Yoongi y Jimin se encontraban caminando de nueva cuenta en las calles de la ciudad, Yoongi no sabía porque pero se sentía muy feliz en ese momento, sentía que estar al lado de ese pelirrubio era lo mejor del mundo en ese preciso momento. Jimin también se estaba sintiendo diferente, ahora cada que veía al pálido sentía como una sonrisa se dibujaba en su rostro.

Aunque claro se mostraba a veces muy serio con aquel chico de cabellos negros, pero en el fondo cada pequeña acción del pálido hacia que sintiese una calidez inexplicable, muy parecida a la que sentía cuando Rose le sonreía.

- ¿Y bien, dónde deseas ir?

- ¿Ahora escogeré el lugar?

- Claro, te daré ese privilegio.

- Mejor dime que en realidad se te acabaron las ideas de nuevo.

A Yoongi no se le habían acabado las ideas, solo pensaba que sería bueno que Park Jimin escogiera de nuevo otro lugar para pasar el rato con él.

- No se me acabaron las ideas.

- Pues, ¿te parece solo caminar y ver lo que encontremos?

- Me parece bien.

Ambos chicos siguieron con su camino, Yoongi no decía ninguna palabra, y Jimin tampoco, no era un silencio que se pudiera llamar incomodo, porque la verdad ambos lo estaban disfrutando, Jimin por momentos tenía la extraña necesidad de tomar la mano de Yoongi y entrelazar sus dedos con los del pálido, pero sentía que no era el momento correcto para hacerlo.

Yoongi miraba de vez en cuando a Jimin, no lo negaba le encantaba como le quedaba el rubio a ese chico.

Delante de ellos había un montón de personas, al escuchar con atención, supieron de que se trataba al parecer había una banda callejera tocando una canción. Las personas aplaudieron en cuanto terminaron de tocarla, para ese momento Jimin y Yoongi ya estaban cerca para escucharlo.

- ¿Quieres quedarte? -pregunto Jimin.

- Bueno, solo porque se escuchaba muy bien la anterior canción.

Empezaron a tocar una nueva canción, para Jimin fue fácil reconocer de cual se trataba, claro que para Yoongi también, pero su atención estaba más en su compañero y más cuando lo escucho tararear la melodía y escucho que al parecer se sabía a la perfección la letra de aquella canción.

Cuando terminaron de cantar Jimin fue el primero en aplaudir, claro seguido de las demás personas allí presentes.

- ¿Así que te gusta Oasis?

- Sí -sonrio-, era gran fanático de ellos en mí adolescencia, está canción es una de mis favoritas, stop crying your heart out.

- Es bueno saberlo.

- ¿Tú que escuchabas?

Yoongi solo le sonrió en respuesta, quería dejar con la duda a Park Jimin.

Yoongi y Jimin siguieron con su camino, ahora directo al departamento, querían algo de comer y tal vez solo tal vez saldrían de nueva cuenta para ver que encontraban por las calles de la ciudad.

- Preparare hoy la comida, ¿qué vas a querer Yoon?

- No lo sé, me gustaría que me sorprendas.

- Sólo lo haré porque una vez tú me sorprendiste.

Cuando entraron al departamento Yoongi se fue directo a su habitación, mientras que Jimin fue directo a la cocina, ¿quería una sorpresa? Obtendría una sorpresa, después de todo Jimin quería de alguna manera impresionarlo.

Yoongi se quedo en su habitación recostado en la cama mirando su celular, ¿hace cuanto que no había tomado fotografías? Hace tiempo, era uno de sus pasatiempos favoritos y ya no lo hacía no desde que su cámara había sido destruida accidentalmente por Jeon Jungkook.

El pelinegro quería salir de su habitación para poder ver lo que preparaba Jimin, más no lo hizo, porque era una sorpresa y no quería arruinarla, a pesar de que su curiosidad lo estaba matando en esos precisos momentos.

Pasaron los minutos y escucho que tocaron la puerta de su habitación. Al abrirla se encontró con Park Jimin quien le daba una ligera sonrisa.

- Ya está listo.

- ¿Seguro que lo cocinaste? Creo que lo compraste en un restaurante que entrega a domicilio.

- Para tú información, sé cocinar mejor que un chef con estrellas michellin.

- Eso quiero verlo.

Yoongi se dirigió a la estancia y descubrió que Jimin había colocado toda la comida ya servida allí, ambos chicos se sentaron para comer.

Jimin en cuanto vio que Yoongi iba a comer el primer bocado de su platillo, se quedo mirándolo no quería perderse para nada su reacción.

Cuando vio que Yoongi ponía cara de felicidad, se sintió el mejor chef del mundo.

- ¡Diablos! Ni en el mejor restaurante prepara algo tan delicioso -sonrio-, pasame la receta.

- El secreto es solo para el chef principal, ni creas que te daré el gusto de darte la receta.

Ambos rieron ante eso.

- Yoon -el nombrado lo miro-, sé que has dicho que no has tenido pareja pero, ¿has dado un beso alguna vez?

- Sí -Jimin miro al pelinegro-. Pero no fue lo que yo quería.

- ¿Por qué?

- Verás, fue accidental, y de echo fue con mi amigo Hoseok, estábamos jugando y tropecé, sé que suena estúpido pero en verdad me caí y al intentar agarrarme de Hoseok para ayudarme a mantener el equilibrio, hice que él lo perdiera y cayera justo encima de mi, fue el más doloroso golpe que recibí, Hoseok y yo quedamos cara a cara y logro besarme, fue rápido, de la sorpresa nos separamos -soltó una risita-, recuerdo que por una larga semana no nos podíamos ni mirar a los ojos.

Jimin le sonrió.

- ¿Entonces ese fue tú primer beso?

- Beso, no lo consideraría un beso, pero sí ese fue.

Yoongi dejo su plato en la mesa y suspiro.

- Yoon.

Yoongi abrió los ojos de la sorpresa, Jimin había juntado sus labios con los suyos, se sentían tan suaves en ese momento, Jimin a los cinco segundos se separo de él.

- Ahora sí diste tú primer beso -le sonrió.

Jimin se levanto y fue de nueva cuenta a la cocina dejando a Min Yoongi allí sentado tratando de procesar lo que había sucedido.