Capítulo Único.




— El malvado joven tomó del cuello a la inocente muchacha y con su cuchillo de cazar...¡LE DESGARRÓ EL CUELLO!
—  Hoseok recitaba aquella leyenda con fervor observando gustoso como su pequeño hermano menor Jimin temblaba de miedo casi queriendo fundirse en las sabanas de su cama.

— ¿Y-y luego?—  ante tal susto lo normal sería dejar de preguntar y empezar a pensar en cosas agradables, cachorritos, conejos pequeños, etc, pero Jimin no era un niño normal así que con todo su temor seguía intrigado por el relato de su hermano.

— Cuando la sangre de la joven empezó a salpicar sus alrededores el asesino comenzó a juntarla con sus manos...— el mayor comenzó a producir unos ruidos extraños con sus cuerdas vocales, esos desagradables sonidos que se producen cuando la garganta es cortada.—  ¡Y SE TRANSFORMÓ EN LA ATERRADORA CRIATURA QUE RONDA POR EL PANTANO DE ESTE PUE-!—  antes de desatar una serie de gritos imparables en el menor la madre de los dos niños irrumpe en la habitación cortando el relato.

— ¡JUNG HOSEOK DEJA A TU HERMANO EN PAZ, AHORA!—  el nombrado estalló en risas y salió huyendo de la habitación.
Como por arte de magia Jimin se sintió más seguro ante la presencia de su madre, porque si, él siempre fue un nene más de mamá que de papá.

— Te estaba molestando con ese horrible cuento, ¿verdad amor?—  la mujer de baja estatura suspiró para luego tomar asiento a los pies de su hijo.

— S-si, ¿tú crees que es cierto?— para Jimin su madre era un diccionario, ella sabía todo respecto a todo, siempre podía contar con sus opiniones y conocimientos.

—¡Tsk! Claro que no hijo, esa fue una barata estrategia de atraer turistas durante la guerra, este siempre fue un pueblo de granjeros y cuando el dinero no alcanzó tuvieron que encontrarle algo aprovechable al lugar y ahí estaba... ¡el pantano! Lo único interesante a miles de kilomentros a la redonda.—

Y así es como Jimin comenzó a ignorar las pequeñas y grandes advertencias sobre lo que habitaba entre aquellos árboles musgosos y turbias aguas.

20 años después.

Se puede decir que aquel humilde pueblo en el que ha vivido Jimin toda su vida no es el mismo de hace veinte años, se ha industrializado un poco más y se han agregado bastantes barrios residenciales pero fuera de eso sigue luciendo como esas comunidades de las películas de terror o fantasía. A Jimin le gusta compararlo con Forks, la ciudad en las novelas de 'Crepúsculo'.

Como Escocia tiene el monstruo del Lago Nes, los bosques de América a Pie Grande y el Himalaya a el Yeti, su comunidad tiene a ese extraño ser acuático que por razones desconocidas no tiene nombre.
Los ancianos del lugar dicen que se trata de un joven que habitaba a orillas del río que lleva al pantano, varias décadas atrás enloqueció y segado por la ira asesinó a decenas de aldeanos que navegaban aquellas aguas. Otros dicen que se trata de un miembro de una secta satánica que antes de morir vendió su alma al diablo a cambio de inmortalidad, pero como se sabe los tratos con Lucifer no son justos, él lo condenó a vivir por el resto de la eternidad rondando en aquellas zonas verdes atormentado por una apariencia poco humana.

Sin embargo ese simple chisme no es el que le da su total popularidad, para añadir leña al fuego Jimin puede recordar cada una de las personas que aparecieron asesinadas flotando en esas aguas, la forma en que los cuerpos se encontraban mostraban que era imposible que se tratase de suicidios en masa, la piel de sus rostros estaba rasgada y todos poseían la yugular cortada, como si un animal muy salvaje los hubiera atacado.
A pesar de lo mencionado Jimin mantiene firme su postura acerca de que todo eso se debe a los caimanes cuyo habitad son aguas en poco movimiento, su pasión por la naturaleza lo llevó a estudiar un profesorado de Biología en la Universidad de Busan, más específicamente una especialidad en animales acuáticos, y así ahora puede afirmar que sus teorías son algo más que conocimientos sacados de libros sobre naturaleza para infantes.

Con veintiséis años recién cumplidos está de vuelta en su ciudad natal, a los dos meses de graduarse comenzó a dar clases en un instituto secundario de la ciudad de Busan, lamentablemente la paga era muy baja y para llegar a fin se mes debía trabajar como mesero en un bar durante las noches. La presión de manejar los conocimientos que serían dados a sesenta niños más la mala alimentación, el mal sueño, etc lo llevaron a un colapso por estrés. Terminó hospitalizado por una noche, eso obviamente encendió todas las alarmas en su madre y lo obligó a dejar su trabajo por unos meses hasta conseguir uno mejor donde le paguen lo que se merece por haber estudiado seis años sin parar.

Hace dos días está alojándose en la casa de su infancia, se siente un poco incomodo debido a que él es el único en el hogar que no realiza ninguna tarea, su hermano mayor, Hoseok, trabaja a la mañana en una fábrica metalúrgica, luego llega a casa y se encarga de atender a su esposa y a su hijo de seis meses, él sigue viviendo con sus padres porque no le agrada la idea de dejarlos solos. Su madre es cajera en una pequeña panadería en el centro mientras que su padre ayuda en el labor de los alimentos que venden allí. A todo esto, él solo se queda en el hogar haciéndole compañía a Taehye y a su sobrino.

Pero eso está a punto de cambiar, mientras desayunaba en la mañana una idea asombrosa llegó a su mente. Todo el mundo en el pueblo conoce la única cabaña a orillas del pantano, cuando abandonó la ciudad esta no se encontraba habitada y está noventa por ciento seguro que debido al miedo que las personas guardan respecto a aquella zona nadie se ha atrevido a aguantar más de unas horas en la dicha zona.

Y exactamente eso le confirma la secretaria de viviendas del edificio administrativo de su ciudad.

—Nadie a vivido ahí en casi ochenta años, su dueño fue un tal Jeon Jungkook... al ser una cabaña que no cuenta con los servicios de luz, agua ni electricidad que ofrece nuestra comunidad no podemos cobrar los impuestos...— la joven observa unos papeles amarillentos que contienen escasa informaciónSi la quieres es tuya, pero te aseguro que deberas repararla en un ochenta porciento.— ella se ve un poco dudosa al respecto de la decisión de Jimin pero a él solo le causa gracia.

Es un alivio también saber que no tendrá problemas en adquirirla, temía que la construcción poseera millones de wongs en deuda y allí su idea hubiera ido a la basura.

—¡Tantos años sin verte, Park!— una voz familiar provoca que voltee encontrándose con un radiante Kim Namjoon que le sonríe amigable, el fue su compañero en la escuela primaria aunque iba unos años más avanzado, luego sus padres se mudaron a la capital y él también, en su último año de secundario Namjoon volvió al pueblo para cuidar a su abuela ya graduado de policía.—¿Que lo trae por aquí señor profesor?— bromea el mayor.

—Casi siete, Nam sonríe sinceramente y se estrechan las manos para luego abrazarseEstoy aquí por una propiedad que me interesa...— menciona sin ver la necesidad de especificar más.

El otro se sorprende.

—¡Oh! Pensé que estabas instalado en Busan, tú madre me lo comentó tiempo atrás

—Era así pero lamentablemente tuve algunos problemas de salud que me obligaron a regresarsonríe suavemente.— ¿tú como has estado?—.

—Bien, un poco agitado por los nuevos horarios de jornada pero es lo que amoJimin le echa un vistazo y puede detectar las ojeras oscuras debajo de los ojos de Kim¿Estás interesado en la vivienda cercana a tu casa?—

Jimin vacila al contestar.

—Nop... en realidad estoy aquí por la cabaña en el pantano.— y así es como la expresión suave y alegre del mayor se desvanece bastante, lo suficiente para notar que no le convence lo que ha dicho.

¿Recuerdas que ese lugar es peligroso, verdad?—Interroga esperando que diga que no y así eliminar esa idea tan absurda. Pero Jimin asiente.

—No creo en esas cosas, Namjoon...—se carcajea un pocoMe sorprende que tú lo hagas, eres muy inteligente.- menciona con una ceja alzada.

—No lo digo por las leyendasresponde duramente el oficial de policía.— Esa zona es peligrosa y punto, no puedo decirte el porqué porque ni yo mismo lo sé, sin embargo puedo asegurarte que no es una zona residencial

La expresión de Jimin cambia a una seria y se permite analizar lo dicho por el otro, tiene un poco de razón pero no los suficientes argumentos para hacerle cambiar de opinión.

—Nos vemos luego, Nam, cuidate.— palmea su hombro y cuando va a irse la voz del otro lo detiene.

—Cuidate más, Jimin...y suerte—

Abandona el lugar dispuesto a comunicarle sus planes a su familia, ya es casi mediodía y todos han salido fel trabajo hace minutos.

(...)

—Recuerdame el porque estoy sudando como pavo al horno mientras arreglamos este decrépito lugar... no entiendo como mamá permitió que esto sucediera.— se queja un Hoseok que con mucho esfuerzo lleva en sus hombros largos postes de madera para reparar los marcos de las puertas y ventanas de la cabaña, detrás de él camina sudoroso Jimin usando todas sus fuerzas para llevar una simple caja de herramientas.

—Ella siempre estuvo al tanto de mis deseos de independencia, además estaremos cerca de todas formas...— con cada palabra se le va el aire y no ve la hora de apoyar la caja en el suelo, al parecer su hermano tiene decenas de herramientas de hierro allí adentro.

Este mediodía anuncio sus planes mientras estaban almorzando, para Jimin fue un simple comentario, pero en cambio sus padres y hermanos hicieron un teatro acerca de eso, y como no, obviamente se pusieron sobre la mesa las leyendas sobre el supuesto célebre monstruo, su madre ignoro esas advertencias y le pidió que se quedara argumentando que lo había extrañado mucho estos meses, se sintió un poco triste por ella pero ya no daría un paso atrás. Al llegar al lugar pudo observar una pequeña y hogareña cabaña, sencilla, hecha de madera -se sorprendió de que esta tuviera poco daño tomando en cuenta sus años inhabitada-, con ventanas de vidrio que solo tenían pequeñas quebraduras, un porche humilde y rodeada muy de cerca por los Sauces.

—Cualquier cosa, lo que sea Jimin, llamanosla usual expresión alegre de su hermano se endurece solo un poco, casi como advertenciaLa señal no es buena por los árboles pero cerca del camino se vuelve más fuerte.El menor sabe que siente miedo por él, si fuera otra persona ajena a su familia pensaría 'vaya idiota temiendo a leyendas inventadas por ancianos chismosos' sin embargo comprende a Hoseok porque como hermano mayor toda su vida se ha preocupado por él, protegiéndolo hasta del más minúsculo insecto.

—Sé porque me lo dices...— el mayor recibe un codazo juguetón en sus costillas.¿Puedes imaginar lo que sucedería si compruebo la existencia de ese ser extraño del pantano?— hace gestos extraños con sus manos, las hace temblar y mover alrededor del rostro de Hoseok, este lo mira con cara de pocos amigos.

—¡Oh, vamos Hope! ¡Puedo ganar un Nobel!intenta bromear pero solo consigue cabrear más a su hermano —¿Ciencia, Suiza, mi nombre en los periódicos...?¿No?...— bromea con una sonrisa traviesa y muere ignorado, ya que el otro se da vuelta y se dirige a su camioneta dispuesto a marcharse.

—Vendré por la noche a traerte algunas cosas, no hagas nada estupido.— cuando ya desparece de su visión toma una fuerte inhalación llenando sus pulmones del fresco aire cero contaminado.

Decide dar un paseo por los alrededores, procura no alejarse mucho por miedo a perderse, a pocos metros de caminar comienza a luchar un poco con los arbustos y plantas colgantes, la tierra que pisa es húmeda por lo que se hunde unos centimentros, si intenta observar el cielo es casi imposible porque inmensos ciprés unen sus copas en lo alto creando así una especie de techo natural, a medida que va dejando la zona terreste y se acerca ya donde hay agua estancada los cantos de los sapos son el único sonido perceptible. Alguna que otra rama cruje bajo sus pies mientras avanza hacia lo desconocido, no se percata de la presencia de animales hasta que algo llama su atención, a lo lejos, como a diez metros un pequeño muelle compuesto por no más de cinco maderas unidas es la única señal de que un humano a pisado el lugar antes.

Observando todo a su alrededor y sin prisas se va acercando paso a paso
con cada uno de ellos las maderas crujen y Jimin teme que se quiebren, caería a esa agua nauseabunda y llena de algas flotantes igualmente eso no es lo peor, el no sabe nadar y no anhela aprender a la fuerza. Irónico, su especialidad estudia mayormente lo relacionado a ella, debería saber.

Entre el agua y el muelle hay unos cincuenta centímetros, los palos que lo sostienen no se ven muy seguros así que escoge volver a tierra firme, no es un descubrimiento muy llamativo pero algo en especial llama su atención, al analizar las maderas nota imperfecciones en ellas como las que se forman cuando un felino afila sus uñas en los árboles, estos arañazos se ven extremadamente profundos como para que un gato salvaje los haya hecho.

Los caimanes y cocodrilos no afilan sus garras y en caso de que trataran para cazar una presa sus cortas extremidades no se los permite, en la zona no habítan felinos de ningún tipo, puede que se encuentren gatos salvajes que han huido del pueblo pero de ahí nada más. El cerebro de Jimin va a mil por hora, analizando hipótesis y recordando casos donde un ecosistema ha cambiado su rumbo natural, frente a sus ojos puede tener un descubrimiento único. En ningún momento la idea de un monstruo pasa por su cabeza.

Se desploma sobre su trasero para disfrutar del silencio y la soledad, en su mente la idea de un cocodrilo con esqueleto más desarrollado, huesos gruesos y extensos, colmillos más anchos que el resto de su especie y mandíbulas capaces de triturar un cuerpo humano es la hipótesis mas viable hasta el momento.
Un animal tan peligroso, agresivo y con finos instintos de cazador podría haber acabado con las vidas de las tantas personas que aparecieron flotando en aquellas aguas, al percibirlas invadiendo su territorio atacaria velozmente, si ya de por si los cocodrilos son pesados uno con características de otros ecosistemas más hostiles lograría hacer naufragar a cualquier embarcación humilde de pueblerinos.

Jimin esta sumergido en sus teorías que no puede percibir con cuanta intensidad está siendo observado desde lo lejos, si estuviera escaneado con su mirada todo el paisaje tampoco lo haría, aquel ser de achinados ojos amarillos que parecen brillar en la oscuridad es minucioso a la hora de ser uno con el agua, su cuerpo se mueve de forma oblicua mientras se acerca al joven de cabellos rubios que ha osado a invadir su territorio, el destello que deja en el agua es mínimo, sus escamas brillan cuando el sol golpea en ellas, unos veinte metros los separan pero la mirada de águila que el ser marino carga le permite memorizar cada rasgo facial.

Gira sobre si mismo impulsandose con sublime elegancia entre las algas y abandona el lugar, vuelve a su hogar en las profundidades calurosas del pantano.

(...)

—¡No. lo. puedo. creer!— exclama Jimin perdido en su entusiasmo. De la parte trasera de la camioneta salta un pequeño labrador, pequeño físicamente porque aquel can tiene casi ocho años¿Por qué lo trajiste, Hope?el animal no para de mover la cola y retosar alrededor de su antiguo dueño, el menor solo puede lanzar manotazos tratando de acariciarlo.

—Te hará compañía, cuando te fuiste entristecio mucho, eras su amo, él te aprecia mucho.— sonríe ampliamente mientras palmea el lomo del can.

El comisario Oh lo ha acompañado, insistió en hacerlo argumentando que es un lugar peligroso de noche debido al terreno blando. Es un hombre de unos sesenta años, cabello azabache corto, usa gafas con tanto aumento que hasta un ciego vería y está un poco bajo de peso, luce como un escarbadientes y cada vez que Hoseok lo ve agradece que es un pueblo tranquilo en el que viven, si fuera la gran ciudad y el oficial tuviera que enfrentarse a criminales todos los días ya tendría todos los huesos de su cuerpo rotos.

Jimin agradece con una tierna sonrisa mostrando lo eufórico que se encuentra, nunca se es demasiado adulto para emocionarse si te regalan una mascota. Comienzan a bajar sus provisiones del vehículo para llevarlas al interior de la cabaña, en ellas se pueden encontrar desde detergente para platos hasta galletas con chispas de chocolate.

Los dos cenan con él, recuerdan los viejos tiempos, esos momentos de hermanos, lloran un poco, Oh cuenta anécdotas de su juventud en la capital, rien como locos y luego es tiempo de partir, su hermano mayor se queda hasta las once de la noche, quería permanecer hasta el día siguiente pero Jimin insistió en que fuera a dormir con su hijo y su esposa.
Las luces del vehículo desvaneciendose entre la flora provocan un escalofrío en el menor, las brisas silban furiosas mientras rondan por el gran laberinto de árboles, con un poco de apuro Jimin ingresa a la cabaña, el calor que la estufa de hierro brinda a todo el lugar es impecable,si no fuera por eso estaría adormecido por el frio, Clint duerme desparramado sobre una vieja manta que ubicó cerca de su cama.

Piensa lo positivo que es ser independiente de su celular móvil, caminaria por las paredes si dependiera de las historias de Instagram, toma uno de sus libros favoritos sobre reptiles y se va a la cama, no hay nada mejor que una cama con muchos acolchados, el calor de una estufa y un buen libro. Piensa en que mañana volverá a recorrer las orillas del pantano haciendo su mayor esfuerzo para tomar alguna fotografía o video de su supuesto 'cocodrilo'.

Los gruñidos de Clint despiertan levemente a Jimin, el can gruñe furioso con los pelos de punta mostrando sus colmillos a la ventana del comedor, comienza a ladrar cuando su objetivo se mueve, su dueño está perdido cuando los sonidos lo exaltan y despierta pro completo.

¿Qué sucede, amigo?entre penumbras coge el encendedor y adivina donde se encuentra la vela, enciende la mecha y la habitación se alumbra levemente, no se permite que el miedo lo consuma, esta es una clásica escena de película de terror pero sin las cámaras. Ingresa a la cocina/comedor y con la chispa de la vela enciende tres mas ubicadas en la pequeña mesa central, mientras tanto Clint no ha parado de corretear por toda la vivienda sin rumbo alguno, eso aterroriza más a su dueño, parece que lo que sea que inquiete al animal se mueve a la velocidad de la luz.

Pero bruscamente se calla, su cola se dirige entremendio de sus patas traseras mientras lloriquea mostrando miedo, está ubicado frente a la puerta pero retrocede para luego huir bajo su cama, Jimin siente como su corazón late desbocado, además de sentir su pulso por todo el cuerpo los pies y las manos se le han congelado, esto demuestra que su presión arterial ha bajado y está a nada de desmayarse.

Retrocede con pasos lentos alejandose de la puerta donde ya no parece haber nada ni nadie, afuera no se escuchan ni los grillos, el silencio es impresionante, creía imposible que en un lugar del mundo se logre el silencio total hasta este momento donde está tan en shook que no puede moverse.

La vela cae al suelo partiendose en decenas de pedazos pequeños y lo único que alcanza a hacer es sentarse en la silla más cercana antes de soltar todo el aire dentro de sus pulmones.

Se ha llevado un buen susto.

Cuatro semanas después.

Todos estos días los ha pasado yendo y viniendo desde el muelle precario hacia su nueva casa, por las noches Clint suele ladrarle a las ventanas pero luego de quince minutos para, sin embargo Jimin ha notado como el can sigue en alerta por toda la noche y al llegar la mañana está muy a la defensiva con la cabaña, la única explicación que le encuentra siguen siendo los gatos salvajes que rondan por las noches, aunque le encantaría que fuera algo más.

Los rayos del sol son intensos y llegan directo hacia el rostro de Jimin, quiere seguir durmiendo ya que anoche le costó conseguir caer en los brazos de Morfeo luego de tremendo susto que se llevó -otra vez- , no va a mencionar ni una sola palabra a nadie ya que sabe lo que responderán los demás, no dará brazo a torcer tan rápido, apenas lleva un mes en el lugar.

Se prepara un té con limón para desayunar, durante esos minutos se pregunta si realmente ha sido un gato la causa de sus sustos, se siente desconfiado en el fondo sin embargo trata de creerlo y convencerse porque aunque añora descrubir otra criatura, es humano y tiene miedo.

Es una espectacular mañana, el sol brilla limpio alumbrando todo el pantano, las hojas de los árboles brillan y el agua destella unos brillos pequeños por su reflejo, Clint va a su lado como el fiel compañero que es, de vez en cuando se detiene en algún arbusto a olfatearlo pero luego alcanza a Jimin nuevamente, este ha traído consigo su móvil y una libreta de notas.

Recorre las costas parando de vez en cuando observando en silencio la vegetación pero mayormente las aguas, atento a cada movimiento que esta realiza por el viento, algunas hojas o insecto. Detecta algunos pajaros cantando a lo lejos y se siente muy en paz, el hecho de no ir al médico luego de sufrir un colapso por estrés tan grave es un descuido muy importante para una persona tan creyente de la ciencia sin embargo Jimin ya puede afirmar que no hay medicamento ni terapia mejor que disfrutar de las brisas frescas y sonidos de la naturaleza.

De repente su paz es interrumpida, aún con los ojos cerrados escucha como Clint se aleja trotando de él, al abrirlos lo ubica sobre el pequeño muelle ladrando y gruñiendo con rabia en dirección del agua. Se asusta y a lo único que atina es agarrar una rama y coger del bolsillo trasero de su pantalón el móvil, tiembla un poco cuando recuerda lo de la noche pasada pero debe averiguar de que se trata si quiere continuar con sus planes, se regaña por sentir un poco de temor, se supone que es cien porciento escéptico respecto a los monstruos. Ya de pie se va a acercando lentamente con cuidado de no pisar alguna rama ruidosa mientras tanto su mascota continúa ladrando con perseverancia al mismo punto, cuando el da el primer paso sobre las maderas frágiles estás crujen horriblemente.

Aprieta los ojos con temor y reprimiendo su rabia por no recordar ese detalle, un movimiento brusco se da en el agua dejando un destello, olvida la precaución y trota hasta el borde con el móvil en la mano ya filmando cada movimiento que hace, pero se lleva una sorpresa al asomar la cabeza.

Clint deja de ladrar y lo único que se oye nuevamente es el canto de los pájaros y el leve sonido del agua recién en movimiento, no hay rastro de absolutamente nada, es como si lo que produjo ese ruido se hubiera hundido en el líquido varios metros abajo en milésimas de segundos. Echa una mirada por los alrededores y no ve absolutamente nada fuera de lo habitual de igual manera un escalofrío le recorre el cuerpo y el miedo lo posee, gira sobre si mismo y huye de ahí, mientras corre como loco golpeando ramas y arbustos se repite que es un idiota por ser tan cobarde, se lo repite mientras la sensación de que en cualquier momento algo lo alcanzará y atacará por la espalda crece a pasos agigantados, igual sigue corriendo por instinto.
Cuando la cabaña se ve a la distancia acelera aún más sus pasos, salta en limpio los escalones del porche y entra como flash cerrando la puerta a su espalda, se siente protegido y se relaja un poco.

Suspira frotandose las húmedas palmas de sus manos en el rostro, está acalorado por la carrera y sus frías manos lo refrescan por unos segundos, el sudor frío, las rodillas débiles y los latidos furiosos dentro del tórax le avisan que su presión ha bajado nuevamente, tal cual pasó anoche, pero esta vez corre menos con menos suerte y se desvanece deslizándose lentamente hasta el suelo apoyando su espalda en la madera de la puerta.

Él ni recuerda el paradero de Clint cuando todo se oscurece.

Aullidos de dolor y búhos cantando con tonos amenazadores rescatan a Jimin de su suelo inevitable,se encuentra desplomado y confuso, los recuerdos de hace rato lo asaltan causándole temor nuevamente, con ayuda de la fuerza en sus brazos se recuesta contra la pared y comienza a ponerse de pie, todo está obscuro en la cabaña, la luz de la luna es débil alumbrando poco, con pasos temblorosos se dirige hacia la ventana más cercana, corre unos centímetros la cortina para ver hacia afuera, apenas lo suficiente para usar uno de sus ojos, lo único que percibe es total oscuridad, si fuerza la vista puede distinguir la silueta de los grandes árboles pero de allí nada más.

De pronto los ladridos de su mascota lo ponen alerta y le recuerdan que está afuera, piensa en dejarlo entrar, no se perdonaría abandonarlo allí afuera con lo que sea que lo aterrorizo, sin embargo su miedo lo petrifica y no mueve ni un pelo. Esos ladridos se convierten en chillidos y aullidos aparentemente de dolor, corriendo se acerca a la ventana y abre las cortinas de par en par observando nuevamente, a unos metros del porche visualiza un charco de sangre, grita horrorizado y velozmente va hacia la estufa, toma el hierro que ha usado la noche anterior para mover los troncos carbonizados y se precipita hacia afuera.

Un camino de pequeñas gotas de sangre lo llevan a introducirse a la frondosa maleza, por casualidad su movil sigue en su poder así que se ayuda con la linterna de este para no impactar contra las ramas o raíces sobresalientes, Clint aúlla muy a lo lejos a pesar de que Jimin corre lo más rápido que puede.

Sus reflejos le juegan una mala pasada y no detecta la roca que pisa, su móvil vuela por los aires y cae a lo lejos, el hierro que sostenía sigue cerca de él, Jimin ha impactado de lleno contra la suave tierra húmeda, por suerte solo percibe el dolor del impacto y no el hierro incrustado en su abdomen.

—¡Mierda, auch...!— su grito hace eco en la inmensa naturaleza, Clint ya no se oye, nada se oye en kilometros aparentemente.

Ignora la incomodidad en su rodilla afectada y se pone de pie con ayuda del hierro, escanea el lugar y automáticamente encuentra su movil, la linterna continua encendida lo que es un alivio, no se ha dañando. Con un poco más de cuidado se desliza y lo toma en sus manos, pero cuando apunta con la luz hacia el frente se encuentra con una escena impactante,y lo ve.

El cuerpo inerte de Clint yace en una posición extraña sobre la maleza, su pelaje está pegajoso en partes debido a su propia sangre, la cual también empapa sus alrededores, Jimin no quiere admitir que está viendo los intestinos del animal fuera de su interior. Sus ojos se llenan de lágrimas por la tristeza que empieza a consumirlo, cae de rodillas al suelo y lentamente, vacilante gatea hasta su mascota, cuando llega a él se arrepiente de haberlo hecho.

-—¡AHHHHHH!— un grito entrecortado lo abandona sin siquiera pensarlo.

El can ha sido literalmente partido a la mitad desde su hocico hasta la zona abdominal, un corte limpio a rasgado su débil anatomía, sus ojos ya no brillan en absoluto demostrándole que la vida lo ha abandonado, sus costillas están a la vista y su corazón también, no hay palpitaciones.

La imagen perturba a Jimin, sus manos se dirigen a sus suaves orejas pero se detienen antes de tocarlo, no tiene el valor para hacerlo, llora y grita desesperadamente lamentándose por su inocente mascota, no es la primera vez que ve las entrañas de un animal, lo ha hecho cientos de veces mientras estaba estudiando su especialidad pero ninguno de esos animales habían sido asesinados tan salvajemente como Clint lo ha sido, y desde ya el no tenía cariño por ninguno de ellos.

Ramas crujen a sus espaldas, preso por el miedo se voltea, está temblando como hoja seca apunto de desprenderse de una rama sin embargo conserva un poco de su coraje, parpadea varias veces y limpia brusco las lágrimas que caen por sus mejillas, trata de recomponerse lo más rápido posible. Ahora más que nunca desea averiguar que animal es el culpable.

Nuevamente de pie comienza su camino en dirección al ruido que escuchó hace segundos, la luz le ayuda a divisar pequeños insectos voladores que se cruzan en su camino pero nada más de eso, está sujetando tan fuerte el hierro en su mano derecha que al soltarlo sus dedos protestarán con dolor. Luego de varios minutos caminando su temperatura corporal ha bajado bastante, ahora tiembla por miedo y frío, tropieza repetidas veces pero continúa su camino hacia ningún lado, a medida que avanza se desespera un poco más y comienza a sollozar, le duele admitir que está muerto de miedo, en este momento desea que su madre lo venga a buscar y le diga que nada ha pasado.

Sus lamentos solo son escuchados por él, o eso cree. A caminado tanto que llega al muelle, allí alumbra el agua estancada pero el alcance de la luz es muy debil, si hubiese algo allí podría estar a tres metros y no lo estaría viendo.

Pero al darse vuelta para continuar su camino a los alrededores, su corazón deja de latir por tercera vez en el día.

¿Por qué no se ha ocultado?

Los viejos ojos de Jungkook que tanto han visto se dilatan en busca de más visión, el ser humano delante de él lo apunta con una luz proveniente de un aparato extraño que ha visto pocas veces en los últimos años. Parece aterrorizado, su vista refleja el mismo miedo que todos sienten cuando tienen la dicha de verlo frente a frente, sin embargo no percibe la misma sensación dentro de sus entrañas, no desea acabar con su vida, aquella sed de venganza contra quien pise su territorio ha desaparecido y el desconocer la razón le desconcierta.

Casi cien años ha estado preso en esta forma terrorífica, esta forma que conlleva un instinto salvaje e imposible de ignorar, años en los cuales se fue sumergiendo en su miseria, perdiendo la esperanza y asumiendo que jamás tendría un lugar en el mundo nuevamente, ni en el humano ni en el animal. Ese joven frente a él le recuerda a si mismo, con veintitantos de años solo deseaba vivir en armonía con el universo, sin embargo aquellas épocas eran distintas a las de ahora, la brujería era común en las zonas despobladas y él fue una victima colateral de ella. Sin razon fue condenado a vivir como un ser demoniaco en la tierra. Jamás nadie podrá aliviar su dolor.

El chico frente a él está estático, pero la luz en su mano tiembla ligeramente provocando movimiento en sus pupilas, le provoca demasiada curiosidad, hasta se siente alegre por no tener sus impulsos asesinos, es como si su parte humana hubiera salido a flote y controlado nuevamente su ser. Se esfuerza por emitir palabra, la que sea, lo que pueda decirle, pero en cambio un sonido grave y ronco sale de su garganta. Se angustia al instante cuando el chico grita aterrorizado y suelta la luz en sus manos, lo ha espantado sin querer, sus ojos se adaptan a la oscuridad nuevamente y distingue la pequeña silueta correr sin dirección alguna.

Se precipita sobre él, no quiere que se vaya, algo le dice que trate de dialogar, que por una vez en ochenta años intente socializar con un ser humano nuevamente.

Jimin corre pisando en parte, tropieza repetidas veces con raíces, la punta de sus dedos le duelen porque a pesar de llevar tenis se ha golpeado varias veces, calcula que ya ha corrido unos cinco metros pero va a ciegas y no sabe hacia donde, solo piensa en no correr hacia su lado derecho porque caería al agua.
Mientras su cerebro primitivo le grita "¡Huye!" y lanza todo tipo de alertas a su cuerpo, su lado pensante está a mil por hora, repite una y otra vez la imagen que ha aparecido frente a sus ojos, busca en su memoria animales que se vean como aquel pero falla, analiza su anatomía pero solo consigue entrar más en pánico.

Su corazón bombea sangre descontroladamente, su pulso es audible en sus oidos, sus pulmones se expanden en su caja torácica provocandole dolor pero sigue corriendo, siente como las ramas arañan la piel de sus brazos y comienzan a arder. Va a ciegas hasta que choca con el tronco de un árbol, el dolor intenso en su nariz y sien le cristaliza la vista, un líquido caliente y espeso comienza a descender hacia su boca y luego prueba el sabor metálico de su sangre, posiblemente se ha roto la nariz pero su cabeza está bien.

Pierde el equilibrio y el poco rumbo que llegaba, empieza a correr otra ves, los vellos de todo su cuerpo se erizan cuando escucha pasos pesados detrás de él, antes de gritar desgarradoramente unos largos y viscosos brazos lo rodean apretandolo con fuerza.

Entre gritos y forcejeos analiza la textura de quien o que lo sostiene, está frío y húmedo, al parecer su piel es áspera casi con escamas que pinchan su suave epidermis, la sensación es horrible, se siente en contacto con la muerte. Comienza a ser arrastrado aunque siga de pie, toda la energía que está usando es inútil pues en minutos es trasladado de vuelta por el camino que recorrió corriendo, no tiene ni idea de donde quedó abandonado el hierro que sería para defensa.

Sus gritos se han convertido en súplicas porque está seguro de que morirá, se lamenta por lo necio que fue en no creerle a todas las personas que le advirtieron, pero ya nada hay por hacer. El monstruo del que todos hablaron por años es real, lo ha atrapado y seguramente lo asesinara. Es su fin.

Para alivio de Jimin no ha producido ningún otro sonido escalofriante, en completo silencio lo ha llevado efectivamente al lugar en donde se encontraron primeramente, el móvil lo alumbra cuando es depositado en el suelo húmedo nuevamente. Ni siquiera intenta escapar, comprobó que correr es una mala opción y nadar lo será más.

Sus gritos paran de golpe al igual que su respiración cuando el extraño ser se ubica frente a él.

Mide casi dos metros, efectivamente su piel es extraña, por partes es clara como la de un ser humano común pero por otras es azulada llena de pequeñas y grandes escamas, esto se da en sus pantorrillas, los costados de sus muslos, brazos, pecho y seguramente espalda, su fisonomía no es tan aterradora como creía a primera vista, su nariz está pegada a su cráneo con poca elevación, sus ojos son amarillos brillantes, intensos, posee labios parecidos a los de pez, no tiene cabello sin embargo lo que más llama la atención son sus orejas, largas y puntiagudas dan la sensación de tejido muy delgado ya que transparenta con la débil iluminación. Sus extremidades sos musculosas, no en demasía pero la fibra es notable, en su cuello parece tener algo parecido a branquias y tanto los dedos de sus pies y manos llevan largas uñas en forma de garra, al instante recuerda los arañazos en el muelle, es posible que él los haya producido.

¿Acaso está soñando? ¿O ya murió?

Se están observando en silencio, Jungkook piensa en la última vez que observó los ojos normales de una persona, su cabello luce suave y recuerda el brillo que aparece en él cuando la luz del sol proyecta, mucho tiempo observándolo desde lo lejos ayudó a que ahora reconozca sus facciones, igualmente no se compara con los detalles que admira de cerca.

Abre sus labios y contrae la garganta,

-Y-yo...- el sonido es completamente rasposo y con un tono ronco, pronuncia y no puede sentirse más feliz de hacerlo, pensaba que había perdido el habla por completo, se desploma para sentarse y así estar a la altura del chico.

Los ojos de Jimin y su boca forman una gran 'O', casi parece que sus rasgos asiáticos han desaparecido, ese monstruo frente a él ha hablado, no es producto de su imaginación, sus propios oidos escucharon la simple palabra que salió de sus extraños labios. Está aun más impactado que antes, se puede decir que casi todo el miedo ha sido reemplazado por el asombro, se siente bendecido por presenciar algo que la humanidad ha fantaseado desde siglos, más aún cuando el individuo parece venir en son de paz.

Tiembla con menor intensidad, trata de controlar esos movimiento involuntarios más ahora que su cuerpo le está pasando factura por los golpes de hace rato, tal vez no es buena idea tener el rostro empapado de sangre cuándo frente a él un ser desconocido con características animales lo observa fijamente sin embargo siente tanto dolor en la nariz que no se anima a limpiarse, se queda allí iluminado por una luz leve, hecho bolita alerta a cualquier movimiento.

-—S-soy...— el repentino sonido lo sobresalta y fija su mirada hacia el frente, el ser desconocido se encuentra con la cabeza entre las garras -literalmente- mientras parece mecerse, esta es la imagen más extraña que ha presenciado y presenciará en toda su vida.

Lo que Jimin no sabe es que Jungkook trata con todas sus fuerzas de recordar como se pronunciaba su nombre. En su mente suena una y otra vez pero no logra desmenuzar la palabra, se siente como un recuerdo lejano.

-—Jun-n...—casi la tiene, debe conseguirla para mostrarle al chico frente a él que no es un animal.
—gcr-cr...—suelta un gruñido de frustración al darse cuenta que no está sonando como desea, un movimiento rápido llama su atención, lo ha asustado y ahora el chico se encuentra apuntandolo con lo que parece ser un hierro.

-—¡¿QUÉ RAYOS ERES TÚ?!ese gruñido fragmenta la paz que Jimin trató de conciliar. Sinceramente pensó que podría quedarse en silencio observandolo pero si se pone violento no se quedará a ver.—¡ASESINASTE A MI CLINT!

Jungkook lo ignora, no le gustan sus gritos, su voz es bastante aguda y sus timpanos poseen una alta percepción del sonido. Repite una y otra vez esas palabras que llegan hasta el fondo de su mente pero no logra entender, tapa sus oidos con sus manos y comienza a susurrar repetidas veces lo que ha querido decir desde hace rato.

Esta imagen golpea fuerte a Jimin, luce casi adorable, luce casi como un niño humillado bloqueando cualquier sonido para solo concentrarse en sus pensamientos, en su mundo.

— Y-yo soy Jung-... k-k-koogh...Jimin comprende la oración y la impresión lo posee por decima octava vez en tan pocas horas, ese ser está diciendo su nombre. Ese ser que luce poco desarrollado para ser humano pero demasiado para ser un simple pez ha dicho su nombre, tiene nombre, alguien alguna vez lo nombró.

—Jung-gKookvoncluye con éxito, su cabeza deja el escondite entre sus manos y alza la mirada, no sonríe ni hay nada en su rostro que indique alegría exceptuando su brillante mirada, Jimin se pregunta si son tan acuosos por naturaleza o está emocionando tal cual un ser humano.

Afloja el agarre sobre el hierro, su capacidad mental es mayor a lo que pensaba, es un ser que razona o eso parece, recuerda que ni siquiera los primates pueden hablar y ellos son nuestros primos cercanos.

—¿t-tu h-hablaste...?— susurra suave y cautelosamente.

Jungkook no comprende lo que dice pero le reconforta el hecho de que ya no luzca espantado. Piensa que tal vez le pregunta por su nombre, si está hablando de el mismo, asi que lleva una mano a su pecho palmeandose, 'yo', de repente el otro comienza a soltar ruidos raros, que le suenan familiares y agradables.

La dicha que siente Jimin lo sobrepasa de repente y comienza a reírse a carcajadas, está totalmente incredulo acerca de lo que está viviendo, se ríe de si mismo y de como la vida le ha dado una lección; "por más ridículo que suene, puede tener algo de real". Si se viera podria apreciar lo bipolar que luce pero no le importa.

-—Tú eres Jungkook...— con un poco más de seguridad afirma y se carcajea cuando el ser extraño vuelve a palmear su pecho.— Jimin, yo, Jiminse señala expectante a la reacción de 'Jungkook', quien luego asiente con una expresión neutra en el rostro.

Se han entendido, se han comunicado.

(...)

Día y noche, lluvia o sol, frio o calor, Jimin todos los días desde esa noche visitó a Jungkook, aquel ser mitad hombre mitad animal acuático que conoció esa noche, la comunicación estre ellos dos jamás llego a ser excelente, la mayoría del tiempo solo Jimin hablaba por lo cual Jungkook aprendió mucho de él pero Jimin nada del otro, nunca supo porque no lo asesino esa noche, sin embargo le perdonó la muerte de Clint y todos esos sustos que pasó.

Tal vez por eso decidió irse con Jungkook, para entenderlo, ese ser que alguna vez fue un joven estaba cansado de vivir, harto de su forma física y Jimin no quería dejarlo partir. Fue su mayor descubrimiento, personal no profesional, algo que cambió su vida y lo hizo sentir insignificante.

Nunca comprenderá el sentimiento de cariño que floreció en su pecho, eso no tendrá explicación científica de ningún tipo.

Jungkook lo sostuvo entre sus brazos todo el tiempo hasta que sus pulmones se llenaron de líquido, hubiese colapsado de miedo cuando la oscuridad de las turbias aguas lo rodearon pero allí estaban sus brillantes ojos miel afirmandole que pronto se conocerían en totalidad.

Y así la vida escapó de su cuerpo, para pasar a un eterno sueño bajo el agua juntos.

-—¿Que tenemos aquí oficial Namjoon?—el comisario Oh se acerca al muelle donde su compañero está examinando al parecer unas huellas.

-—Nada que no hayamos visto antes, Comisario...— su tono de voz es suave, melancólico y lleno de lastima.-—Jimin no sabia nadar, le gustabael agua pero se negó a aprender... me ofreci tantas veces a enseñarle y él jamás acepto.— Oh percibe la sonrisa triste que se dibuja en el joven rostro de Kim, a él también se le rompe el corazón con esa imagen.

Se encuentran a las orillas del pantano, a la altura de la vieja cabaña que Park Jimin ocupó por más de seis meses, ese lugar donde desaparecio sin dejar rastros, ni siquiera encontraron a Clint, su mascota.
Un día cuando su hermano mayor fue a visitarlo y llevarle alimentos y cosas necesarias para su estadía ya no estaba por ningún lado, lo busco por horas hasta que luego resignado dio aviso de su desaparición a la policía, sinceramente nadie en el cuartel se sorprendió de la noticia, todos lo esperaban y aunque hasta se habían alegrado cuando no sucedió nada los primeros seis meses.

A esto le siguieron dos semanas más de intensa busqueda por los alrededores pero parece como si el fango se lo hubiera tragado, o mejor dicho las aguas del pantano.
La conclusión de la búsqueda fue simple, supuestamente Jimin transitaba sus orillas diariamente, algún día de esos algo lo hizo caer al agua y sin saber nadar murió ahogado, los huecos en esta conclusión estaban por todos lados pero nadie se animó a preguntar más.

¿Por qué no encontraron su cuerpo si las aguas se mueven poco y nada diariamente? ¿Que sucedió con Clint? ¿Los arañazos en el muelle no significan nada?, etc.

Ahora el comisario Oh tiene la tarea complicada de anunciar la suspensión de la búsqueda a sus familiares, a aquellas personas de su suma confianza, le duele demasiado ya de por si pensar en lo ocurrido con el joven Jimin, aquel niño curioso que siempre desafío a todos argumentando que no había peligro en esta peliculiar zona natural.

-—¿Cree que fue... el monstruo?— Namjoon pregunta con temor, sintiendose ridículo, aún recuerda las palabras de Jimin meses atrás. Irónico.

Oh duda antes de decir lo que piensa con una expresión sombría en su rostro.

-—Fue Jungkook.

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7500+ palabras.

En un principio este O.S debía participar en el concurso de GxldxnKitKat pero Wattpad me odia y borró parte de mi borrador listo.

Tuve que escribir más de la mitad nuevamente y ya no llegué con el tiempo, como sea, este O.S quedará en mi perfil si no participa en el concurso.

Como sea, gracias por leer.♡

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