Venganza, no es justicia, esuna retribucion que llega por medio de la accion de un individuo o un grupo de personas, esto se ve como una manera de equilibrar las cosas entre un ofendido y un agresor, en la galaxia era normal el deseo de venganza, tantos mundos perdidos de manera injusta, tantos agravios imposibles de olvidar para la memoria colectiva.

El Imperio a recuperado miles de mundos en los ultimos años, pero tambien perdio muchos otros, incontables vidas se han perdido, nombres que nadie escuchara, que son menos que un eco en la eternidad, el odio estaba ardiendo en el corazón de estas personas.

Pero estos mundos no fueron olvidados por su gente, cuando el Imperio los olvido en la oscuridad del espacio, solo podian pensar en que deseaban retribucion por la perdida de sus hogares y familias.

Los traidores estaban atacando por todos los frentes, las Hermanas de Batalla combatian con coraje, frenando el avance del enemigo, pero condenadas a la derrota, con armamento limitado, heridas y con los herejes golpeando sus puertas, todo ardia, pero aun asi, no paraban de luchar, no dejarian que ganaran ese mundo con tanta facilidad.

Los Xenos en sus ciudades estaban resistiendo al asalto de los Marines Espaciales del Caos, y en varias ocasiones haciendolos retroceder, con contraataques rapidos y un poder de fuego abrumador, que lograba estabilizar la situación.

Las ranas estaban atacando a todos los enemigos cercanos, mientras en el espacio estaba luchando su flota, las naves explotaban, parecía que el cielo estaba en llamas, y no paraban, los herejes estaban dividiendo sus fuerzas, tratando de aniquilar a las hermanas de batalla primero, para eliminar a los últimos que podrían llamar al Imperio.

Su batalla se alargaba por horas, buscaban destruir las ultimas tres torres de defensa, con demonios atacando una y otra vez, susurrando a sus enemigos, tratando de alejar sus almas de la luz de el Emperador de la Humanidad, pero ellas aun son leales, aun saben que el Emperador hará que su voluntad prevalezca, pero con cada minuto que pasa, esa fe es mas pesada de sostener.

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En el vacío del espacio no había nada mas allá de la tenue luz de algunas estrellas, y muchas veces no quedaba ni eso, una banda de guerra de herejes estaba avanzando a toda velocidad mientras trataban de perder a sus cazadores, explosiones en el espacio, generadores de vacío y cañones de plasta que amenazaban con fundir los cascos de sus naves.

Trataban de permanecer lejos de esos dementes, quienes mandaban naves de caza, pequeñas, pero muy rapidas y herraticas, evitando la mayor parte del daño, dañando los motores y escapando, continuando con ese metodo varias veces hasta que las naves mas grandes y lentas podian alcanzar a los que escapaban de su castigo.

Cuando pudieron alcanzarlos los cañones dispararon a plena potencia, una de las naves "El Desangrador", disparo arpones de gran tamaño y vinculo ambas naves, pasadizos de hierro conectaron ambas naves y las tropas comenzaron a atacar, al entrar dispararon contra los soldados revestidos de armaduras negras.

Los soldados usaban armaduras de plata, brillaban igual que sus escudos de energía, que protegían sus cuerpos de los disparos de laser, en sus pechos una cruz gótica roja, detrás de ellos, soldados con ballestas de energía disparaban dardos azules que atravesaban las armaduras menos resistentes.

Avanzaron por la nave, asesinando a cualquiera que estuviera en su camino, estaban a las puertas del capitán, un sello con forma de I con una calavera, la cual fue volada en pedazos por culpa de un disparo de lanza cohetes, que eran usados por diferentes soldados que se preparaban para disparar otra vez.

Esperaron un poco mas y volvieron a disparar, desde el interior solo veían como las puertas de ceramita eran dañadas, hasta dejar ver a los soldados del exterior, el hombre al mando disparo una vez, pero entonces los soldados volvieron a disparar sus ballestada de energía, dejando al cubierto a los soldados.

Los soldados entraron a la habitacion y tomaron prisioneros, arrastrandolos hacia la nave, el hombre a cargo trataba de liberarse, pero un golpe en la cabeza con la empuñadura de una espada lo desoriento, pero no se rintio, logro librarse, o al menos una de sus manos, y ataco con una daga de filo mono molecular, hiriendo a uno de sus enemigos, pero fue reducido por disparos de laser que lo dejaron en el suelo.

Los soldados entonces procedieron a tomar sus espadas y ejecutar donde estaban los soldados, dieron la orden y varios de los soldados tomaron baldes de pintura roja, dibujando símbolos del dios de la sangre en las paredes, también cortaron cabezas y se aseguraron de dejar marcas de corte en el interior de la nave.

Al volver a su nave se dirigieron de vuelta a la nave principal, los soldados se quitaron las aramduras y mostraban su verdadera imagen, eran humanos comunes, al menos lo que pudieran significar comun en humanos sin mutaciones y de apariencia apenas alterada por algunos implantes ciberneticos.

Soldado: eliminamos al Inquisidor, podremos volver a casa, díganle que no pudimos recuperarlo con vida, que llevamos a un herido y estamos preparados para continuar con la caza de Inquisidores —Las tormentas de la Disformidad estaban haciendo estragos contra sus líneas de comunicacion, pero enviaron el mensaje—

En la oscuridad del vacío, continuaron avanzando en una nave de intercepción, los soldados estaban sentados en sus asientos, hablando entre si, el hombre que dirigía la nave miraba a la oscuridad, hasta que vio una gran nave, una construcción semejante a los modelos usados por el Imperio de la Humanidad, modificado de tal manera que parecía diseñado para ser una plataforma habitable para la humanidad, aunque sus visiones al dia de hoy mostraban una sombra alargada de su segundo hijo, llevando todavía anarquía a la galaxia con tentáculos que se extienden por el caos y la humanidad.

Muchas mas naves se habían acoplado de tal manera que parecía un gran cubo conectado por tuberías y meteoritos que se unieron a la base, formando un cubo con un símbolo de tornado ardiente que estaba marcado en un escudo con hachas y lanzas.

La misión que seguía era la caza de Inquisidores y seguidores del Caos, habia escuchado que estaban peleando en un sistema cercano, una vez la flota estaba preparada comenzaron el viaje, ellos comenzarian la batalla para destruir a todos los bandos.

Al entrar se mostro un mundo completo ante ellos, semejante a los mundos Astronave de los Eldar, la nave del tamaño de una luna estaba llena de vida, con soldados avanzando de un lado a otro, ciudadanos a pie, algunos cultivando alimentos y otros procesando cuerpos para ser consumidos como almidon cadaver.

Mientras los soldados comunes llevaban a sus compañeros a una zona para dejar su equipo, el lider subio por los elevadores, pasillos gigantes que dejarian pasar a un titan imperial, vio a caballeros avanzar por el lugar, tuvo que abordar un tren de alta velocidad y un vehizulo aereo para llegar a su destino.

Grandes puertas de metal plateado con un simbolo de torbellino, con las palabras "Escudo de la Humanidad", sobre las puertas, al internarse en la sala pudo ver a un grupo de personas que estaban hablando entre si, pero al verlo guardaron silencio, el informe era normal, nada que pudiera destacar mas alla de que lograron su meta de eliminar al ultimo inquisidor del sector y que habian exterminado a los cultos herejes de los mundos, pero la siguiente mision estaba preparada y no podria descansar, aunque para quienes estan malditos, para luchar contra la oscuridad, nunca existe el descanso.

Xenocidios Rangda

La guerra estaba quemando al Imperio, los guerreros Xenos estaban avanzando contra las legiones de los Marines Espaciales, Primarcas acercandose a la muerte con cada ataque en contra de sus flotas, mundos devorados por las sombras y olvidados por el resto de la eternidad, por el bien de la humanidad.

Los dioses del Caos estaban lanzando demonios contra todos los bandos, los Xenos, dioses en la tierra, y contra la Humanidad, todos los bandos unidos con una idea, impedir un profano ritual, que estaba amenazando con la destruccion de la galaxia, eliminar al caos, al orden, a todos, no dejar ninguna estrellaluminosa y llevar la existencia al Olvido.

Los campeones del Caos avanzaron entre las filas de los Xenos, quienes contestaron con disparos de armas que deformaban la realidad y dañaban la Disformidad, naves del tamaño de lunas se lanzaron contra los mundos controlados por el Imperio para destruirlos, ya no importaba nada, mientras el Segundo Primarca estaba sonriendo desde un gran trono que parecia tragarse la existencia.

La legion del Once estaba atacando todos los bandos, estaban solos en las sombras, sin refuerzos ni aliados, pero de alguna forma, brillaban como un faro en una tormenta, Leman Russ estaba herido, cansado y a mercer de su hermano, quien atacaba ahora a un principe demonio que intento poseerlo, y destruyo la existencia de tal ser usando un ataque cargado de energia de la Disformidad.

Estaban en el mundo de Malal, su hermano, en su locura, nombro al mundo como él mismo, todos los Xenos bajo su mando cambiaron su nombre por Malal, el lugar era todo oscuridad y estos seres estaban atacando a todos los bandos.

Leman: ¡Que has hecho! ¡Caiste en la locura de Malal y han liberado la perdicion sobre la galaxia! —Trato de alcanzar su espada, pero la rodilla de su hermano se apoyo contra su pecho y destrozo la Ceramita que conformaba su armadura— 

Tlanextic: no, hermano, no cai en ninguna clase de locura, solo estoy acabando con la amenaza de las sombras, contribuyendo a la obra que nuestro padre no lograra ¡Y ganarme el derecho a existir! —No termino el trabajo, se levanto y corrio contra un gran demonio, el cual trato de atacar con un latigo de espinas, pero solo logro recibir una rafaga de energia Disforme que lo borro— Detendre a Malal, nuestro segundo hermano si a caido en la locura, y soy el unico que queda para hacerle frente

Leman: ¡Entonces deja que mi legion y yo marchemos contra Malal! ¡Que esta gloria haga que tu caida en desgracia quede olvidada y puedas regresar con la frente en alto al Imperio! —Su hermano le sonrio y el rey lobo vio lo que parecia tristeza en sus ojos y una unica lagrima caer por su mejilla—

Tlanextic: Hermano, yo no tengo salvacion, lo mejor que puedo hacer es morir en la batalla ¡Pagar por mis crimenes y si tengo que caer en el Olvido y desaparecer que asi sea! —Preparo su arma y sus soldados se pusieron en guardia, listos para la batalla final, la ultima de la Segunda legion— ¡Por el Imperio y por El Emperador! Pero por sobre todo ¡Por la Humanidad!

Con esas palabras, tomo a sus hombres y avanzaron como una marea de destrucción contra el trono de Malal, con las manos cubiertas de sangre, con sus hijos habiendo dejado cientos de mundos sin vida, habiendo luchado hasta que mundos quedaban sumergidos en cenizas de lo que fue la humanidad.

El Empeardor de la Humanidad llego al mundo de Malal junto a sus guerreros dorados, bajo al mundo y vio como demonios ignoraban su presencia para atacar a los Xenos que seguian a su segundo hijo, asi que ni lento ni perezoso se lanzo a la refriega, lo que siguio fue la matanza mas grande que conoceria la humanidad, algo que superaba al caos del futuro asedio a Terra.

Demonios luchando al lado de Marines Espaciales leales, Custodes evitando que los Eldar perecieran ante las armas de los Rangda, la alianza de todos contra un solo individuo que parecía la encarnación de la perdición.

El Emperador subio por la montaña que era el trono de su hijo, viendo como un grupo de ojos malignos reian desde las sombras, ya había una batalla arriba, se escuchaban los gritos de guerra de guerra de Tlanextic, quien llego antes que todos los demas.

El maestro de la humanidad llego a la cima, vio a Malal, transofrmado en un recipiente de algo mas, del poder del Caos, pero tambien del quinto dios sin nombre, su cuerpo estaba destruyendose, pero soportaria el tiempo suficiente para que la galaxia se extinga.

Tlanextic: ¡Malal! ¡Sal y termina con esto de una vez! —Su espada choco contra la lanza de su hermaon, y de no ser por todo el poder que acumulo de los mundos que devoro junto a su legion, estaria muerto desde el primer golpe— ¡Pon un alto a esto!

???: ¡Tu hermano ya no esta! Me dio este cuerpo, una parte de su alma y el mando de su existencia, y ahora moriras igual que todos, muerte de la existencia —Su boca convertida en un osico, con cuernos sobresaliendo de su cabeza y sangre como brea, brotando de su rostro—

???: no exactamente —Se estaba riendo desde las espaldas del ser, pero solo habia sombras, conectadas todas por una cadena de multiples colores a la realidad, el quinto dios del caos miro arriba y vio a Slaanesh tirando de la cadena que formaron con el poder de los cuatro aniquiladores primigenios— Te di algo, no mi existencia, te sedi mi nombre a cambio de no tener ninguno como tu, Malal

Entonces lo sintio, como su cuerpo se doblegaba y se arrodillaba lentamente, cadenas emergian desde la oscuridad, de los lugares mas profundos de la Disformidad, de un lugar donde ni siquiera sus hermanos podrian entrar o no querian, ya que le tenian miedo, y él no era diferente.

Desde las sombras podia ver como cuatro seres que iban mas alla de todo entendimiento reian, no eran existencias, estaban por sobre todo eso, y devoraban lentamente la existencia, para que al final no quedara nada.

???: hice algunos tratos, muchos mejor dicho, y dije esto ¡Mi libertad! A cambio de que encerraran a malal en una caja de cerillos —Mas cadenas ataveraron al recipiente del quinto dios del caos, quien se resistia, a pesar de que su poder se desvanecia— 

Malal: ¡Mentiroso! ¡No importa cuanto tarde! ¡Te destruire! —Ese ser, que amenazaba con destruir todo, ahora se retorcia como un pez en el ansuelo, gritando como un niño que era arrastrado para recibir su castigo— ¡No tengo nombre, no quiero morir ni vivir! !Soy el verdadero caos!

Tlanextic: ahora eres Malal —El Segundo Primarca, quien fue engañado para comenzar un camino sin retorno, estaba de pie a su lado, levantando su espada— Y yo jure que tu sangre regaría el piso mientras gritabas de desesperación 

Ese es el ultimo momento que el Emperador se permitió recordar tras la Gran Purga y los edictos para borrar todo rastro de sus dos hijos, a Tlanextic, se le concedió su dese, fue aprisionado y se borro todo rastro de su legado, se borraron memorias, mundos fueron invadidos para eliminar sus legados, el onceavo Primarca estaba olvidado y borrado de la realidad. 

Con su segundo hijo, tuvo que ser mas drástico, borrando incluso los mundos donde puso un pie, de tal manera que no quedaría nada de su legado, desterrando su existencia a las profundidades de la Disformidad, de manera que no pudiera ser una herramienta en manos del caos, y ahora estaba allí, sentado en el trono dorado, viendo como un viejo aliado estaba trabajando cerca de él, siguiendo sus instrucciones y preparado para otro evento que sumergiría al Imperio en la oscuridad. 

Sus pensamientos y visiones llegaron a uno de los numerosos futuros que vislumbro, ahora era el momento para ver el futuro donde la guerra empeoraría, pero también, al final, había dos caminos, al fin disminuyo el infinito numero de futuros posibles.

El primero, era la batalla final, el futuro donde al fin la humanidad tendría paz, donde ya no vivirían del miedo y la ignorancia, su sueño se materializaba al menos en una parte, pero el segundo camino, llevaba a una era donde el Imperio era destruido en su totalidad y la humanidad se sumergía en una oscuridad mas profunda que en la Vieja Noche.

Santa Terra, Actualidad

Yamato llevaba trabajando mucho tiempo, investigando, mandando partidas de guerra a todas partes de la galaxia, a misiones suicidas, otras a misiones tan extrañas e inútiles que muchos comandantes se mataron por la frustración, pero todo estaba ocurriendo de acuerdo a sus planes y los susurros que llegaban a su mente.

Maquinas reparadoras no dejaban de reparar los circuitos del Trono Dorado, Tecno Sacerdotes estaban maravillados de ver como el Trono parecía otra dimensión, donde solo con pensarlo la realidad se deformaba, Yamato dirigía la tecnología con la mente, mientras la energía Psíquica, antes salvaje y caótica, al fin parecía una pequeña armonía en la tormenta.

El ingeniero, científico e investigador ahora estaba dando ordenes a los Custodes, quienes salían a la galaxia en búsqueda de información y materiales, la Santa Terra estaba volviéndose un centro industrial que trabajaba bajo tierra para no ser visto o percibido, pero que tenia que disfrazar todo ese material, por lo que organizaban revueltas, para justificar la llegada de nuestras tropas.

La luna Sinaosis rueda todo el tiempo sobre Terra, mientras la gente susurra acerca de luz que emerge desde el Palacio Imperial, muchos estaban preguntandose si era una señal del Emperador.

Yamato: estable, al fin logre impedir el deterioro del Trono, pero no el del cuerpo del Emperador, ahora procedere con los siguientes ajustes —Era tan apatico como siempre, pero se sentia un apice de emocion por el exito, por lograr algo que nunca nadie imagino posible— Ahora, vamos por la segunda fase, estamos avanzando a toda velocidad, pero me temo que los enemigos tambien podrian sospechar lo que sucedera

Custode: llamaremos a las mayores fuerza del Imperio, todas las legiones estarian aqui de ser necesario, vaciaremos mundos para defender Terra... pero es tan predecible, que seria estupido —El inventor asintio con la cabeza, mientras se sentaba en el suelo y con el polvo de oro en el suelo dibujaba una espiral, un burdo dibujo de la Galaxia—

Yamato: tenemos que permanecer iguales, para que el futuro cambie, sigan con las misiones, con el desgaste, aislen todo como era de esperarse, sigan con mis pedidos, solo mantengan la seguridad de Terra en situacion Optica, me temo que Estamos al borde de la navaja —sabia que estaba cerca del final del trabajo, decadas o siglos mas, para que pudiera terminar y ver el resultado final—

Custode: entendido, nosotros nos encargaremos de los preparativos, usted continue con su trabajo, y cuando llegue el momento, digame algo ¿Qué sucederá en la galaxia?

Yamato: La galaxia ardera en las sombras