005
Yoongi estaba solo un poco preocupado, desde aquella situación en el parque, Jimin no le había dirigido ni siquiera una mirada, y eso lo tenía en una pequeña depresión.
En verdad que ahora sí sentía que era nada más un fantasma que deambulaba por el departamento, la rutina de Jimin había sido simplemente, salir más temprano, desayunar afuera, comer afuera y cenar afuera, y claro llegar antes de que Min Yoongi entrará al departamento.
El azabache dio un largo suspiro, ¿qué había hecho mal? Bueno aparte de darle su primer golpe al niño ese.
Pero es que ne verdad no lo entendía, él sabía que se lo merecía, incluso Jimin parecía que estuvo de acuerdo en que se lo merecía, pero...
- ¡Joder, estoy harto!
Se levanto de la cama y fue directo a la cocina, había llegado de su trabajo de medio tiempo, que era en una tienda de instrumentos musicales, donde se dedicaba más que nada al inventario.
Miro por toda la cocina, y después su reloj de mano, Jimin llegaría después de las nueve de la noche, que era la hora en que Yoongi tomaba una ducha para después disponerse a dormir, al parecer el chico sí le prestaba atención después de todo.
Dio un suspiro, ¿qué haría para disculparse?
Él sabía que quien tenía que disculparse primero debería ser ese tonto de Park, pero claro al parecer su enorme orgullo no lo dejaría hacer eso.
Yoongi ahora sí pensaba que Jungkook tenía toda la razón, esto había sido un plan muy malo. Había fracasado, bueno en parte, y claro estaba que no se iba a rendir por ninguna razón.
Haría que Park Jimin se fijará en él, cueste lo que le cueste, tal vez solo así pensará que el amor no es una perdida de tiempo.
Miro de nueva cuenta lo que había en la cocina, y su vista quedó por unos momentos clavada en las tazas, Jimin ya no desayunaba en el departamento con él, pero sí recuerda la bebida que se preparaba el chico. Park sabía prepararse un perfecto caramel macchiato, inclusive Yoongi llego a preguntarse como lo hacía, solo una vez logro verlo y le pareció que ese chico sí que tenia habilidad.
Inclusive había pensado que había trabajado en una cafetería. Yoongi tenía una idea, tal vez no era la mejor de todas, pero esperaba que esa fuera suficiente disculpa. Sólo esperaba que no quisiera que lo hiciera en persona, porque por supuesto que Yoongi no soportaría escucharlo decir que eso no fue suficiente y que le tiene que besar los pies.
- Bueno, no pierdo nada con intentarlo.
Y así Min Yoongi comenzó la preparación de la bebida.
Park Jimin llego exactamente a las nueve, como ya le era habitual, se puso atento mirando a todos lados dentro del departamento, en verdad que no quería encontrarse con la sorpresa de que Yoongi estuviera paseándose.
Entro y escucho que la ducha estaba en acción, así que supuso que como era habitual en Min, se estaba dando una ducha, camino hacía la cocina, está vez por estar tan concentrado en un reporte, se había olvidado de cenar, así que ahora, solo tomaría cualquier fruta que encontrase y se iría directamente a su habitación.
Cuando entro grande fue su sorpresa al ver una de sus tazas llena, al acercarse vio que a su lado había una pequeña nota "Lo siento, attte. Min Yoongi".
Jimin vio que era su bebida favorita, no lo podía creer, ¿en serio ese pelinegro se estaba disculpando? Y con su bebida favorita, bien ahora sí que se sentía el malo de la historia.
Dejando todo eso de lado, bebió la bebida mientras comía rápidamente una manzana, en verdad que el hambre lo estaba dominando en esos momentos.
Sin pensarlo dos veces, al terminar su bebida y la fruta, camino directamente hacia el baño, Yoongi era algo descuidado, Jimin siempre estaba consciente de que ese azabache siempre dejaba las puertas abiertas, sin seguro.
Así que entro al baño, la cortina de la ducha estaba puesta y se podía escuchar que Yoongi estaba ¿chiflando en la ducha? Vaya que era extraño. Jimin carraspeo para llamar su atención, Yoongi en cuanto escucho eso se asomo por la cortina, y en cuanto vio a Jimin allí parado grito.
- ¡No grites!
Yoongi rápidamente se cubrió el cuerpo con la cortina, haciendo que Jimin rodará los ojos.
- ¿¡Qué carajos estás haciendo aquí!? ¿¡No te enseñaron a tocar, antes de entrar niño!?
- ¡Ya! Exagerado, además ¿por qué te cubres? Por sí no te has dado cuenta, ambos somos hombres, no tienes nada que no haya visto antes.
Yoongi sentía como sí una vena en su frente estuviera palpitando, en verdad que Jimin era molesto cuando se lo proponía.
- ¡Ya lo sé! Aún así ¿qué quieres?
- Vine a decirte que lo siento -y está vez Yoongi se sorprendió-, y gracias por el café, aunque le falto algo de azúcar, pero nada mal para un principiante como tú.
Jimin sin esperar alguna respuesta salio del baño, en cuanto cerro la puerta Yoongi sonrió, tal vez no sería tan difícil después de todo.
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