Capitulo 3

A la madrugada siguiente, el grupo estaba llegando a la aldea de Heartglen.

-Heartglen, por fin, no me vendría mal descansar un poco- Dijo Jaina con algo de alivio.

Todos notaron que los soldados de la aldea se estaban preparando para alguna batalla.

-Parece que se preparan para una batalla- Dijo Arthas.

-Algo me dice que no es una batalla cualquiera para la que se preparan- Menciono Natsu con seriedad.

Se acercaron a ver a los soldados, pero uno de ellos se acercó alarmado hacia el príncipe de Lordaeron.

-¡Príncipe Arthas! ¡Esta noche ha aparecido un gran ejército de muerto vivientes guerreros, y han atacado las aldeas al azar! ¡Ahora viene hacia aquí!- Grito el soldado con angustia.

-Maldicion, Jaina, yo me quedaré a proteger la aldea. Tu ve lo más rápido que puedas a contarle a Lord Uther lo que está ocurriendo- Dijo Arthas con seriedad.

-Pero...- Trato de replicar Jaina, pero Natsu la detuvo.

-Ve Jaina, yo me quedo con el a defender está aldea, por ahora la única que puede informar de esta situación eres tú- Le dijo el pelirrosa a la rubia.

Jaina accedió al final y se teletransporto para informar lo que estaba ocurriendo, mientras Arthas noto unas cajas con el sello de Andorhal.

-Espera... ¿Qué contenían esos embalajes?- Le pregunto el príncipe a uno de los soldados.

-Solo un envío de grano de Andorhal. No hay de que preocuparse, mi lord, ya se ha repartido entre los habitantes- Le contesto el soldado al rubio.

-Oh no...- Dijo Arthas con preocupación.

En ese momento, la gente que había consumido ese grano, se transformó en muertos vivientes.

-¡Tienes que estar bromeando!- Exclamó un más que sorprendido Natsu.

-La plaga no tenía como objetivo matar a mi gente... Sino convertirla... ¡En muertos vivientes! ¡A las armas!- Grito Arthas para que los soldados empezarán a defenderse de los muertos vivientes.

Natsu por su parte envolvió sus puños con fuego y empezó a golpear a los muertos vivientes, pero empezaban a llegar más por una de las entradas de la aldea.

-Karyuu no Houko!- Natsu lanzo un torrente de llamas que no solo impacto a los muertos vivientes que estaban atacandolo, sino que también impacto a los que estaban llegando.

Los soldados estaban impresionados, mientras Arthas se veía más que molesto, no necesitaría de Natsu si tuviera más hombres a su mando, pero por ahora tenía que conformarse con la ayuda del mago... Al menos eso pensaba él.

-Principe Arthas, hemos localizado una caravana de muertos vivientes que transporta una enorme cantidad de grano contaminado- Le dijo un explorador al rubio.

-Hay que detener esa caravana antes de que llegue a las aldeas más lejanas- Comento Arthas con seriedad.

-Yo iré por esa caravana, tu trata de que no te maten ni a ti ni a tus hombres mientras yo me encargo de eso- Dijo Natsu con seriedad.

El principe se molestó por ese comentario, ¿Lo estaba considerando alguien débil?

-Creo que podemos aguantar bien sin tu presencia- Respondió Arthas con enojo, aunque sus soldados dudaban que pudieran aguantar los ataques sin la presencia de Natsu.

Natsu no dijo nada, solamente corrió fuera de la aldea para detener esa caravana.

-Debo detener esa caravana rápido... El principito es demasiado orgulloso como para admitir que necesita mi ayuda- Dijo Natsu con seriedad para ir a detener a la caravana de muertos vivientes.

El pelirrosa no notó que un cuervo lo estaba siguiendo a la distancia, observando todo lo que hacía.

El hijo de Igneel no tardó mucho en interceptar a la caravana, pero como no queria perder el tiempo...

-Modo Raienryuu!-

El pelirrosa se lanzo contra la caravana de muertos vivientes, los cuales fueron totalmente sorprendidos.

Natsu golpeaba a diestra y siniestra tanto a los nigromantes como a las abominaciones.

-Raienryuu no Houko!- Natsu lanzo con un Rugido de fuego y electricidad que acabo con la sorprendida caravana y también con el grano que transportaban.

-Bien, eso fue fácil, ahora de regreso para ayudar al príncipe engreído- Dijo Natsu mientras iba de regreso a Heartglen.

-Muy impresionante, joven dragón- Dijo una voz misteriosa, mientras el cuervo seguía observando al pelirrosa.

En la aldea, las cosas no estaban yendo nada bien para Arthas y sus hombres, a pesar de que estaban resistiendo los ataques de los muertos vivientes, estos eran cada vez más feroces y en mayor cantidad.

-¡Resistan! ¡Somos los elegidos de la luz!- Animaba Arthas a sus hombres para seguir combatiendo al gran ejército de muertos vivientes que ahora los estaban rodeando.

Parecía que todo estaba perdido, Heartglen iba a caer...

-Raienryuu no Gekitetsu!-

Una gran cantidad de llamas combinadas con rayos golpeo y destrozo a varias de las tropas de los muertos vivientes, los soldados estaban atónitos, mientras que Arthas no podía creer lo que vio.

-¡Vamos! ¡No sé rindan así de fácil! ¡Su familia los está esperando, tienen que ganar está batalla!- Grito Natsu, el cual aún con el Raienryuu activo, se lanzo a atacar a los muertos vivientes.

Los soldados sabían que el pelirrosa tenía razón, su familia los estaba esperando, además de que tenían a su príncipe y a un poderoso mago apoyándolos, tenían que ganar.

Ahora más motivados que antes, los soldados atacaron con fuerza a los muertos vivientes para defender su hogar.

La batalla estaba siendo bastante dura, los muertos vivientes parecían interminables.

-Es imposible, son interminables, siempre hay más- Dijo Arthas.

Al pelirrosa eso no le importaba, el seguía peleando, no iba a dejar que los muertos vivientes se apoderarán de esa aldea.

-¡Por Lordaeron! ¡Por el rey!- Grito un paladin que venía acompañado por una gran legión de caballeros, este paladin era Uther.

-Uther... ¡No podrías llegar en mejor momento!- Exclamó Arthas al ver ahi a quien fuera su mentor.

-No lo célebres todavía chico, falta mucho para que está batalla termine- Dijo Uther mientras atacaba a los muertos vivientes, además de que vio de reojo como Natsu peleaba y protegía a algunos aldeanos que no habían podido refugiarse.

Después de un largo rato, la batalla termino con una victoria para la gente de Lordaeron, pero Arthas se veía frustrado.

-Me sorprende que hayas mantenido las cosas en pie tanto tiempo, muchacho. Si yo no hubiera llegado justo en ese momento...- Trataba de decir Uther pero fue interrumpido por Arthas.

-Mira, he hecho lo que he podido, Uther. Si hubiera tenido una legión de caballeros cabalgando a mis espaldas habría...- Dijo Arthas pero Natsu lo interrumpió.

-¿Puedes dejar de ser tan arrogante? Estoy seguro que esto solo fue una pequeña parte de lo que ellos pueden hacer, y cada baja para nosotros es un guerrero más para ellos, ¿Lo entiendes?- Le dijo el pelirrosa con seriedad al rubio.

-¡Entonces deberíamos atacar a su líder! Iré a Stratholme y mataré a Mal'Ghanis con mis propias manos de ser necesario- Dijo el príncipe de Lordaeron con enojo.

-Arthas...- Susurro una preocupada Jaina, le dolía ver así al rubio.

-Tranquilo, muchacho. Por muy valiente que seas, no puedes matar tu solo a un hombre que controla a los muertos- Le dijo Uther a su pupilo.

-En ese caso, eres libre de seguirme, Uther. Yo voy... Contigo o sin ti- Dijo Arthas para tomar rumbo a Stratholme.

***************************************

Esa misma tarde, en la carretera de Stratholme

El principe avanzaba con paso firme hacia Stratholme, Jaina y Natsu lo seguían con un hechizo de invisibilidad de Jaina, en ese instante Arthas se cruzó con un hombre.

-Saludos, Joven príncipe. Tenemos que hablar- Le dijo el hombre al rubio con seriedad.

-No tengo tiempo para eso- Respondió Arthas con impaciencia.

-Escúchame chico, esta tierra está perdida, la sombra ya ha caído y nada de lo que hagas puede cambiarlo.  Si quieres salvar en verdad a tu pueblo, guialos hasta el otro lado del mar, hacia el oeste- Dijo el hombre con sabiduría.

Natsu y Jaina solo escuchaban con atención, pero ambos notaron algo.

-El poder mágico de ese hombre es enorme- Susurro Jaina impresionada.

-Ni que lo digas... Incluso es más que el de todos los magos del Kirin Tor juntos- Susurro el pelirrosa.

Ambos siguieron prestando atención a la plática.

-¿Huir? ¡Mi sitio está aquí y mi único objetivo es defender a mi pueblo!- Dijo Arthas con enojo.

-Veo que ya has tomado tu decisión. Solo recuerda que cuánto más te esfuerces en acabar con tus enemigos, más rápido pondrás a tu gente en sus manos- Dijo el hombre para después transformarse en un cuervo e irse volando del lugar.

Jaina y Natsu se acercaron y la maga deshizo el hechizo de invisibilidad.

-Lamentamos habernos ocultado Arthas... Yo solo quería...- Trataba de decir Jaina.

-No lo digas...- Respondió Arthas de forma cortante.

-Escucha, ese tipo tenía un enorme poder. Puede que el tenga razón y si sepa lo que está por ocurrir- Le dijo el pelirrosa con seriedad al príncipe de Lordaeron.

-Nada de lo que diga me hará abandonar mi patria. No me importa si ese loco ha visto el futuro. Vamos- Dijo Arthas para seguir su camino a Stratholme.

Natsu solo volteó su mirada hacia la dirección en la que se había ido el cuervo.

-¿En qué piensas?- Le pregunto Jaina al pelirrosa.

-Que tal vez deberíamos seguir el consejo de ese hombre- Dijo Natsu de forma sería.

-¿Porque lo dices?- Pregunto la maga con curiosidad.

-Llamalo... Instinto- Respondió el pelirrosa para que después ambos siguieran a Arthas.

**************************************

A la mañana siguiente, a las afueras de Stratholme.

Arthas observaba Stratholme, Natsu, Jaina y Uther esperaban que el príncipe hablara.

-Me alegra que hayas podido venir, Uther- Le dijo el príncipe al paladin.

-Controla tu tono cuando te dirijas a mi, chico. Serás el príncipe pero yo aún soy tu superior como Paladin- Dijo Uther con seriedad.

-Como si pudiera olvidarlo. Escucha Uther, hay algo que debes saber sobre la plaga...- Dijo el príncipe de Lordaeron, pero en ese instante noto algo en algunos ciudadanos de Stratholme.

-Oh no... Hemos llegado tarde, toda esta gente ya ha sido infectada, puede que ahora parezcan normales, ¡Pero que se transformen en muertos vivientes solo es cuestión de tiempo!- Dijo Arthas con seriedad.

-¿¡Que!?- Pregunto un sorprendido Uther.

-Hay que purgar toda la ciudad- Dijo Arthas.

-¿Perdiste la cabeza? Es tu gente, tu deber es protegerlos, no acabar con ellos- Dijo Natsu con algo de enojo.

-El chico tiene razón, tiene que haber otra opción- Dijo Uther apoyando al pelirrosa, cosa que molesto al príncipe.

-Maldicion Uther... ¡Cómo tú futuro rey, te ordeno que purgues toda esta ciudad!- Ordeno el príncipe de Lordaeron.

-Todavia no eres mi rey, chico. Y tampoco obedeceria esa orden si lo fueras- Dijo Uther con seriedad.

-¿Tengo que considerar esto como un acto de traición?- Pregunto Arthas.

-¿Traición? ¿Has perdido el juicio, Arthas?- Le pregunto Uther a su pupilo.

-¿Tu crees? Lord Uther, en virtud de mi derecho de sucesión y de la soberanía de mi corona, lo relevo del mando y suspendo del servicio a todos sus paladines- Dijo Arthas con seriedad.

-Estas llevando esto demasiado lejos- Le recriminó el pelirrosa al rubio.

-Arthas, sencillamente no puedes...- Trataba de hablar Jaina, pero Arthas no la dejo terminar.

-¡Ya está hecho! Aquellos de ustedes que todavia quieran salvar está tierra, síganme, los demás... Fuera de mi vista- Dijo el príncipe de forma fría.

Varios soldados se retiraron, mientras Uther miro a su pupilo ante de irse.

-Acabas de sobrepasar un límite terrible, Arthas...- Dijo Uther para después marcharse.

Jaina también empezó a marcharse.

-¿Jaina?- Pregunto Arthas con algo de tristeza.

-Lo siento Arthas, no puedo presenciar lo que vas a hacer- Dijo la maga mientras se retiraba.

Natsu solo lo miro antes de irse.

-Eres un grandísimo estúpido...- Dijo Natsu para después marcharse.

Natsu alcanzo a Jaina, la maga estaba llorando.

-Jaina...- La llamo el pelirrosa.

-El no era así...- Dijo una triste maga.

Natsu la abrazo para consolarla.

-Natsu... ¿Que haremos?- Pregunto la maga mientras era abrazada por el Dragon Slayer.

El pelirrosa recordó algo que le había explicado Jaina cuando recién había llegado.

-Jaina... Hay que unir a La Alianza- Dijo Natsu con seriedad.

-¿Que? Pero varios reinos la abandonaron hace poco, será imposible- Comento Jaina ante la idea de Natsu.

-Esa palabra no existe en mi diccionario, podemos hacerlo, confía en mí- Dijo Natsu con determinación.

La rubia vio la determinación del pelirrosa, y sonrió un poco.

-Bien, entonces tendremos que reunirnos con Antonidas y con el rey Terenas para explicarles la situación- Le explico Jaina al pelirrosa.

-No perdamos el tiempo, vamos- Dijo Natsu tomando la mano de la rubia.

Las cosas estaban por cambiar en Azeroth.

****************************************

Y hasta aquí el capítulo, espero que sea de su agrado.

Un capítulo largo, pero a partir de aquí vamos a ver los cambios. Empezando con lo que el pelirrosa quiere hacer.

Y sin más que decir...

Sayonara!!!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top