la mañana siguiente extrañamente me desperté antes de que la alarma sonara, lo que me dio tiempo de hacer todo mucho más tranquila, para el momento en que la alarma sonó, yo iba saliendo de la ducha a la vez que tarareaba una canción de one direction.

me coloqué el uniforme y baje a desayunar, mi mamá estaba terminando y alex aún no bajaba, una vez que termine subi por mi mochila, observe el uniforme lavado y planchado sobre la cama.

—se que tienes miedo, linda, yo también, pero eres la mejor porrista que conozc-

—la única.—corregí, mi mamá me dio una mala mirada, reí.

—lo que quiero decir es que se cuanto te apasiona el porrismo y si decides volver, estaré aquí para apoyarte en todo.—sonreí.

—gracias, mamá.—dije para luego abrazarla.

—abrazo familiar.—dijo alex de repente uniéndose a nosotras.

tome el uniforme y lo metí en mi bolso, aún no había decidido que haría, pero era mejor tenerlo ahí por si acaso.

—¿como está mi chica favorita?—pregunto lilia sonriente llegando hasta donde estábamos alex y yo.

—lilia.—hizo una referencia.

—alex.—ella hizo lo mismo, desde que habíamos visto little women juntos, ellos no dejaban de hacer eso.

—¿pueden dejar de fingir que son laurie y jo?

—no.

—jamás.

—gracias.

ambos rieron, alex se despidió de nosotras y se fue por el pasillo, lilia me observo sonriente, yo solo le di una mirada de confusión.

—tengo dos cosas.

—a ver, sueltalo.

—primero, ¿viste la última entrevista que le hicieron a louis?—negue, no había estado demasiado al pendiente de las redes sociales últimamente. —bien, será mejor que escuches esto.—saco su teléfono.

ambas nos paramos delante de mi casillero, lilia puso la entrevista, trataba de concentrarme, pero no podía dejar de pensar en lo lindo que era louis.

—entonces... ¿novia?

—de hecho no.—rió.—pero últimamente he estado hablando con alguien, creo que hay una posibilidad.—el entrevistador lo miro algo sorprendido.

—uh, ¿y la conocemos?

—aún no.—fue lo último que escuché antes de que lilia pausara el video.

—le gustas, le gustas, le gustas.—comenzó a decir mientras me movía de un lado a otro, yo solo reí.

el resto de la mañana solo estuve pensando en eso, ¿qué tal si era yo de quien hablaba? ¿sería posible que le gustase?

—bien, hora de el receso, espero que tomes una decisión.—dijo lilia recogiendo sus cuadernos, rei.

por su parte, la entrenadora observaba hacia todos lados preocupada, hace cinco minutos que había comenzado el receso y lily no había aparecido.

—bien.—sonó el pito.—creo que tendremos que buscar una nueva capitana, a posi-

—¡llegue! disculpen la tardanza, estaba cambiandome.—la mujer sonrió observando a lily entrar con lilia detrás de ella.

—sabia que no defraudarias a tu equipo, bienvenida, capitana.—ambas sonrieron.