⻝ ┇ ❝dieciséis.
ChanYeol lo agarró desprevenido.
Pudo sentir como los trabajos, sobre la mesa, caían al suelo estrepitosamente mientras ChanYeol lo empujaba contra ella. KyungSoo ni siquiera alcanzó a protestar como correspondía, pues de forma inmediata la boca del alfa se posó sobre sus labios, y le estaba besando como nunca hizo antes.
Lo estaba besando como si quisiera comérselo, y ese pensamiento hizo que su omega gimiera con clara necesidad.
Las manos de ChanYeol se colaron bajo su ropa, acariciando su cintura. Fue en ese instante en que KyungSoo, mareado por el beso, sintió su húmeda entrada.
Empujó a ChanYeol un poco, lo suficiente para que ahora comenzara a besarle el cuello, y el omega gimió. Sus feromonas inundaban el aire de la oficina, por lo que alguien no tardaría en darse cuenta lo que estaba ocurriendo allí.
Bueno, ¿y qué importaba? ChanYeol era su novio, pensó en la bruma del placer, era su alfa. Ellos se querían, se querían demasiado, ¿acaso ya no era el momento de tener ese ansiado momento íntimo?
No. Pero no allí. No en ese lugar.
― ChanYeol ― Gimió KyungSoo, y el alfa frotó su entrepierna contra la del omega. Sintió la dureza y humedad a través del pantalón ―, necesito… necesito…
― Te necesito ― Gruñó ChanYeol, y KyungSoo gimoteó ―, mi omega…
― Sí, sí. ― Aceptó el menor, pero trató de mantener la calma ―. Deja… deja que llame a… a SeHun. SeHun, sí ― Trató de aclarar sus pensamientos ―. Él… él nos puede llevar a tu departamento, y allí…
― Te haré mío. ― Jadeó ChanYeol, y volvió a besarlo. La mente de KyungSoo pareció derretirse con ese nuevo beso, con el hecho de sentir la lengua contra la suya.
A pesar de sus palabras, el alfa no se calmó los siguientes minutos. KyungSoo se volteó boca abajo sobre la mesa, sintiendo suaves embestidas por encima de su pantalón. ChanYeol se comportaba como un alfa en extremo caliente, no el hombre serio y controlado que conocía, y esa idea casi lo enloqueció.
Marcó el número de SeHun desde el celular de ChanYeol, aferrándose a la madera y tratando de aguantar los gemidos de su boca.
― Hola, ChanYeol. ― Saludó SeHun.
― ¡SeHun! ― Jadeó KyungSoo, moviéndose y tratando de que el alfa lo soltara, pero sólo le hizo soltar un gruñido ―, soy… soy Soosie…
― ¿Ah? Hola, Soosie ― El otro alfa sonaba desconcertado ―. ¿Pasa algo?
― ¡Sí! ― Chilló KyungSoo ―. ChanYeol, él… él está en celo, y necesito… Estamos en su oficina, pero…
― ¡Oh, demonios! ― SeHun soltó otro par de groserías ―. Vale, bien, voy a buscarlos.
― Gracias. ― Lloriqueó KyungSoo, y cortó ―. ¡ChanYeol, ya, basta!
El alfa dejó salir un gemido, como de cachorro regañado, pero ni siquiera lo soltó. Parecía que sólo quería frotarse contra KyungSoo, en cualquier parte de su cuerpo, y dejarlo impregnado en su olor.
KyungSoo ni siquiera sabía lo que iba a ocurrir una vez ellos llegaran al departamento. Los celos de alfas eran sólo una vez al año, no se podían calcular con una fecha exacta, y duraban tres días en promedio. No sabía qué tan intensos podían ser, pues nunca pasó algún celo con un alfa, y ahora estaba demasiado nervioso por lo que pudiera ocurrir.
― Te necesito... ― Sollozó ChanYeol.
El omega soltó un bufido bajo, que pronto se transformó en un gemido al recibir otro beso en la boca. KyungSoo trató de que el beso no evolucionara a algo caliente y lascivo, sin embargo, fracasó en el proceso. Terminó con su entrada lubricando otra vez, con un hilo de saliva conectando ambos labios y el rostro colorado. Casi sin ser consciente de sí mismo a esas alturas, sacó su lengua y ChanYeol también lo hizo, y se besaron otra vez en un sucio beso que hizo que la temperatura subiera.
SeHun los pilló así: con KyungSoo recostado sobre la mesa, con las piernas abiertas, mientras ChanYeol le dejaba marcas en el cuello y le embestía por sobre la ropa.
― ¡Mierda!
KyungSoo se sobresaltó y el color pintó su rostro, espantado. ChanYeol gruñó como un animal salvaje, dispuesto a lanzarse sobre SeHun por interrumpirlo en medio de su sesión de tener sexo con su omega.
Sin embargo, afiebrado y caliente como estaba, ChanYeol casi tropezó y SeHun pudo contenerlo con facilidad.
― Bien, bien, vamos. ― Dijo SeHun, colorado ―. Agarra sus cosas, Soosie, vamos.
KyungSoo se trató de arreglar el suéter lo mejor posible, sin mirar a SeHun a los ojos. Metió un montón de papeles al maletín de ChanYeol mientras SeHun sostenía a ChanYeol, y no les quedó más remedio que salir así.
En el fondo, KyungSoo rogaba que ninguno de sus compañeros los viera a los tres. Estaba seguro de que debía apestar al alfa, además de que iba detrás de ChanYeol como si fuera una especie de guardaespaldas. Su novio iba tambaleándose a cada paso, echando su mirada hacia atrás, a KyungSoo, para asegurarse de que no iba a desaparecer.
Sin embargo, el omega no estaba preparado para el momento en que salieron del edificio. No sólo varios de sus compañeros estaban fuera de la facultad, sino que Jieun se les acercó.
― ¿KyungSoo? ¿Profesor ChanYeol? ― Chilló, con esa odiosa vocecita ―. ¿Le pasa algo, profesor ChanYeol…?
Y la chica extendió la mano hacia el alfa.
KyungSoo, sin pensarlo dos veces, se le adelantó y manoteó su mano. Le dio un gruñido de advertencia, enfurecido.
― No toques a mi alfa. ― Le espetó, y sin quedarse a mirar la expresión que tuvo que haber puesto (junto al resto de sus compañeros), siguió tras SeHun.
Sólo cuando llegaron al auto, que el enfado pareció desaparecer y su rostro se pintó de rojo. Por Dios, ¿qué acababa de hacer? ¡Reclamó a ChanYeol frente a la mitad de sus compañeros! ¡Ahora ya todos iban a saber que ChanYeol y él tenían algo!
Ni siquiera le dio tiempo a lamentarse, porque una mirada más al rostro de ChanYeol bastó para tranquilizarlo de una extraña manera. Vale, ¿y qué? Ellos lo hablaron. El curso ya estaba casi acabado, no tenían por qué esconderse.
SeHun metió a ChanYeol a los asientos traseros y KyungSoo fue al copiloto. Cinco minutos después, estaban saliendo del estacionamiento.
― ¿Lo pasarás con ChanYeol? ― Preguntó SeHun, pasado un instante ―. Si no, es necesario comprar supresores.
Los supresores bastarían para que ChanYeol se sintiera menos caliente y más cansado.
KyungSoo lo pensó unos segundos.
― No. ― Dijo, algo sorprendido ―. No, me quedaré con él. ChanYeol es mi alfa.
Ni siquiera tuvo que analizarlo dos veces, porque era cierto. A esas alturas, su omega veía a ChanYeol como su complementario, como su pareja de por vida. Llevaban saliendo cerca de medio año y quería estar para siempre con él.
― Bien, vamos entonces. ― Asintió SeHun.
― Deberé llamar a JongIn, para que se haga cargo de Baekkie estos días. ― Añadió KyungSoo, buscando su celular.
― Oh, tranquilo. ― SeHun le sonrió, aunque vio cierta chispa de inquietud en sus ojos ―. Yo le aviso a JongIn.
― ¿Tienes su número? ― Preguntó KyungSoo.
Las mejillas del adulto se colorearon de rojo.
― Él y yo estamos saliendo.
Si KyungSoo hubiera estado conduciendo, de seguro habría chocado en aquel momento por la impresión.
― ¡¿Qué?! ― Gritó, sorprendido.
― Omega ― Gimió ChanYeol, a punto de verse como si fuera a llorar ―, mío, mi omega…
ChanYeol probablemente se sintió celoso de que KyungSoo no le prestara más atención. El menor miró hacia atrás, extendiendo su mano, y ChanYeol se la agarró con una sonrisa todavía afiebrada. Aunque eso no evitó que interrogara a SeHun.
― ¿Desde cuándo están saliendo? ― Preguntó, atónito.
― Desde hace meses. ― SeHun se encogió de hombros, dubitativo ―. JongIn es mi omega destinado.
― ¡¿QUEEEEEEEEEEEEEEEÉ?! ― Volvió a gritar KyungSoo.
Esto era increíble, ¿omega destinado? ¿Pareja destinada? ¡Casi no existían, eran muy difíciles de encontrar! Y JongIn y SeHun…
¡JongIn, el muy desgraciado, no le contó nada! ¿Cómo pudo ser tan descarado y egoísta? ¡KyungSoo lo iba a asesinar!
― ¡Omega! ― Exigió ChanYeol, una vez más.
SeHun presionó el acelerador.
Diez minutos más tarde, estaban llegando al conjunto departamental. SeHun bajó a ChanYeol, ignorando las preguntas de KyungSoo, y lo fue a dejar a su departamento.
― JongIn te lo explicará en su momento. ― Insistió SeHun, abriendo la puerta ―. Ahora, KyungSoo, tienes otros asuntos de los que preocuparte.
― Sí, pero…
Ni siquiera pudo continuar, porque ChanYeol gruñó y, soltándose del agarre del otro alfa, tomó a KyungSoo de las caderas. SeHun, aprovechando la sorpresa de KyungSoo, se despidió y cerró la puerta.
¡Traidor!
No tuvo tiempo para reclamar, porque su besa se ocupó con la de ChanYeol. Las protestas murieron y su mente se puso en blanco, dejando que el alfa lo besara a gusto propio. Era como derretirse en sus brazos, siendo empujado hacia la habitación matrimonial, oyendo los gruñidos bajos del alfa.
― Mío, mío, mío... ― Gruñía ChanYeol con cada nuevo beso.
― Sí, sí, tuyo. ― Afirmó KyungSoo, y cayó sobre la colcha.
Sin dejar de besarse, las manos de ChanYeol fueron hacia el suéter de KyungSoo y luchó por quitárselo. Pronto, el resto de las ropas fueron esparcidas por el suelo, incluso la ropa interior, y ahora ChanYeol tenía dos dedos metidos en el culo de KyungSoo.
El omega gimoteaba y lloraba, sintiendo los dedos empujándose dentro de él, abriéndolo y haciéndolo un desastre. El lubricante chorreaba por su entrada abierta, con sus piernas abiertas y el alfa gruñendo sobre él.
El pene de ChanYeol, para sorpresa de KyungSoo, se veía incluso un poco más grande que a lo que estaba acostumbrado, con el glande enrojecido y las venas marcándose a lo largo de su tronco. Sus bolas estaban hinchadas y tensas, mientras que de la uretra salía el líquido preseminal, humedeciéndolo a lo largo.
KyungSoo nunca antes ansió tanto un pene dentro de él. Ahora, quería que lo empalara y entrara muy profundo en su culo.
Pero ChanYeol, a pesar del celo, no parecía demasiado apresurado en hacerlo. Por el contrario: metió un tercer dedo dentro de él, que se deslizó con facilidad gracias a la dilatación del omega.
― Bonito ― Gruñó ChanYeol, inclinándose y comenzando a besarle el cuello ―, mi omega bonito…
― Alfa ― Gimoteó KyungSoo, con la voz quebrada en gemidos rotos, moviendo sus caderas para que fuera más adentro ―, por favor, por favor…
Los dedos en su interior entraban y salían con velocidad, abriéndolo más y más a medida que el calor en el menor subía. KyungSoo podía sentir el orgasmo construirse poco a poco, con las piernas temblando y su boca emitiendo suplicantes gemidos. El cuarto se encontraba inundado en feromonas de celo, ya no sólo de ChanYeol, sino también de KyungSoo.
Cuando KyungSoo gimoteó en señal de que el orgasmo lo iba a alcanzar, ChanYeol gruñó.
― No. ― Dijo, con esa grave voz alfa.
KyungSoo tembló y, por Dios, no tuvo que excitarse más de lo que ya estaba. Sin embargo, su ano se apretó alrededor de los dedos de ChanYeol, quietos ahora, y chorreó más lubricante sobre las sábanas.
Era la primera vez que un alfa usaba su voz alfa en el sexo con él. No quiso compararlo, pero fue inevitable hacerlo, y es que Kangsan no se preocupó demasiado de él cuando se lo follaba. Sólo metía y sacaba.
Pero ahora, su omega, su cuerpo, estaba doblegado ante ChanYeol. Y era caliente y lascivo, demasiado libidinoso, con la lujuria inundando su cuerpo.
ChanYeol pareció notarlo, porque sonrió con superioridad, como un animal a punto de atacar a su presa. KyungSoo volvió a temblar por la excitación y fogosidad de la situación, incapaz de moverse de su lugar.
― ¿No? ― Preguntó en un lloriqueo tiritón.
― No ― Repitió ChanYeol, volviendo a inclinarse y lamiendo su cuello ―, mi omega. Mi lindo omega depravado y sucio.
Con un suave gesto, ChanYeol quitó sus dedos del interior de KyungSoo, que sollozó por la sensación de vacío.
― Ábrete ― Ronroneó el alfa ―, ábrete y muéstrate para mí, Omega.
Otra vez ese tono rudo y grave, que provocó escalofríos en el cuerpo del menor. Jamás sintió esa ardiente pasión que recorría cada uno de los poros de su piel, desnudo y tan expuesto a los ojos de ChanYeol.
Cada mirada que le dirigía el alfa con sus dilatados ojos oscuros hacía que el rubor de su cuerpo aumentara, el aire saliera y su mente se pusiera en blanco.
Estaba dispuesto a todo por ChanYeol, a dejarse usar por él de la forma que quisiera y así obtener el placer que tanto deseaba. En ese instante, ganarse el éxtasis que prometían los ojos del mayor era suficiente para que KyungSoo tirara toda la lógica por la borda.
Así que obedeció. El omega separó más sus piernas y las elevó, llevando las rodillas a su pecho y agarrándolas por detrás de ellas. Su agujero, ante el gesto, se abrió más a ChanYeol.
― Sí, sí... ― Aceptó el alfa, arrodillándose sobre la cama, con su endurecida polla alzándose contra su vientre ―. Mío, mío.
A pesar de la vergüenza, KyungSoo sintió también el gusto de que ChanYeol le contemplara de esa forma.
Jadeó sonoramente en el momento en que ChanYeol le agarró de las rodillas, tirándolo contra él. El alfa le elevó por la cintura, y observó el pene del mayor frotándose contra el suyo. Su entrada no podía estar más abierta y preparada para ese momento.
Con una mano, ChanYeol agarró la base de su pene, frotando el glande contra el ano de KyungSoo.
― ¡Por favor, por favor, alfa! ― Suplicó el muchacho.
― ¿Por favor qué? ― Exigió ChanYeol, salvaje y duro.
― Fóllame ― Rogó el omega ―, hazme tuyo, alfa. Jódeme y lléname.
La sonrisa en el rostro del mayor era placentera y complacida, como si eso era lo que estuviera esperando oír luego de muchos años.
ChanYeol lamió sus labios antes de presionar la cabeza de su polla en el agujero de KyungSoo, entrando sin ninguna dificultad, casi como si lo ansiara por completo. Tanto el lubricante del omega, como el líquido preseminal de su propio pene, era suficiente para facilitar la penetración, y pronto estuvo entrando por completo en él.
Su miembro pasó el primer anillo de músculos, observando el rostro del omega: la cara de KyungSoo se encontraba enrojecida, con los ojos llorosos y la boca abierta en un murmullo implorante.
El chico llevó las manos a sus nalgas, abriéndose más, y ChanYeol se empujó más, sin dejar de entrar. A medida que se metía, el murmullo subía más y más fuerte, hasta el punto en que KyungSoo pedía que siguiera entrando.
― Sí, ahí, ahí, alfa ― Animaba el omega, sintiendo la forma en que la polla le llenaba, le abría y le hacía de ChanYeol ―, ahí, más, más…
El mayor se impulsó una última vez, entrando por completo en él, con sus testículos chocando contra el culo de KyungSoo. El omega soltó un gemido sonoro por la forma en que entró en él, sintiéndose demasiado lleno y abierto en ese momento.
Cerró sus piernas en la espalda baja del alfa y ChanYeol le agarró de los costados de la zona pélvica, antes de comenzar a mover su cadera para follarse el culo de KyungSoo.
El omega empezó a gemir y llorar de placer por la forma en que ChanYeol se movía dentro de él, saliendo levemente para luego embestirlo con dureza, un sucio y morboso ruido resonando en el cuarto junto con los jadeos del alfa y el omega.
Cada nueva penetrada iba más y más profundo en KyungSoo, con la polla de ChanYeol presionando contra su sensible próstata, enviando corrientes de placer por el cuerpo del menor.
KyungSoo ni siquiera sabía que pudiera sentir tanto placer siendo follado así, con tanta dedicación y rudeza, con los ojos de ChanYeol puestos en él. No sabía qué expresión estaba poniendo exactamente, pero el alfa le contemplaba como si fuera un objeto precioso, y eso era suficiente para amar toda esa situación.
ChanYeol no dejaba de empalarlo una y otra vez con su verga, gruñendo y jadeando, y pronto su mano fue hacia la polla del omega. Sin dudarlo un poco, le empezó a masturbar, sin dejar de follárselo.
Para esas alturas, KyungSoo ya no podía soportar más, con el éxtasis alcanzando su punto máximo, y arqueó su espalda, echando su cuello hacia atrás. Sus ojos rodaron y sacó su lengua en un gesto obsceno, pero qué importaba a esas alturas.
― ¡Oh, ChanYeol, mierda! ― Gritó, el orgasmo golpeándolo con fuerza, siendo mucho mejor a los que tuvo anteriormente.
El semen se derramó en su vientre, pero ChanYeol no detuvo las embestidas contra su sobreestimulada próstata, y extendió el placer lo más que pudo. Sin pensarlo demasiado, se inclinó y sus dientes se enterraron en la expuesta piel del cuello de KyungSoo.
En ese preciso momento, ChanYeol también alcanzó el éxtasis y se metió más profundo dentro de KyungSoo, derramándose en su interior. Mientras le marcaba, sintió el nudo formándose dentro del omega, sin dejar de eyacular.
― ChanYeol, ChanYeol… ― Gimió KyungSoo, con los restos del orgasmo en su sensible cuerpo.
Escuchó un nuevo gruñido de parte del alfa y el dolor en su cuello, allí donde mordió. Hizo un mohín antes de sentir suaves lamidas.
― Mío ― Le escuchó decir ―, mío, mi omega.
― Sí, tuyo ― KyungSoo no se movió, sintiendo el nudo todavía en su interior.
― Tuyo. Soy tuyo ― Añadió ChanYeol, levantando su cabeza, y le miró con esos iluminados y somnolientos ojos.
― Está bien, sí, tú eres mío ― Afirmó KyungSoo.
ChanYeol sonrió, cansado y luciendo adormilado en ese momento. KyungSoo quería sentir un poco de preocupación por BaekHyun, pero si era sincero, su hijo era el último de sus pensamientos en ese momento. BaekHyun estaba en buenas manos.
El alfa acababa de marcarlo. ChanYeol acababa de darle una marca, a pesar de ser un omega que ya tuviera un hijo. ChanYeol no dudó en hacerlo, y no parecía ni un poco arrepentido.
― Te amo ― Le dijo KyungSoo.
La sonrisa en el rostro de ChanYeol se volvió más grande.
― Mmm… te amo también ― Respondió el alfa, besándole en la boca ―. ¿Otra vez?
Sintió el nudo comenzando a bajar. Casi al mismo tiempo, ChanYeol comenzó a mover sus caderas.
Se rió, asintiendo y siendo feliz.
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