030
Yoongi no se sentía listo, bueno tal vez solo un poco, pero no estaba preparado, Hoseok lo había invitado a una fiesta que se iba a realizar dentro de un local en dónde se vendían principalmente bebidas, Yoongi había aceptado sin pensar, y es que tenía planeado decirle a Jimin esa noche lo que sentía por él.
Un pelirrubio cerro la puerta del departamento encontrándose con Min Yoongi que parecía que casi se comía las uñas mientras caminaba de un lado a otro de la estancia.
- ¿Yoon?
Esa voz hizo al pálido detenerse en seco y mirar en dirección a la entrada, donde provenía la voz, Jimin lo veía curioso, ni siquiera Yoongi había escuchado cuando el pelirrubio abrió la puerta, en verdad que se había perdido demasiado en sus pensamientos.
- Hola, Jimin ¿qué tal tú día? -pregunto con una leve sonrisa.
- Estresante, necesito relajarme, al menos es fin de semana.
De repente a la mente de Yoongi llego el recuerdo de la invitación de Hoseok, ¿sería buena idea llevar a Jimin? Bueno eso le serviría de algo, tal vez incluso con el poco alcohol que tomará en aquella fiesta, sería de mucha ayuda para confesarse delante de Jimin.
- ¿Quieres ir a una fiesta?
- ¿Fiesta?
- Sí, Hoseok hace rato me llamo para invitarme, será en un local de bebidas, creo era una cervecería, según Hoseok allí preparan la mejor cerveza artesanal que ha probado.
Para Jimin eso no sonaba tan mal después de todo, sería un buen lugar para tomar y relajarse con el ambiente.
- Me parece bien, ¿a qué hora?
- A las ocho debo de estar allí, no quiero llegar tan temprano.
- ¿Pues a qué hora estaba planeada?
- Hoseok me dijo que a las siete, pero no soy muy puntual que digamos.
- Está bien, voy a prepararme, no pienso ir a una fiesta con está ropa.
- Pues te ves muy bien -Yoongi lo había pensado, pero sus labios se movieron por sí solos, el pelirrubio le sonrió de lado.
- Gracias Yoon.
En cuanto Jimin se retiro a su habitación, Yoongi se sintió más relajado, está vez sí que se había puesto peor, podía jurar que en ese momento iba a explotarle el corazón, sonrió para sí mismo, sí eso era lo que le causaba Jimin con solo una mirada, no pensaba que pasaría sí ese chico le dice un te amo.
Camino hasta su habitación para buscar ropa, quería verse bien, pero la verdad era que no sabía que conjunto de ropa usar, era difícil después de todo no era tan aficionado de ir de compras por ropa que se viera mejor, a él le gustaba comprar ropa cómoda y usarla hasta que de verdad se gastará en su totalidad.
Jimin se miraba al espejo de nueva cuenta, se había arreglado el cabello de lado, se veía excelente, miro la ropa que se había puesto apenas, no era su mejor conjunto pero se veía muy aceptable.
Jimin se dirigió a la puerta de su habitación para abrirla, en ese mismo momento que salio, Yoongi apenas había abierto la puerta, Jimin lo miro de pies a cabeza, podía jurar que en verdad Yoongi era precioso cuando decidía cambiar su estilo habitual. Yoongi también paseo su vista por Jimin, lo hizo de pies a cabeza, cuando vio que había cambiado su peinado, no pudo evitar pensar que se veía perfecto.
- Lindo atuendo Yoon -sonrió de lado-, te ves muy bien.
- Lo mismo digo de ti Jimin.
- Será mejor que nos vayamos, no quiero que por mi culpa llegues tarde.
Yoongi solo asintió y ambos se dirigieron a la puerta para poder salir e ir a la fiesta.
El local que le había dicho Hoseok, no se encontraba tan lejos de su edificio, así que había sido fácil encontrarlo, ese lugar estaba decorado con paredes de madera, además de que había pocas mesas y una barra en dónde podías pedir tu bebida al cantinero, lo que le gustaba a Hoseok de ese lugar era más que nada el karaoke, a Yoongi le había llamado la atención una vieja rocola que se encontraba en una esquina del local.
- Nada mal -comento Jimin-, tiene un estilo muy clásico, ¿no crees?
- Sí, ¿crees que eso sirva? -señalo la rocola.
- Supongo que sí, ¿quieres probarla?
Yoongi negó y ambos buscaron con la mirada a Jung Hoseok. El chico se encontraba al lado de otro chico un poco más alto que él, tenía el cabello pintado de un rosado claro.
- ¡Hoseok! -el mencionado miro con una sonrisa a Jimin y Yoongi que se acercaban a él.
- ¡Hasta que se te dio la gana de venir! ¿Pensé que no lo harías? Pero luego recordé, que te gusta llegar tarde cuando de fiestas se trata.
- Sabes muy bien que no me gusta ser el primero.
- De echo fui yo quien llegue primero -hablo el chico de cabellos rosados.
- ¡Cierto! Él es Kim Seokjin -presento al chico que les sonreía-, él y yo somos compañeros de trabajo.
- Hola, soy Min Yoongi -luego señalo a Jimin-, él es Park Jimin.
Después de las presentaciones, la fiesta se mantenía muy tranquila, la musica se oía por el lugar no era tan fuerte y eso le gustaba a Yoongi, a veces le estresaba la música a altos volúmenes, sobre todo sí se trataba de alguna canción que no le gustase.
Toda la fiesta se la había pasado más que nada con Park Jimin, aunque a veces el pelirrubio lo ignoraba por estar hablando con otras personas, y eso a veces le molestaba, sobre todo por esas sonrisas coquetas que le daba a algunas chicas que se acercaban a hablar con él, pero lo deja pasar, después de todo hoy era el gran día, Min Yoongi le diría sus sentimientos a Park Jimin.
Nada podía salir mal, de eso estaba muy seguro Min Yoongi.
Después de que el pelirrubio se despidiera de unas chicas con las que estaba platicando, Yoongi coloco una de sus manos en el hombro derecho de Jimin para que así el pelirrubio volteará a mirarlo.
- ¿Qué ocurre Yoon? -pregunto con una sonrisa en sus labios.
- Quiero decirte algo importante, ¿podemos hablar?
- Claro.
Jimin accedió rápidamente y tanto él como Yoongi se alejaron del pequeño bullicio de la fiesta para estar más a solas.
El corazón de Yoongi parecía una bomba a punto de explotar, sus latidos era frenéticos, respiro profundamente para tranquilizarse y cerro sus manos en puños, estaba decidido, y no había vuelta atrás.
- ¿Y bien? -pregunto Jimin cruzando los brazos.
Yoongi tomo aire.
- Verás me he sentido tan confundido en todos estos días que no sabía lo que me pasaba hasta que me abrieron los ojos -Jimin prestaba atención a las palabras de Yoongi-, y vi que todo lo que estaba sintiendo, era solo por una causa, y esa causa eres tú Jiminie.
La sonrisa que tenía Jimin en los labios se fue borrando lentamente, Yoongi no lo había notado había bajado un poco la mirada.
- Y quería decirte que cada que me hablas o me miras, me siento tan nervioso que quiero escapar, pero a la vez no quiero hacerlo porque quiero que me mires a los ojos y me digas algo -hizo una pausa-. No creo que me haya enamorado, lo afirmo, estoy enamorado de ti Park Jimin.
Por fin lo había dicho, fue como si un peso se fuera de sus hombros, se sentía feliz de haberlo dicho, y solo esperaba la respuesta de Jimin, y sobre todo rogaba que fuera afirmativa. Pero nunca espero recibir una risa en respuesta, levanto su mirada y vio como Jimin se tapaba la boca para evitar reírse.
- ¿Qué es tan divertido?
Jimin se controlo respirando y luego con una sonrisa miro a Min Yoongi.
- Es divertido lo ridículo que acaban de sonar todas esas palabras -Yoongi no lo entendía-. ¿Enserio Yoon? ¿Estás enamorado de mí? No me hagas reír.
- ¿Por qué lo dices? Te estoy diciendo la verdad, es lo que siento, ¿por qué sigues riéndote?
Jimin casi estaba a punto de dolerle el abdomen de tanto reír, pero a Yoongi no le causaba nada de risa, sintió sus ojos picar y como su pecho se oprimía.
- ¡Basta! -casi suplico el pálido.
- Yoon, ¿enserio pensaste que lograrías hacerme cambiar de opinión?
Yoongi bajo la mirada.
- Eres un iluso. ¿Creías que me gustabas? Esas palabras, esos besos que te daba, ¿enserio pensaste que eran reales?
- Entonces, ¿solo jugaste, no es así?
- El mejor juego ganado de mí vida -Yoongi no lo miraba-, ves, te he demostrado que el amor no es más que solo una perdida de tiempo, perdiste tú tiempo en mí, pobre de ti -Jimin sonrió.
Algo se quebró en Yoongi, y había sido tan doloroso, nunca pensó en sentir tanta frustración y tristeza al mismo tiempo, no levantaba la mirada, quería llorar pero sentía que no podía. Jimin solo lo miraba, esperaba inclusive que tal vez el pelinegro lo golpeará, pero nada de eso sucedió.
- ¿Yoon?
- Tenias razón... -Jimin entreabrió la boca, Yoongi levanto la mirada, y cuando Jimin vio los ojos marrones de Yoongi un escalofrió lo recorrió, no eran brillantes de alegría, más bien eran grises, sin ninguna expresión-, el amor es una perdida de tiempo.
Jimin iba a decir algo, pero el pelinegro se fue de allí, y de la fiesta, dejando a Jimin allí parado aún pensando en lo que había sucedido, ¿por qué rayos había reaccionado de aquella manera? ¿Se suponía que Yoongi estaba jugando? ¿O no?
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