↠Elua.
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Kailani se encontraba sentada en uno de los sillones que pertenecían a la sala de la casa de los Cullen, ella era el centro de atención en esos momentos, tanto su llegada como su apariencia llamaba la atención tanto de los vampiros como de la manda, misma que se encontraba fuera de la casa en espera de su Alfa. Sam no se había separado en ningún momento de su prima ni siquiera cuando debieron dejar el entrenamiento para solucionar el nuevo problema que se les presentó.
Carlisle mantenía su mirada en la chica mientras se encontraba delante de ella, tuvo que enfocar su audición por completo en la chica para asegurarse de que esta se encontraba perfectamente.
—Es increíble —la mirada de Carlisle denotaba asombro mientras Kailani miraba todo aun con miedo, no lograba hacerse a la idea de que podía ver más de lo que un ser humano lograba ver, lo mismo ocurría con sus demás sentidos—. Su corazón aún palpita —sus palabras provocaron sorpresa en los presentes siendo que aquello debía ser imposible—. Sus palpitaciones no son tan fuertes y frecuentes como las de un ser humano, pero aun así logré escucharlo, como si fueran un susurro.
—¿Acaso eso es posible?
—Tal parece que si —Carlisle se acercó a su esposa colocándose a un lado de esta—. No quiero aventurarme a conclusiones apresuradas, pero podría haber una posibilidad de que los genes de Kailani, su misma ascendencia, pudo influir en el veneno de la mordida —Kailani no podía estar más estresada, conocía perfectamente las leyenda Quileute, sabía en lo que se había convertido, sabía lo que eran las personas frente a ella y también lo que era su primo y la conclusión de aquel hombre no sonaba tan descabellada después todo lo que había vivido.
—Quiero ver a mi mamá
La petición de Kailani les tomó por sorpresa tras que esta no hubiera hablado desde que habían llegado.
—No creo que sea lo ideal, eres una neófita, una recién convertida y tu sed debe ser saciada antes de siquiera intentar que estés cerca de algún humano —justo en ese momento Kailani sintió la necesidad de tomar algo siendo que su garganta comenzó a arder—. No sabemos si el tratado también aplica en ella —Sam se colocó a la defensiva.
—Kailani es parte de nosotros, ella no formará parte de esto.
—Ella ya forma parte de esto, Sam. La decisión no la tomas tu solo, Kailani ahora es una de nosotros —solo los Cullen lograron entender por qué la chica ya era parte de su familia—, la protegeremos y le ayudaremos con este cambio. Ella estará bien lo prometo —Sam se levantó de su lugar sintiendo su sangre hervir, no confiaba en ellos, más se tranquilizó en cuanto una pequeña y fría mano se colocó sobre su hombro, los ojos oscuros del chico se posaron en los ojos rojos de la chica.
—Estaré bien, debes hablar con los demás, no sé si después de esto mamá se entere de que sigo aquí, pero debes consolarla por mi —Kailani evitó decir la palabra "viva" no sabía si aquel termino era empleado correctamente para los vampiros.
Sam no pudo negarse, no podía negarse a algo que Kailani dijera, por lo que se despidió de ella asegurándole que regresaría tan pronto como le fuera posible, tanto Sam como los demás lobos desaparecieron del territorio perteneciente a los Cullen, algunos protestaron, pero Sam les aseguró que su prima estaría bien.
El lugar se quedó en silencio, Kailani no les conocía, no sabía qué debía decir tras aparecer de la nada, jugó con la pulsera que aún se mantenía en su muñeca, misma que Sam le había regalado, se aferraba a ella para mantenerse tranquila, por otro lado los Cullen no sabían si era correcto perturbar la paz de la chica, Esme fue la primera en acercarse y en hablar sintiendo la necesidad de hacer que la chica se sintiera en casa.
—Soy Esme Cullen y por lo que sabemos tu nombre es Kailani, ¿Cierto? —la sonrisa que Esme le brindó a Kailani provocó que comenzará a sentirse menos incomoda, la chica también le sonrió de regreso y miró a los demás integrantes de la familia animándose a presentarse formalmente.
—Un gusto, mi nombre es Kailani Nagahara. Lamento las molestias y hacer que carguen con mi problema —las palabras de la castaña golpearon con fuerza a un Cullen en específico que no había logrado apartar su vista de ella.
Todo había ocurrido en un parpadeo, Kailani aún se encontraba sentada más ahora se encontraba en vuelta en unos delgados brazos que pertenecían a la mujer de cabello corto que se había atrevido a sentarse junto a ella y ahora le abrazaba como si la conociera de siempre.
—Me alegra tanto poder conocerte al fin —sus palabras descolocaron a Kailani que si fuera humana hubiera parpadeado repetidas veces para aclarar sus pensamientos más en esos momentos ni siquiera sentía la necesidad de parpadear.
—Ella es Alice —Carlisle habló con diversión ante la reacción de Kailani y se propuso a explicarle el porqué de las palabras de la chica—. Los de nuestra especie suelen tener cualidades, me atrevo a decir que cualidades que nos caracterizaba mucho antes de ser lo que somos, Alice puede ver el futuro —Kailani miró a la chica la cuál pudo asemejar con un duendecillo tanto por sus facciones como por su corto cabello.
—¿Todos tienen este tipo de... poderes? —buscó una palabra con la que se sintiera familiarizada lo que provoco sonrisas en los Cullen.
—No, realmente algunos los tiene más desarrollados que otros —Carlisle sentía que la chica comenzaba a abrirse a ellos por la manera en que buscaba un tema por hablar—. Según hemos notado estas cualidades se desarrollan mejor que otras, te presentaré a los integrantes de mi familia y te explicaré un poco del tema —Kailani asintió como niña pequeña en busca de que le contasen un cuento provocando la ternura de Esme—. No me he presentado formalmente por lo que iniciaré conmigo, soy Carlisle Cullen y quizá mi cualidad sea el auto control, siendo que puedo trabajar en el hospital y tratar con sangre —aquello sorprendió a Kailani, más no quiso indagar más sobre el tema—. Edward puede leer mentes —el mencionado sonrió algo incomodo, no era bueno al tratar con personas externas a su familia, con excepción de Bella.
—¿Puedes leer mentes? ¿Eso quiere decir que sabes todo lo que he pensado todo este tiempo? —sus mejillas se tornaron rosadas cosa que seguía sorprendiendo a los vampiros, más eso causó una risa por parte del que para ella parecía un oso gigante y una mueca por parte de Edward.
—No, es frustrante, pero no logro saber lo que piensas —sus palabras no solo sorprendieron a la de ojos rojos sino también a su familia.
—¿No sabes lo que piensa?
—No, todo este tiempo lo he intentado más solo logro ver agua como si su mente se centrará en ello, no es como con Bella, con Bella es como ver miles de imágenes por minutos sin que pueda captar una sola, pero con Kailani solo veo agua.
—Eso podría ser por su don —Carlisle miró a la chica—. ¿Kailani, antes te gustaba el agua o eras muy tranquila? —quiso indagar sobre cómo pudo ser que su ahora don fuera relacionado con el agua.
—Eh, me avergüenza decirlo, pero era todo menos tranquila —nuevamente el de gran estatura y complexión muscular soltó una carcajada—. Me gustaba el agua sí, pero no creo que ello deba de ser el porqué de mi don —agachó su mirada a sus manos recordando lo que había ocurrido—. Creo que tiene que ver con el día que desaparecí, el día que aquella persona me convirtió en esto. Estaba cerca del muelle y cuando me mordió caí al agua, cuando desperté seguía en el fondo, más con solo pensarlo ya me encontraba fuera de esta completamente seca.
—Por ello tu don.
—No hagamos que recuerde malos ratos, mejor hay que presentarle a los demás —intervino Esme con una sonrisa sosteniendo el brazo de su esposo.
—Yo soy Emmett, el más fuerte —el chico que ante los ojos de Kailani parecía un oso se presentó mientras sonreía como un niño pequeño lo que provocó una sonrisa en Kailani, si, parecía un oso, pero ahora creía que era más como un oso de peluche—. Ella es Rosalie Hale, ¿a qué es hermosa? —Kailani asintió sin poder negarlo, Rosalie era por mucho la mujer más hermosa que alguna vez hubiera visto, la rubia en ningún momento le miró de mala manera, cosa que sorprendió a la familia teniendo en cuenta su carácter, sin en cambio le brindó una sonrisa la cual Kailani correspondió.
La mirada de Kailani se enfocó en la única persona que no había hablado ni se había presentado, sintió un jalón en su estómago en cuanto su mirada cruzó con la de él, sus mejillas volvieron a tornarse rosadas cosa que no pasó desapercibida por los presentes que sonrieron con ternura al ver que por fin Jasper había encontrado a su tua cantante, en cuestión de segundos habían dejado a los dos solos, Kailani no entendía por qué sentía la necesidad de abrazar a aquel chico y jamás soltarlo.
Jasper dudó un poco, pero el que no sintiera la necesidad incontrolable de querer beber la sed de la chica le ayudó a acercarse unos pasos hasta tomar la mano de la chica con total delicadeza que provocó que Kailani pensara que su cuerpo era de porcelana y que el de cabello rubio le tratara como si fuera a romperse.
—Jasper Hale, señorita, a sus órdenes —dejó un casto beso en los nudillos de la mano de la chica, la cual se sintió en un mismísimo sueño al escuchar el tono sureño del chico—. Es un placer al fin conocerte.
— Kailani Nagahara —dijo su nombre aun cuando estaba segura de que él ya lo había escuchado—. ¿Por qué siento que ya te conozco? —sintió por un segundo los imperceptibles latidos de su corazón aumentar, aunque solo fue idea suya.
—Quizá nos conocimos en otra vida, pero en esta llevo demasiado tiempo esperándote —sus palabras provocaron calidez en Kailani, la cual sonrió delicadamente sin despegar su mirada de Jasper apreciando cada movimiento y rasgo de este, mientras que Jasper sonrió ampliamente al por fin hablar y tocar la piel de la mujer que de ahora en adelante era la dueña de su existencia misma.
. . .
AHHHHHH mis bebés ya se conocieron y ahora si ya empieza lo bueno.
Pelirroja W
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