Quizás.... Jin me había rechazado por esa razón.... Aunque la verdad él no pareciera ser un jugador.

Esto es realmente estúpido.... Al igual que el maldito de Kookie.

Llegamos a la entrada principal y se adentró conmigo en brazos subiendo la escalera a nuestras habitaciones, ¿Y ahora que pretendía hacer?

Suspiré cansadamente rodando mis ojos.

-Estás muy pesada.-Se quejó llegando a la cima.

-Nadie te dijo que me cargaras, y si mal no recuerdo te dije que me bajaras desde el principio.-Aún seguía furiosa por nuestro argumento anterior, y se notaba.

-Soy lo suficientemente fuerte como para cargar a alguien rellenita.-Sonrió ladeadamente.

Oh mierda.... ¿Qué hay de cuando dijo que yo no soy rellenita?

-Vete a la mierda, imbécil.-Espeté sacudiéndome para que me dejara sobre mis pies, fallé.

Caminó unos pasos más y llegó a mi habitación, caminó aún más e ingresó a mi baño privado.

Trague saliva cuando trancó la puerta detrás de él.

-¿Qué piensas que estás haciendo?-Me las arreglé para no tartamudear del miedo. Sonrió reflejando diversión en sus oscuros ojos.

-No te ilusiones.-Musitó sin dejar de lado su oscura sonrisa.-Revisaré si necesitas atención médica.

-¿Y mamá? ¿Y Guseng?

-Salieron a despedirse de un viejo amigo de ambos.-Me sentó sobre el lavabo cuidadosamente.

-Me niego a ser revisada por ti.-Me crucé de brazos como una niña pequeña, ganándome una risa irónica de Kook.

-Tú no tienes poder de decisión, por si no te acuerdas, yo soy el mayor aquí.-Alzo una de sus cejas colando su cuerpo entre mis piernas y presionándome contra el espejo. Jadeé de sorpresa.

-Aléjate.-Lo aparté con las manos. Se colocó de cuclillas y abrió mis piernas con facilidad a pesar de toda la fuerza que yo aplicaba para dejarlas cerradas. Me sonrojé enseguida.-¿Qu... qué haces?

Él permaneció en silencio y alzó mi falda completamente.

-¡Maldito pervertido! ¿Qué mierdas haces? ¡Fuera!-Me sacudí inútilmente.

-No estás en peligro de ser violada, tranquila.-Musitó cínicamente.-No tengo ningún tipo de interés sobre ti...-Rio por lo bajo dirigiendo su mano a una gaza que se encontraba en la cara interna de mi muslo, la quitó de un sopetón y chillé.-Demonios, cállate. No solo tu ropa interior, sino tu actitud parece de una niñita, me estás dando una jaqueca.-Se quejó.

Pasó uno de sus dedos por el contorno de la herida.-Veo que la herida sigue allí...-Murmuró sin apartar su mirada de ella.-Aún no me has dicho quién te la ha hecho.

-Pues simplemente porque no es de tu incumbencia.-Espeté mirando hacia abajo, en su dirección sin evitar sonrojarme.

-Eres demasiado inocente, niña...-Alzó su vista en mi dirección. Nuestras miradas se entrelazaron al igual que nuestro silencio. Tragué saliva sonoramente y él volvió a sonreír ladeadamente.

Dirigió su mano a mis bragas arrastrando sus dedos duramente contra mi piel mientras subía hacia ellas. Gemí inconscientemente y al mirarlo a los ojos estos se encontraban oscurecidos. Tragué abundante saliva.

-Aquí tienes otra herida...-Señaló sin dejar de mirarme seriamente junto al elástico de mi ropa interior. Se puso de pie sin apartar sus dedos de allí. Bajó sus labios a mi cuello.-No dejaré que nadie te quite tu jodida inocencia, nadie nunca lo hará...-Murmuró sobre mi piel.-¿lo tienes?

Intenté apartarlo.-¿Qué coño te pasa?

Lo sentí sonreír sobre mi cuello y una oleada de calor me sobrepasó.

-Me alegra que Jin te haya rechazado, ¿sabes?-Su voz sobre mi piel se sentí majestuosamente increíble.-.... Porque es mi mejor amigo y solamente quiero lo mejor para él.

-¿Qué estás diciendo?-El enojo comenzó a apoderarse de mí una vez más.

-Jin te rechazó porque eres infantil, y concuerdo con él.-Susurró.-Y como hombres, preferimos a las mujeres poderosas, sin inocencia y bastas en experiencias.

Apartó su rostro de mi cuello lentamente enfrentándose al mío a milímetros de distancia.-Experiencia en el sexo.

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JODIDO KOOKIE!! TE ODIO! TE ODIO! MUÉRETE!!

Nah.... Te amo....

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