero sólo guardó silencio. La mujer apenas le saludó, viéndose altiva y orgullosa, como si se hubiera ganado la lotería.
― ¡Hola, BaekHyun! ― Dijo ella, luciendo entusiasmada y acercándose hacia KyungSoo. Su cachorrito se sobresaltó, mirando a la mujer con desconcierto ―. ¿A que no sabes quién soy yo? ¡Soy la abuela!
― ¿Bubu? ― Su bebé miró hacia cualquier otro lado, pareciendo buscar a sus abuelas ―. ¿Buba?
Dios, ¿es que esa familia se especializaba en ser indiscretos y apresurados? Incluso la mediadora se veía fuera de lugar, sorprendida por la presura de ellos.
― No, a ver, BaekHyun ― Trató de explicar KyungSoo ―, ella es…
― ¡La abuela! ― Volvió a decir Mikyung, impaciente ―. ¡Dámelo, quiero sostenerlo!
Poco más se lanzó sobre él para quitárselo, pero KyungSoo retrocedió y BaekHyun se aferró a él. Se veía, francamente, asustado.
― ¡Nooooooooo! ― Gritó BaekHyun ―. ¡Maaaaami! ― Y se puso a llorar, más confundido ahora.
― Ay, cariño… ― Comenzó a consolar KyungSoo.
― Vamos a calmarnos ― Intervino Gwon, poniéndose en medio para que Mikyung le diera su espacio a BaekHyun ―, señora Kim, qué bueno que esté aquí, pero por favor, tenemos que ir con calma. El niño no la conoce y no tiene confianza en usted, no puede simplemente pedirlo como si fuera un objeto.
Mikyung se veía contradicha, con el ceño fruncido en disconformidad. Sin embargo, sólo hizo caso.
― Preparé el desayuno. ― Habló ella, molesta ―. Vamos, espero que BaekHyun no haya comido.
KyungSoo rodó los ojos, todavía consolando a su cachorrito. Faltaron unos minutos para que el llanto se detuviera, aunque no parecía muy de acuerdo con dejar los brazos de mamá. El muchacho no tuvo más que dejarlo en el suelo para poder sacar las cosas que llevó.
― Traje leche materna ― Comenzó a decir KyungSoo, viendo ahora bien el departamento: era lujoso, grande y muy cómodo, de seguro costaba una millonada. Tenía una cocina separada del living-comedor, con un gran balcón y otro pasillo que de seguro conducía al baño y las habitaciones para dormir ―, hay que calentarla…
― Claro que lo sé ― Exclamó Mikyung, casi quitándole el biberón de las manos ―, yo crié a Kangsan, ¿crees que soy tonta?
Tuvo que aguantarse la respuesta. La mediadora se sentó en uno de los sofás, anotando un par de cosas en la libreta que llevó.
― ¿Cuál sería el cuarto del niño? ― Preguntó ella.
BaekHyun se encontraba abrazando la pierna de KyungSoo, sin querer soltarlo ni alejarse de él.
― Todavía falta acondicionarlo bien ― Dijo Kangsan ―, pero es por aquí…
KyungSoo le dio la mano a su cachorrito, diciéndole que le siguiera. El menor se apresuró en caminar a su lado, siguiendo al alfa y con Naehwan siguiéndolos detrás.
Era la primera habitación a mano izquierda. Era un cuarto ni demasiado grande ni pequeño, con un armario pegado a la pared y luz natural. Un lado tenía papel decorativo de color azul y con autos deportivos. Había una cuna de altura contra otra pared, que estaba pintada de blanco, y un par de peluches en el suelo.
A KyungSoo no le gustó particularmente. Además, la cuna era demasiado alta. La que ellos usaban era baja y de libre acceso para que BaekHyun subiera y bajara a gusto propio. Para ChanYeol y él era importante que su cachorrito aprendiera a ser autónomo en algunas cosas desde pequeño.
Sin embargo, supuso que a él no tenía que agradarle, sino a su cachorrito.
― ¿Y qué tal? ― Dijo con falso entusiasmo, volteándose para que BaekHyun mirara bien la habitación ―. ¡¿Te gusta, Baek?!
― Mmm… ― El niño miró con desinterés ―, no.
KyungSoo tuvo que reprimir la sonrisa para no provocar a Kangsan.
― Le faltan juguetes. ― Señaló la mediadora.
― Sí, se los voy a comprar una vez sepa lo que le gusta a BaekHyun. ― Se apresuró en decir el alfa, disgustado ―. A ver, ¿qué no te gusta, BaekHyun? Para poder cambiarlo.
BaekHyun titubeó, pero KyungSoo lo alentó a recorrer el cuarto. Su bebé se tambaleó por el lugar, mirándolo con ojo crítico, lo que era un poco gracioso al ser tan pequeño. Sin embargo, mamá sabía que su hijo era muy inteligente.
― ¡Feo! ― Apuntó hacia el papel decorativo con claro enojo ―. ¡Feo, feo!
― ¿Te gustaría algo más claro? ― Aventuró KyungSoo.
― ¡Sí! ― BaekHyun se rió ―. ¡Con guaus
y miaus... y muuus y oincs! ― Exclamó en una burda manera de decir “animales”.
― Bien, ¿y qué más? ― Bufó Kangsan.
BaekHyun fue hacia la cuna. No había forma de que pudiera subirse a ella, se dio cuenta su cachorro, por ninguna parte. La que tenía en su casa, si bien tenía también barandas para no caer al suelo al dormir, a los pies de la cama poseía un espacio para que se bajara y subiera sin ayuda.
El mismo BaekHyun ya estaba aprendiendo su horario para dormir y no era necesario insistirle que fuera a la cama, iba por sí solo y sin necesidad que lo tomaran en brazos.
― ¡Fea! ― Reclamó, mirándola con rechazo.
― ¿Quieres una como la que hay en casa? ― Preguntó KyungSoo.
― ¡Sí! ― Volvió a repetir, y agarró un peluche de mapache en el suelo ―. ¡Lido!
― ¿Qué? ¿No le gustó? ― Se irritó Kangsan.
― Claro que no. ― KyungSoo tuvo que aguantar el insulto otra vez ―. Te acaba de decir que le gustó. Los peluches le gustaron.
― Ah, que bien. ― Kangsan se aclaró la garganta ―. ¿Quieres más peluches, BaekHyun? ¡Te puedo comprar muchos más si quieres!
― Aaaaaah… ― BaekHyun miró a Kangsan por primera vez, un poco desconfiado ―. Yaaa…
Por mucho que la situación no fuera favorable, KyungSoo en el fondo esperaba que Kangsan no actuara como un idiota. No confiaba demasiado en que fuera a cambiar su comportamiento con él, pero BaekHyun no tenía por qué sufrir de las estupideces que hacía su padre, y si era un buen papá para él, KyungSoo no tendría más que aceptarlo.
A los pocos minutos fueron a desayunar. Naehwan apenas intervenía y hablaba, parecía más que satisfecha mirando la dinámica familiar, y KyungSoo tuvo que dejar que la madre de Kangsan quisiera alimentar a BaekHyun, a pesar de que su cachorrito podía solo con el biberón.
― Es bastante independiente. ― Le comentó la mediadora, mirando a BaekHyun ignorar los arrumacos que le hacía Mikyung.
― Ah, sí ― KyungSoo sonrió ―, yo estoy estudiando educación de párvulos y mi novio es profesor también, pero se especializa en neurociencia y desarrollo infanto-juvenil. ― Puso cara de vergüenza ―. Disculpe, es que…
― No se preocupe ― Naehwan también le sonrió ―, ¿así que saben cómo educarlo?
― Su papá ha estudiado distintos métodos de enseñanza ― Explicó KyungSoo ―, Montessori, Waldorf, Pikler… Estamos aplicando un par de cosas de cada uno. Por ejemplo, el tema de la habitación, dejamos que BaekHyun escoja los colores que le gustan. Si no quiere comer más, y si vemos si comió lo suficiente, no lo presionamos. No todo es ideal, por supuesto ― KyungSoo recordó la vez que perdió los estribos y le gritó a su cachorrito ―, pero estamos aprendiendo con él en el camino.
― Eso es bueno ― Afirmó la mujer ―, y saber que no se debe idealizar la crianza. Es muy difícil educar a un niño.
KyungSoo le dio la razón, sabiendo que todavía tenía un largo camino por delante en cuanto a su cachorrito, pero dispuesto a darlo todo por él.
Una vez acabaron de desayunar, Kangsan dijo que podían dejar a BaekHyun mirando televisión. KyungSoo se sobresaltó enseguida.
― No, redúcele los tiempos de televisión y pantallas. ― Le dijo, llamando su atención ―. No puedes dejarlo todo el día mirando la televisión para quitártelo de encima.
― ¿Qué? ― Como no faltaba, Mikyung intervino ―. ¡La televisión tiene muchos programas educativos!
― Que no sirven. ― Replicó KyungSoo ―. BaekHyun está en crecimiento y necesita movimiento y que jueguen con él. Pocas pantallas y más juegos, además, ¡le puedes generar una adicción! Si le quitas las pantallas luego de acostumbrarlo, reaccionará muy mal. ― KyungSoo fue a su bolso, abriéndolo ―. ¡BaekHyun, mira que traje!
Su cachorrito lo miró y comenzó a chillar de emoción al ver algunos de sus juguetes favoritos, como el de clasificar colores.
― Juega con él ― Le exigió a Kangsan ―, así lo conocerás más, que es lo que tanto quieres.
El alfa apretó los labios, pero bajo la mirada de la mediadora, poco pudo reclamar. No tuvo más que ir a jugar con el cachorro, que para fortuna de KyungSoo, pareció aceptarlo en su juego. Aunque seguía sin llamarlo “papá”, sin embargo, tampoco le decía “popo”.
― No puedes corregir todo lo que haga mi hijo ― Comenzó a decir Mikyung, enfadada ―, no siempre estarás aquí, ¿cómo crees…?
― Le enseñaré. ― Replicó KyungSoo, molesto ―. Mi cachorrito no será criado como usted crio al suyo o me criaron a mí. Los tiempos cambian y hay que adaptarnos, señora Kim.
La mujer parecía dispuesta a seguir discutiendo, pero tal y como pasó, gracias a la presencia de Naehwan, no insistió. La mujer recogió los platos y se fue a lavarlos, indignada.
Mientras jugaban, KyungSoo también le dio a Kangsan otras indicaciones importantes: ponerle protección al balcón, cuál era la talla de BaekHyun y los tipos de pañales que usaban. Que no le gustaba comer y cuáles eran sus comidas favoritas.
El alfa lo escuchaba en silencio, fingiendo tomarlo en cuenta, sin embargo, al menos le servía como excusa a KyungSoo para demostrar que él quería que las cosas funcionaran.
Y, entonces, llegó el momento que Kangsan más temió: cambiarle el pañal a BaekHyun.
El bebé fue pronto donde KyungSoo, saltando con expresión de urgencia.
― ¡Popo! ― Barboteó, medio lloroso e incómodo ―. ¡Popo, mamá!
― Ya, ya. ― KyungSoo volvió al bolso, sacando los pañales y toallitas húmedas para limpiarlo ―. Kangsan, te toca.
― ¿Qué? ― Saltó el alfa, poniendo cara de urgencia ―. ¡¿Cómo?!
― Es tu hijo ― El omega tomó a BaekHyun en brazos ―, tienes que cambiarlo.
― Pero… ― Barboteó, desesperado ―, yo nunca…
― Te daré las indicaciones. ― Replicó KyungSoo ―. Hay que cambiarlo, ¡apresúrate!
KyungSoo recostó a BaekHyun en la mesa, bajo una toalla que llevó. Kangsan se veía a punto de colapsar, y más cuando el omega le quitó el pantalón a BaekHyun y el olor se filtró.
― KyungSoo… ― Comenzó a decir Kangsan.
― ¿Qué? ― El menor se hizo a un lado ―. Es lo que debes hacer, ¡tienes que aprender a hacerlo!
El alfa miró para todos lados queriendo que alguien lo salvara, sin embargo, la mediadora sólo le observaba con expresión indescifrable. Su mamá no se encontraba, pues fue a comprar cosas para el almuerzo.
Sin encontrar una solución, no tuvo más que ir hacia BaekHyun, que le observaba con el ceño ligeramente fruncido. KyungSoo le agarró la manito para distraerle, y así el bebé se relajó.
El proceso fue lento y con Kangsan exagerando cada reacción. Algo que tardaba no más de cinco minutos para KyungSoo y ChanYeol, ahora fue de veinte minutos, y el alfa cerrando sus ojos cada dos minutos para no observar el desastre de caca. KyungSoo no tenía que estar disfrutando de eso, pero lo hacía.
Una vez acabó y BaekHyun estuvo de pie, el niño volvió a jugar como si nada. Kangsan corrió a botar las cosas sucias y lavarse las manos, asqueado y muy, muy disgustado. KyungSoo se puso a conversar con Naehwan.
El almuerzo siguió con relativa normalidad. BaekHyun comió hasta que se sació y tomó una pequeña siesta en el sofá, porque no quería estar solo en una habitación desconocida, pero sólo lo hizo después de ordenar los juguetes. Kangsan preguntó irónicamente si podía mirar ahora televisión, y KyungSoo quería pegarle, aunque sólo le contestó que lo hiciera con el volumen bajo.
De ahí las cosas transcurrieron en un incómodo silencio, pero ninguno parecía interesado en romperlo. KyungSoo se dedicó a hablar sólo con Naehwan, preguntándole sobre algunas cosas para romper el silencio, mientras Kangsan y su madre lo ignoraban.
BaekHyun despertó media hora después, desorientado. KyungSoo se encontraba en el baño, lavándose las manos, cuando escuchó su grito.
― ¡MAMI!
Y el llanto siguió.
Se apresuró en secarse las manos, saliendo con rapidez y se encontró con BaekHyun llorando a gritos, con Mikyung tratando de sostenerlo en brazos, pero el bebé se retorcía con desesperación.
KyungSoo dio unos pasos para agarrarlos, pero Mikyung retrocedió bruscamente. Esa acción hizo que BaekHyun gritara más.
― ¡Deja que lo consuele! ― Gritó la mujer ―. ¡Es mi nieto!
El omega titubeó, mirando hacia la mediadora y esperando que interviniera, que dijera que se lo entregara. Sin embargo, ella pareció darle la razón a Mikyung, y KyungSoo sintió su estómago apretado por el llanto de su cachorrito.
― Vamos, vamos BaekHyun ― Decía la madre de Kangsan, que lo observaba con un poco de irritación ―, mamá ya está aquí, ¿no ves? Cálmate, niño, no te hace bien llorar tanto, ¡no es para tanto!
Eso pareció hacer llorar más a BaekHyun, que comenzó a patalear para que lo soltara. KyungSoo tenía miedo de que se le cayera por la forma en que su cachorrito se movía.
― ¡No llores! ― Insistía Mikyung, pareciendo darse cuenta de que no era tan sencillo ―. ¿Te callarás si te doy un regalito? La abuela te compró un juguete para ti… ― Pero BaekHyun no paraba ―. Kangsan, ¡consuélalo tú!
Kangsan puso cara de espanto. KyungSoo se preocupó más al ver el rostro enrojecido de su cachorrito, tan húmedo y mojadito por las lágrimas.
― ¡Mami! ― No dejaba de gritar y revolverse ―. ¡Mami, mami, mami!
― Por favor… ― Comenzó a suplicar KyungSoo.
Kangsan agarró al niño, obligado, queriendo consolarlo. Le golpeaba suavemente la espalda, lo mecía y decía palabras de consuelo, sin embargo, no resultaba. Fue peor cuando el alfa se llamó a sí mismo como papá.
― ¡No, no papa! ― Sollozaba BaekHyun ―. ¡Mama, mama! ¡Papa, papa!
KyungSoo no lo aguantó más.
― ¡¿Puedes dármelo?! ― Exclamó―. ¡Quiere consuelo, pero no de ti!
Kangsan le entregó a BaekHyun. El bebé casi se le pegó como una lapa, llorando mucho más calmado, pero sin dejar de soltar lágrimas. KyungSoo lo abrazó por completo y se sentó en el sofá, comenzando a columpiarse y acariciándole el cabello.
― Bien, bien, mi bebé, mi lindo bebé… ― Le susurró, dejando que siguiera llorando ―. Eso, vamos, suéltalo todo, ¿está bien? Llora lo que quieras…
El bebé tenía los brazos caídos, pero pegados a él, y poco a poco, con el pasar de los minutos, comenzó a sólo hipar. KyungSoo no lo alejó, sólo siguió murmurándole con amor.
― ¿Ves? Mamá está aquí, contigo, para siempre, siempre ― Continuó, amoroso ―, no me fui lejos, ¿eh? No me iré lejos de ti.
― Ma-ma-mami ― Tartamudeó BaekHyun, sorbiendo por la nariz ―, ma-ma…
― Mami, mami ― Repitió KyungSoo, sonriéndole y besándole la frente ―, ¿ves cómo estoy aquí? ¿Ya pasó el llanto? ¿Quieres jugar?
― No ― Murmuró su cachorrito, abrazándolo con fuerza ―, no.
KyungSoo le acarició otra vez el cabello, interpretando que quería estar en sus brazos. No lo alejó ni soltó, porque si su bebé quería eso, era porque sólo quería ser consolado.
― Lo tienes muy mimado ― Comenzó a decir Mikyung, molesta por la escena ―, ¡no es posible que llore sólo porque fuiste al baño!
― No lloraba por eso ― Contestó con suavidad KyungSoo, porque no quería levantar la voz, no luego de todo el llanto de su bebé ―, lloraba debido a que se despertó y no reconoció el lugar. Para él, ustedes son desconocidos.
― ¡Es sólo un tonto berrinche! ― Insistió la mujer, pero KyungSoo no contestó más, sólo siguió meciendo a BaekHyun, que no parecía querer mirar a ninguna otra persona en ese lugar.
Lo poco que quedaba de tarde transcurrió lenta y dolorosamente. BaekHyun ya no se despegó de él, ni siquiera a jugar o colorear, y Naehwan tampoco insistió en generar otro acercamiento entre el cachorro y la familia paterna. Kangsan ni siquiera hizo el amago de hacer otra cosa, y Mikyung se la pasó murmurando en señal de disgusto.
Cuando llegaron las seis de la tarde, KyungSoo tomó sus cosas y se marchó con la mediadora. BaekHyun estaba dormido contra su pecho, tan agotado por todo el llanto derramado.
― ¿Piensa que tuve que dejarlo para que lo siguieran consolando? ― Preguntó KyungSoo una vez estuvieron en el ascensor.
― No ― Naehwan respondió con tranquilidad ―, no podemos experimentar con las emociones del cachorro. Como usted dijo, señor Do, quería consuelo de usted, no de ellos. ― Ella se veía muy cansada ―. Por eso mismo, la idea es ir poco a poco, esperando que BaekHyun se vaya acostumbrando a la presencia paterna.
KyungSoo entendía que era el trabajo de ella, pero la odió un poco al escuchar esas palabras. No le parecía justo que su bebé se viera sometido a tal estrés.
Para su fortuna, ChanYeol le estaba esperando fuera de su auto. Al verlo salir, fue hacia él con una clara expresión de preocupación, revisando a BaekHyun, y no tardó en tomarlo en brazos con cariño.
― Pude… sentir un poco sus emociones ― Le comentó el alfa, y a KyungSoo no le extrañó, porque era normal que su cachorro hubiera generado un lazo con su padre ―, me preocupé demasiado, pero no quise venir. Temía golpear a alguien.
― Fue lo mejor. ― KyungSoo lo besó en la boca con suavidad, oliendo las feromonas paternas que soltaba ChanYeol. BaekHyun, en sus sueños, se arrebujó contra el alfa ―. Despertó de una siesta, no me vio y entró en pánico. Ni Kangsan ni su madre pudieron consolarlo y eso lo desesperó más.
ChanYeol asintió, comprensivo, y llevó al cachorrito al auto, sentándolo en su silla. No pareció protestar, tan cómodo en el aroma paterno del conocido lugar.
Incluso KyungSoo sintió como sus hombros se destensaban y agradecía que ChanYeol tuviera ese poder relajante en él. Con todo el estrés que tenía encima, era lo más perfecto para él.
Ojalá lo tuviera siempre a su lado.
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