Jungmin
La primera vez que tuve que aprender a hacer ejercicios de relajación con ayuda de la respiración, fue cuando mi psicóloga me enseñó después de pasar por un cuadro de estrés postraumático, o agudo, ni siquiera quiero recordar ese diagnóstico.
Ahora tengo que relajarme, no es que me afecte, sino que he luchado todo este tiempo para este título, una sola patada que nunca he podido hacer hizo que el entrenador tomara tal decisión.
“Jungkook y tú van a competir dentro de dos meses, para tener la capitanía”
Yo sé que ese niño quiere molestarme, pero no puedo permitir que me gane en esto, no como con la bicicleta, Jungkook me declaro la guerra, nunca he tenido una, solo en los videojuegos, no sé cómo hacer una maldita guerra con alguien así. Nadie es digno, no dejaré que este empate me haga decaer.
El coraje debe de darme la fuerza para siempre ser la número uno. Lo hago por ella, lo prometí.
Y para acabar, mi abdomen me duele, el enfrentamiento pasado me dejó con un hematoma grande, tiene tonos rojos y morados, está en una etapa temprana, Jungkook no sabía que tenía un moretón, y no se apiadó, es más, no di el cien porciento en esta pelea, porque me duele este estúpido moretón. El volvió a golpear tres veces en mi abdomen, primero un puñetazo, después dos patadas.
Si mamá se entera que me ando peleando con cualquiera que se me cruce o vaya en contra de mis ideales, estoy segura que me va a reprender. Sowon, ese idiota, me las pagará, seguro se quedó allí, tratando e que el entrenador no me quite la capitanía, lo conozco demasiado bien, tratando de que nada me haga sentir una falla. No debo preocuparlo.
Justo caminando, escuchó una voz jadeante detrás de mi, lo cual me hace voltear. Sin embargo, en cuanto veo a Taehyung, ese chico tan… No se, no puedo tenerlo definido, en fin, al verlo me doy media vuelta y sigo mi camino tomando mi abdomen. No quiero ruidos externos, busco en la mochila mis auriculares, pero no están allí, los busco en las bolsas de mi dobok, y me alteró al no saber dónde están. Los busco en las bolsas de la falda y tampoco están allí.
Me doy vuelta y veo a Tae recargado en la pared, parece que corrió hasta acá, paso a su lado, tratando de ir al gimnasio, tengo que encontrar esos auriculares, son importantes para mi, no los puedo perder, me dan seguridad.
Mis manos tiemblan al pensar en no tener esos auriculares, siento como mi pecho se oprime, y mi respiración se agita, son muchas emociones, hace mucho no el siento así de estresada, hace mucho que no me siento tan observada, hace mucho no siento que alguien me puede alcanzar.
—Jung-Jungmin, se te volvieron a caer tus audífonos —escucho la voz de Tae cuando paso a su lado, haciéndome detener y mirarlo de reojo.
Tae sonríe un poco, pero se ve exhausto, de sus bolsillos saca mis audífonos y los tomo con cuidado, incluso los agarro con demasiado cuidado, pues para mí son una joya que merece ser cuidada y valorada. Bajo mi mirada para verlo, tal vez no tiene buena condición física, por eso está muy cansado de haberme alcanzado.
—Gracias por cuidarlos —digo lentamente. Tae solo colapsa y me asusta verlo así, no es mi asunto, pero que alguien colapse es porque no ha comido, se siente enfermo o algo de ese estilo—. ¿Te sientes mal?
Tae asiente y se levanta pegándose a la pared, pues seguro está buscando un soporte en la pared. Me siento algo incómoda, pero al ver que ya cuidado de mis auriculares, me acerco a el y lo tomo de un brazo, para hablarlo algo bruscamente hacia mi.
—Te llevaré a la enfermería, ahora camina, porque no te voy a cargar, y no tengo problema alguno en arrastrar tu cuerpo, será más fácil, y no hables mientras caminamos.
—Jungmin, gracias, eres una buena presidenta de clase, lamento molestar, pero me siento muy mal —explica jadeando.
Taehyung se aferra a mi cintura, justo en aquella parte donde tengo el hematoma, esto hace que suelte un pequeño jadeo, el se da cuenta y miro al frente, manteniendo el dolor dentro de mi.
—Perdón por emitir un sonido raro, es que pesas mucho —explicó con la mirada al frente y Taehyung solo asiente mientras camina y jadea de dolor.
Muchos pensaran que no duele, que soy una maldita exagerada, pero a ver, reciban un golpe de la magnitud con la que la recibí yo, y no solo eso, reciban un día después golpes de un tipo musculoso, y sabrán de dolor, creo que sí tengo justificado el dolor.
Cuando llegamos, primero busco a la enfermera, pero no sé encuentra, acuesto a Taehyung en una cama y cierro la cortina, para no molestarlo, camino por la enfermería, tratando de encontrar signos de la enfermera, justo al llegar al pequeño pizarrón, miro que llegara en unos minutos, suspiro aliviada y voy otra vez a dónde Tae.
Pensé que iba a verlo tirado en la cama, medio muerto, no obstante, veo que está de pie y sostiene una pomada de la inflamación, o del dolor y ese semblante amigable, no sé porque es tan amigable. No sé porque Jimin es atento conmigo, no se porque Jungkook quiere competir conmigo y hacerme enojar. No entiendo porque son idiotas.
Taehyung se levanta y camina hasta a mí hasta dejarme acorralada entre la otra camilla, mi nariz se arruga y mis cejas se tensan, me enseña la pomada y sigue con esa sonrisa que a decir verdad, está comenzando a molestarme.
—Esto es para ti —dice poniendo la pomada en mis manos.
—¿Qué mierda hago con esto? ¿Quieres un masaje gratis? Creo que te debo una, pero no soy masajeadora —hablo tajando su entusiasmo.
—Jungmin tres creía más inteligente, esta cosa es para ti.
En ese instante trato de parecer indiferente, le devuelvo la dichosa pomada y lo alejo con las palmas de mis manos, pues está demasiado cerca de mi.
—Si hablas por la pelea de ahorita, y crees que tengo un golpe o esas cosas, estás preocupándote demasiado, y respeta mi espacio personal.
Y trato de salir de ese lugar encerrado que consta de Taehyung y una camilla, pero Taehyung toma mi mano y pica mi abdomen con mediana fuerza.
—¡Oye, eso duele, deja de tocarme, pervertido, pensé que eras amistoso, eres igual a todos!
Estoy acorralada, no quería que nadie supiera, Taehyung sonríe y me hace acostar en la camilla, y vuelve a dejar la pomada a un lado
—Jungmin, no deberías de aguantar esos golpes, Jungkook debió de ser menos agresivo, no pensé que te iba a lastimar tanto, si no te atiendes eso, me veo en la penosa necesidad de ir con tus padres y decirles que tienes dolor abdominal por andar peleando y…
Ya no dejo que hable, le golpeó con una almohada y le señalo la cortina, para que la cierre y así lo hace, bajo los tirantes del dobok, dejando en descubierto mi pecho y abdomen, tengo un sostén deportivo, son más cómodos que los sostenes normales.
Odio los sostenes normales.
Cuando siento que el dobok está bien aferrado en mi cintura solo tengo el torso descubierto y comenzó a poner la pomada, muerdo mi labio al sentir un pequeño ardor y cierro un poco los ojos, siento alivio, pero a la vez muy caliente, sigo masajeando, abro la cortina corrediza accidentalmente con mi hombro y veo a Tae, quien mira mi torso descubierto, no se ve mucho, pero su rostro comienza a cambiar de colores.
Trata de explicar que es un accidente, pero sus balbuceos no forman ni una oración y solo se enreda más, mentiras me da la espalda para no seguir viéndome, resopló ajena a la situación, pero no alterada, fue un accidente y Taehyung se arrodilla mientras me da la espalda.
—Perdón, n-no, si quieres patéame, yo lo siento, te mire casi desnuda…
No iba a pegarle, pero antes que hable, mi pie se estampa en su espalda y lo aviento hacia delante.
—No te emociones, todos los libros de biología tienen cuerpos humanos, no fue tu culpa y no estaba semidesnuda, chico idiota, no digas cosas que suenen mal, ahora, Jungkook no me lastimó, ayer tuve un enfrentamiento y me dieron con la rodilla, hoy Jungkook volvió a golpear allí, más no es el responsable de este hematoma, ahora tu mente puede estar tranquila, hiciste tu caridad, ahora deja de seguirme, me aturdes —tajo ignorando la mirada que me da.
No tengo ganas de seguir lidiando con nadie.
Me pongo bien mi dobok y tomó mi mochila, es hora de ir a casa no pienso quedarme en el entrenamiento no después de que el entrenador me haya traicionado de tal forma permitiendo que un desconocido compita otra vez conmigo para tener la capitanía.
Quiero llegar a casa, estoy harta de estar en la escuela…
Veo que muchos me saludan, también los escuchó murmurar acerca de la decisión del entrenadora unos dicen que es buena idea qué yo siga, pues hemos ganado campeonatos gracias a mi, pero otros dicen que debería de haber otro líder, uno que no sea un robot.
Ni siquiera quiero responderles, porque se que es discutir con gente que son meros espectadores. Seria una pérdida de tiempo discutir, prefiero las acciones.
Aunque eso no evita que sienta las miradas sobre mi, no son muchas, claro que no, no soy una celebridad, pero si estoy bajo las visiones juzgadoras de mucha gente que creen que hace falta un capitán más humanizado.
Que se jodan.
—Ju-Jungmin —escuchó a alguien detrás, pero solo sigo mi camino—. Oye Jungmin, oye…
—¡Maldita sea! ¿¡Qué demonios quieres!? —cuestiono alterada, dándome media vuelta, y cuando encaro a quien me habla, justo veo aquellos ojos pequeños y llenos de incredulidad me hace sentir mal. Más porque veo que trae una leche de fresa en sus manos, mientras la tiene extendida para mí.
Jimin baja un poco la mano y esconde poco a poco la pequeña caja de leche detrás de su espalda y mira al suelo. Aprieta el borde de su camisa del uniforme de porrista y muerde sus mejillas interiores. Avergonzado de que le haya gritado.
—Solo… Solo quería decirte que fue una buena batalla, tus patadas tornado, son ligeras y mortales, nunca nadie las va a igualar, siempre serás la número uno, no te rindas…
Y me da la caja de leche, con algo de vergüenza y se va casi corriendo a dónde se supone entrena con su equipo. Mi estómago siente un fuerte nudo, mientras mi pecho está a punto de explotar. Y yo no puedo decir nada, me siento en un gran cuarto grande, encerrada, y lo único que hago es ensuciar las paredes blancas con mis palabras, así puedo describir que me siento al gritarle a Jimin.
—Que cruel fue con el capitán de porristas, el siempre es amable, ¿cómo se le ocurre gritarle? Jungmin no es tan genial como aparenta, es cruel.
La gente que está en el pasillo mira todo lo que ha pasado y eso me hace enojar aún más, no digo nada, simplemente les dedico una mirada y ellos voltean a otro lado.
No quería hacer sentir mal a Jimin, no quería gritarle. ¿Todo esto por perder? Por dios Jungmin reacciona, no dejes que tus sentimientos te dominen, aún que me arrepiento, no tengo manera de disculparme, lo hecho, hecho está.
***
Al caminar entre las paredes de la casa, siento un hueco en mi estómago, pensé que terminar mis deberes escolares e ir a entrenar, iba a detener este sentimiento, el cual no sé cómo especificarlo, sé perfectamente que lo causa, primero alejé a Taehyung cuando el trataba de ayudarme, y después, le he gritado a Jimin, quien nunca ha invadido mi espacio, parece entender perfectamente que me gusta la lejanía, quien es atento, y nunca me ha mostrado una mueca, debería ser más agradecida.
Por eso no me gusta lidiar con los demás, porque después siento que no doy lo que la gente espera de mi.
Hace unas horas quería golpear a Sowon por decirle al tío Namjoon que yo debería y que yo quería la presidencia de la clase, pero era demasiado tímida para reclamar ese opuesto de la clase, y Tío Namjoon al saber que con la única persona que soy cien porciento sincera es con ese flácido imbécil que tengo por hermano, le creyó.
Tío Namjoon no se debería de fiar de rufianes como Sowon. Con razón la tía y él se casaron, porque él es demasiado ingenuo.
Justo al pasar por el cuarto de Sowon, escuchó la voz de mamá, llegó a casa después del trabajo, debería de ser menos energética, siempre tiene que estar dando vueltas por todos lados, supongo somos iguales, pero ella, verdaderamente no se detiene.
Usualmente papá llega unas horas más tarde que mamá, y cuando salen a la misma hora, ella lo recoge en su bebé flameante, o papá la recoge en su camioneta. Y después de eso van a comer solos, o van a ver al tío Jackson.
Mantienen su amor de manera linda, aunque no soporto cuando gritan mucho, me parece tierno que se demuestren tanto amor que lo griten. Yo no sé si podría amar a alguien… No se si alguien me puede amar, porque temo no cuidar a esa persona.
—¿Qué le hiciste a tu hermana, Sowon? —escucho a mamá encarar a Sowon en su cuarto. Decidido está, mañana si voy a hacer que lo castiguen o algo.
—Mamá de mi alma, de mi corazón, quien me dio la vida y gracias a eso soy un joven apuesto y con buenos sentimientos, ¿por qué me acusas de tal manera?
Sowon, es sinónimo de idiota.
—No trates de convencerme de que eres un ángel, se muy bien cuando todos en esta casa mienten, ¿Qué tiene Jungmin? Ni siquiera notó que llegue, ni que Jin está a punto de llegar, a este punto estaría esperándolo.
—Tal vez, solo tal vez, sin que ella supiera la propuse como presidenta de clase, solo quería joder, pero tío Namjoon se lo tomó en serio, y no solo fui yo, eso es algo que debe decirte ella.
—¿Por qué hiciste eso, Sowon? —la voz de mamá es fría, estoy segura que lo regañara—. Sabes que Jungmin querría tener solo que ver por ella, no puedes molestarla con algo así, conoces los límites, ¿pensaste en que Jungmin se sentirá encerrada? No estará cómoda, no sabes lo difícil que es pensar que vuelva a lo que era hace unos años, no soportaría verla mal.
—Mamá, entiendo que te preocupes por ella, yo también lo hago, pero tiene que salir de esa burbuja, no me gusta que la vean así, no me gusta verla de ese modo…
—¿Cuál modo? ¿De qué manera ven y ves a tu hermana?
Ni Sowon, ni mi madre nunca me han dicho algo así, ¿por qué se preocupan? No tengo nada de malo. Debo de ser fuerte. Yo misma me encerré en este frío lago, yo misma enterré mi voz, mamá piensa que soy débil, que estoy encerrada en un cascarón, mi hermano no cree eso, pero siente que he perdido algo. Ninguno debería de meterse en estos asuntos. Yo misma me metí, yo misma salgo, y saldré cuando quiera.
—¡Cómo un robot!
El silencio que sigue corroe el cuarto es indicio de que debo dejarles mi postura. Justo allí, es cuando toco la puerta con tranquilidad y mamá abre la puerta, asombrada de verme frente a ella, sabe que he escuchado todo.
—No pretendan saber que es lo que necesito o no, yo misma enterré mi voz, yo no tengo intenciones de sacarla, no tengo intención alguna de que me vean el lado más vulnerable, si me toman como alguien sin sentimientos, lo siento, no decidan que es mejor para mí, o lo que puedo llegar a sentir, no me agrada para nada tener que salir a la fuerza solo para ser una presidenta de clase y cumplir ella capricho de alguien para demostrar que es lo que siento —dirijo mi mirada a Sowon y el se encoge—. Pero no voy a colapsar solo por eso, soy más fuerte que esa situación, no me subestimen.
No miro a mamá, solo salgo del cuarto, y bajo las escaleras, para ir a la cocina, tomó la última mandarina de las que nos ha regalado la tía SunHee y la observó con demasiada atención, las mandarinas de tía SunHee son dulces como ella, quitó la cáscara y cuando estoy por partirla y comerla, escuchó la puerta de la casa abrirse, voy hasta allá con la mandarían en mano.
Es papá quien se quita el abrigo rosa y me sonríe como siempre, se ve alguna cansado, pero siempre tiene ese porte muy amoroso.
—¡Jungmin, gracias por darme la mandarina! —die quitando de mi fruta, tensó mi entrecejo y trato de quitársela, más el no me la da.
Pico las costillas de mi padre y suelta la mandarina, que cae en mis manos y trato de irme a mi cueva, peor me abraza con fuerza la cintura, deteniéndome. Quiero reír, pero aprieta de más y suelto un quejido, me ha tocado dónde duele y se ha dado cuenta, pues me suelta asustado.
—¿Te lastimé? —pregunta papá tomando mi rostro y yo niego tomando mi cintura—. ¿Por qué te duele? Te lastimaste entrenando, enséñame.
—No es grave —miento, pues si ve el moretón, hará un drama tan grande que es capaz de llamar a la policía.
—Enséñamelo, por favor, Jungmin —dice mamá desde atrás y suelto un respingo. Me siento encerrada entre hacerlo y no.
No debo preocuparlos, no quiero que mostrarles mi moretón, pero si no lo hago, no tendrán confianza en mi, o creerán que de nuevo estamos en el pasado.
Avergonzada, tomó mi playera y la levanto, papá jadea con dolor al ver ese moretón y mamá se acerca a verlo.
—Estaba entrenando, con mi instructor, hubo enfrentamiento, no nos medimos, no quería decir nada, porque sé cómo son —digo bajando mi playera y ambos fruncen su boca.
—Jungmin, creemos en ti, pero si es otro tipo de situación, recuerda que nosotros te escuchamos —habla mamá y yo solo asiento.
Papá nota que hay algo entre ambas, una tensión pequeña, supongo que fue lo que ocurrió arriba. Así es como me voy, tratando de parecer normal.
Y subo a mi cuarto, ignorando el cuarto de Sowon, cierro la puerta y prendo la consola, dispuesta a jugar.
***
Mi trasero duele por estar jugando todo este tiempo, así que paro de jugar, y apagó la consola, dispuesta a pensar en una forma de disculparme con Jimin es como me acuesto en el suelo, pero ni siquiera puedo pensar en algo, pues tocan mi puerta.
—Pase —digo lo suficientemente fuerte y la puerta se abre, mamá y papá están allí—. No hice nada, lo juro.
Ellos sonríen y se sientan conmigo en el suelo.
—Sabemos eso muy bien, Jungmin, cuando la gente de preocupa por ti, es porque te amamos, no para molestar —dice mamá y yo asiento—. Nunca quise subestimarte, se que mi hija es muy fuerte y hará las cosas a su manera, solo no te pongas a la defensiva, sabes que queremos ayudarte, siempre hemos querido eso.
—Hoy estaba de muy mal humor —le digo a ambos—. Llegué tarde a clases, y que Sowon hubiera sido una de las causas por las que ahora soy presidenta de clase, me tenía algo molesta, pero no lo tome a pecho, alguien quiere la capitanía de taekwondo, tuve un encuentro, pero el hematoma que me hice un día antes, me impidió dar todo de mi, quedamos en empate, al parecer la gente quiere ser mi amiga, y yo no sé cómo actuar ante eso, y le grite a Jimin.
—Sabemos que tienes un enorme talento y que eres muy disciplinada, estás allí por tu esfuerzo, pero también sabemos que estás allí por ella, no por eso deberías de dejar que embriague tu mente, hiciste una promesa, cumple de ella sin enojarte, ¿Jimin te hizo molestar? Sabía que ese niño cara de ángel tenía que tener un defecto —dice papá y yo solo rio por eso.
—No, no me hizo enojar, estaba molesta porque mucha gente duda acerca de mi estadía en la capitanía, el me habló, y le grite, conjeturo que le debo una disculpa, es de los que apoya mi estadía en la capitanía de taekwondo.
Mamá ríe porque mi padre refunfuña por no poder manchar a Jimin, no entiendo a papá, ni siquiera somos amigos.
—Cambiare de tema, pues aún eres pequeña, me pone algo ansioso de que eres presidenta de tu grupo, ¿con quién compartes la presidencia? —cuestiona Jin y solo sonrío al verlo preocupado. Así que, voy a molestar un poco a papá.
—Con Jimin —Mi padre aprieta sus labios y mamá ríe. Es divertido molestar a papá—. Es broma, estoy con un chico nuevo, pero también es muy guapo.
Así es como papá de levanta y sacude su pantalón.
—Suficiente, demandaré a tu tío Namjoon.
Así es como ambos salen de mi cuarto mientras mamá está alegre, ella siempre dice que nació para molestar a papá, y yo soy su arma más fuerte.
No debo de dejar que mis padres de preocupen por mi, ya no soy la misma.
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Jungmin me da dolor de cabeza, lo juro. XD
G_BPotatx ☠️💖
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