007
Yoongi estaba felizmente dormido, hasta que el horrible sonido de su despertador, interrumpió su sagrado y placentero sueño, con trabajos y sin abrir los ojos tanteo con la mano la mesita de noche hasta dar con el reloj y apagar la alarma.
Dio un bostezo mientras se estiraba, se tallo los parpados para después despertar y encontrarse con la sorpresa de que un Park Jimin se encontraba en la silla de su pequeño escritorio de trabajo, con uno de sus libros en sus manos, traía puestas sus gafas y tenía las piernas cruzadas.
Dio un pequeño salto al verlo, no sé esperaba que estuviera en su habitación.
- ¿Quién te dio permiso de entrar?
Jimin dejo de mirar el libro, dio un suspiro y lo cerro para después quitarse las gafas y ver a Yoongi.
- Yo mismo me di permiso -Yoongi rodó los ojos, nota mental, nunca preguntarle nada a Park-. Buenos días para ti también.
- Sí, sí buenos días, ¿me dirás por qué entraste a mí habitación sin mi consentimiento?
Jimin sonrío ante la pregunta del pelinegro, y se levanto de su lugar para ir directo hacia Min Yoongi. El azabache no comprendía nada.
- Quería saber sí..
- Ve al grano, Park.
- Bien, hoy habrá un partido de soccer.
No era novedad para Yoongi.
Jimin era un jugador de soccer de la escuela, es más podría decir que el más aclamado de la escuela, era su goleador estrella, y aún así cuando ganaban algún partido Park Jimin se las arreglaba para escaparse de la celebración, no le gustaba para nada estar entre el bullicio de la fiesta.
Yoongi en lo que llevaba de conocer a Jimin, no había ido a verlo a alguno de sus partidos, o una practica, y es que aunque él quisiera hacerlo, el pelirrubio se la pasaba diciéndole que no podía ir, era casi como sí estuviera prohibido.
- ¿Y?
- Y quiero que vayas.
Yoongi casi estaba a punto de sonreír, pero claro Jimin siempre arruinando el momento.
- Necesito que cuides mis cosas, Taehyung está enfermo y no tengo a nadie más que me quiera acompañar.
Y las ilusiones de Min Yoongi de dar un avance con ese chico, se fueron desplomando inmediatamente.
- ¿Nada más para eso?
- Eh ¿Sí? Así que será mejor que te apresures -reviso su reloj-. Voy atrasado cinco minutos, el entrenador va a matarme por tú culpa.
Yoongi iba a quejarse pero Park fue más rápido y salio de su habitación, cerrando con algo de fuerza la puerta.
- Hijo de puta -susurro Yoongi-, bueno al menos iré a verlo jugar soccer.
Sin más comenzó a buscar su ropa para vestirse.
Ya estaban en la cancha de soccer, a Min Yoongi lo dejaron pasar a las bancas de los jugadores, después de todo Park Jimin había pedido permiso al entrenador, pero claro le había dicho que su 'criado' debía cuidar sus cosas, oh vaya que Yoongi se enojo en ese momento, pero se esperaría al final del juego para darle un golpe en el ojo a Jimin por llamarlo criado en frente de casi todo el equipo.
Yoongi a lo más que ha ido había sido a un partido de tenis y eso nada más para apoyar a su amigo Jungkook quien le había insistido demasiado a que fuera, y claro Jungkook había ganado el trofeo, y Yoongi había ganado un gran aburrimiento. No era que no le gustasen los deportes, pero le agradaba más ir a un partido de basquetbol que a uno de tenis.
- Será mejor que cuides bien mis cosas criado -dijo Jimin en cuanto termino de ponerse la playera del equipo.
- Vuelve a decirme criado y créeme que te rapare esos cabellos rubios por la noche.
- Al menos mí habitación está cerrada y no podrás entrar.
- ¡Derribaré la puerta!
- ¿Con esos brazos y ese cuerpo tan delgado? No me hagas reír, no creo que puedas criado -enfatizo la ultima palabra haciendo que Yoongi apriete la mandíbula.
- Está es la última vez que te ayudo Park.
- No te preocupes, no necesitaré más de tú ayuda Min.
Yoongi soltó un bufido, estaba molesto y la causa de su molestia seguía preparándose para su gran partido de soccer.
- Idiota -murmuro.
- ¡Te escuche!
- ¡A quién le importa!
Después de que Yoongi se quedará en silencio viendo como todo el equipo daba su ultimo calentamiento, inicio el partido, Yoongi planeaba ignorarlo, pero cuando escucho el primer gol del equipo, su atención quedo completamente en aquel pelirrubio que se la pasaba atacando la portería contraría con muchas ganas, cuando el segundo gol fue tirado por Jimin.
La multitud había enloquecido, algunos en groserías, era obvio que eran del equipo contrario, mientras Yoongi podía escuchar gritos de alegría, y eso era lo que importaba para él, y más cuando vio a Jimin, estaba sonriendo, se veía que lo estaba disfrutando.
Muy pocas veces lo veía sonreír.
El partido había terminado con su universidad con la victoria, Yoongi lo esperaba parado para entregarle sus cosas, y vio como Jimin rechazaba las invitaciones de ir a la casa de uno de sus compañeros para celebrar la nueva victoria.
- ¿Por qué no vas a celebrar?
- Ese no es asunto tuyo -Jimin agarro la toalla que Yoongi le ofreció-. Vamonos.
- Tan pronto, ¿no preferirías ir con tus..
- ¡Dije, vamonos!
Sin más se fueron, y Yoongi solo pensó que Park Jimin en verdad que era un gran aguafiestas cuando se lo proponía.
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