- Buenos días gatito.

Yoongi se sorprendió al recibir de nueva cuenta un abrazo por la espalda departe de Park Jimin, además de un beso en su coronilla.

- Buenos días -se maldijo internamente por haber tartamudeado.

Es que ese chico estaba causando en él demasiados estragos, se sentía morir cada que lo miraba, no había dudas Yoongi estaba cayendo ante los encantos de ese pelirrubio.

- ¿Qué haces? -pregunto Jimin sin dejar de abrazarlo.

- Estaba a punto de hacer el desayuno.

- No, ¿qué te parece sí hoy desayunamos afuera?

No era mala idea, hace tiempo que Yoongi no salía a desayunar fuera del departamento y no sería tan mala idea ir y buscar un buen desayuno a algún restaurante.

- Me parece excelente, vamos.

Jimin espero en la puerta a Yoongi y cuando este llego a dónde se encontraba rápido salieron del departamento, Jimin tenía el lugar perfecto para ir a desayunar, era un pequeño restaurante que no se encontraba muy lejos del edificio en dónde vivían.

Yoongi estaba muy sonriente estos días y eso varios lo habían notado, pero el único que sabía el motivo de la felicidad del pálido era Jungkook, Yoongi le había dicho que se estaba sintiendo cada vez más extraño al lado de Park Jimin, que sentía como su sonrisa se formaba con solo mirarlo, que sentía un leve cosquilleo en su vientre al estar mucho tiempo con él, y que además creía que por fin se estaba enamorando de verdad.

Min Yoongi siempre se a alejado mucho del amor, siente que le van a romper su corazón, sí le gustaba alguien lo mejor era verlo de lejos y no hablar, eso es lo que él pensaba, pero no sabía el porque todo su ser insistía en querer ir con Park Jimin y enseñarle a amar de nuevo, tenía un ligero impulso de hacerlo, y es más quería que esa nueva oportunidad de amar la viera en él. Quería que Jimin se enamorará de él.

Llegaron al restaurante y rápido buscaron una mesa.

Una mesera se acerco a entregarles las cartas, lo que primero noto era como Jimin le había sonreído demasiado coqueto, además de que la chica se sonrojaba cada que hablaba con él, y claro ignorando al pálido que se encontraba allí.

- ¿Jimin?

- ¿Qué quieres Yoon? -ese tono de voz, ¿por qué no era como aquel con el cual lo saludo está mañana?

- Nada -respondió desviando la mirada.

Cuando la mesera se fue ya con las ordenes listas y entregadas, Yoongi estaba a punto de empezar a comer, pero Jimin en cuanto vio una de las manos del pálido sobre la mesa la acaricio.

- ¿Estás enojado? ¿Es por esa chica?

- No, no estoy enojado -no lo estaba, más bien estaba confundido.

Jimin no era mucho de socializar, en los anteriores paseos sí entraban en algún restaurante casi siempre Yoongi terminaba pidiendo la orden para ambos, y es que Jimin no le gustaba pedir su comida, pero ahora ¿por qué estaba actuando tan diferente?

- Amaneciste muy coqueto ¿no crees?

Jimin lo miro.

- Entonces sí es por la chica.

- No estoy hablando solo por la chica.

- Yoon, soy libre de coquetear con quien quiera ¿no crees? Después de todo no somos algo para que te pongas así.

En eso tenía razón Jimin, lo reconocía a la perfección Min Yoongi.

- Será mejor que comas rápido, no quiero llegar tarde.

Sin prestarle atención comenzó a comer, no lo hacía rápido, y no le importaba sí el rubio llegaba tarde, pero cuando Jimin termino de comer vio como esté pedía la cuenta.

Le sorprendió escuchar que solo pedía la cuenta de lo que había comido, además de que llamaba demasiadas veces a esa mesera "linda".

- ¿Quieres que te deje dinero para que pagues tú comida?

- No, yo puedo pagarla -dijo Yoongi sin mirar al pelirrubio.

- Bueno, nos vemos más tarde Yoon -se levanto pero antes de irse le dio un beso muy cerca de los labios al pálido.

Jimin le sonrío y se fue de allí. Yoongi no lo entendía, parecía como sí estuviese jugando, y Yoongi no estaba jugando en lo absoluto.