⻝ ┇ ❝diecinueve.

Debido a ese encuentro, KyungSoo podía dar por arruinadas sus vacaciones.

Una vez regresaron a casa, se vio obligado a contarle la verdad a su mamá, y ella también pareció entrar en pánico. Fue mucho peor cuando llegó su padre del trabajo, que se enfureció un montón y empezó a maldecir a la familia de Kangsan. BaekHyun no era consciente de lo que ocurría a su alrededor, chupando un juguete con expresión curiosa.

― Vamos a contratar un abogado. ― Decía Aerin, paseándose de un lado hacia otro ―. ¿Qué se creen esos idiotas? ¡No tienen ningún derecho!

Sanghee asentía con la cabeza, dándole la razón, pero KyungSoo seguía teniendo una expresión deprimida. Como adivinando sus pensamientos, ChanYeol se sentó a su lado, agarrándole la mano.

― Él no podrá…

― Claro que podrá. ― Dijo amargamente el muchacho ―. Yo podría exigirle que pague la pensión que me debería y lo podría hacer sin ningún problema. Y si se compromete con las pensiones restantes, el juez entonces accedería… ― KyungSoo se calló unos segundos y sus labios temblaron.

ChanYeol se anticipó a lo que iba a ocurrir, porque lo abrazó, y el omega se puso a llorar a lágrima viva. En ese momento, parecía haber procesado bien todo lo que había ocurrido, y sus emociones se encontraban a flote.

¿Qué es lo que iba a hacer KyungSoo si le quitaban a su BaekHyun? Desde que lo tuvo en brazos, por primera vez, que supo que lo iba a proteger y cuidar todo lo posible, pero ahora, con lo que adujo la madre de Kangsan sobre la custodia, el pánico y el terror se apoderó de él.

No era sólo por el hecho de que Kangsan lo trató tan mal y no se hizo cargo de sus acciones, sino que él sabía que sólo era un capricho de la señora Kim y no de su hijo. Él estaba seguro de que Kangsan no estaba un poco interesado en BaekHyun, y por lo mismo, sería un padre terrible. Lo que menos quería KyungSoo era que su bebé pudiera pasarla mal con ese hombre.

― Bebé, bebé, tranquilo… ― Consoló ChanYeol, dejando que KyungSoo llorara en su hombro ―, te juro que no voy a permitir que te lo quiten…

― ¡Mamiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii! ― Gritó BaekHyun, antes de romper a llorar también, asustado por el estado de su madre ―. ¡Buaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

Sanghee tomó al bebé en brazos, comenzando a consolarlo, y salió del living para que no sintiera todas las feromonas de pena a su alrededor. Aerin fue donde su hijo, acariciándole la espalda con suavidad.

― No vamos a permitir que te lo quiten ― Corrigió la alfa ―, ¡antes tendrán que pasar por sobre nosotras para que te quiten a tu bebé!

― Te-tengo tanto miedo… ― Sollozó KyungSoo, abrazando con fuerza a ChanYeol ―, ¿y si… y si le dan la custodia completa a él? ― Las lágrimas aumentaron ante la perspectiva.

― No, eso jamás. ― Aseguró ChanYeol, besándole la frente ―. Te lo prometo, Soosie, eso no va a ocurrir, ni siquiera en tus pesadillas.

KyungSoo se sentía tan mal que sus padres permitieron que durmiera con ChanYeol esa noche, a pesar de que iban a estar apretados. BaekHyun pegó el grito al cielo cuando vio que no dormiría con ellos, y no tuvieron más que acomodarlo entremedio de la pareja. El pobre bebé tenía los ojos rojitos y estaba acurrucado contra KyungSoo, chupando su dedo.

ChanYeol empezó a liberar feromonas alfas de familia, tanto para calmar al cachorrito como a su pareja.

― Lo siento mucho ― Se disculpó KyungSoo, sorbiendo por su nariz ―, no quería…

― No tienes que pedir perdón, cariño ― ChanYeol le sonrió con cariño ―, para eso estoy, ¿bien? Soy tu novio.

― Y mi alfa. ― Agregó KyungSoo, un poco colorado por la vergüenza.

BaekHyun, a su lado, bostezó y se pegó más a su mami. Parecía ya más relajado y tranquilo, cómodo entre ambos, y el omega no podía creer en lo afortunado que era, a pesar de todo.

Un año atrás, encontrarse con alguien como ChanYeol era impensable, y mucho más que quisiera hacerse cargo de su hijo también, adoptándolo y queriéndolo como si fuera suyo. Es más: él durante mucho tiempo pensó que jamás podría encontrar a alguien como ChanYeol, y que estaría soltero durante años.

― Y tu alfa. ― Aceptó ChanYeol, acomodándose y dándole un beso suave en la frente ―. Ahora, ¿qué tal si dormimos? Debes estar muy cansado, bebé.

― Abubububuaaa. ― Barboteó BaekHyun, afirmativo ante las palabras de ChanYeol.

― Bueno, mis dos bebés. ― Corrigió el mayor, besándole la frente también al pequeño ―. Mi lindo y pequeñito cachorrito. ― Comenzó a arrullar, y BaekHyun soltó unas risitas, feliz.

La tristeza de KyungSoo comenzó a pasar al ver a ChanYeol interactuar con su hijo, tan cómodo y sonriente, y se dijo que no debía asustarse. Su pareja era el padre de BaekHyun, nadie más, y sabía que el mayor amaba al pequeño, sin importarle nada más. ChanYeol les iba a cuidar y proteger, porque era el alfa de la pequeña manada que ellos tenían.

― ¿Quién es el regalón de papá? ― Seguía diciendo ChanYeol, frotando su nariz contra el cabello de BaekHyun y causándole más risas ―. ¿Quién es el bonito príncipe de papá?

― ¡Yo, yo, yo! ― Gritaba BaekHyun entre risas, ahora arrastrándose donde ChanYeol para acurrucarse a su lado ―. ¡Papi, papi, te qeyop!

ChanYeol se rió ante el intento de hablar de BaekHyun. Con el pasar de los días, el bebé estaba aprendiendo a pronunciar algunas nuevas palabras, y esa era la que decía como una forma de demostrar su amor.

― ¿Y quién quiere que me lo coma a besitos? ― Siguió arrullando el mayor.

― ¡Yo, muack, muack! ― Chilló el menor, antes de reírse con más fuerza cuando ChanYeol empezó a besarle la carita.

Ante esa visión, KyungSoo parecía a punto de llorar nuevamente, pero ahora de la felicidad y emoción. A pesar de que no era la primera vez que ChanYeol jugaba con BaekHyun así, sentía que en ese momento era bastante especial, porque daba a entender y aseguraba que él estaba allí para ellos en todo momento.

BaekHyun, poco después, cayó dormido, con la boca abierta y una expresión de completa alegría. Si bien el bebé estaba entremedio de ellos, eso no quitó que pudieran compartir ahora un beso un poco más íntimo.

― Te amo. ― Le dijo KyungSoo, sonriendo con tranquilidad.

― Y yo te amo a ti. ― Contestó ChanYeol, sin dejar el cariño en su voz.

Apagaron la lámpara, ambos relajados y queriendo olvidar ese desastroso día.

A pesar de todo, las siguientes semanas que se quedaron con los padres de KyungSoo no tuvieron algún inconveniente. Ni Kangsan ni su madre, ni alguna otra persona, se pasaron por la casa, ni tampoco se los encontraron, por lo que el omega empezó a relajarse poco a poco.

Al inicio, no quiso salir mucho de casa, pero una vez se dio cuenta de que el peligro pareció pasar, decidieron ir a varios sitios, por último, para que ChanYeol conociera la ciudad de KyungSoo.

― Mira, aquí fue donde parí a Baek. ― Le dijo, apuntando a lo lejos el hospital central. BaekHyun iba en el coche, llevando un nuevo peluche que encontró en el cuarto de KyungSoo, que era una ardilla chillona.

― Fue un parto normal, ¿o no? ― Preguntó ChanYeol, empujando el coche.

― Claro. ― KyungSoo hizo un puchero ―. No sabes cuánto dolió, ¡hasta pensé en no tener nunca más hijos!

― ¿De verdad? ― ChanYeol también hizo un puchero, provocando que KyungSoo se riera y lo abrazara.

― ¡Claro, pero eso fue hasta que te conocí! ― Animó el omega ―. Más adelante, si todo sale bien, ¡podríamos tener más cachorritos! Me encantan los niños, Yeollie.

― Y a mí me encantas tú. ― Afirmó ChanYeol, besándole en la boca con una sonrisa.

BaekHyun presionó la ardilla, riéndose ante el ruido chillón que hizo.

― ¡Chichi, chichi, chichi! ― Repitió el bebé, pateando por la emoción.

ChanYeol le dio otro beso a KyungSoo antes de inclinarse donde BaekHyun, haciéndole cosquillas en el vientre.

― ¿Cómo hace la ardillita? ― Le preguntó, provocándole risas.

― ¡Chichi, chichi! ― Gritó BaekHyun entre carcajadas.

Dos semanas después, decidieron que ya era momento de partir. Ahora irían a Daegu, a visitar a los padres de ChanYeol, a pesar de que KyungSoo tenía muchas dudas sobre cómo lo recibirían. No podía olvidar el hecho de que su novio provenía de una familia bastante tradicional y que, además, lo habían comprometido con Dahye tanto tiempo atrás.

― ¿Cuándo piensan volver? ― Preguntó su padre mientras acomodaban a BaekHyun en su sillita.

― Primero debo calcularlo bien ― Se quejó KyungSoo, guardando su bolso en el maletero ―, en mayo iniciaremos las clases, así que…

― Pero podrían ir a visitarnos ― Intervino ChanYeol, entregándole el peluche de perro y ardillita a BaekHyun ―, mi departamento es grande.

Aerin enarcó una ceja con lentitud.

― ¿Están viviendo juntos? ― Preguntó.

Sanghee rodó los ojos, entregándole a KyungSoo un envase con galletitas que ella hizo.

― Todavía no ― Aceptó ChanYeol ―, pero espero que, en un año como máximo, KyungSoo se mude a mi departamento.

― ¿Lo estás diciendo frente a mis papás para ponerme presión? ― Bromeó el omega, abrazando a su mamá.

― Claro que no ― ChanYeol le pellizcó la mejilla ―, pero para que lo vayas pensando.

― Vaya, ChanYeol actúa como todo un
Sugar daddy contigo. ― Ironizó Aerin, y KyungSoo se coloreó, gritando que no tenía vergüenza alguna.

Media hora después, estaban saliendo hacia Daegu. KyungSoo todavía iba refunfuñando por el comentario de su padre, y ChanYeol no sabía por qué le picaba tanto, considerando que era una tonta broma.

― Pareces como mi Sugar daddy. ― Dijo de pronto KyungSoo, luciendo algo apenado.

― ¿Qué dices? ― ChanYeol sacudió su cabeza.

KyungSoo no contestó enseguida. Sabía que Aerin lo hizo sin ninguna maldad, pero no quitaba que lo sintiera de alguna forma, razonando que ChanYeol era, evidentemente, adinerado.

Siempre consentía a KyungSoo y a BaekHyun en todo, jamás les negaba algo, y parecía más que dispuesto a asumir todos los gastos que implicaba tener un bebé. A veces, cuando se veían, aparecía siempre con algún nuevo regalo para BaekHyun, como un juguete o una prenda de ropa.

¿No era un poco aprovechado eso? Incluso ChanYeol le dijo, varias veces, que si se veía en aprietos por el dinero, podía pedírselo a él.

― No quiero que pienses que…

― No te estás aprovechando de mí. ― Señaló ChanYeol con firmeza, y pudo notar un poco de enfado en sus ojos ―. No pienses jamás eso, ¿bueno? Si yo gasto en ti, es porque yo quiero, no porque haya un trato entre nosotros de por medio. Y si quieres mudarte conmigo, soy más que feliz, Soosie. Te lo estoy ofreciendo para que lo consideres en unos meses más, ya que me gusta estar contigo en todo momento. Además, pasas mucho tiempo en mi departamento también.

KyungSoo asintió, convenciéndose que ChanYeol tenía razón en todas sus palabras. Sólo estaba pensando un par de tonterías producto de su alocada mente, nada más. Además, su pareja tenía razón: jamás hubo un trato de por medio, y tardaron varios meses en tener sexo. Y ChanYeol tampoco se lo pedía cuando llevaba regalos o lo consentía. Todo se daba muy natural entre ellos.
Se estiró y le dio un beso en la mejilla, viendo la sonrisa que puso.

El viaje duró cerca de cuatro horas, con todas las paradas que hicieron entremedio para comer e ir al baño. Para el momento en que llegaron a Daegu, BaekHyun iba durmiendo y KyungSoo también se estaba quedando dormido, pero pareció reaccionar en el momento en que estaban en medio de la ciudad, yendo hacia la casa de los padres de ChanYeol.

En ese trayecto, KyungSoo sacó un espejo para ver cómo lucía. Trató de quitarse el sueño de los ojos, se pellizcó un poco las mejillas para darse más color y quiso arreglarse el cabello, con un resultado para nada satisfactorio.

― Soosie… ―le dijo ChanYeol―, te ves bien así, amor.

KyungSoo no estaba convencido, y menos cuando ChanYeol entró a un lugar que parecía bastante exclusivo, subiendo por calles con casas a los costados grandes y con altos muros de cemento.

Se veían muy distintivos, y todo empeoró cuando ChanYeol se detuvo frente a la última casa de un pasaje, la más grandiosa y con una enorme pared de hormigón para evitar la entrada de ladrones.

ChanYeol se bajó, diciéndole que esperara en el interior, y fue hacia el timbre. Allí pareció hablar con alguien, porque de pronto, a un costado, la lata del estacionamiento se abrió, y KyungSoo pudo apreciar un auto ya estacionado, que parecía de último modelo. Ay, dios.

Dentro del aparcamiento ya les esperaba una mujer vestida con ropa de trabajadora doméstica. KyungSoo fue hacia BaekHyun, que seguía durmiendo, y le desabrochó de la silla, tomándolo en brazos. Su cachorrito ni siquiera se inmutó, lo que era mejor para el omega.

― Joven Park, es un placer volver a verlo. ― Dijo la criada, sonriendo con amabilidad.

― Hola, Nanhee. ― Saludó ChanYeol, girándose para atraer a KyungSoo hacia su lado ―. Te presento a KyungSoo, mi pareja, y BaekHyun, nuestro bebé.

Si le llamó la atención a la mujer, no hizo comentario alguno. La beta lo saludó, sin dejar la amabilidad, antes de señalarles el interior de la casa.

― Sus padres lo esperan, quieren verlo ya. ― Dijo ella.

ChanYeol le tomó la mano a KyungSoo, llevándolo hacia el interior. Entraron a una enorme cocina iluminada, con algunas ollas puestas encima del horno y de las que salía un olor delicioso.

El alfa lo guio cuando salieron al pasillo, que en un costado poseía un enorme ventanal por el que se veía el enorme patio, y que por el otro lado, se veía la escalera que daba hacia el segundo piso.

Y fue cuando salieron al comedor unido a la sala de estar. Los padres de ChanYeol estaban sentados en un sofá, conversando sobre algo, y se callaron cuando los vieron llegar.

― ChanYeol, hijo ― Fue lo primero que dijo su padre, un alfa alto y de cabello negro, que caminó con elegancia hacia ellos ―, ya era hora, la cena está casi lista.

― Padre, hola. ― Saludó ChanYeol con educación.

― ¿Cómo fue el viaje? ― Intervino su madre, una omega de porte mediano, con el cabello rubio ceniza y ojos muy parecidos a los de ChanYeol ―. Pensamos que ya llegarían mañana.

― No hubo muchas complicaciones, pero tuvimos que hacer algunas paradas. ― Contestó ChanYeol, antes de darle un apretón en la mano a KyungSoo ―. Les presento a Do KyungSoo, mi omega, y BaekHyun, nuestro bebé.

Los ojos de los padres de ChanYeol se posaron en él, y el omega no pudo evitarlo, pero se sintió juzgado de inmediato.

― Bu-buenas tardes ― Chilló, y su voz salió más aguda de lo que hubiera querido ―, es… es un gusto conocerlos…

― También… es un gusto. ― Dijo la madre de ChanYeol ―. No sabíamos que tenías un bebé.

La mirada de KyungSoo se disparó hacia su pareja, que desvió la vista con cierta vergüenza. ¿Cómo? ¿Qué? ¿Cómo que no les había dicho? ¡¿Cómo que no les dijo?!

― Quería presentárselos ahora, todo de una. ― Se excusó ChanYeol, y su voz tembló un poco.

― ¿Ya le diste tu apellido? ― Preguntó el padre de ChanYeol, luciendo bastante preocupado.

― Papá…

― ¿O sea, no son tan oficiales? ― Inquirió la mujer.

― Mamá…

― ChanYeol ya me marcó. ― Dijo KyungSoo, un poco débil y fuera de sí por todas las preguntas, y más aún porque ChanYeol ya no se veía tan seguro.

― ¡¿Marcado?! ― Chilló la omega, y con su grito, BaekHyun despertó.

― Maaaaaaaaaaaaaaa. ― Barboteó, revolviéndose, y fue cuando se dio cuenta de que estaba frente a desconocidos ―. ¿Mami?

― Oh, oh ― Murmuró KyungSoo ―, saluda, Baek, e-ellos son…

― ¿Sus abuelos? ― Aventuró el padre de ChanYeol.

― ¿Bubos? ― Trató de repetir BaekHyun ―. ¿Y babas?

El bebé comenzó a revolverse en brazos de KyungSoo, pero el omega no quería dejarlo ir. Estaba empezando a sentir mucho miedo en esa situación, y más por las expresiones de los padres de ChanYeol. Su pareja, por otro lado, parecía no saber dónde meterse.

Sin embargo, BaekHyun insistió y estuvo a punto de ponerse a gritar, así que KyungSoo lo dejó con cuidado en el suelo. Su cachorrito lo agarró del pantalón, antes de tambalearse hacia los padres del alfa, que parecían pegados en el suelo, con sus bocas abiertas. Si la situación no hubiera sido tan extraña, KyungSoo estaba seguro de que se habría puesto a reír.

BaekHyun casi se cayó, pero alcanzó a sostenerse del pantalón del padre alfa. Levantó su mirada con curiosidad.

― ¿Bubo? ― Farfulló, desconcertado ―. ¡Bubo!

― Eh, sí ― Tartamudeó el padre de ChanYeol ―, abuelo.

― ¡Bubooooooooooo! ― Gritó BaekHyun, extendiendo sus bracitos hacia el adulto.

― Pe-perdón ― Saltó KyungSoo, empezando a colapsar ―, pero él es muy confianzudo y le gusta estar en brazos, no es necesario que usted…

Su voz se cortó cuando vio al padre de ChanYeol inclinarse y tomar en brazos a BaekHyun, que no dudó en abrazarlo por el cuello, pegándosele como una lapa. Tal vez se debía al olor que soltaba el hombre, quizás era muy parecido al de ChanYeol, y eso…

― ¡Bubo, bubo! ― Chilló BaekHyun, antes de voltearse hacia la mujer ―. ¡Bubaaaa!

― ¡Pero que cachorrito tan lindo es! ― Exclamó la madre de ChanYeol, y de pronto, los dos adultos parecieron derretirse ante el bebé.

KyungSoo no tenía idea de qué mierda estaba pasando. Por la cara de ChanYeol, adivinó que tampoco sabía de qué se trataba todo eso.

Al parecer, BaekHyun era todo lo que necesitaba para ganarse a los padres del alfa. Ay, qué ironía.

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