viii.


LA TENSIÓN EN EL AMBIENTE PODRÍA SER CORTADA PERFECTAMENTE POR EL FILO DE UN CUCHILLO Y TODOS ERAN CONSCIENTES DE ESO. Todos se habían despertado más pronto de lo normal para despedirse de ambos tributos del Distrito 9, tal vez para siempre. Cecily se estaba forzando a comer sabiendo que esa podría ser su última comida decente en los próximos días ( u horas ). Bretton tenía el rostro pálido, de un color casi enfermizo, y parecía estar haciendo lo mismo que su compañera. En unos minutos serían escoltados a un aerodeslizador que los llevaría hasta las profundidades de la Arena, eran como catacumbas preparadas para el lanzamiento de los tributos a los juegos.

―Puede que nuestras palabras no os sirvan de mucho pero quiero que sepáis lo orgullosos que estamos de vosotros, creémos en vuestras habilidades e inteligencia. Apoyaros y cuidaros las espaldas... Y no dudéis en hacer lo que haga falta para regresar.

La escolta de su Distrito estaba hecha un mar de lágrimas, viendo como esos niños a los que tanto cariño les había cogido estaban por enfrentarse a una masacre. Nadie le dijo que su trabajo sería sencillo, aún más si establecías lazos con los tributos y año tras año regresaban en una caja muertos. Abrazó a ambos mientras aseguraba que hablaría con unos amigos de dinero y gran influencia del Capitolio para que fueran patrocinadores suyos. Por parte de los mentores también recibieron un fuerte abrazo y Fred susurró algo a la joven mientras le daba un apretón reconfortante en uno de sus hombros.

―No dudes en defenderte Cecily, el resto de tributos no lo harán... No temas en usar la fuerza y mantén la cabeza fría. No olvides lo que te hemos enseñado y recuerda, corre si la situación se pone fea. Por mi parte solo me queda decirte una cosa más, la suerte no existe, hazla con tus acciones y tal vez regreses de una pieza y respirando. Nos veremos pronto.

Unos agentes de la paz los llevaron a una gran nave sentándolos junto al resto de tributos. Todos estaban en silencio, incluso los profesionales que, para sorpresa de la chica del 9, tenían caras serias. Y por un momento recordó que ellos, seguían siendo adolescentes. Aunque eso no duró mucho a causa de la mortífera mirada de la tributo del Distrito 1. Un par de mujeres, que pertenecían al cuerpo médico ( o eso suponía al notar sus batas blancas ) aparecieron con unos objetos que desconocía. Se desconcertó un poco cuando una se paró delante de ella pidiendo que extendiera el brazo, pero no protestó y dejó que le insertara un rastreador ( sabiendo lo que era al oírselo decir a otro tributo ). Después le pasó un vaso de agua y una pastilla, por lo que esa vez sí quiso saber de primera mano de lo que se trataba antes de tomarlo.

―Es una pastilla de medicina avanzada que paraliza el periodo menstrual, así las mujeres no tendrán ningún tipo de desventaja en la Arena en comparación con los hombres. Ahora, tómala ya.

Y eso fue exactamente lo que hizo, con las mejillas un poco sonrojadas y bajo la divertida mirada del tributo del 7 se la tomó de un trago, aprovechando a tomar todo el vaso de agua. La rubia pasó el viaje deseando que nunca acabara, con los nervios desbordando su cuerpo mientras trataba de relajarse fallidamente. Finalmente notó como la nave aterrizaba y su pesadilla se acercaba cada vez más. Los jóvenes bajaron y fueron guiados cada uno a una sala individualmente. En cuanto se cerró la puerta tras Cecily se encontró con Oriol, el cual le recibió con una cálida sonrisa. Agarró una funda que colgaba de una percha y la abrió dejando ver varias prendas de ropa.

―Vas a llevar esto para los Juegos, los pantalones son negros y anchos, de un material un poco grueso o moldeable, es probable que haga fresco en la Arena, dudo que sea un clima cálido. También hay una camiseta con cuello alto de manga larga y una chaqueta gris oscuro imperneable, deduzco que el estadio será al aire libre. Y las zapatillas son deportivas con las suelas no muy anchas... no creo que el terreno sea frondoso o irregular, apostaría por algo más plano.

Ayudó a que la chica se pusiera todo correctamente y mientras ella había dejado fluir su imaginación pensando qué estadio podría encontrarse en menos de una hora. Luego comenzó a peinarle el pelo, combinándolo con agilidad en una trenza alta recordándole a las espigas de trigo. El estilista explicaba la importancia que tenían los peinados a la hora de distinguir a los tributos desde lejos, ya fueran espectadores, vigilantes o patrocinadores. Cuando quedaban veinte minutos bebió dos vasos más de agua y tomó unas galletas energéticas, pasó al baño a hacer sus necesidades y refrescar su rostro. Puede que solo me queden minutos de vida, pensó.

Volvió a sentarse al lado de Oriol y este sacó de su bolsillo un collar que conocía a la perfección.

―Pasó sin problemas la evaluación, aunque por un momento pensaron que podría ser empleado para afixiar a alguien.

Eso consiguió sacar una pequeña pero sincera sonrisa de la chica mientras el hombre le colocaba en su cuello el medallón escondiéndolo debajo de la ropa. Una voz avisó que quedaba un minuto para el ascenso y el pánico se apoderó de Cecily. Entró como pudo en la plataforma cilíndrica que la llevaría hasta la Arena y en sus ojos se comenzaron a formar lágrimas.

―Oriol, no estoy lista para esto. Tengo mucho miedo... no quiero morir.

―Lo sé, pequeña, pero tengo todas mis esperanzas puestas en ti, rayito de sol, se fuerte Cecily y demuestra lo que puedes hacer.

―Si muero en la Arena dile por favor a mi familia q...

Pero el tubo se cerró y comenzó a subir poco a poco, dejándola sola. Con las manos hechas puños y el corazón en la garganta se limpió los ojos con una manga y finalmente aceptó lo que estaba a punto de suceder. La oscuridad dejó de estar presente para dar paso a un cielo grisáceo. Un poco desorientada miró a su alrededor escuchando que solamente quedaba un minuto para que dieran comienzo a los Juegos del Hambre. Al instante que salió del túnel notó como caían las gotas sobre su piel y ropa. Los tributos estaban colocados de manera circular alrededor de la Cornucopia a la misma distancia. Sintió un escalofrío por todo su cuerpo al ver el estadio, sintiendo familiaridad por el panorama que estaba ante ella.

Se encontraban en mitad de una plaza rodeada de edificios que a simple vista parecían en buen estado, y había varias calles que daban salida a lo que estaba a punto de convertirse en el Baño de Sangre ( en eso sí que no había tardado en darse cuenta ). Sus ojos viajaban de un lado a otro con rapidez, notando como faltaban solamente 30 segundos. Observó a Brett cinco puestos a su izquierda y al ver que este también la miraba asintió con su cabeza y movió discretamente dos dedos para que él supiera cuál de los tres planes que habían ideado llevarían a cabo para salir ilesos de ahí. El muchacho lo comprendió quitando la vista y preparándose mentalmente a lo que estaba a punto de suceder.

Cecily regresó su vista hacia delante y supo que iba a coger, viendo un par de mochilas a diez metros de ella. Tendría que ser rápida. Tan solo quedaban diez segundos, solamente esperaba no morir allí aunque, si lo hacía, se iría dando guerra, de eso estaba segura.

―¡Felices septuagésimo primeros Juegos del Hambre y que la suerte esté siempre de vuestra parte!

Sonó el cañonazo y después todo se volvió caótico.










¡Finalmente han dado comienzo los Juegos del Hambre! He querido añadir poca información de la Arena para que más adelante sea desvelada capa a capa. Ya os podéis ir haciendo a la idea de cómo va a ser por la breve descripción añadida pero créerme, tiene sus sorpresas y secretos escondidos, los Vigilantes ( y vuestra escritora ) pueden llegar a tener una mente retorcidamente brillante para dar giros en los Juegos.

¿Cuáles son vuestras teorías? ¿Creéis que Cecily participará en el Baño de Sangre o no? ¿Podrá matar a algún tributo? Ya sea de manera directa o indirecta. ¿Y qué hay de nuestro pequeño Brett? Dejarlo por los comentarios 🤗

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