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CHAPTER V
crueles momentos

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QUIÉN ALGUNA VEZ HAYA dicho que ser un superhéroe era la cosa más divertida del mundo, ciertamente nunca en su vida había experimentado las responsabilidades de ser un héroe o una víctima de un villano, en el caso de Chloé.

Todo había estado saliendo bien, Ladybug y Chat Noir acordaron reunirse después de hablar con el maestro Fu y estaban teniendo una plática agradable sobre qué harían después de revelar sus identidades —porque sí, ya estaba decidido que las revelarían— cuando vieron pasar un borrón de cabello rubio perseguido por un akuma con un diseño incluso peor que el de Burbujeo.

Chloé ni siquiera pudo transformarse debido a la poca distancia que se llevaba con el akuma, incluso cuando este comenzó a pelear con los otros dos adolescentes.

El akuma tampoco era particularmente poderoso, pero era bastante escurridizo por lo que la batalla duró hasta las entradas tres de la mañana, quitándole valiosas horas de sueño a los tres héroes de París.

Y dejó a Chloé Bourgeois con unas increíbles ganas de golpear fuertemente la cara de su madre después de descubrir que el hombre akumatizado se había enojado tras descubrir que Audrey despidió injustamente a su hija —no sin darle una bofetada a la pobre niña antes— y el villano en turno de París había aprovechado rápidamente sus emociones, convenciéndolo de que la rubia debía pagar por los pecados de su madre.

Oh, Chloé ciertamente iba a patear la entrepierna de Hawk Moth cuando descubriera quién era.

Por supuesto, después de todo el problema había tres adolescentes en una salón de clase que se veían completamente agotados: Marinette se había quedado dormida con la cabeza recargada en su escritorio tan pronto se sentó, Adrien estaba abrazando a su mejor amigo como si fuera un oso de peluche mientras babeaba la camisa de este y Chloé cabeceaba de vez en cuando al mismo tiempo que trataba de enfocarse en el pizarrón vacío para evitar dormirse.

Por suerte para todos, Lila no estaba a la vista debido a alguna caridad inventada, por lo que todos podían disfrutar un momento de paz.

— ¿Estás haciendo un cosplay del cadáver de la novia o por qué pareces más muerta que viva? — Su pequeña broma susurrada hizo que Nathaniel se ganara un golpe en su pierna por parte de la rubia.

—Todo es culpa de mi madre —se quejó.

— ¿Tu madre? Que sorpresa, casi ni parece que ha sido un fastidio para el mundo desde que nació — El tono sarcástico de la respuesta hizo que la chica sonriera levemente.

—Te digo, mi madre podría competir con nuestro villano residente para ver quién es peor — Nathaniel cubrió su boca con su mano para evitar soltar una carcajada—. Y si añadimos a Gabriel Agreste a la mezcla tendríamos un verdadera guerra de Titanes.

Antes de que cualquiera pudiera continuar con sus bromas habituales, la puerta se abrió de golpe gracias a su maestra que parecía particularmente alegre, sin embargo el golpe fue lo suficientemente fuerte para que dos adolescentes se pararan por el sobresalto de su sueño interrumpido.

— ¡Presente!

— ¡La revolución Rusa fue en el año tres mil cuarenta y dos!

Madame Bustier resistió el impulso de golpear su frente con su mano mientras el resto de la clase miraba hacía cualquier lado para evitar reírse.

—Adrien, no estoy pasando lista, pero agradezco tu presencia y Marinette, ni siquiera hemos llegado a ese año aún — Ambos chicos asintieron y volvieron a sentarse, no tenían la suficiente energía para sentirse avergonzados, la maestra prosiguió—: ¡Tengo buenas noticias!

— ¿Se cancelaron las clases? —preguntó el deportista de la clase con emoción.

—No, Kim, no deberías emocionarte por algo así. Estoy segura que tus compañeros tienen muchas ganas de estudiar aquí y estudiar — Nadie respondió.

Todo la clase se miró unos a otros, dejando que el salón cayera en un incómodo silencio.

Nadie tenía ganas de estar ahí.

—Bueno, los maestros hemos decidido que cada clase tendrá que hacer algo para el festival escolar y a nosotros nos ha tocado presentar una obra de teatro — Oh, el día solo empeoraba con cada palabra—. Debido a que todo fue sorteada se ha decidido que ¡Haremos la bella durmiente!

— ¿Cómo es que esto es una buena noticia? —murmuró Nathaniel.

La maestra sacó una pequeña bolsa y comenzó a explicar: —En esta bolsa están los papeles de la obra, ustedes interpretarán el personaje que salga, por favor pasen.

Kim y Alix fueron los primeros, aunque la maestra tuvo que reprenderlos por casi golpearse con el escritorio cuando iniciaron una competencia de quién llegaba primero.

Alix miró su papel y anunció:

—Narrador.

La maestra asintió y permitió que la chica regresara a su asiento.

— ¡Este es el papel de mi vida! — La exclamación del chico hizo que todos lo miraran con interés.

— ¿Eres el príncipe? —cuestionó Max con curiosidad.

— ¡Soy Maléfica! — Kim volvió a su asiento, murmurando algo acerca de tener que practicar su todo maléfico.

Fue en ese momento en que todos se dieron cuenta de algo:

La obra iba a ser un completo desastre.

Rose y Juleka se levantaron juntas, aunque la chica gótica ciertamente menos animada que su novia.

— ¡Soy la madre de Aurora! —exclamó felizmente la rubia de cabello corto.

Juleka se vió increíblemente cuándo vió su papel y anunció:

—Soy la encargada de la iluminación.

Alya, quién había se había parado minutos atrás junto con su novio y una pareja adormilada, tomó su propio papel y le sonrió a Rose.

—Bueno, tendré que pedirle el divorcio a Nino porque tendré que casarme con la reina —bromeó la aspirante a reportera.

Adrien estiró su mano para tomar su papel y lo miró por unos momentos con confusión.

—Nino, no le entiendo a lo que dice.

—Amigo... Está al revés.

—Oh

Nino, una gran alma amable, volteó el papel de su amigo y le dió unas palmaditas en la espalda.

—Soy primavera —anunció el joven modelo mientras cubría su boca debido a un bostezo.

Nino tomó su propio papel.

—Yo soy Fauna.

—El verde ciertamente te queda, amor —le susurró Alya al chico.

Nino le sonrió antes de regresar a su asiento, con su mejor amigo todavía abrazándolo.

Marinette bostezó una vez más y tomó uno de los papelitos restantes.

—Soy Aurora — Por primera vez en lo que llevaba del día, la franco-china sonrió.

Ahora podría dormir cómodamente durante la obra.

—Noooo, yo quiero ser Aurora —se quejó el rubio mientras hundía su rostro en el cuello del DJ—. Ese papel fue hecho para mí.

—Amigo, pareces una princesa pero los papelitos han hablado.

—Yo lo decía porque quería dormir.

—Oh...

—Pero de hecho tengo porte de princesa ¡Esto es tan injusto!

—Bueno, creo que serías mejor Rapunzel que Bella durmiente —opinó Chloé—. Ciertamente no eres bello cuando duermes.

Adrien colocó una mano en el lado derecho de su pecho y se volteó para mirar a su mejor amiga.

— ¿Cómo te atreves a decir eso? ¡Yo soy perfecto! Cómo mi fragancia ¡Hieres mi corazón!

—Y también babeaste mi cabello cuando hicimos un viaje a los ocho años —acusó la chica—. Y el corazón está del otro lado, genio.

El modelo volvió a abrazar a su amigo, completamente indignado.

La clase se divirtió con el pequeño intercambio, si bien tenían algunas dudas sobre si Chloé estaba tratando de ser una mejor persona o no —en realidad estaba mostrando su verdadera personalidad, pero eso era un secreto— desde que la chica se disculpó por sus malos tratos, esos momentos dónde Adrien y Chloé bromeaban como los amigos que eran ciertamente ayudaban.

Durante todo el caos, Iván, Mylène, Sabrina y Max habían llegado al frente del salón y cada uno había tomado su papel.

—Soy el padre del principe... ¿En serio ni siquiera ponen el nombre del rey? —se quejó el moreno mientras volvía a su asiento.

—Soy la encargada de los efectos de sonido —anunció la pelirroja, feliz por su papel.

—Soy el caballo —dijo Iván, con su usual tono calmado.

— ¡Soy Maléfica en su forma Dragón! —exclamó la chica.

Kim se levantó inmediatamente de su asiento.

— ¡Eso es, hermana!

Marinette volvió a levantar su cabeza, algo aturdida, al ser despertada por el grito de Kim.

— ¿Ya es hora de ir a la escuela? — Su mejor amiga negó con la cabeza, algo divertida con la situación.

—Vuelve a dormir, nena —susurró Alya.

—Okey.

La maestra miró los dos papeles restantes en la bolsa.

—Muy bien, adelante Chloé, Nathaniel, son los únicos que faltan —animó la maestra.

La rubia y el pelirrojo se miraron, luego a la clase, la maestra y de nuevo a ellos

¿Cuándo habían pasado todos?

Sin tener tiempo de lamentarse, ambos jóvenes se dirigieron al frente y tomaron cada uno un papel.

Nathaniel quiso tirarse en suelo en cuanto leyó qué personaje interpretaría. No entendía por qué la vida era tan injusta.

El papel de su vida era un árbol, los árboles no tenían diálogos en la mayoría de los árboles, había perfeccionado el arte de ser un árbol por años y un simple papel había destrozado su vida.

Si se permitía ser dramático, incluso el papel de Maléfica era mejor pero...

—Soy Flora...

Nino se animó.

— ¡Bienvenido al club, amigo! — Las dos hadas le ofrecieron un pulgar arriba.

— ¿Será muy tarde para convencer a mi madre de que me aborte? —se preguntó mentalmente el joven pelirrojo mientras volteaba su mirada a la ventana.

Entonces la vió, Chloé miraba su papel como si no pudiera creerlo.

Nathaniel la movió ligeramente su brazo para empujarla con este y que reaccionara, la rubia separó sus labios, sin alejar su vista del papel, y anunció:

—Soy el príncipe.

El salón guardó silencio, mientras miraba indiscretamente a las dos protagonistas de la obra.

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Chloé Bourgeois caminó con confianza por las calles de París, con su característico aire de superioridad y con sus lentes de sol en la cabeza, mientras hablaba por teléfono con un cierto amigo pelirrojo que lo dejaba de burlarse de ella por su papel en la obra de la escuela.

La rubia parecía más relajada que de costumbre, cambiando su atuendo habitual por una falda negra con una blusa roja y ningún tono amarillo a la vista. Un atuendo perfecto para lo que ella llamaría como una cena con el peor enemigo de los cielos y el infierno.

— ¿Vas camino a la cena de tu madre, no? Entonces puedes sacar la espada con la que matarás a Maléfica y quitar otro mal del mundo —bromeó el pelirrojo.

—Entonces me quedaría sin espada porque seguramente la sangre de Audrey es tan ácida que la derretiría.

—Es un sacrificio honorable para la joven espada, la recordaremos por siempre — En su cuarto, Nathaniel puso su mano contra su pecho en un intento de parecer estar recordando la memoria de un héroe, como si su amiga pudiera verlo.

La chica se rió por un momento, antes de notar que ya había llegado al restaurante dónde la habían citado.

—Au revoir, Nath, he llegado a mi destino.

—Los dioses te ayuden, estaré esperando que sobrevivas.

La chica puso los ojos en blanco, un poco más relajada por las bromas de su amigo y colgó para después entrar al restaurante.

Antes de que pudiera procesar lo que estaba sucediendo, dos pares de brazos la envolvieron gentilmente en cuanto cruzó las puertas.

— ¡Hermana! — Zoé y Noah exclamaron felizmente, mientras la joven Bourgeois intentaba mantener el equilibrio.

Un mano en su espalda fue su salvación para evitar su caída.

—Les he dicho que piensen antes de actuar —regañó el chico pelinegro a los dos chicos que abrazaban animadamente a la joven Parisina—. Casi tiran a Chloé.

Tanto la chica, tan solo un año y unos meses mayor que Chloé, como el niño de diez años se separaron inmediatamente.

—Lo sentimos.

La hija del alcalde sonrió tiernamente.

—No se preocupen, me alegraron mi día — ambos se animaron casi inmediatamente y fueron a sentarse a su mesa, Chloé miró al mayor después de eso—. Gracias por salvarme, Alec.

—No lo hice porque me agrades, como tu hermano mayor debo protegerte.

—Yo también te amo, hermano. Aunque seas un tsundere.

Alec puso los ojos en blanco y rápidamente jalo a su hermana a la mesa dónde sus otros dos hermanos esperaban.

—Mamá todavía no está aquí ¿Tenemos que esperarla para comer? Tengo hambre —comentó el más pequeño de los hermanos.

Alec y Zoé compartieron una mirada, ninguno diría que le dieron la hora equivocada a propósito.

—De hecho, deberíamos ordenar — Zoé asintió, de acuerdo con su hermano.

Chloé los miró con los ojos entrecerrados, no necesitaba ser una genio para saber que ambos hermanos mayores habían hecho algo para que Audrey llegara tarde, especialmente cuando la mujer nunca faltaría por algo que involucrara a sus medios hermanos.

La rubia tenía ganas de reírse de la gran ironía que presentaba la situación cada que la recordaba.

Audrey Bourgeois tenía un amante que conoció en un viaje a Inglaterra desde poco después de iniciar una relación con André, curiosamente la mujer realmente a Anthony Colin y el hombre la amaba de vuelta. Llegó a tal punto en que la famosa reina del estilo evitó que llegara cualquier noticia sobre su esposo e hija de París y pagó una gran suma de dinero para poder volver a casarse con el hombre de Inglaterra.

Anthony y Audrey tuvieron tres hijos; Alec, el mayor que nació tres años antes que Chloé, Zoé quién era mayor por solo un año y pocos meses y el último, Noah, menos que Chloé por 6 años.

La joven Bourgeois mentiría si dijera que no sentía una sensación amarga al recordar como el hombre británico y sus medios hermanos aparecieron un día en el hotel y pidió hablar con ella y con su padre, cómo parecía tan devastado y las muchas disculpas que les ofrecieron a ambos. No se sintió enojada con ellos, finalmente ambas familias habían sido engañadas, pero si lloró bastante después de darse cuenta que de hecho su madre había sido una buena madre, que recordaba el nombre de las personas que amaba, que animaba a sus hijos a seguir sus sueños y que trataba de pasar el mayor tiempo posible con su familia.

Solo que nada iba dirigido a ella o a su padre.

Solo que ella no la amaba.

Solo que no los consideraba su familia.

Pero entonces se encontró increíblemente sorprendidas cuando recibió apoyo de sus medios hermanos y el padre de estos. Personas que pensó no se entrometerían en su vida, rápidamente se volvieron una parte fundamental en su vida.

Por mucho que la familia Colin amara a Audrey, después de todo lo que hizo, borraron todo su respeto por ella. Podría ser cruel para algunos, pero ahora ninguno la consideraba parte de su familia —especialmente al darse cuenta que su trato a Chloé no cambió— y rápidamente fue desplazada, mientras la rubia más joven fue cobijada por ellos.

Chloé realmente los admiraba y solo se había hecho más cercana a ellos cuando decidieron quedarse en París hasta acabar la escuela y por una increíble oferta de trabajo.

Pero, por otro lado, André Bourgeois había arrastrado su dignidad por el suelo cuando decidió rogarle a Audrey que se quedara con él, incluso si no lo amaba, por su hija.

Por muy dulce que fuera que el alcalde quisiera mantener la idea de una familia, la rubia solo se sintió irritada y enojada con Audrey por humillar de esa forma de padre. Ella juró que esa mujer jamás la escucharía llamarla madre de nuevo y haría lo posible para que su padre abriera los ojos sobre la clase de persona con la que se había casado.

Fue un verdadero milagro que durante todo este drama Hawk Moth no estuviera en París o los superhéroes habrían tenido demasiado trabajo como para dormir.

Pero a pesar de que nadie quería tener que volver a ver a Audrey, aún estaban obligados a ver a su madre de vez y cuando, pero si la mujer llegaba tarde y los hermanos podían disfrutar de una comida cómoda ¿Quién podría decir algo?

— ¿Puedo pedir papas a la francesa con papas a la francesa? —preguntó el más pequeño, mirando el menú infantil.

—Pide algo más con las papas, vas a tener hambre después —advirtó el mayor.

—No le hagas caso, Noah, Alec no disfruta de los placeres de la vida desde que se dió cuenta quién era su madre — Noah asintió, asimilando la información dada por su hermana mayor.

Chloé reprimió su risa bebiendo un poco de agua.

—Tenemos la misma madre.

—Si, pero yo cerré los ojos para no verla cuando nací porque pensé que era una bruja.

Chloé se atragantó con el agua.

Mientras Alec le daba unas palmaditas a su hermana, los hermanos se quedaron en silencio al ver a una famosa mujer parada detrás de Zoé y Noah.

—Veo que llego tarde.

Ninguno se sentía particularmente culpable de que la mujer haya escuchado lo que dijo la joven Colin.

¿Sabían que odio a la mayoría de los adultos de Miraculous?

Solo me caen bien unos pocos, como Sabine y Tom pero sentí mucha pena por ellos porque Marinette los engañó solamente para seguir a un wey que ni caso le hace en su forma civil a otro país :c

Y a mayoría de los niños tienen grandes problemas emocionales debido a los otros adultos.

Por cierto, ninguno cuestiona lo poco creíble que es Lila y ¿Su mamá no se da cuenta que la escuela está abierta? ¿En serio?

Además ¿Cómo expulsas a alguien sin revisar las cámaras de seguridad? Hasta en Latinoamérica hay un proceso para una expulsión ;-;

Y luego Gabriel que cada día está más loco, ojalá Adrien lo odie cuando se entere de que es Hawk Moth.

También quiero golpear a Thomas por tirar a la basura el progreso de Chloé y borrarla de algunas escenas dónde toda la clase está involucrada como si no fuera importante.

En fin, aquí está otro capítulo de esta historia mal escrita. Gracias a todos por su apoyo :3