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Kailani se encontraba recargada en uno de los árboles, el dolor que Jacob sentía también lo sentía, en un inicio había solo pequeñas molestias a la altura de las costillas, pero en cuanto más avanzaba peor se sentía, Bree no sabía qué ocurría, solo podía quedarse junto a la castaña y apoyarle, cuando era necesario hacía que la más grande se recargase en su cuerpo para poder seguir avanzando. Hubo un momento en el que los lobos se había adelantado hasta el punto en el que dejo de verlos, la distancia fue lo que empeoró el dolor.

—Maldición. Bee, tendremos que usar nuestra velocidad, los demás ya debieron haber llegado a la casa de los Black —la neófita asintió para tomar la mano de Kailani, ambas utilizaron su velocidad para llegar a la casa de los Black, apenas llegaron Kailani sintió como la opresión en sus costillas disminuía.

Aunque los problemas no terminaron, solo bastó un paso por parte de Bree para que tuviese a la manada frente a ella lo que provocó que Kailani colocara a la chica tras de sí, la respiración de todos se comenzó a irregularizar por la presencia de la neófita.

—¿Qué hace eso aquí? —Paul fue el primero en hablar, su voz era más gruesa de lo normal y su ceño estaba fruncido aún más de cómo era común, el chico hacía de Sam ya que este se encontraba dentro de la casa con los Black.

—Su nombre es Bree, nadie le lastimara a menos de que quieran que yo les lastime, ahora quítense del camino y dejen su maldito carácter de lobo o les lanzaré agua —Kailani se cruzó de brazos sin miedo a los chicos musculosos frente a ellos, estos a regañadientes hicieron lo que esta pidió—. ¿Carlisle llegó? —iban a contestarle cuando los gritos de Jacob resonaron por todo el lugar.

—Está rompiéndole los huesos de nuevo, para que curen correctamente.

—Gracias, ahora necesito que hagan una cosa por mí, Bree se queda.

—Pero el tratado...

—Conozco el tratado y lo respetaremos en cuanto sepa que Jacob está fuera de peligro, si es necesario hablaré con el consejo —tomó la mano de Bree para animarle a caminar frente a ella, pero la chica apenas dejo de esconderse tras Kailani miró a todos los presentes, su vista paso por cada uno de los lobos hasta que recayó en el más pequeño de la manada.

Seth Clearwater sintió en el momento que sus ojos se cruzaron con los de la chica que la respiración se le quedaba atorada en la garganta, por unos segundos vio los lazos que tenía con las personas a su alrededor, fue extraño para él, pero el sentimiento de felicidad pura se arraigó en su pecho, ver aquellos ojos de color escarlata no le causo asco ni enojo, al contrario, estos le gustaron y mucho. Y lo que sintió una eternidad ahora solo le parecieron unos segundos, eso fue lo que falto para ver los lazos romperse y todos ellos unirse con la chica, ya no sentía aquella lealtad hacia sus amigos y manda, el amor hacia su familia ahora era guiado hacia ella.

Para Bree no fue distinto el sentimiento de felicidad que se albergó en su pecho, no había sido el mismo sentimiento que alguna vez tuvo por Diego, fue como si se sintiese viva nuevamente, la sed de sangre se desvaneció y ahora solo podía centrarse en el aroma del chico, dulce combinado con el olor a pino.

—No es cierto —Kailani sonreía mostrando los dientes al ver lo que sucedía, no solo lo había visto también lo sentía, sentía la alegría que ambos chicos sentían, era un sentimiento hermoso y al parecer su conexión con la manada también significaba sentir la imprimación de estos, quizá por ello había protegido a Bree.

—Y las sorpresas no terminan con los Clearwater —el comentario de Quill no se hizo esperar provocando que casi todos le miraran para que se callase, los únicos que no le miraron fueron Seth y Bree quienes estaban más ocupados en mirarse con sonrisas tímidas.

Kailani se encontraba frente a la manada, a excepción de Seth a quien habían dejado junto a Bree al pie de las escaleras de la entrada de la casa de los Black, esto tras saber que Jacob no estaba en peligro alguno, Carlisle se había ido no sin antes agradecer a Kailani por salvar a Bree y que le estarían esperando en casa para hablar y Bella simplemente había acaparado el tiempo de Jacob aun cuando este no se encontraba en las mejores condiciones. Kailani sentía el cariño de la chica hacia Jacob demasiado invasivo, esta parecía desear la atención de Jacob de tiempo completo cosa que a Kailani no le agradaba, no solo porque Jacob era su amigo sino porque Edward también lo era y este había profesado y demostrado en más de una ocasión su amor por Bella.

—Ella podrá venir, solo si tú estás presente o hasta que controle su sed —la voz de Sam sacó de sus pensamientos a su prima, quien notó que se dirigía a ella.

—Ese tratado es estúpido, los Cullen no son peligrosos y sería bueno que lo tuviesen en mente. No puedo solo pedir permiso cada que quiero que Jasper me acompañe y ahora será Bree —le molestaba aquello, pero sabía que no cambiarían en nada sus palabras, aun así, quiso expresarlas.

—Puede que así lo veas, pero eso ha mantenido a salvo a los nuestros —Kailani solo se mantuvo en silencio sin querer empezar una discusión con su primo, misma que sabía que no tendría fin—. Esto nunca había pasado, un lobo imprimado de un vampiro, pero no les separaremos, solo debemos acostumbrarnos a su presencia —aquello iba dirigido a su manada, a partir de ese día Seth tenía impronta y sin importar que esta fuese un vampiro sería prioridad su seguridad, al igual que la de las otras improntas de la manda.

—Bien, no tengo objeción alguna —Kailani miró a los más pequeños ahí, aunque fuese solo por un par de años y sonrió enternecida—. Yo le protegí —la manda no despegó su mirada de la chica y estaban atentos a lo que estaba por decir—. La miré y sentí que le conocía, ella estuvo a punto de morir por ser parte de los neófitos, pero la protegí, algo me dijo que la protegiera. ¿Es posible sentir si alguna persona será de quienes se imprimen?

—Puede ser posible, no sabemos mucho sobre tu lazo con la manada ni hasta donde podría llegar, pero al ver la manera en la sentiste el dolor de Jacob no podemos descartar que también tengas algo con nuestras almas gemelas —Sam sonrió de lado al ver la emoción en la mirada de su prima misma que no pudo evitar comparar con la de Leah, quien miraba con cara de pocos amigos a la impronta de su hermanito.

—Al parecer el cachorro de la manada logró encontrar a su alguien especial —Kailani se burló antes de ver a Paul—. Te estás quedando atrás viejito —el chico solo rodó los ojos y sonrió de lado, las bromas hacia su persona por parte de Kailani nunca le molestarían.

—¿Yo soy el viejito? ¿Cuándo nació tu chupasangre? —las risas de la manada no tardaron en resonar por el lugar y Paul sonrió orgulloso de lo que había dicho.

—Touché. Bien jugado.

Seth sonreía embobado mientras miraba a la chica a su lado, no podía evitarlo, todo el ella le parecía maravilloso, sobre todo las largas pestañas de la chica que eran tan espesas que contorneaban de una manera hermoso los ojos rojos de la chica. Tan solo un ar de minutos atrás le habían dejado junto a la neófita para que lograsen conocerse, pero se había mantenido en silencio y ahora creía que parecía un tonto.

—Seth Clearwater —mencionó con rapidez y con algo de torpeza. Bree le miró fijamente al no comprender si aquel era el nombre del chico o trataba de decirle algo—. Mi nombre, ese es mi nombre —se rio de sí mismo provocando la sonrisa de Bree.

—Bree Tanner —la chica no dejó de sonreír y de mirar al chico—. ¿Eres cómo ellos? —miró hacia el lugar en el que Kailani se había ido con un montón de chicos y una chica que no dejaba de mirarle con mala cara.

—Si, soy un lobo. Tu eres como los Cullen, un vampiro.

—Si, aunque no fuese lo que yo hubiera querido —habló sin muchas ganas recordando lo que había pasado antes de llegar ahí.

—Al parecer eso es algo que tenemos en común —sonrió a pesar de la dirección en la que iba la plática—. No quiero que lo tomes a mal, pero eres muy bonita —el chico sonreía hasta el punto en el que sus ojos se achicaban, sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas, había sido muy directo, pero no podía evitar decir aquello que seguía rondando su cabeza.

—Muchas gracias, tú también eres lindo —los dos sonreían sintiendo como la alegría les llenaba, el corazón del chico palpitaba con fuerza contra su pecho y la chica lo escuchaba completamente atontada. Los dos adolescentes miraban a la manada a unos metros de ellos quienes reían a carcajadas, Kailani también reía cosa que alegró a Bree, siempre estaría agradecida con la chica.

Bree sintió la mano de Seth buscar la suya hasta colocar su mano sobre la de ella, la chica no se quejó ni movió solo disfruto aquel roce que el chico proporcionaba, aquella sería el inicio de todo, era el inicio de una nueva historia, misma que se dedicarían a escribir capítulo por capítulo a su tiempo.

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¡Aquí estamos de nuevo! Nueva pareja y un nuevo don de Kailani, quien está llena de sorpresas, aún falta mucho por descubrir de ella por lo que espero que la historia sea y siga siendo de su agrado. 

Pelirroja W