Nueva Era

La Gran Cruzada estaba avanzando por la galaxia con un inexorable exito, campaña tras campaña el Emperador y sus legiones derrotan al enemigo, anexando cada sistema y mundo a sus dominios, sus hijos estaban derrotando a los enemigos de la Humanidad, llegando hasta los limites de la Galaxia.

En esa era todo parecia sonreir para un futuro mejor al que se avecinaba en realida,  una epoca donde el Caos parecia condenado, donde los Xenos estaban retrocediendo hasta los limites para no sucumbir ante el imperio, las veinte legiones estaban en sus respectivos frentes de batalla y parecia ser que estaban por ganar.

El Primarca de la Decimo Primera Legión estaba dirigiendo una batalla en la que los Eldar estaban retrocediendo para tratar de no perecer ante el filo de la espada de obsidiana del guerrero enloquecido que estaba masacrando hasta al ultimo enemigo que sostenía un arma, enviando sus almas a los Circuitos ancestrales o a la Disformidad.

Los Marines Espaciales estaban avanzando sobre la ciudad, tomando todo lo util para su campaña, pero curiosamente no atacaban a los que estaban desarmados o directamente se habian postrado en posición de rendicion, los Eldar civiles estaban retrocediendo a naves de escape, mientras tomaban lo que podían al no caer ante las espadas de oxidiana humeante.

El Primarca estaba al frente de sus hombres, luchaba de cerca, tomando algunos prisioneros  pero aniquilando a la mayoría de enemigos que tenia de frente, era un espectaculo aterrador ver como avanzaba la legion contra lad fortalezas, eran imparables cuando lograban tomar cierto ritmo a la guerra.

Acompañados de tambores de guerra, arrasando con cada enemigo del imperio que aparezca en su camino, el hombre al frente era visto como una bestia indomable que solamente estaba alli para masacrar a cada guerrero, dejando una labor rapida a los cuerpos de exterminio, no se detenia, una vez levantabas la espada contra él era el final, lo derrotabas o te enviaba al otro lado, y era poco probable vencerlo.

El hombre media tres metros y medio, una estatura media entre sus hermanos, su cuerpo robusto pero flexible diseñado para la guerra mas feroz, sus ojos eran negros y estaban sumergidos en la oscuridad de un casco, hasta que una  misteriosa energia emanaba desde su casco.

Era visto como una aberracion debido al poder unico que tenia entre sus hermanos, algunos tenian poder sobre toda la vida, no queria decir que regresaba la vida a todos los muertos, era literalmente absorver la energia de los seres vivos, y escoger entre usarla para dar el aliento de la vida a los cuerpos o usarla en su persona para fortalecerse.

Entre sus hermanos era aborrecido entre los que repeleaban del poder psiquico, mientras que los otros era juzgado por su capacidad de dejar a un ser vivo reducido a menos que un esqueleto y polvo, el mismo Emperador parecia poco complacido, pero sus conquistas parecian juztificar sus tacticas.

Su armadura era muy parecida a la de los Marines espaciales, placas y hombreras, pero con arte de la cultura donde nacio, caras de dioses del panteon que solia adorar, ojos negros como el vacio universal y sacaban la lengua, al mismo se le llamo el señor de la vida, su mismo nombre no parecia ser muy concordante con su costumbre.

Tlanextic, la Luz del Amanecer, su caracter fuerte era algo contradictorio, ya que si bien estaba en la guerra hasta no dejar a nadie mas vivo, él tenia cierto grado de piedad, los no combatientes se podian ir llevandose lo que puedan cargar, pero no se pueden llevar sus armas.

Desde su perspectiva si mataba a todos no quedaria nadie para continuar con el ciclo, mataba a los guerreros, pero cuando veia civiles veia a los futuros guerreros que irian a la guerra, cosa que le emocionaba y se aseguraba de hacerles saber que en el futuro estaria esperando si buscaban venganza en nombre de sus padres.

Su arma favorita era una especie de espada cierra, con cuchillas negras que emitian humo, podia moverse de manera bibrante, cortando con facilidad el metal y la carne era mucho mas facil, creando un desastre carmesi.

Ese dia estaba viendo a los Eldar irse, hasta que aparecio Lion, ese sujeto arrogante y desesperante que tanto despreciaba, no negaba su grandesa, pero sabia lo que se acercaba, por lo que ordeno que sus naves maniobren alrededor de las naves de evacuacion y disparen algunas rondas, pero que se aseguren de evitar que el Leon pueda dañarlas.

Cuando la guerra se termino, se sento en una roca ensangrentada y busco entre su armadura el boton, que abrio un pequeño compartimento, donde habia una botella con un liquido blanco, al abrirlo se escucho un pop sonoro, se sirvio una porcion en un craneo roto que habai por alli y lo bebio con alegria.

Fue entonces que aparecieron mas Marines Espaciales, sus hombres de la Escolta, con armaduras decoradas con plumas y otros con pieles de un super depredados de su planeta conocido como jaguar, la primera era una unidad de guerra de infiltracion y guerrilla, la segunda eran unidades de choque directo.

Sus exterminadores eran los guerreros rapados, solamente un mechon de cabello, tenian el potencial de dirigir unidades enteras, pero preferian seguir luchando en los campos de batalla mas destructivos, ellos se pararon a sus espaldas, al tiempo que una unidad de Angeles Oscuros se acercaban a ellos.

Tlanextic: fue una buena batalla, divertido, estos Eldar suelen desesperarme con sus poderes psiquicos, pero estos tipos son duros cuando se lo proponen ¿Quieres pulque? —Planeaba darle otro sorbo a su tazón improvisado cuando Lion golpeo el cuenco y derramo la bebida del Primarca, quien tenia al descubierto su cara— si no tenias apetito pudiste decir no, tienes suerte de ser mi hermano favorito, o te habria roto la cara

Lion: no juegues conmigo, sabes que esa batalla no la quieres tener —El leon se mostro listo para pelear, pero el Primarca de piel morena solamente se rio un poco y se recargo en el aire, pero sus ojos parecian afilarse— debi derribar tus naves en el aire

Tlanextic: ojala, asi podriamos al fin rascar esta comezon que llevamos en la espalda por años, asi demostrariamos quien merece estar en la cima —Se levanto de la roca y encaro a su hermano con total conocimiento de que eran observados por Malcador— 

Lion: eres un idiota, ellos se reuniran una vez mas y podran volver a tratar de tomar el planeta, cuando luchas contra los Xenos, no dejas mas que cenizas —Otra vez la misma y aburrida pelea de siempre, fue entonces que Leman salto en la distancia y saludo a su hermano como era costumbre, con un golpe que mataria a diez Astartes—

El guerrero casi cae, pero se mantuvo donde estaba y devolvio un puñetazo que hizo crujir los dientes del lobo, haciendole retroceder un paso, el leon planeaba volver a discutir cuando el Emperador aparecio ante ellos.

Lo que sucedio entonces se volvio silencioso, no parecia tener sentido en su mente, el escenario desaparecio lentamente hasta volver a la oscuridad, la mente del guerrero estaba en ese estado prolongado donde no se le permite tener ni un pensamiento, el Emperador fue muy especifico de dejarlo en un sueño eterno, o esa era la meta para que el Primarca no pudiera causar un desastre mayor al que pudo crear.

Actualidad

El mundo de los sueños era extraño, era como una pequeña dimension en la mente de las personas, la disformidad podia irrumpir pero realmente era una dimension apartada, todo era extraño y en ocasiones cosas peculiares podian suceder.

Tlanextic camino por su mundo Onírico sin ningun rumbo, no estaba seguro cuanto tiempo paso antes de poder recuperar su conciencia sin que nadie lo notara, podia controlar ese mundo a voluntad, por lo que su mente estaba aprendiendo muy rapido a crear fortalezas para aumentar su resistencia a poderes mentales.

Hace algunos siglos encontro a cierto ser que era atormentado aun en sus sueños, no tenia nombre, solamente era "El Angel", o eso decia el cartel que colgaba sobre su cruz, atravesado por clavos aun en su mente, con alas extendidas y marchitas, atormentado por miles de demonios que lo dañaban sin poder matarlo, ya que se recuperaba de cada daño.

La primera vez que lo encontro lo pudo ayudar, pero se dio cuenta de una cantidad exesiva de ira que estaba consumiendolo, lentamente comenzo el acercamiento, arrancando un clavo cada encuentro, destruyendo a cada demonio y principe demonio para fortalecerse a si mismo, hasta que el angel estaba colgando solo de sus manos y pies clavados.

Era increiblemetne parecido a su creador, una version Joven del Emperador, no se movia, solamente parecia tener una perpetua mueca de dolor e ira, por lo que el Primarca comenzo a hablar con él dia y noche, no tenia nada mejor que hacer, a veces luchaba contra demonios o seres disformes, pero siempre volvia a conversar con el angel.

Lentamente parecia lograr influir en el cuerpo y mente del ser, logrando que dejara la lucha hasta que aparecian los demonios, una vez que quito un gran clavo de su costado, pudo usar una gran cantidad de fuego disforme y mantener lejos a los seres que una vez le atacaron, haciendoles correr lejos.

Era una existencia soportable, pero Tlanextic estaba poco dispuesto a permanecer un poco mas alli, ahora solo esperaba una oportunidad de irse, sabia que si liberaba a su compañero penitente todos se darian cuenta, por lo que esperaria hasta que llegue el momento para irse de alli, quizas con algo de suerte numero dos estaria vivo o habria dejado algo que les ayude a futuro.

Exterior

Santa Terra estaba luciendo una nueva alegria, se estaba celebrando una nueva era, el inmenso palacio de Terra estaba de gala mientras esperaban a que se iniciara el nombramiento de Sanguinius como el Lord Protector del Imperio, un nuevo titulo dado solamente para que él Primarca de los Angeles Sangrientos.

Lord Protector se trataba de un titulo debajo del emperador, Sanguinius buscaba poder dirigir al imperio como era debido, tenían tantos enemigos que cualquier accion llevaria a una guerra, a una gran cruzaba contra la creación misma para levantar al imperio una vez mas y tratar de que la luz brillara sobre el Imperio de su padre una vez mas.

Había hablado con el Emperador, o algo semejante, fue un evento que dificilmente le dio esperanza, pero que necesitaba seguir adelante, no quedaba nada de lo que alguna vez llamo padre, o si lo hubo, no logro encontrarlo,quedaba solo un inmenso poder que no comprendia.

Se preguntaba si algo habia cambiado o si siempre fue de esa manera, estaba avanzando cuando noto que Astrea estaba de pie al lado de una ventana viendo al cielo, estaba despejado, el humo se volvio a disipar, era como si toda la contaminacion del aire se hubiera evaporado o fue lanzada a otra parte.

Astrea: Yamato dice que necesitan hablar cuando esto termine, que Neoth estaba ocultando algo y que el Trono fue hecho mal... no se que significa, pero dice que debe hablar contigo acerca de la Disformidad y que algo salio mal en el experimento —Sin nada mas que decir, creo una grieta en la realidad y se movio a la Sinapsis una vez mas—

Ese problema se agrega a la lista, si bien era cierto que Yamato era de mucha ayuda, lo cierto era que necesita ponerlo al dia con la galaxia, ese lugar era una bomba de tiempo y preferia que Terra no fuera borrada en un segundo por esa cosa, ademas de que casi nadie llamaba a su padre por el nombre de Neoth. 

Tambien estaba Ferrus Nader, era cierto que siempre fue el mas directo de sus hermanos, por lo que era de esperar que lo pudiera mandar al frente, pero su mente tampoco estaba del todo conciente, era como si estuviera recontruyendo la mente del Primarca a partir de pedazos y crearan a alguien mas.

Al parecer todavia era leal, la lealtad inquebrantable de Ferrus prevalecia, pero tambien era un problema tener que lidiar con alguien que todavia no conocia del todo, pero igual seguiria cuidando de su hermano, quien ya estaba aprendiendo a crear armas, varias de ellas repartidas entre los fragmentos de los Manos de Hierro.

Mientras tanto, ya habia organizado todo para iniciar una nueva cruazada por la galaxia, recuperaria todo lo que alguna vez fue tomado por el caos o por los Xenos, sabia que no podria lograr cada objetivo, pero era el comienzo, no podia quedarse alli sentado y esperar que las cosas se solucionen sin que actue.

Subsuelo

Los Custodes estaban actuando mas rapido que antes, logrando predecir algunos escapes de los enemigos que estaban en las Celdad, muchas de ellas fueron detenidas antes de que ocurrieran, pero notaron un patron, cada vez se movian mas cerca del final del pasillo, para despues alejarse una vez mas de manera aleatoria.

Casi escapan diferentes seres, pero era facil decir que el Sujeto Once estaba actuando, trataron de aumentar los quimicos, pero todo seguia igual, sin actividad cerebral o latente poder psiquico, era como si estuviera jugando con ellos cada intento de fuga.

Ese dia la seguridad aumento todavia mas ya que estaban esperando a que Sanguinius se coronara en una posicion para servir al imperio, uno de los mas amados del Emperador, regreso de la muerte y aun sin corrupcion del Caos estaba alli para proteger al imperio de los poderes del exterior, sabian que les pediria actuar, pero no podian irse mientras no supieran que sucedia.

Como era de esperarse, se abrio una compuerta donde estaban unos seres auto replicantes que comian materia inorganica para aumentar su tamaño, ellos atacaron de inmediato, usando fuego para obligar a los seres a moverse a su agujero de contencion.

Las cosas estaban regresando a su prision, cuando una segunda compuerta se abrio y un horrible ser tentacular se libero y ataco a los guardias del emperador, logrando matar a uno de ellos, mientras sus compañeros lo atacaban por todas partes, obligandole a retroceder con heridas multiples.

En el mundo de los sueños, Tlanextic estaba sonriendo al sentir como la energia vital de los Custodes se alejaba de ellos lentamente, tambien de una zona especial que queria explotar en su debilidad, estaba al lado de la Cruz del angel y escalo por ella, sintiendo un fuego intenso comenzar a consumirlo cuando tomo los clavos que perforaban el corazon del angel.

Aquella agonia fue compartida por los dos, pero al fin la pica psiquica salio del cuerpo del ser, lo sabia, acababa de liberar a uno de los poderes mas grandes que podrian existir en la galaxia.

Ya en el mundo exterior, un intenso grito tanto fisico como psiquico fue emitido desde la bobeda que contenia al angel, al menos diez Custodes murieron al instante, mientras que miles murieron alrededor de Terra de manera misteriosa, todos pudieron sentirlo de alguna manera.

Las Semillas que se habian quedado al fin germinaron, enredaderas verdes mas fuertes que el hierro crecieron alrededor del sistema, flores amarillas abrieron sus capullos y fastidiaron los sistemas electronicos hasta que no quedo nada util, la capsula fue destrozada en un instante por las plantas y el grito que despedazo un cristal que se suponia deberia ser irrompible.

El ser salio de su prision, sus ojos emanaban poder psiquico puro, estaba desnudo, pero pronto comenzo a cubrirlo energias disformes, de un intenso color dorado que dieron forma a una armadura de oro con simbolos antiguos, de conocimiento prohibido por el emperador.

Las descargas de las armas apenas lograban hacer algo, se activaron armas tan terribles que deberian haber destruido las particulas de cualquier otro, pero no él, el fue hecho para destruir a l caos y podia aguantar mucho mas, pero ahora mismo estaba alli para irse.

Su cabello negro largo caia a los lados de la cabeza, una corona de olivos dorados y un alo dorado tras su cabeza, sus ojos oscuros miraron a cada Custode y con solo enfocarse en uno le prendio en llamas, derritiendo el metal y no dejando mas que un charco de metal derretido, creo una pantalla de energia psiquica y camino a la celda a su lado.

Movio su mano al aire, pero de él invoco un arma muy conocida por los que vivieron el Terra en una epoca antigua, una espada de hierro, que se encendio en fuego azul en cuestion de un parpadeo, la blandio como si nunca se hubieran separado, como si fuera parte de su brazo.

Corto el metal y la roca sin problemas, hasta liberar al prisionero que dormia, mas celdas fueron abiertas, pero el fuego mato a quienes salian para tratar de atacarlos, el Angel extendio sus alas una vez mas, pero ya no eran las alas blancas que en antaño mostro, eran negras como el vacio del espacio o una falla en la realidad.

Tlanextic: buenos dias cabezas de balde, veo que me tienen un buen desayuno y un combate interesante ¡Preparence a conocer al dios de la muerte! —Choco sus puños, al tiempo que su vieja armadura se materializaba a su alrededor— gracias, Valuat, extrañaba esta cosa, ahora ¿Que tal si salimos de aqui?

Los dos se lanzaron al ataque, los dos admitirian que los Custodes sabian hacer su trabajo y eran fieles hasta el infierno, ya que se lanzaron contra ellos al instante, tratando de contenerlos, evitar que pudieran salir de ese sitio, tenian en la mira un transportador para irse lo antes posible, tenian un plan, pero era necesario ser rapido antes de que intentes sus metodos para contenerlos.

El guerrero que arrebata la vida atraveso el craneo de uno de los guerreros dorados, mientras las fuerzas enemigas se acercaban a ellos, armas de toda clase estaban sobre ellos, rayos que desintegran particulas, proyectiles que podian atravesar las fortalezas mas  poderosas de la galaxia, pero no podian detener una fuerza combinada de dos de los prisioneros mas poderosos de ese sitio.

Mientras avanzaban vieron al fin lo que buscaban, llegaron a una zona alta, un puente que conectaba esa prision con el palacio, dividido por una barrera psiquica y armas, sin contar un millar de guardias del emperador esperando del otro lado.

El guerrero de la espada de obsidiana se inco sobre una rodilla y murmuro algo en un idioma que el angel no reconocio, pero comprendio que estaba invocando a dioses, a tres dioses en especial, hablaba de estrellas y como un solo guerrero derroto a sus hermanos hasta volverse el ultimo de ellos.

Cuando se levanto, parecia revitalizado y listo para ir a la batalla, los dos corrieron contra el puente, resistiendo los ataques como mejor podian, el angel volaba alto y atacaba en picada con ataques que parecian un Exterminatus, hasta que las profundidades de Terra paraecian haber amenacido con un sol blanco.

La espada de fuego azul se clavo en el pecho de uno de los Custodes y lo partio por la mitad, al tiempo que uno de sus hermanos era partido por la mitad por la cintura, los dos prisioneros lograron poner un pie al otro lado, los guardias maldigeron y en un parpadeo desaparecieron, dejando tras de si solamente destrucción y un nuevo fracaso en la contención.

Superficie

Sanguinius estaba sentado en un trono que habian creado para él en cuestion de dias desde que llego, los señores de Terra estaban reunidos, hablando uno tras otro, tratando de quienes los escuchen sepan que estaban del lado de Sanguinius.

El Primarca estaba viendo los robots que transmitian todo alrededor del imperio, sus dudas por un momento lo carcomieron, hasta que vio su salvadora sentada sobre uno de los robots, tan indiferente que parecia insultante, pero solo él podia verla.

X: ¿Que pasa? ¿El angel que lucho batallas perdidas tiene miedo del futuro? esperaba algo menos humano, pero era de esperarse, todos ustedes siguen siendo humanos al final del dia —Se regodeo en moverse de manera felina, estirando su cuerpo y bostezando— ¿Por que te preocupas? Sabes cual es tu proposito, te dare un consejo que dice mi asistente, sino sabes a donde ir, entonces no importa el camino que tomes

El no podia responder, ya que pareceria loco, pero comprendio el aparente mensaje que le queria comunicar, sin saber que ella en realidad trataba de molestarlo, no era facil reconocerlo cuando su voz era tan plana y apatica, algo que Zero solia hacer mejor.

Fue entonces que todos le pidieron que hablara, podia sentir la corona de olivos sobre su cabeza, se levanto al publico y sus alas se extendieron del todo, como para agrandar su ya imponente presencia.

Sanguinius: vivimos en dias oscuros, no mentire, estamos en una epoca oscura, fueron decadas de hacernos daño a nosotros mismos, reinos Xenos se levantaron, herejes y traidores se levantaron contra la luz del emperador, estariamos sumergidos en las tinieblas de las horas mas oscuras ¡Pero somos el imperio y aun en las horas mas oscuras existen personas que lucharan por el imperio y por el Emperador!

Logro captar la atencion del publico en poco tiempo, la gente estaba espectante, desde los Pueertos Siegfried estaba al frente de todos los soldados para ver a Sanguinius, Ferrus se habia quedado en la nave y solo observaba las imagenes del Primarca en las pantallas.

Sanguinius: ¡Hoy comenzaremos una nueva era! ¡Una nueva cruzada contra las fuerzas que nos atacan y bañaremos el espacio de rojo con su sangre! ¡Sera un nuevo amanecer para que el imperio brille en su plenitud una vez mas! ¡Hoy iniciamos la Era Carmesí! ¡Quien me siga será para la gloria del imperio y por su gente! ¡Quien me sigue en esta que es la mas noble de las causas!

La gente eufórica le llamo y alababa, la Eclesiarquia estaba en uno de sus esperados momentos de profunda reverencia, muchas facciones de inmediato gritaron gloria al Imperio y al Emperador, comenzarían la mas grande cruzada contra la oscuridad que los atormentaba.

Sanguinius hablo muchas otras cosas, por horas estuvo dando instrucciones sobre que haria y como él en persona dirigiría la cruzada para proteger a la gente y salvarlos una vez mas.

Como él dijo, una nueva era para el imperio, para lograr que una vez mas brillara y darle esperanza a la humanidad, el caos estaba listo para atacar y defender sus ganancias en esos diferentes momentos de lucha, enemigos del pasado se preparaban para salir a la caza, mientras que nuevos oponentes se preparaban para salir.

El Primarca sabia de reinos y dominios estelares que aparecieron y ahora estaban esparcidos por el imperio, por lo que era necesario saber a quien servían, la guerra se vertía una vez mas, esta vez para expulsar al enemigo y tomar lo suyo, que los Xenos tiembles y el Caos se prepare, porque era momento de ver a las fuerzas de la humanidad renazcan, aunque tengan que pagar por el éxito la sangre de sus soldados.

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