O2
Jungmin
El golpe que me doy en mi trasero hace que suelte un corto quejido, la bicicleta tirada a mi lado hace que se vea la escena aún más estúpida.
Eso me pasa por tratar de hacer trucos que ví en youtube. Se supone que era buena, hasta estuve en una maldita escuela. ¿Por qué no me sale?
No solo eso, escucho unas risas pequeñas detrás de mi, trata de ocultarla, pero es difícil, se mofa de mi con tanta facilidad, tanto que hace que me levanté del suelo lo más rápido que puedo y me pongo bien mi mascarilla.
—Deja levanto tu bicicleta —dice y volteo a verlo.
Es el chico de dientes grandes y lindos, Jungkook.
Lo miro mal pues se sigue riendo con más libertad y me da la bicicleta con algo de burla.
—¿Intentabas hacer aquel truco de youTube? ¿El trescientos sesenta tailwhip?—cuetiona, pero no respondo, solo asiento—. Oh cierto, que no hablas, pues te lo diré, hiciste el truco mal, no es por nada, pero fue tan mal ese intento de giro que me dió pena.
Toma mi bicicleta y le acomoda los frenos, y toma el volante mientras me mirá.
—Puedo usarla y enseñarte —asiento cruzandome de brazos.
Comienza a manejar y al subir por la rampa, hace aquel estúpido truco, lo hace mejor de lo que pensaba, hasta me da una sonrisa tan extravagante.
Presumido.
Cuando termina de dar otras vueltas alrededor de la pista, regresa hasta a mí con una aura más confiada y altanera.
Me da mi bici y guiña su ojo haciendo que yo tense mis cejas.
Puedo sentir una punzada en mi estómago, me ha dado en el orgullo.
—¿Te quedó el ojo cuadrado? No te sorprendas, son las maravillas que Jeon Jungkook está acostumbrado a hacer, puedo enseñarte, solo que tendre que traer una libreta o algo, porque no puedes responderme asintiendo o negando... Oye, ¿a dónde vas?
Y así es como le respondo en seña de lenguas, y se que el no entiende. Me pongo mis audífonos sin música, solo para que ya no hable, espero capte la indirecta.
—La llevaré a casa con mamá, nadie me ha ignorado así —suelta con un tono jugueton. Ni lo pienso, solo me voy con mi bici a casa del tío Jackson, me ha quitado tiempo estar en el parque como idiota.
Sonará tonto, pero en serio me ha dado en el orgullo.
***
—Gracias por cuidar de la pequeña Wang, debería pagarte, es más te doy pases para tus juegos esos, anda se feliz Jungmin —dice tío Jackson dándome muchos boletos para jugar en el arcade.
Esto es una fortuna, no evito emocionarme cuando veo todo lo que tú Jackson me da, me emociona esto, está parte de mi vida me hace sentir viva, como si los juegos me regresarán a ellas.
Son tantos que por poco caen de mis manos, así que solo los meto rápidamente en la pequeña mochila que tengo.
Le sonrió y doy una reverencia, no solo eso, acarició el cabello de la pequeña Wang y me doy media vuelta. Iba a responderle a mi tío, pero su celular comenzó a sonar y se fue con su hija. Por lo que escucho, habla con mi tío Yoongi, creo que llega tarde a una junta.
Simplemente me encojo de hombros y sigo mi camino, tal vez vaya primero a dar una vuelta al parque, mamá quiere que pase tiempo en la calle, que no me encierre tanto en casa, dijo que saliera con Jimin, pero está castigado.
No somos amigos, a pesar de todo el tiempo que vi a su padre en la consultorio de tía SunHee, nunca me acerque y el tampoco, Sowon es su amigo, ellos se llevan muy bien.
Me despido cortésmente con una reverencia y una sonrisa de las secretarias y demás personal.
Incluso veo al tío Yoongi corriendo hasta el ascensor, no me ha visto, solo fue corriendo. Veo a varios chicos y chicas en la sala de espera, o saliendo de la sala de audiciones.
Me gustaría cantar, ser una idol no suena tan mal, aunque recuerdo todo el odio, responsabilidad y demás que reciben y prefiero no meterme en este mundo.
Mi curiosidad hace que me desvíe y vaya a la sala de audiciones, me conocen por papá, y mis tíos, asi que me dejan pasar, veo a una compañera de la escuela, bueno no es compañera, pero la conozco porque alardea que es la única trainer prometedora de esa estúpida escuela, así mismo ella ha dicho, aunque reprobó el año por andar en audiciones, simplemente le falta un poco de actitudes y humildad.
—¿Mi sobrina favorita se va a unir al reclutamiento? —escucho al tío Hobi y niego retrocediendo—. Entiendo, eres de pocas palabras —bromea, solo rio un poco a lo que él me da un abrazo—. Debo ir a calificar, pero puedes quedarte a ver.
Solo asiento y él se va, justo cuando estoy por ir a la otra sala, la de los ost de los dramas de papá, una linda voz me llama la atención, no solo eso, está bailando, por lo que veo a una chica algo alta, bueno, es más alta que yo, tal vez por unos seis centímetros.
Me quedo allí parada escuchándola, incluso me quiero sentar allí, pero me da vergüenza ponerme muy cómoda, cuando termina, escuchó los aplausos de mi tío.
—Escribes y compones tus canciones, bailas freestyle, tu voz es linda, le falta un poco más de educación, pero ahora es linda, Kim Tzuyu, espera nuestra llamada, por favor.
—¿En serio? —cuestiona emocionada y ellos asienten—. ¡Gracias!
Se nota que no es de acá, su acento es diferente, no suena de Seúl.
Y así es como sale, me mira de repente y hace una reverencia, lo cual me hace sonreir, aunque veo a la chica que pasó anteriormente, la escanea y la mira con asco.
Todos los que han pasado salen, yo tras ellos, y me voy ir la otra salida, hay mucha gente.
Al salir estoy con mi bicicleta, no quería manejarla, aún tengo el mal sabor de que ese tipo me ganó.
Quiero llegar a casa, darme una ducha, y presumir a Sowon que mi tío Jackson me dió muchos boletos.
Pero algo llama mi atención, es aquella chica, la alta, y la que está en mi escuela, es un año más grande, la veo intimidando a la chica guapa. No solo eso, está con un chico más, es su hermano, conozco a esos tipos, su hermano era de mi club de taekwondo, pero salio, y sus dos hermanos creen tener derecho de molestar a la gente, aquella chica, fácilmente el chico es de la altura que la chica bonita.
¿Quien demonios se siente intimidada por esa tipa y ese idiota? Es muchísimo más pequeña que ella, y está a la altura de ese estupido, debe ser alguien que no se mete en ningún problema.
—Dios, eres como un poste de luz, si fueras más baja, tal vez esa empresa te hubiera aceptado tan pronto, te lo decimos, no cabes en su estándar, ¿entiendes? —se burla ella de su altura, pegándole un codazo a su hermano—. Aparte, vienes de provincia, se nota que no tienes clase, vete a tu maldita granja de nuevo.
Sus ojos se ven tan tristes, que es como verla a ella, a través de sus ojos, mi corazón se detiene por un momento, incluso puedo sentir mi garganta cerrarse, como si quisiera llorar.
Mis puños se aprietan y tengo que acercarme para que ya no sigan. No suelo afrontar estas situaciones, pues es raro verlas, pero no puedo ser indiferente, algo me hace ir hacia ellos.
—Creo que novio no podrás tener, a nadie le gustan las altas —dice el chico.
Y para no seguir escuchando idioteces, pateó al chico con fuerza, haciendo que caiga de boca, metio sus manos, por lo que no se hora el rostro, ambos me ven y solo se quedan allí.
—Wao, como odio a los idiotas como ustedes —confieso con demasiada seriedad.
—Capitana...
Solo miro de arriba abajo a los chicos y chasqueo mi lengua.
—Se sienten inferiores a ella, eso es notable —digo con una risa burlona.
—E-Esto no es asunto tuyo —contesta la chica tratando de tomar la mano de la chica alta.
Me pongo frente a ella y me pongo en pose de defensa, haciendo que ellos retrocedan.
Sonrío de lado al verlos retroceder.
Siento la adrenalina correr mis venas, mi corazón acelerado, y mis piernas listas para defender a esta chica. No importa mi dolor de trasero al caer hace unas horas por ese truco de bicicleta.
—Si, si es asunto mío porque yo la conozco —miro a la chica y ella solo se encoge—. Lamentablemente gente como ustedes serán bravucones toda su vida, o terminarán trabajando en malos lugares, lo máximo que les veo es que sean contadores, y con todo respeto a la profesión, porque ni eso merecen, seguro serán los que roban, y terminarán en la cárcel.
—Oye —trata de hablar la chava, pero solo bajo la cabeza sra cruzar miradas y trueno mi cuello.
Eso me lo enseñó tío Hoseok, es para verme más intimidante.
—En vez de andarse fijando en ella, tengan en cuenta que no estarán a su altura, es guapa, buena cantando, seguro termina siendo Idol o hasta modelo, se entiende que se sientan inferiores, y tú quieres ser idol, ¿no? Te reconozco, alardeas en la escuela de eso, pero no entras en los estándares, eres algo baja, y aunque hay idols que son bajas, y muy lindas, son mejores personas que tú, ahora largo antes de que los saque a patadas, duo de bravucones de cuarta, insípidos y sin metas en la vida —suelto con coraje y ellos se van avergonzados.
Doy media vuelta y la miro, tiene sus ojos demasiado grandes, creo que también la asuste.
Suspiró y la veo directamente, sus mejillas se pintan de rojo y yo me quedo confundida. Sin embargo carraspeó mi garganta y rasco mi cuello.
—Detesto a las personas que humillan a otras, que suelten su veneno en contra de las personas solo para esconder sus debilidades, nunca dejes que pisoteen tus sueños o principios, no te quedes callada, nunca, habla con seguridad, no importa si vienes de provincia, afronta, esa es la manera de imponer respeto o al menos que no se metan contigo —suelto volviendo a ponerme mi cubrebocas al ver que mira mi marca arriba del labio—. Hazlo o caerás en un vacío donde es difícil de salir, más si arrastras a alguien.
Y así es como me subo a mi bicicleta, antes de peladear, siento que toma mi mochila.
—Gracias, lamento haberte causado problemas, te invito un helado, o lo que quieras, por favor —habla con sus mejillas sonrojadas, se muestra tan tímida—. Me llamo Tzuyu.
Ve que la miro con detenimiento, en serio, la miro fijamente y al chocar ambas miradas, desvía su cabeza y muerde su labio. No solo eso, me suelta con cuidado y esconde sus manos en la espalda.
—Declinare a tu invitación, tengo que llegar a casa, pero espero verte luego, tal vez acepte, cuídate.
No dejo que hable, solo me voy en la bicicleta, con dirección a mi hogar, paso por la casa de Jimin, literal su casa está en la esquina y la mía en medio, así que hago una pequeña parada al verlo en el balcón, mirarme con una sonrisa y un cartel pequeño que dice.
“Ayuda”
—¿Que puedo hacer por ti? —pregunto bajando de la bicicleta y dejándola en el suelo.
Me acerco hasta quedar más cerca, Jimin sonríe aun más, pareciera que sus ojos desapareceran.
—Es que se me calló mi cargador, está justo en tus pies —dice señalando el pasto, bajo mi mirada y en efecto, allí está el cargador.
Lo tomó en manos y trato de ver por dónde entrar.
—¿Por qué no bajas? —preguntó con obviedad.
—Mi padre me encerró en el cuarto, porque lo rete, ya le dije que no fui yo quien lo acusó con mamá, me castigo por eso, un castigo de un día, es tan malo, quien lo acusó es la abuela, mamá ya le explicó, me pidió disculpas, pero aún no llega y estoy encerrado, le mande mensaje a Sowon, pero no viene.
Con algo de apatía guardo el cargador en mi mochila y me acerco a la pared. Reviso cada lugar que me facilite la subida.
Estoy lista, aplicaré los trucos que mamá me enseñó cuando era pequeña.
Mis manos y piernas comienzan a escalar, escuchó a Jimin soltar un respingo algo asustado y volteo a verlo.
—No te caigas, ¿que crees que haces? Es peligroso, Jungmin ten cuidado, por favor —suelta algo temeroso y nervioso.
—Si me caigo del suelo no pasó, ahora cálmate o no te daré tú cargador.
Y así es como Jimin solo dice mi nombre repetidas veces mientras yo subo hasta el tercer piso.
Se hace hacia atrás y me mira impresionado.
—Eres tan genial, Jungmin... —suelta despacio, como si pensará bien en lo que dice.
—Lo sé, bueno, eso es todo, me voy a casa, dile a tu papá que ya no te encierre y tú no tires tu cargador, a la próxima hago que bajes tú.
Iba a darme media vuelta para bajar por el balcón, pero Jimin toma mi mano me hace regresar.
—Nunca me habías dicho algo tan largo, hasta creí que en verdad eras muda —bromea un poco y yo lo miró—. Esos chicos te creyeron.
—No quiero conocer gente, solo quería jugar.
Jimin y yo nos quedamos callados, aún me toma de la mano, al darme cuenta me suelto y él se avergüenza.
—Jungmin...
Jimin iba a decir algo, pero es interrumpido por un grito fuera de su balcón.
—¡Jiminshi, ya llegué a ayudarte! —ambos salimos y es mi irritante gemelo. Quien al verme se ve sorprendido. Pero su rostro cambia a uno más pícaro y burlón—. Oh dios, le diré a papá que estás en el cuarto de un chico, y que es Park Jimin.
—Le ayude porque tú eres un idiota que tardó en venir a rescatarle, y aparte, escapaste de casa —digo sacando el celular y tomándole una foto—. Y tengo pruebas, cállate o te mato.
Mi hermano solo alza sus palmas en son de paz y mi viste regresa de nuevo a Jimin.
—Espero ya no te castiguen, adieu —me despido y es como bajo del tercer piso hasta llegar con Sowon—. Vamos idiota, antes que mamá se de cuenta que su hijo escapó.
Y ambos nos vamos a casa, miro hacia atrás y Jimin solo está parado en el balcón con una rara sonrisa.
Hoy fui la hada de la ayuda, pero al ver esa sonrisa no entiendo si fue bueno o malo.
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A pesar de que apenas va empezando la historia, me gustaría también dar a conocer la perspectiva de los chicos, se me complicaría demasiado el tener que desarrollar cuatro personalidades, pero voy a intentarlo, y cualquier duda, queja, pueden hacérmela llegar, me gustan sus críticas constructivas.
G_BPotatx ☠️💖
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