O1

Jungmin

Mi mirada está fija en el muñeco de práctica, golpeó en su quijada, le pateó los costados, estoy cansada, pero quiero seguir entrenando.

Mi técnica es mejor, así me mantendré en el puesto de capitana en el club de taekwondo, la música está a todo volumen. Solo veo el rostro de él haciendo que descargue toda mi rabia en el pobre muñeco.

Eso hasta que veo el mensaje de mi hermano, tratando de que le ayude a salir de la casa. Suspiró pesadamente y bebo de mi botella de agua.

Tal vez es hora de ir a la calle.

Me doy un baño rápido y bajo las escaleras de dos en dos, odio la impuntualidad, espero no llegar tarde al local de juegos.

Por culpa de mamá tengo que salir con el hijo de uno de sus amigos.

Ver a mamá y a papá en la cocina, tratando de ver quién tiene la razón es divertido. Más solo los miro en silencio, en el marco de la puerta, justo detrás de papá.

Mi hermano estaba regañado pelando unas nueces en la mesa, es bueno ver qué lo castigan. No puedo burlarme de Sowon, pues las voces de mis padres me distraen.

—Mira, yo respeto mucho la autoridad que impones en esta casa, lo aprecio, pero estás haciendo todo mal, si sigues cocinando de esa forma va a darnos intoxicación —dijo mi padre tratando de quitarle el sartén a mi madre.

Pero ella retrocede y amenaza con una de las cucharas de metal, papá no deja su postura.

—Reafirmo mi autoridad haciendo de comer, no está tan mal, el orden de los factores no altera el producto, alejate, torpe poste de luz —respondio mamá.

—Iseul, si terminamos con infección estomacal, tú te harás cargo de ir a mi agencia y decir que tengo diarrea.

—Si, si, ya vete.

Yo solo me quedó detrás de papá, cuando se da media vuelta y se encuentra con mi rostro, suelta un pequeño grito y un salto.

—¡Dios, Jungmin. ¿Cuántas veces te he dicho que no te aparezcas así? Me vas a matar de un susto! —exclamo papá y solo me reí de el. Soy tan silenciosa que es divertido asustarlo, lo malo es que mamá nunca se asusta—. ¿Vas a salir a algún lado?

Solo asiento, pues estoy comiendo una manzana del pequeño canasto que está allí.

—¿Por qué ella sale y yo no? —pregunta Sowon molesto, le miro con una ceja alzada y amenazó con el puño para que no abra la boca—. Ella también está castigada, debe quedarse en casa.

Oh sí, me castigaron dos semanas por culpa de una broma, encendí la alarma de incendios en una cafetería solo para que Sowon saliera del baño más rápido, cosa que sería algo difícil, pues ese día tenía malestar estomacal. Hice pasar que la alarma se activo por culpa de una falla eléctrica, nadie tendría la culpa.

La única que me descubrió fue mamá, y me regaño.

—Ella ya cumplió su castigo, nadie los manda a hacer sus travesuras —dice mamá y él solo refunfuña—. Jimin te esperara en las máquinas, no tardes en ir, es buen chico, deberías hablar más con el.

¿Acaso es necesario que me junte con él? Mamá debería de no preocuparse por mi vano deseo de conocer amigos, creo que no tengo tiempo de ellos.

Justo cuando pienso responderle, papá me interrumpe.

—Prefiero que salga con la hija de Yoongi, ya sabes, es una chica, dos chicas es mejor que una chica y un chico, cancela esa cita con esa arpía de Park, pequeña Kim, saldrás con Jihyuk —habla papá y yo niego.

Pues Jihyuk está en Daegu, es con la única con quién tengo más confianza la única adolescente que me cae bien, aparte de mi hermano, bueno este último no tanto, es idiota.

Mamá dice que Sowon se parece a papá, pero papá no es idiota, creo.

—Callate Jin, déjala crecer, aparte, no es una cita, y si lo es, recuerda dar el primer paso, Jimin es guapo, heredó todo de Hyungsik.

Papá voltea ofendido y yo no evito reír al verlo alterado.

—¿Que cosas dices? Estás entregando a nuestras hijas a lasgarras de Park...

Y así es como mamá y papá se quedan discutiendo.

Allí es cuándo me voy a hurtadillas, mamá me ve y sonríe, pero papá sigue peleando, reviso mis bolsillos buscando mi cubrebocas, sin el no salgo, se que ya me puse maquillaje, pero siento que aún se ve la marca, me pongo la mascarilla, giro el picaporte para por fin salir de la casa, mis pies me levan al pequeño porche que tenemos, lo abró y tomó mi bicicleta.

Iría en la motocicleta, pero aún no puedo usarla, mala idea mandarla a pintar, justo en verano.

Pedaleo y la corriente del aire me hace sentir un poco más libre, hace mucho no salía de casa, y a pesar de que quería escapar de la ventana, mamá sabía cada una de mis jugadas y era mejor no hacer nada, así el castigo terminaría rápido.

No sé porque mamá es asi, ella en sus tiempos de joven era igual que yo, papá dice que peor, no se a quién creerle.

Hasta que llegó a ese local negro lleno de luces neon, tanto por dentro, como por fuera. Busco a Jimin con la mirada, pero no lo encuentro, estacionó mi bicicleta y empezó a caminar por el local, hasta que veo una cabellera azul, debe ser Jimin, así tenía el cabello.

Casi tocó su espalda para llamar su atención, pero al ver su mano, me doy cuenta que no es Jimin, el no tiene su mano tatuada. Y no es tan alto como este tipo.

Iba a retroceder, pero alguien me empuja y le pegó en la espalda a aquel tipo, este voltea, antes de que me diga algo, escuchó a alguien gritar mi nombre.

—¡Jungmin! —Asi es como solo le doy una reverencia y me doy vuelta, encontrándome a Jimin.

Dejó atrás a ese tipo, que solo sonríe y sigue en lo suyo, parece nuevo, más bien, es nuevo, yo conozco perfectamente a todos los que vienen a este lugar.

Es guapo, puedo comparar su belleza con la de Jimin.

No solo eso, se sienta en una de más PC con las que yo juego, lo ignoro y voy con Jimin.

—Escogí tu máquina, yo no voy a jugar, no soy bueno, pero en lo que tú juegas, yo iré a la máquina de baile, te compre una bebida, leche de fresa y plátano, agarra la que quieras, si quieres puedes unirte a mi después de tus partidas.

Mis ojos de achican demostrando que le doy una sonrisa, es como si me conociera tan bien, al ver que le sonrió, solo baja la mirada y se va hacia las máquinas.

Me encojo de hombros y me voy a la máquina, estoy en medio de dos chicos, veo que uno de ellos es con quien choque, está tan pegado a la pantalla que no de da cuenta que me siento a su lado.

Y a mí derecha, hay un tipo con lentes, tiene una hamburguesa en su mano y su linda sonrisa cuadrada. También muy guapo, y nuevo.

¿Por que demonios hay chicos nuevos? Espero no sean un dolor de culo.

Me siento y ellos aún no se han dado cuenta que alguien más se ha sentado, es como si estuvieran preparándose para el juego

Las pantallas se ilumina y resaltan el mismo título.

Empire of angels or demons.

Es hora de demostrar quién en la mejor en Seul, mejor dicho, en todo Corea. Este es un simple juego en línea. Pues en mi casa yo tengo una pc dónde estoy posicionada en el top cinco, soy la número uno.

Este es simplemente un juego amistoso entre las PC que están en este lugar, un juego tranquilo. Más yo no lo veo como eso, me gusta hacer apuestas, más por ser nuevos, no digo nada, aunque los demás si lo hacen.

Veo como ponen mi nombre y varios apuestan por mi, y por otros dos nombres desconocidos, intuyo rápidamente que son estos dos.

Supongo que estás dos semanas ellos ya habían estado acá, ganaron fama, pero llegué yo, nadie me quita de mi lugar.

Está por empezar el juego, hay quince jugadores contándome a mi y a los nuevos. Yo conozco a la todos, así que me mantengo tranquila y observando a los nuevos.

El juego consta de una pelea, angeles contra demonios, se nos asigna el rol de angel o demonio segundos antes de empezar, y quien gane este reino, es quien gobierna. No importa si solo queda un ángel y vence a todos los demonios, el imperio es de los angeles y viceversa.

Veo que me toca el rol de demonio, y me hace sentir bien, en cualquier rol ganó, así que, todo me gusta.

En lo que la cuenta regresiva acaba Jimin regresa, creo que le han ganado la máquina de baile, pues viene con los hombros caídos. Y se queda detrás de mi, malamente se entromete en la vista de un chico y este le mira mal.

—Oye viejo, quítate, yo vi primero a Jungmin —suelta con molestia, miro de reojo que Jimin trata de irse, se mira avergonzado, pero tomó su mano y miro mal al otro tipo.

Jimin es nuevo acá, lo sé muy bien, hizo mucho en acompañarme, y no sé me hace justo que le dejé solo.

Ese tipo mira nuestras manos y mi mirada endurecida observarlo lo hace acongojar, así que solo se va a dónde está la pantalla principal.

—Gracias Jungmin.

Solo asiento pues el juego empieza.

Esta es mi segunda cuenta, está en un nivel avanzado, veo cuáles son los más fuertes y los voy matando poco a poco.

Escuchó maldiciones, mi nombre entre ellos, solo sonrío de lado, aunque mi cubrebocas hace que me vea con un rostro neutro.

El juego va tranquilo, hasta que veo como alguien se trata de acercar a mi con una espada, rápidamente el arco y flecha de mi personaje se alza y le doy directo entre las cejas, acabando con un ángel de los fuertes. El tipo de sonrisa cuadrada se sobresalta, pues es el quien ha perdido, voltea a ver mi PC y abre la boca con sorpresa.

Lo admito, estuvo muy cerca de matarme, eso no es bueno.

Pensé que iba a enojarse como la mayoría de niños que hay acá, pero solo da una reverencia y se queda allí sentado, viendo cómo juego.

Eso me ha sorprendido, que educado.

Escuchó como celebran y me siento orgullosa, solo quedamos dos demonios, tres ángeles, espero el otro demonio me ayude, que no sea un tumulto de idiotez.

Ahora estoy en el top cinco de esta partida. Gracias a eso tenemos un descanso de cinco minutos.

—¡Waa Jungmin lo haz hecho genial, as que eso! —Celebra Jimin sacudiendo mis hombros y le miro feliz tomando mi leche de fresa

—Espero poder matarte, juegas bien —escucho a mi lado, es el chico de los tatuajes—. No sabía que las chicas lindas jugarán tan bien, yo soy un chico lindo y juego bien. ¿Que tal si me dejas ganar solo por esta partida? Necesito el dinero para gastar acá, mamá ya no me quiere dar porque me lo gaste en los videojuegos, por cierto me llamo Jungkook

Me quitó los audífonos y comienzo a mover mis manos. Para empezar mi lengua de señas, se que no entenderá y así acabará la conversación. Siempre pasa lo mismo.

Simplemente le digo a través de mis manos. —"Solo juega"

El tipo se queda callado y trata de entender se ha pasado, sus ojos se abren con sorpresa.

—¿Te gusta Naruto?- cuestiona algo feliz. Le miro con sorpresa y no puedo evitar pensar que es un idiota—. A mí me encanta, pero, ¿que tipo de jutsu es ese?

Escuchó a Jimin reírse desde atrás, también al tipo que está a mi lado. No estoy para lidiar con él, así que me centro en tomar mi leche.

—Esta hablando en lengua de señas —dice Jimin y Jungkook asiente lentamente. Aún sin captar.

Solo resopló y veo que el juego está empezando. Uno de los angeles es el tal Jungkook, el que se supone era del bando de demonios, se muere, haciendo que quede en contra de dos.

No tardó en matar a uno de ellos, por lo que veo, Jungkook no ha muerto, así que comienza a hablar de nuevo.

—Oh, ya entendí, no hablas —dice y allí es cuando mi flecha atraviesa su corazón y terminó ganando.

La gente rara empieza a gritar o maldecir, porque he ganado, mis dedos descansan, más voy a jugar otro juego, uno más tranquilo, y justo cuando empiezo veo como una pequeña nota cae en mi teclado.

"¿Entonces eres sorda, o muda?"

Lo leo rápidamente, y levanto mi ceja tratando de entender que es lo que quiere.

"Muda, si fuera sorda, no hubiera escuchado la idiotez del jutsu"

Y se lo devuelvo con una sola mano mientras empiezo a jugar, allí es cuando escuchó que Jungkook soltar una risa.

—¿Y te gusta venir mucho acá? A mí si, soy nuevo y me gusta este nuevo lugar, porque puedo tener amigos, aunque ahora hay más competencia, tu eres una de ella —Ay dios, que se calle, quiero jugar—. En ese también soy bueno, jugaré contigo, a ver si en ese te gano, es seguro que si, siempre gane ese juego cuando estaba en Busan, no por nada me llamo Jungkook.

Volteo como si fuera la niña del exorcista y mis manos vuelven a formular cada una de mis palabras.

—"Cállate, quiero jugar, me gusta el silencio"

—¿Que dices? —parece divertido al ver que estoy tratando de jugar.

—"¿Tienes la mollera sumida? Pedí silenció"

Allí es cuando el chico de a lado se ríe y los dos volteamos, Jungkook frunce sus cejas al igual que Jimin, quien trata de que me calme.

—¿De que te ríes? ¿Ha contado un chiste que no entiendo? —pregunta y este solo sonríe de nuevo.

Sonríe mucho, ¿No le dolerán las mejillas?

—Me rio de lo que te dijo, y eso que no es ningún chiste —dice y notó como su voz es extremadamente grave, profunda, que linda voz. Volte a verme y empieza a hablarme en lengua de señas.

—"Me llamó Taehyung, un gusto, también soy nuevo, jugaré con ustedes, ten piedad de mí, podríamos ser amigos"

—"Vengo a jugar no ha hacer amigos"

Y allí le cortó la plática, haciendo que me mire con impresión al tener prioridad por mis amados juegos y mi silencio, y empezamos a jugar, el juego tarda más de veinte minutos, y al final termino ganando.

Cómo siempre.

Me levanto de allí y Jimin mira como también los otros dos se levantan.

—¿Quieres una hamburguesa? —dice Taehyung.

—Tal vez prefieras unas alitas —habla Jungkook.

Lo primero que se viene a mi mente es  rechazarlos, y me cuesta un poco rechazar a la gente sin ser tan directa, pero me cuesta aún más hablar con gente nueva, Jimin tira de mi mano y me señala un puesto de hot dogs.

—Vamos, necesito decirte algo de la escuela, Iseul me dijo que tenías dudas en química.

Y así es como me aleja de ellos. Y yo le agradezco mentalmente.

Supongo estos últimoot días de vacaciones será interesante. Solo espero que no me atosiguen.

°^°^°^°^°^°^°^°^°^°^°^°^°^°^°^°^°^°^°^°^°^°^°^°^°^°^°^°^°^
Jimin salvando el día, jajaj, vale, ¿Se entendió un poco lo de la lengua de señas y los diálogos? Se me ha complicado ese aspecto, pero ¿Que tal Jungmin y los chicos? Jdjsja amo como empezó, dios, espero seguir animada mientras escribo esta historia, y que les guste. 

Con el tiempo veré que personaje me gusta más...

G_BPotatx️💖

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top