En su mano derecha sostenía un pincel sin usar que se resbalaba producto de todo el sudor que recorría por los nervios que se encontraba viviendo. Eras capaz de observar las cejas fruncidas y el labio entre sus dientes cada que lo mirabas directamente a la cara, aunque desde el lugar en el que se hallaba, era difícil notarlo. Sus piernas se sacudían rápidamente, como una vibración sacando al público el tic nervioso que escondía. Su mano izquierda se frotaba contra su muslo izquierdo secándose sin éxito el sudor que se aguardaba en aquella extremidad, pues era incontrolable la cantidad de flujos que le nacían en las manos de solo pensar que estaba por definir una nueva etapa de su vida.

Todas las luces estaban apagadas, a excepción de la pequeña lámpara que aguardaba detrás de él para ayudarlo a pintar correctamente.

Y la música inició. La silueta de Hyunjin apareció en escena, el staff de JYP Entertaiment se encontraba oculto entre todos los espectadores, disimulando su presencia. Al bailarín también le sudaba todo el cuerpo, sin embargo él no podía definir si era por el esfuerzo físico que implicaba la acción de bailar, por la presión de saber quiénes estaban en el público, o por su pequeño, quien seguramente sufría más que él.

El pincel comenzó a pasarse por el papel con técnica, experiencia y elegancia, muñeca de Seungmin se volvía una experta en cuanto a movimientos una vez que se le dio el alta para comenzar. Inició con colores como verde agua y tonos de azul mezclados, luego añadió negro, continuó con el violeta, el rosa y luego amarillo.

This is the end.
Hold your breath and count to ten.
Feel the earth move and then
Hear my heart burst again.

Como presenció aquella vez, la misma chica que bailó con Hyunjin estaba otra vez ahí y por un momento imaginó que esa chica era él, que la cintura que bailarín principal tomaba era la suya, que los ojos que miraba se trataran de los suyos y que esa chica que en realidad solo estaba cumpliendo con su trabajo no existía en ese lugar ni momento, sino él.

Pensó en la situación, ambos estaban dando todo por sus sueños, por lo que buscaron desde siempre y por diferentes motivos no le fue posible.

¿Sería esa la respuesta?

I've drowned and dreamt this moment.

El cielo era la respuesta que Seungmin buscaba, lo que había esperado o así lo ideó en su ingeniosa mente. Con menos de tres minutos de canción, hizo todo lo posible para que su obra fuera lo más decente posible.

Dos almas enredadas con los mismos objetivos y deseos. Dos personas con pasiones distintas que cargaban con la misma intensidad. Seres que fueron creados para cruzarse sin lugar a excepciones, mismos que se encontraron sobre el infierno, un oscuro y desolador tormento del cual no parecía haber salida posible, pero que ahora, en ese mismo momento, solo debían dar el último suspiro para entrar al cielo y que, si por algún motivo no llegaban, no importaría, porque ambos estarían juntos para ver su mundo desmoronarse bajo sus pies.

Let the sky fall
When it crumbles
We will stand tall
Face it all together.

Solo quedaban los últimos segundos, se terminaría para ambos y podían sentir la intensidad recorrerles toda la espina dorsal. El último salto para Hyunjin, la última pincelada para Seungmin.

La canción terminó, ya no había nada más por hacer.

Todo el lugar reventó en aplausos y gritos. Obviamente todos estaban contentos con el espectáculo que acababan de presenciar, digno de verse en cualquier teatro importante o, en su defecto, en el caso de Hyunjin sería en cualquier escenario. En el fondo, la pequeña alma que escondía detrás de todos ellos tenía otro tipo de reacción, totalmente inesperada; mientras todos festejaban, Seungmin explotó en lágrimas sin motivo, ni siquiera era capaz de definir la razón de su llanto, no emitía ruido alguno, las gotitas caían por sí solas rodando libremente por sus suaves mejillas.

Ahora venían todas las indicaciones que Hyunjin le dio una vez que la canción terminara: tomó su cuadro y salió a pegar toda la vuelta con el objetivo de entrar a la zona de los artistas en escena, como era de esperarse, fue detenido, mas no por mucho tiempo ya que al decir su nombre una vez más, el de seguridad lo dejó pasar mirándolo mal. Al parecer aquel hombre estaba acostumbrado a su rutinario y aburrido trabajo que el hecho de que aparezca un mocoso con lágrimas en los y un cuadro que no sabía de dónde salió era tan extraño como molesto.

Caminó por el oscuro pasillo todavía sin controlar sus lágrimas, cuidando su obra de arte como si del tesoro más grande se tratase y, si se hablaba del valor que guardaba, para Seungmin realmente era el tesoro que no podía perder de vista ni un nanosegundo. Las personas que estaban ahí lo miraban raro y murmuraban, probablemente preguntándose qué rayos hacía aquel chico entre todos ellos, no lo conocían, sabían perfectamente que no era ningún bailarín, cantante ni actor, sino un completo intruso que ya hasta se estaba sintiendo intimidado.

Como si sus súplicas por llegar hubieran sido escuchadas, en unos cinco o seis pasos, por fin encontró la puerta con el nombre de su novio en la puerta. Agarró el picaporte con la intención de entrar, no obstante éste se hallaba con llave, aparentemente dando la señal de que Hyunjin aun andaba caminando por ahí y no había entrado todavía a su camerino. Se sentó al costado, apoyando su espalda y cabeza en la pared, ya no lloraba, pero conservaba los ojos rojos y las lágrimas secas desparramadas por toda su cara.

Tenía sueño, no había dormido absolutamente nada en los últimos cuatro días producto de todos los nervios que estuvo viviendo, mismos en los que no había visto ni dos minutos a Hyunjin, y por ésto él desconocía totalmente la situación de Seungmin, pues nadie, ni Felix, le dijo.

No quiso, pero no pudo, y a los diez minutos de aguardar sin respuesta, concluyó cayendo en los brazos de morfeo.

Seungmin se durmió esperando a alguien que esa noche no llegaría.

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¡Hola, perfecciones!

No saben, estuve editando la novela, ¿vieron que siempre me falta algo y me dan ganas de meterme un tiro? Aparte, hay muchas cosas que no concuerdan y quiero arreglarlas para que todo quede piola.

Espero que les esté gustando la novela, sisisi.

Nos leemos luego ~.

— D a n o n i n o .