Apoyo Técnico
Sistema Prime
Una nave estaba entrando más allá de los límites permitidos por el gobernador del sistema, las primeras salvas destrozarían el espacio en pequeñas super novas controladas, las primeras naves de reconocimiento estaban llegando al lugar y escaneaban la nave, encontrando una mejor tecnología que cualquier otra nave Imperial Estándar, incluso que la Inquisición.
Los viajeros en su interior en lugar de detenerse aceleraron a máxima velocidad, más disparos de advertencia estaban llegando, pero el piloto en brillante armadura dorada estaba decidido a no detenerse hasta ver el mundo Magna Prime, su habilidad sin igual incluso por los Marines Espaciales.
Los visores lograban detectar lugares de impacto antes de que pudieran dañar la nave, las hondas de choque estaban afectando la nave, sus campos de protección se debilitan cada segundo que pasaba, pero Hermes decidió activar sus Motores de Singularidad, la velocidad dejo de funcionar como debían y se volvió un proyectil de energía por algunos segundos del espacio real.
Llegó a ver en la distancia el faro de energía zafiro que estaba proyectado desde el núcleo del mundo, justo en ese lugar fue detenido por ratos de campo de Éxtasis, el movimiento se detuvo en seco, no los asesino como las leyes físicas obligaban, pero evito que pudieran avanzar, eso sería un problema, en una batalla espacial estaban en evidente desventaja, su pequeña nave contra una flota mejor armada.
En el interior de la nave "Elena" viajaban un grupo de Seis Custodes, los Guardianes del Emperador tenían una sola meta en aquel lugar, y planeaban que su mensaje llegará, tenían autorizado usar cualquier método no violento para lograr un encuentro con el señor de Magna Prime y del sistema Prime.
El comunicador fue alcanzado y frente a ellos se presentó el holograma de una de las Inteligencias Abominables que servían a Yamato, una mujer joven con rasgos del antiguo oriente de Terra.
Quorra: hola visitantes sin invitación, se nos a notificado acerca de su llegada, es sorprendente que llegarán aquí con un cuarto de los sistemas de su nave dañados, han llamado nuestra atención, pero le temo que la ley del sistema es la expulsión inmediata de los intrusos
Hermes: no estamos aquí solos, se nos fue ordenado venir aquí y pedir audiencia con el señor de Magna Prime —La IA solo sonrió y dio la orden para la expulsión de la nave, cosa que los Custodes decidieron actuar con todas sus cartas— dígale que fuimos enviados por Neoth
El holograma detuvo la ejecución de la orden de expulsión en el momento que menciono ese nombre, uno que fue vetado se los anales comunes de aquellos inmensos bancos de conocimiento que formaban el océano de conciencia colectiva que conectaba a todos los hijos de Yamato Prime.
La imagen desapareció y dejo a la deriva a los Custodes, los minutos se volvieron eternos, la flota se estaba dispersando de vuelta a sus posiciones originales, así era el Sistema Prime, aún sin su número oficial en los registros imperiales era soberano de si mismo y en más de una ocasión se escucho acerca de naves de Inquisidores que explotaron en el espacio.
Finalmente se abrieron de nuevo las comunicaciones, y está vez era la imagen de Yamato la que se había materializado en el comunicador, su expresión apática de siempre, pero al ver el color dorado de sus armaduras se quitó los lentes de la cara para frotarse un ojo antes de bostezar.
Yamato: ¿Qué quieren? Si es para que les hable acerca del armatoste dorado entonces les diré que se pueden ir al demonio —Su tono de voz era igual de plano que siempre, por lo que sus insultos parecían perder toda fuerza, aunque cualquier otro en su posición habría muerto de inmediato, las naves habrían llegado y no quedaría nada—
Pero estaban en una misión especial, Hermes había soñado y el contenido de ese sueño mostraba una devastación inmensa, pero también una pizca de esperanza, en medio del fuego se veía al fin una solución al problema que los estaba aquejando y podría traer el final.
Hermes: no, estamos aquí porque nos a dado una orden, no podemos decirlo por comunicadores, pero es algo con un nivel de prioridad sin presidentes —El inventor de tocó la barbilla y dijo algo en un idioma antiguó de Terra, los rayos de éxtasis liberaron su nave y oprimió un botón materializado en el aire—
Yamato: lo haré, porque Neoth fue un camarada muy apreciado por mi, pero si es una trampa, les aseguró que no les alcanzará la vida para lamentarlo —Parecía diferente, más activo que antes, pero eso era bueno al parecer—
La realidad frente a la nave de los guardianes del Emperador emitió un terrible grito cuando se comenzó a rasgar por las costuras, abriendo un Agujero de Gusano, los Custodes entraron y fue como atravesar el portal de una puerta, apenas lo hicieron ya estaban al otro lado, y la visión fue algo que nunca imaginaron.
Se suponía que le habían dado mundos muertos, devastados por guerras y llenos de miseria, pero al llegar no era nada de eso, ellos conocían las maravillas de la tecnología de la Edad oscura, pero nunca vieron con sus propios ojos como era capas de alterar la existencia.
Un mundo quizás dos veces mas grande que Terra, rodeado por anillos de asteroides y anillos defensivos, además de tener dos lunas orbitando, solo con verlas sabían que eran fortalezas imposibles de conquistar en el papel, y en practica sacrificarías mas de lo que muchos estaban dispuestos a dar.
Líneas de energía manaban desde el centro del planeta, como si fuera un gran reactor, sus escáneres mostraban ciudades inmensas, la gente avanzando en túneles de alta velocidad y tele portadores que permitían moverse de un punto del planeta a otro, sus ciudadanos eran una combinación de personas sin amplificaciones mecánicas y maquinas abominables.
Las fabricas no lanzaban humo a la atmosfera, era tan bello, ver mares azules, costas de arena dorada, rosada y azul, gente que corría por la calle con total seguridad, las fabricas funcionando sin problemas, y cargueros saliendo con rumbo a sus destinos en los planetas exteriores del sistema solar para ser recogidos.
Reconocían nombres de planetas en la zona, pero también escudos de batalla de capítulos de los Marines Espaciales, esto era algo que les recordaba a como el emperador vería a la humanidad en el futuro ideal, sin psiquis, con todos trabajando a un solo ritmo, pero la visión los inquietaba demasiado.
Llegaron a un puerto espacial, tan grande que podria almacenas una pequeña flota, pero estaba casi vacío, no sabían si porque aun no se construía la flota o porque estaba una flota fuera de los hangares, vigilando el espacio.
Bajaron del lugar, dos de ellos cargaban contenedores dorados con la insignia del emperador, eran grandes y aun asi ligeros, no solo por su fuerza sobre humana, sino que el contenido no era tan denso, al bajar la realidad se rompió para llevarlos a un gran jardín con arboles frutales, había niños corriendo por todas partes, madres cuidando de bebes.
Las maquinas ayudaban a la gente, pero otras solo descansaban y veían los alrededores, otros creaban arte, pinturas y esculturas con una arcilla de diferentes colores, avanzaron por las calles hasta que una puerta se materializo en el aire, con el símbolo del sistema Prime.
La atravesaron y llegaron a una oficina, no era nada impresionante, paredes sin decoraciones, pintadas de tonos azules que parecían estar vivos, habían colocado sillas hechas a la medida de un Custode, pero permanecieron de pie frente a un escritorio de vidrio negro, el cual proyectaba imágenes y diagramas de complejidad no vista en milenios.
Yamato: ahora que están aquí, denme mi paquete, Neoth siempre me mandaba algo para motivarme a trabajar —Hablaba con mucha tranquilidad para estar frente a los Custodes, pero tras tanto tiempo rodeado de inmortales y maravillas mas alla de la imaginación, quizás era una buena razón—
El líder de aquel equipo coloco uno de los contenedores sobre la mesa, por primera vez el inventor parecía emocionado, o algo parecido, era mas una sensación de percibir la emoción, sus manos recorrieron la caja hasta que encontraron un botón, lo presiono y la caja dorada se abrió.
El contenedor lanzo aire helado que se condenso al entrar en contacto con la atmosfera, aquel inventor metió la mano en la caja y saco una lata, la abrió y la bebió lentamente, disfrutando de cada mililitro, cada gota que estimulaba sus papilas gustativas, era tan vigorizante que le hizo respirar profundo cuando se separo del borde de la lata.
Yamato: Neoth no era bueno en varios sentidos, pero siempre supo preparar una buena leche de fresa, se nota que las hizo el mismo —Miro al guardia dorado y recordó que estaba acompañado, por lo que bajo la caja y se sentó del otro lado— ¿Qué es lo que quieren conmigo? Si son armas y equipo, creí que ya tenia un trato con ustedes, Armstrong ya esta en Terra negociando
Hermes: no, estamos aquí para hablar sobre el Trono Dorado, esta información no deberá salir de esta sala y... —Yamato solo hizo aparecer un diagrama de ese invento, no modificado, sino el diseño original— ¿Tiene los planos originales del Trono Dorado?
Yamato: no todo, trabaje por años en esa cosa, pero éramos demasiados, además de que el Emperador siempre me vio mas como su armero, aunque no diré que carezco de cooperación en otros campos de investigación —Su pierna derecha se cruzo sobre la izquierda y tomo otra lata de bebida, ya mas relajado se dispuso a escucharlos— escuchare todo lo que tengan que decir
Tardaron horas en explicarlo, 24 horas después Yamato estaba escribiendo números y letras en su computadora, mientras escuchaba todo lo que decían, alteraron su diseño mucho mas de lo que esperaba, aunque claro, no estaba diseñado para mantener a Neoth vivo, sino para controlar la telaraña de los Eldar.
Los Custodes ayudaron en todo lo que necesitaba, cada uno recordaba información especifica del trono, pero además habían llevado el ultimo reporte de mantenimiento del Mechanicus.
Hermes: ¿Usted tiene alguna idea de como reparar o evitar su deterioro? —Yamato lo volteo a ver y se quito los lentes, sentía que sus receptores oculares ardían, quizás porque olvido parpadear otra vez— Aquí tiene otra parte del pago, el Emperador tenia esto resguardado para usted
Yamato: esta jodido, el idiota que lo rompió no se si seria a propósito, pero quemo piezas que los inventores del Emperador y sus mejores colaboradores tardaron milenios en hacer, muchos de seguro están muertos y otras tecnologías eran de los Xenos —Les mostro una pieza llamada "Collar de Meller", comparándolo con la pieza quemada y quebrada en el Trono— esta pieza no sirve, necesitaría robarle a los Eldar sus Piedras de espíritu o como se llamen, además de algunas piezas exóticas, que no planeo salir a buscar
Hermes: no respondió mi pregunta, se puede salvar o no el emperador —Dejo el tono de pregunta de lado, el inventor se sentó sobre su escritorio y jugueteo con el holograma— todos los recursos del Imperio estaran a su disposición si puede repararlo
Yamato: tengo mi laboratorio aquí, puedo replicar las piezas, aunque tardare algunas décadas en hacer algunas, quizás siglos en los casos mas complicados, eso sino tengo problemas con materiales e Invasiones, que parecen rutina, cada día repelo dos invasiones, y al mes hay una gran movilización de invasores, no han tocado tierra y no me preocupan por ahora, pero debo preocuparme por mis hijos mas que por esto, quizás en siete milenios tenga las piezas listas
Hermes: tendremos un ejercito a las puertas del sistema todo lo que tarde en hacer esas piezas, Marines Espaciales, Guardia Imperial y todo lo que necesite —El inventor se toco la barbilla y nego, en realidad no tenia problemas de seguridad, pero pensó en algo—
Yamato: no soy un político, no se negociar, pero Armstrong apreciaría que ustedes pudieran apoyarlo en nuestra condición de dominio especial, queremos ser como el dichoso Ultramar, no pagamos mas que impuestos e incluso mas, pero quiero que todos lo sepan y que la Inquisición deje de tratar entrar, ya mate a siete y se vuelven una molestia
Hermes: si lo ayudamos, con seguridad, recursos y su agenda política ¿Cuánto tiempo tardaría en hacer las piezas? Y después reparar el trono —La expresión neutra del humano lo hicieron considerar que quizás no podria hacer ese calculo al momento—
Yamato: si estamos en el milenio 37... quizás en el siguiente milenio tendría todo listo, un nuevo trono dorado básicamente, pero claro, debo verlo en persona, además de la instalación, podre colocar piezas, pero las piezas vitales tendrían que ser puestas mientras apago el trono... por donde se mire el Emperador morirá por un segundo o dos... aunque puede tener solución
La Fabrica
Birsen ya era oficialmente capitán de su tripulación, el problema radicaba en lo mismo, no tenia a nadie en su tripulación, había reunido a un grupo de 200 personas diferentes en la colmena, pero le dio hambre y se los comió a todos por creer que eran demasiado aburridos, su nave "Toon Force", funcionaba de manera autónoma, él era amo y señor de ese lugar, pero tenia el problema de que se aburría mucho.
La Toon Force era un crucero espacial en miniatura, suficiente para transportar algunas reliquias y funcionaba con el mínimo de personal, un casco de metal negro con dibujos de seres animados por todas partes, blanco y negro se perdían y parecía que se perdería de inmediato en el vacío espacial, aunque había cosas mas extrañas que la decoración.
El frente tenia una protección mucho mas reforzada que algunas naves militares, tenia arpones de gran tamaño en diferentes posiciones, además de que tenia pocas aberturas al exterior, no tenia armas a la vista, pero eso se solucionaba cuando las compuertas se abrían, revelando cañones de color bronce, pulidos hasta que relucían.
Ningún arma era lo que parecía, los cañones de bronce disparaban Balas Solares, pequeños soles que al detonar tenían la posibilidad de crear pulsos electromagnéticos que inutilizarían todo en algunos kilómetros a la redonda, cosa preocupante para algunos, pero en su mayoría no era una amenaza que le quite el sueño a la mayoría de naves imperiales.
Rayos Caloríficos, para sobrecalentar cualquier superficie hasta que las partículas quedaban tan excitadas, que detonarían con el cañón de neutrones, cambiando la química para que el metal tuviera una reacción exotérmica, la nave tenia 500 metros de largo, 200 de altura y un blindaje reforzado con un material extraño, capas de reflejar el calor y resistir ataques de la disformidad, aunque eso no lo conocía nadie mas que el capitán.
Su apariencia vieja y deteriorada era algo terrible, pero tenia la potencia para viajar largas distancias, la inquisidora había logrado su cometido, aunque Birsen se encargo de modificarlo con ayuda de unos pequeños duendecillos malvados que había traído desde sus dominios mas allá de la lógica.
Gremblins, esos desgraciados monstruos destruían todo lo que tocaban, si los sueltas en un mundo tecnológico destruirán todo o lo modificaran para generar todo el daño posible, pero con Birsen ellos se sometían y se encargaban de que no exploten en el primer viaje, aprenden todo de manera empírica apenas ven tecnología, aunque esto no te dará garantías de salir completo en tu segundo o tercer viaje, si sobreviviste al primero.
También había criaturas de tinta que viajaban por las tuberías, los conductos crecían como plaga y cada cierto tiempo habría que cortarlos, aunque las criaturas de tinta evitaran que te maten muy rápido, Birsen necesitaba esas provisiones caminantes, le daba hambre cuando estaba fuera de un planeta.
Pero de regreso a su discoteca, la Fabrica era un lugar donde varias personas terminaban por un motivo u otro, los Backrooms tenían esa ventaja, aleatorios y sin juicio, por eso garantizaba que pudieran encontrar algo decente allí afuera.
Birsen: bueno, Caín, me iré de pesca, prepárate para las entrevistas de trabajo —Se puso un chaleco y un sombreo, tomo una caña de pescar y partió de ese lugar, mientras su asistente tomaba su segunda botella de vino desde el desayuno—
El gran lago era un lugar misterioso, una Piscina Roja cerca de la fabrica, donde Birsen tomaba el sol a veces, mientras que Caín decía que esa cosa debería volverlo carne molida, no le dio importancia y se sentó en una barcaza para poder pescar algo, quizás a su próximo objetivo.
Dejo la caña de pescar descansando mientras el se colocaba gafas oscuras y se recostaba, en su mente se reproducía música y nada le preocupaba, la caña comenzó a moverse y él entonces la tomo y comenzó a enrollar el carrete de linea, el objetivo luchaba demasiado, eso le gustaba, que le haga batallar.
Al fin rompió el manto del agua y se escucharon los sonidos de alguien que se ahogaba, eso fue nuevo, saco a quien había mordido el cebo, una mano gris toco el borde del bote de remos y después una mano azul se coloco a su lado, impulsando a una infante de color gris al barco, mientras él perdía fuerza para sujetarse.
Birsen: wow, un viejo azul y una niña gris, eso si que es divertido —Miro al hombre, que estaba casi inconsciente, mientras la niña dormía, los cargo sobre su cabeza y los lanzo a una cubeta de lata con la inscripción "Nuevos", y aunque imposible por física simple, ambos desaparecieron en el liquido negro— veamos que mas ocurre, este lago me esta sorprendiendo
La pesca estaba saliendo muy bien, casi terminaba su día y Caín le envió un mensaje diciendo que la tripulación estaba casi lista, que el mapache estaba jugando con la planta y armaba cañones para sus soldados de tinta, la nave estaba casi lista y podrían salir cuando quisiera.
Aquella caña de pescar gritaba, Birsen abrió un ojo y observo la cara de un demonio que gritaba por piedad en un idioma que no entendía, era tan divertido viajar por la Disformidad, había baterías por todas partes y aunque algunas no servían tan bien otras eran perfectas para sus motores Disformes.
La caña de pescar se volvió a tensar y tiro con fuerza, esta vez eran mucho mas pesados, sentía que eran dos, estaba por ganarse el gran premio, manos de tinta se proyectaron de su cuerpo y sujetaron con fuerza, la presa se resistía, asi que lo hizo cansarse, soltaba y despues tiraba con fuerza, lucho por tres horas hasta que saco dos seres cubiertos por armaduras azul y verde.
Birsen: dejen de luchar, vamos, que tienen una entrevista de trabajo por delante —Un lanzallamas le frio la cabeza y una garra relámpago atravesó su pecho, se regenero casi al instante, pero estaba molesto— Ya veo, quizás con un poco de dialogo se calmen
No solto la caña de pescar, pero estiro su mano hasta alcanzar un garrote de madera, el cual tenia grabado en letras muy grandes la palabra "Dialogo", así que mientras peleaban el tomo el pesado arma y los golpeo varias veces, hasta que se partió el garrote, pero los dos nuevos empleados ahora estaban inconscientes, y con varios chichones en las cabezas, pero eran detalles menores, nada preocupante.
Birsen: tendré que hacer algunos ajustes, no creo que quepan por completo en mi cubeta... bueno, quizás no completos —Saco una cierra y se rio mientras el metal chocaba con el metal, primero chirriando, después se escuchaba el sonido de carne y hueso, viscoso— listo, ahora pa dentro
En la Toon Force la situación era complicada, Abel guardaba la disciplina mientras Caín hablaba con algunas personas para que no dejaran que los miembros mas locos reclutados por el capitán causan problemas, aunque los monstruos de tinta por suerte estaban preparados para actuar, ya habían mandado a tres personas al congelados para ser el aperitivo matutino de Birsen.
Abel. no entiendo porque quiere a tantos raros el jefe, debió dejar que nosotros buscáramos en el archivo gente adecuada... —No podía olvidar como la ultima tripulación fue devorada y Birsen solo dijo que eran aburridos, quizás eso explicaba la situación actual— como sea
Caín: calma, hermano, seguro la mitad no sobrevivirá al primer viaje, a Birsen le gusta viajar por la Disformidad, siendo mas seguro los Backrooms, bueno, no seguro seguro, pero si menos probable ser comidos por demonios
Abel: que no chillen, podria ser peor —Los pasos se escucharon por toda la fabrica, el amo y señor había llegado, el hombre sonrió un poco, mientras el metal se retorcía y símbolos se volvían visibles al ser manchados con sangre que emanaban las paredes— ¡Atención! ¡El capitán a llegado!
Todos vieron llegar a Birsen, arreglado con un pomposo traje de pirata, todo en un espectro blanco y negro, siendo lo mas resaltante un gran sombrero con plumas negras, el cual escurría esa viscosa tinta, todos estaban viéndolo, como si consideraran como actuar.
Birsen: ¡Mi nombre es Birsen Sparrow! bienvenidos a la tripulación del Toon Force, fui nombrado Comerciante independiente, barra, corsario del Imperio, bienvenidos a la aventura de mi vida ¡Todos podrán escoger entre seguirme o no existir! —Los gritos comenzaron, un hombre le disparo, pero no le hizo nada— tenemos un voluntario
Salto del andamio donde había estado de pie y se abalanzo sobre el hombre, fue demasiado rapido, solo vieron como las manos infinitas tomaban a ese sujeto y lo apretaban, abrio su boca en una manera sobrenatural y lo despedazo, todavía gritaba mientras era absorbido por la tina.
Birsen: ¿Qué tal un chiste, para romper el hielo? ¿Saben cual es la diferencia entre el hermano y el hijo de una navegante?... no la hay, son la misma persona —Se rio de manera estrepitosa, pero la mayoría estaban demasiado horrorizados para reaccionar— oh, vamos chicos, tarde media hora en pensar en chistes de naves espaciales
???: Jajajaja Debieron ver esa cara, fue tan patético, el tipo mojo sus pantalones mientras se lo comían —Un hombre en el fondo se acerco al capitán, era el empleado que acaba a de sacar del lago— ¿Qué eres?
Birsen: soy el capitán, Karlin, niño malcriado, tu padre debió decirte que primero te presentas, bueno, te lo habría dicho sino lo hubieras asesinado mientras dormía —Los dos seres se miraron, ojos negros se juntaron en un vacío infinito, pero las garras relámpago no atacaron al capitán—
Karlin: mis compañeros estaban muertos de todas formas, me quedare un rato, tengo que reparar mis cosas y después veré que hago ¿Dónde están las galeras? —El capitán señalo el cartel con luces que señalaba la zona de descanso de la tripulación, un largo pasillo con muchas puerta, con retratos del dueño de cada habitación, dibujados con tinta negra— este lugar ya me gusta
Sala de los Altos Señores de Terra
La gente aclamaba cada vez mas fuerte mientras Armstrong decía por decima vez en una semana sus propuestas para el estatus "Especial" del Sistema Prime.
Aquel hombre estaba logrando tomar control en la arena política lentamente, por lo que sus guardaespaldas cibernéticos estaban a la orden del dia, aunque también él estaba lanzando sus asesinos sobre otros enemigos, así que, si, estaba disfrutando demasiado su trabajo.
Ya había desatado trece guerras contra diferentes sistemas planetarios que intentaban meterse en su camino, también orquesto guerras internas entre políticos y actualmente desato la paranoia de que los segundos al mando de varios señores planetarios hicieron tratos con él para derrocarlos, así que estaban purgando sus filas.
La política era su deporte favorito, los Altos Señores de Terra ya estaban dándose cuenta de la amansa que era, pero no tenían tiempo para nuevos enemigos, desde la Era de la Apostasía tenían problemas con la administración, Sanguinius estaba ocupado en el norte luchando contra diferentes señores de la guerra Orkos y Ferrus Nader no era exactamente un político y estaba atacando amenazas desconocidas en el este galáctico.
Estaba bebiendo una margarita mientras escuchaba música de un planeta lejano, pero no era lo mas interesante, frente a é se encontraba un gigante de armadura dorada, alguien bastante peculiar, el Capitán General, quien dirigía a los Custodes.
Aquel ser sobre humano había leído distintos informes con todo lo que estaba haciendo el sistema Prime, un increíble conjunto de información, con eficiencia adecuada en el papeleo.
Armstrong: como puede ver, hemos aumentado tanto nuestra producción que estamos dirigiendo el 2% de lo que usa el Imperio de la Humanidad en cuestión de armas, sin tomar en cuenta nuestras intenciones de ampliar las fabricas a material no bélico de exportación
Excelsor: si, eso note, sus números productivos no paran de aumentar, y sus ganancias se invierten de nuevo en obtener materia prima, en especial la compra de chatarra, algo curioso, ya que muchos Mundos Forja prefieren material nuevo
Armstrong: creemos en el reciclaje, además de que tenemos nuestros medios de extracción, avanzamos hacia el núcleo galáctico, donde estos obteniendo mas armas —Le paso una lista de productos, donde resaltaba Auramita y piezas de armamento que estaban muy valoradas— estamos aumentando nuestra producción, y quienes nos apoyen podrán tener los mejores beneficios, ya que planeamos subir ese 2 a un 4 o quizás 5
Parecía poco, pero para el imperio era algo inmenso, tan grande como el Imperio, entonces aunque fuera 1% seria demasiado, sobre todo por los numerosos mundos forja y otros mundos productores.
Excelsor: como dije antes, estamos hablando con tu señor, pero a cambio de su apoyo estamos dispuestos a cooperar en sus planes para el estatus de Excepción del Sistema Prime, así que estamos dispuestos a apoyarlo en medida de lo posible, solo necesitamos saber cual es su extensión, o la que buscan
Armstrong: somos un sistema de 9 mundos, pero nuestra influencia se reparte por 50 mundos, todos cercanos, a un viaje o dos de distancia, pero puede tener la seguridad de que los Hijos de Prime son exclusivos del sistema de Magna Prime, el resto solo serian puntos extra
Las platicas continuaron por horas, en las cuales el político del sistema Prime uso todo lo que conocía para tratar de que se quedara el mejor trato posible, mientras el Custode disminuía al máximo las repercusiones de ayudar a la aceptación de una idea como esa.
Un apretón de manos y se retiraron cada quien en su rumbo, mientras la tención en el imperio aumentaba, el temor de ver un nuevo poder levantándose, el sistema Prime estaba levantándose como una facción equivalente al Mechanicus, y sus tentáculos tecnológicos ya se estaban esparciendo por el Imperio, ahora solo quedaba pensar en como afectaría el equilibrio del poder aquel hombre que despertó en ese oscuro futuro.
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