Capítulo 41: "¿Es esto todo?"

(Si lo leen con la canción de multimedia.... les daré un caramelo 7_7)

Un intenso aroma a morfina ingresaba a través de mis fosas nasales con continuidad, y la embriagante sensación de comodidad mezclada con dolor invadía mi cuerpo. No era tan complicado suponer donde me encontraba rememorando horas atrás.

Pero el problema era que....

Mi jodido cuerpo no abría los ojos.

Podía verme de alguna manera como si fuera otra persona, y por más perturbante que fuera, no estaba en mi cuerpo.

Me veía yaciendo en la cama de hospital, con mis párpados cerrados y mi cuerpo inerte sobre ella. Sentía una confusa mezcla de frío con un calor ardiente en el pecho.

Toqué suavemente mi mano esperando a volver a meterme en mi cuerpo.

Un fallo importante.

La puerta se abrió con suavidad dando paso a una muy ojerosa Lauren con rastros de maquillaje corrido en su rostro y señales de no haber dormido nada.

-Mami....-Susurré al verle sentarse junto a "mí" sin nada de delicadeza.

Pareció no escucharme.

-Hija....-Dejó salir aire a montones provocando que su voz se quebrara. Tomó mis mejillas con suavidad.-Mi hermosa niña, ¿Por qué tú?....-Dejó las palabras descolgarse en su mismo aire.

-Mamá.-Espeté con fuerza sintiendo mi garganta destrozarse y las lágrimas picar detrás de mis ojos.- ¡Mamá!

No se percató en lo absoluto de mis intentos por llamar su atención.

Se derrumbó en llanto.-_____.....-Acarició mi cabello.-Despierta, por favor....

-¡Estoy aquí! ¡Maldición! ¡Aquí mismo!- Grité en su oído.- ¡No me he ido, mamá! ¿No ves?

-No te me vayas.-Suplicó.-Eres.... mi tesoro, mi única hija, ¿entiendes? Nadie más que tú, si tú te vas...-Su propio llanto la interrumpió ahogándose en un mar de lágrimas y llenando su rostro con su enmarañado cabello.

Mi corazón dolía.

Mi madre, aquel ser que me dio la vida sufría por un estúpido acto desesperado en búsqueda de alivio.

Qué ironía.


Gemí dolorosamente cerrando mi puño en mi pecho y bajando la vista, sintiendo como esta se empañaba con mis propias lágrimas de rabia y dolor.

¿Era esto un sueño? ¿Una horrible pesadilla?

-¡Mamá!- Grité sintiendo como dagas se clavaban en mi cuerpo. Golpeé mi espalda contra una pared dejándome caer lentamente.- Mami....

-Te quiero, y siempre lo haré.-Tragó saliva sin dejar de sujetar mi rostro con sus pequeñas manos.- Estés o no..... haré honor de tu nombre, nunca te olvidaré, ni yo ni nadie.

Solo eso bastó para que me rompiera en llanto.

Perdí todo...

-Mami, mami, mami....-Murmuré como una niña pequeña, abrazando mis rodillas y enterrando mi rostro entre ellas.

¿Era esto todo? ¿Nada más que esto?

-¡Te quiero mamá!- Grité con el agua inundando mi cara, y levantándola para ver si esta me había escuchado. Por supuesto que eso no pasó.

Le dio un apretón a mi mano sin dejar de sollozar con dolor, me puse de pie viéndole, despidiéndome de ella con la mirada. Lauren se levantó de allí y se marchó, dejándome a mí hundida en mi propia soledad y negrura.

La puerta se volvió a abrir, me giré a esta y todos mis sentidos se activaron al verlo a él con su ropa toda desarreglada, despeinado, más pálido que de costumbre, su mirada totalmente perdida y con signos de haber llorado por horas.

Se sentó junto a mi cuerpo dormido. Tomó mis manos entre las suyas con una lentitud inquebrantable, sollocé cubriendo mi rostro y sentándome junto a él esperando a que me notara.

-Te amo.- Sentenció dejándomelo ver llorando por primera vez.- ¿Lo tienes? ¡Estoy enamorado de ti!- Su ronca voz me envió escalofríos.

Gemí dolorosamente acunando su rostro, y por supuesto sin que me notara.- Te amo.-Correspondí sin ser notada. Solté lágrimas de impotencia al verlo inclinar su rostro hacia abajo provocando que el agua salada callera entre las sábanas.

Sollozaba, al igual que yo. Cogió mi rostro manteniéndolo cerca del suyo sin dejar de llorar.- Perdón.

Con tan solo esa palabra.... me desarmé.

Grité a todo pulmón sintiendo como mi cuerpo adormecido se volvía más pesado, esperando eternamente a que él me escuchara.

-No.... no me dejes.....-Su voz se perdió en tristeza reflejada en su cuerpo, su espalda estaba arqueada hacia abajo sin dejar ir mi rostro.- Porque si lo haces....-No continuó, en lugar a eso optó por desarmarse en llanto.

-Jungkook...-Susurré dolorosamente sintiendo mis labios temblar por el continuo llanto.

-Si puedes escucharme...-Continuó levantando su rostro sereno pero dolido.-Quiero que sepas que Wo Min.... es una mentirosa.-Una gran descarga de odio invadía sus palabras.- Mintió acerca de estar embarazada con el fin de tenerme junto a ella.-Negó lentamente con su cabeza.- Debí haberlo sospechado cuando ella siempre decía que su panza ya crecería, y que su médico decía lo mismo.

Enterré mi rostro en su pecho sintiendo la intensa esencia que nunca dejaría de desprender su cuerpo.

Lo sabía....

-Sé que esto lo he causado yo, y.....-Se interrumpió gimiendo entre sollozos y sorbiendo de su nariz.- Demonios..... duele demasiado....

Mordí mis labios sacudiéndo mi cuerpo, mientras lo único en lo que pensaba mi mente sería en cualquier tipo de perdón hacia él. Siempre podría perdonarlo, doliera lo que doliera, o matara lo que matara, siempre lo perdonaría. El único problema sería hacérselo saber.

-Cuando me enteré acerca de toda esta mierda...-Entrecerró sus ojos cerrándole el paso a más llanto.- Pensé en matarme.

Un estremecimiento me recorrió en su totalidad.

¿M-m-matarse...?

-¿Sabes lo doloroso que es saber que la chica que amas intentó o logró matarse por tu maldita culpa?- Susurró sin aire y lagrimeando sin cesar.- No merezco tu perdón, ni siquiera sé si merezco seguir viviendo.- Su cabello caía salvajemente sobre su frente y los bordes de sus ojos sin brillo.

-¡No! ¡No es tu culpa!- Lo sacudí de su sudadera intentado que me escuchara.- ¡ESTOY AQUÍ MISMO!- Grité tan fuerte como nunca en mi vida había hecho, lo jalé del cabello, ropa, lo cacheteé pero él parecía no inmutarse, clavando su mirada triste y perdida sobre mi rostro.

Me rendí.

-Eres tan hermosa.-Sentenció de repente dejándome confundida.- Tan tan tan preciosa y brillante....-Sus ojos recorrieron a toda mi persona mientras lo observaba temblar en su sitio.- Pero nunca te lo he dicho las suficientes veces, y aunque viviera 100 años diciéndotelo todos los días, seguiría sin ser suficiente.- Cerré mis ojos con fuerza, y enterré mis uñas en su brazo perdiendo mis esperanzas de ser vista.- Siento que me estoy muriendo, como si alguien.... estuviera jugando y apretujando mis órganos.-Suspiré resignada, negando con mi cabeza sin más lágrimas que expulsar.

Besé su mejilla sintiendo su suave piel debajo de mis labios, cerré mis ojos quedándome de esa posición unos momentos más, hasta que él inclinara su rostro hacia mi cuerpo.

-Sé que no lo merezco....-Murmuró relamiendo sus labios.-Pero por favor.... concédeme....-Tragó saliva.-Al menos.... un último beso.

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Y ..... esta es la parte en donde a la escritora le llegan amenazas de muerte e insultos....

Sin palabras, ustedes las dirán todas..... xD

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