11

Jungkook

Aquellas palabras que me da Jungmin me hacen sentir ajeno, incluso mal. Tal vez no debí haber dicho eso. Cuando veo que nuestras mamás llegan, ni siquiera alzó la mirada, ellas se van con el director a hablar de lo sucedido.

Escucho como les dice lo que ocurrió, no solo eso, el director recalca el color de mi cabello. Que no debo traerlo así.

Puedo sentir la eternidad corroer la oficina, como si un frío helara dónde está sentada Jungmin. Creo que me pase. No debí de jugar con algo así. Ni ella conoce mis motivos para querer ser capitán, y yo tampoco.

Tal vez es lo único que ella puede llamar suyo…

—Jungmin… —le llamo, peor la puerta se abre y el director nos mira a los dos.

—Jungmin, tu madre te habla.

Sin mirarme es como ella se levanta de la silla y se va, escuchó que se disculpa con mi madre al salir de la oficina.

—No, no te disculpes, no me hagas reverencia, linda, yo sé cómo es Jungkook, aunque me alegra que tenga amigos tan rápido, siempre fue tímido, gracias por acompañar a mi hijo.

Mamá siempre fue así, seguro es por papá.

El director parece prestar más atención a la madre de Jungmin, a quien no he visto, pero suena muy recatada, no solo eso, el le da las gracias por alzar el nombre de la escuela junto a su esposo. Parecen tan centrados en su plática que no prestan atención a mi madre y Jungmin.

—Sé que no es de mi incumbencia, pero escuché lo del cabello de Jungkook, estás semanas me ha hecho estresar, pero creo que es bien chico, una forma de defenderlo es diciendo que la escuela no le puede violar su derecho al libre desarrollo de la personalidad, le hicieron lo mismo a un compañero, le dije que dijera esto, y no le dijeron ya nada por ello.

—Es muy amable de tu parte.

Jungmin no llega a responder pues el director le habla a mi madre y la madre de Jungmin a ella.

Mi madre habla con el director, este le dice acerca de que debo tener e cabello de otra color, pero ella solo dice lo que Jungmin le ha dicho, el director se queda en silencio y suspira.

—Esta bien, en ese caso, es lo único que debía decirle, puede irse con su hijo, aunque ya sabe, la semana de castigo será limpiar los salones.

Y así es como me dejan salir con mamá ella tiene esa sonrisa que tanto le gustaba a papá. Sé que pasa por su cabeza.

—No le diré a Jungmin que venga a comer, es especial, ni siquiera somos tan amigos, aunque su gemelo si es mi amigo.

Mamá ríe un poco, peor al ver que mi ánimo está un poco bajo, su confusión se hace presente en sus facciones.

—¿Ocurrió algo?

—Creo que le dije algo hiriente, debo disculparme, iré corriendo, te espero en la entrada.

Mamá rápidamente asiente y me deja ir.

Trato de correr lo más rápido que puedo por el edificio, miro la salida y no están allí, por lo que me dirijo al estacionamiento, veo dos figuras femeninas caminando, pensaba que sería una persona diferente, se ve bien su mamá, de espaldas se ve guapa. Aunque más baja que Jungmin, solo por unos centímetros.

—¡Jungmin! —le llamó acercándome a pasos firmes y presurosos. Pero ella no voltea—. ¡Kim!

Con aquel semblante de que quiere matarme es como voltea, aunque se contiene porque allí está su madre, no debería de ver tanto a su mamá, pero trae un pantalón de cuero, y una chaqueta del mismo material, mientras su cabeza tiene un casco.

Sigo caminando hasta que quedó frente a Jungmin, ignorando a su mamá. Cuando la veo, tengo que mirar un poco hacia abajo. Nunca había notado sus pecas, ni aquella marca en su labio.

—¿Qué demonios quieres? —pregunta neutral.

—No uses ese tono robótico, me hace sentir que soy idiota —me mira obvia y yo siento que esa mirada ha gritado que si soy un idiota—. Quería disculparme, yo no quería hacerte sentir mal, pero acepto ese pequeño reto, porque yo también tengo objetivos, no solo quiero conquistarte y sacarte de tus casillas, también necesito hacerlo.

Y quiero estrechar su mano, pero miro detrás y veo como su madre se saca el casco y sacude su cabeza.

Que guapa. Dios, esta montada encima de la motocicleta, se ve tan atractiva, la mamá de Jungmin es guapísima.

—¿Por qué tienes cara de idiota, Jungkook? —cuestiona Jungmin llamando de nuevo mi atención.

—¿Quién es esa que conquistó mi corazón y te saco de el? Wow, Seul me enseñó otra belleza.

Jungmin voltea a dónde miro y su mamá me saluda, por lo cual le devuelvo el saludo con una sonrisa de idiota. Incluso hago más fuerza en mis brazos para que me vea más atractivo, Sowon me dijo que hiciera eso.

—Mamá, esa es mamá

—Mamá… —repito sonriente.

Jungmin me golpea en mi frente con sus dedos, sacándome del trance.

—Es mi mamá, no la tuya, adiós Jungkook.

Y Jungmin me deja allí, no dejo de mirarlas a ambas, no dejo de darles aquella sonríes, su madre parece sonreír amable, se ve que quiere a su hija. Que guapa, ¿ya lo había dicho? Bueno, lo diré de nuevo, es guapa.

Un nuevo flechazo, creo que me gusta la mamá de la chica que me gustaba. Sino es con la hija, será con la mamá.

Jungmin

Mamá me da uno de los cascos que trae consigo, mientras trata de descifrar que es lo que me ha pasado. Caminamos fuera de la escuela, el director le llamo para que fuera a la escuela por la ventana rota.

—Rompiste una ventana por jugar, mientras te saltabas una clase, nunca creí venir a la dirección por ti en esta situación, es raro —dice mamá algo divertida—. ¿Ese chico te molesta?

—No, como tal no, puedo decir que es como una prueba.

—Es guapo —dice y yo solo suelto una risa bajando la mirada—. Solo no te estreses, este viernes no saldrás a los vídeojuegos, Sowon se irá solo, es un castigo.

Trato de darme una mirada acongojada, pero no le hace efecto. Es más, parece que está algo contenta de que me haya “metido” en problemas. Le da ternura. Cualquier mamá se molestaría, pero Iseul es Iseul. Tal vez ella también siente que tengo algo vacía mi existencia.

Cuando llegamos al estacionamiento escuchó una voz llamándome, más no quiero voltear. Aunque tampoco quiero que venga hasta donde estoy con mamá. Así que volteo y Jungkook me saluda con su mano.

—Mamá, ese virus es Jungkook, iré antes de que venga.

Cuando llegó frente a el, y verlo algo tímido, me hace sentir con más ganas de jalar ese cabello y que no vuelva a sonreírme así.

—¿Qué demonios quieres?

—No uses ese tono robótico, me hace sentir que soy idiota —dice juguetón y no evito darle una mirada de obviedad porque es demasiado claro que pienso que Jungkook es un idiota—. Quería disculparme, yo no quería hacerte sentir mal, pero acepto ese pequeño reto, porque yo también tengo objetivos, no solo quiero conquistarte y sacarte de tus casillas, también necesito hacerlo.

Quiere estrechar su mano con la mía, pero sus ojos miran detrás y se queda pasmado, no se que le pasa, pero me estresa su lentitud.

—¿Por qué tienes cara de idiota, Jungkook? —inquiero sacándolo de su idiotez.

—¿Quién es esa que conquistó mi corazón y te saco de el? Wow, Seul me enseñó otra belleza —balbucea y así es como volteo detrás, la única persona es mamá.

Veo como Iseul nos saluda a ambos, así que, Jungkook responde a su saludo, con una sonrisa boba. Algo harta, me pongo frente a él, para que hable de una jodida vez.

—Mamá, esa es mamá

—Mamá… —reitera Jungkook sin dejar de sonreír. Esa no es su mamá, es la mía, no le debe decir mamá.

Al ver que no hace caso a mi mirada, mis dedos le dan un fuerte golpe a su frente, haciendo que Jungkook por fin voltee a verme.

—Es mi mamá, no la tuya, adiós Jungkook.

Y corro con mi mamá hasta llegar con ella, poniendo el casco en mi cabeza, aunque no evito mirar a Jungkook mirarnos a ambas irnos.

***

—Te quedarás a cargo de la casa, mamá y yo tendremos una cena de aniversario, no salgas de casa, recuerda que estás castigada, Sowon se fue a los videojuegos —dice papá arreglando su cabello, mientras su camisa está mal abrochada.

Un día le pregunté a papá si no sabía vestirse, o si algo estaba mal con sus dedos, él solo respondió que lo hace a propósito, pues ama que mamá le arregle la ropa, porque así el puede tocar su cabello.

Mamá baja con un vestido blanco, es largo y abierto de una pierna, el escote cisne la hace ver con el cuello más lindo, aunque su cabello es rebelde, y la trenza le ha quedado un poco floja.

Miro a mi padre quien tiene su boca abierta, mirando con amor a mamá, me gusta darles sonrisas cálidas a ellos, los zapatos de mamá son tan brillantes.

—Papá, me gustan demasiado las piscinas, pero cierra la boca se te sesta cayendo la baba —digo leyendo y mamá ríe por eso.

Ambos se quedan frente al otro, pero mamá sienta un bufido mientras mira su camisa. Y papá le imita mirando su cabello.

—Este poste de luz nunca arregla bien su camisa, cariño, podrás ser el hombre más guapo de Corea, pero tus habilidades de abrochar camisas son nulas —dice ella y papá solo ríe por eso.

—Mi linda rascatierra, al parecer tu cabello siempre será un nido, aunque ahora lo hiciste medianamente bien, deja te ayudo.

Ver cómo el uno y el otro se aman, me da mucha paz, incluso me siento mal al ver que se han privado ciertas cosas por mi culpa, por ejemplo; salir, por un momento me dio miedo que salieron en la noche y me quedara con mis recuerdos convertidos en pesadillas.
Papá tiene manos mágicas para peinar a mamá, la trenza le queda perfecta, y le da un beso en sus labios, a lo que respondo resoplando.

Hay mucho amor en el aire, debí de traer un cubrebocas.

—Es gira de irnos, Iseul —dice papá mira do su reloj, estaban por tomar sus manos, pero mamá se detiene y sonríe.

—Olvide mis pendientes, lo siento —dice mientras se va corriendo, miro a papá y el suspira tomando el puente de su nariz.

—Espero no pierdan la reservación—digo

—Sabia que tu madre hace esto, así que, la reservación es hasta media hora, tenemos tiempo, conozco tanto a tu mamá.

—La haz peinado perfectamente, me gusta cuando peinas a mamá, lo haces muy bien, debiste de ser peluquero en tu otra vida —confieso dejando mi libro a un lado.

—¿Recuerdas cuando también te peinaba a ti? —cuestiona acariciando mi cabeza—. Deberías de dejarte el cabello largo, ya es hora de crecer.

—No puedo superarlo papá, tal vez, solo tal vez cuando mi corazón sane un poco lo haga.

Jin no sigue hablando, pues mamá baja corriendo y lo toma del saco, piensa que es tarde. Y corren a la puerta. Mamá se queda allí y me sonríe.

—Te quedas sola en casa, duerme temprano, cena y si Sowon tarda más de lo establecido no dudes en llamarnos.

—Si ocurre algo corre a casa de Yoongi —habla papá y mamá sonríe perversa.

—O a la casa de Jimin —canturrea mamá y papá empieza a hacer su berrinche.

—La casa de Jimin suena atractiva —suelto. Iseul saca a Jin arrastrándolo y yo me quedo allí, camino a la ventana que da hacia el patio y mis papás se van en la camioneta.

No tengo que hacer más que practicar, pero eso ya me cansó, leer es lo más atractivo, aunque sería bueno tomar mi teléfono, pero no sé dónde lo ha escondido Iseul. Bueno, si sé, pero no puedo tomarlo a menos que sea una emergencia.

Me moriré de aburrimiento.

***

Tallo mis ojos, mientras trato de saber que es lo que ya pasado, parece que me quedé dormida con el libro encima. Miro el reloj que está en la pared gris y me doy cuenta que han pasado tres horas desde que mis padres se fueron.

Son las  once de la noche, Sowon no ha llegado a casa, mamá lo castigará si llega muy tarde, me levanto del sofá y estiró mi cuerpo, haciendo que varios huesos truenen. Siento que no tengo vitalidad.

Miro la calle y todo esa medianamente iluminado, intento convencerme de no salir, caminó al escondite de mamá y veo mi teléfono, lo prendo y veo que tengo mensajes de Sowon, los ignoro para meterme en Twitter, Jimin y JiuBang han subido fotos en la fiesta, al parecer el grupo de porristas es quien ha encabezado está celebración.

Sonrío al ver a mucha gente allí, aunque un comentario me hace sentir molesta, es Yong, quien pone una carita feliz y preguntándose porque no lo invitaron.

Algo me da mala espina, busco las llaves y miro que mamá se ha llevado las llaves de mi motocicleta, primer día que me la pueden dar y me castigan, es un asco. Solo están las llaves de la casa, encogiéndome de hombros es como me voy a la calle.

No me gusta pasar por algo la autoridad de mi madre, pero solo quiero ver qué todo esté bien.

Así es como termino saliendo de casa y del vecindario. La ubicación está fijada, y tengo que pasar por la comisaría. Si algo pasa, tengo a dónde correr, estoy lista.

Mi camino se ve tranquilo, hasta que veo una sombra para frente a la comisaría, parece triste, es más, se sienta en aquella banca moviendo sus piernas. Y se de quien se trata, eso es lo que me hace sentir algo acongojada.

Cuando me acerco, más, quedando a pocos pasos de aquella persona, mis sospechas son ciertas, trato de alejarme en silencio, pero mi pie pisa una rama.
—¿Jungmin? ¿No estabas castigada?

Suspiro rendida y me acerco a el, supongo que no tengo de otra.

—Tío Jackson, ¿Allymin está sola en casa? Le diré a mamá que estás siendo irresponsable.

No espero que Jackson suelte unas cuantas lágrimas mientras me mira, hace mucho no lo veo llorar, me quedo en blanco cuando siento sus brazos rodearme, sin saber cómo corresponder, paso mi mano en su espalda y también lo abrazo.

Supongo que la fiesta y mi hermano pueden esperar, pero tío Jackson me necesita.

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Creo que Jackson es de los más queridos en este universo, así que, en capítulos más adelante, le daremos un poco de oportunidad de ver que ya sido de su vida.

Parte 3/4

G_BPotatx. ☠️💖

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