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[CAPITULO UNO]
FORKS















Forks.

Kirbie dejó de leer el destino en aquel boleto de avión en sus manos su destino.

Kirbie recordaba como muchas veces a lo largo de su vida tuvo que mudarse junto a su madre por cuestiones de trabajo, razón por la cual no tenía muchos amigos.

La más joven recordaba haber pasado toda su vida junto a su madre, sin la presencia de un padre, el hombre nunca se presentó en sus cumpleaños, presentaciones escolares o graduaciones, nunca lo estuvo.

— Pasajeros con destino a Forks, favor de abordar por la puerta 3B.

Kirbie se colgó al hombro su mochila mientras arrastraba su maleta.

La primera vez que estuvo en Forks fue días antes de la boda de su madre, cuando conoció a su prometido, ahora esposo, Charlie Swan, un hombre divorciado con una hija, trabajaba en la policía del condado, la verdad era divertida la forma en que Kiare Chang y Charlie Swan se conocieron, ella era la abogada de un cliente que Charlie había detenido, se odiaron al instante, ella por el hombre entrometido y él por el carácter de la mujer, no había nada que un café y una rebanada de pastel no pudiera solucionar y el resto terminó en una historia de amor.

La boda había sido sencilla, solo amigos y familia de ambos, a excepción de la hija de Charlie: Bella Swan, quien no asistió a la boda.

Kirbie se sentó en su asiento, sacó su celular para avisarle a su madre que estaba abordando, para poner en modo avión el móvil.

Sacó un libro de su mochila de viaje, algo sencillo, no le molesto mudarse en febrero del colegio en el que estaba, dejar a sus pocos amigos y el club de fotografía que tanto le apasionaba, le agradaba ver a su madre feliz, ella lo merecía luego sacrificar tanto, luego de tanto dolor.






























La pierna de Kiare Chang se movía debido al nerviosismo, según sus cálculos el avión donde viajaba su hija ya debió de haber aterrizado hace quince minutos.

— Kiare, cariño, tranquila — dijo Charlie Swan intentando calmarla.

— ¿Qué tal si se arrepintió y regresó a Seattle? ¿Qué tal si no abordó el avión? ¿O tuvo un accidente?

Charlie se acercó a su ahora esposa tomando sus manos para calmarla, pasó la yema de sus dedos por el anillo de lápiz lasuli que estaba en su mano izquierda.

— Cariño, no creo que Kirbie se escapara, tal vez está buscando la maleta — intentó tranquilizarla el señor Swan. — Además tu misma dijiste que Kirbie estaba emocionada de venir a Forks.

Charlie besó la frente de su esposa clamándola, Kiare se tranquilizó, era algo inexplicable él como Charlie lograba tranquilizar cada uno de sus miedos, era el hombre que tanto estuvo esperando.

Su mirada se regresó al frente, justo en el momento que las puertas de cristal se abrían dejando ver a Kirbie arrastrando su maleta mientras buscaba con la mirada a su madre.

Madre e hija se abrazaron, estando felices de volverse a reunir luego de estar varias semanas separadas.

— Me alegra tenerte en casa, cariño — le acarició las mejillas. — Vamos con Charlie.

— Hola Kirbie — saludó Charlie algo incómodo.

— Hola señor Swan, digo Charlie — se disculpo. — La costumbre.

— Es bueno tenerte en casa, subiré las maletas.

Charlie les daba su espacio a ambas mujeres, algo que Kiare agradecía, pero Kirbie quería llevarse bien con él, ahora serían familia.

— ¿Qué tal el viaje? — cuestionó Charlie Swan una vez que los tres estuvieron en el auto.

Kirbie la primera vez que se subió a la patrulla de policía se asustó, pero se estaba acostumbrando.

— Cansado — respondió Kirbie estirando sus brazos. — En el asiento de atrás estaba un hombre que no dejaba de estirar sus piernas, creo que aún siento su rodilla encajada en mi espalda.

— Te prepararé un té de limon al llegar a casa — dijo Kiare. — Con Charlie te inscribimos en el colegio de Forks, empezarás el lunes.

— ¿Tienen club de fotografía?

Charlie no pudo evitar reír, pensaba que a Kirbie le molestaría tener que mudarse, dejar el colegio y sus amigos, pero era lo contrario, le preocupaba por el club's de fotografía.

— Me parece que si, sino creo que en el ayuntamiento dan algunos talleres, puedo conseguirte un folleto — murmuro Charlie mientras daba la vuelta para llegar a casa.

— Eso sería estupendo, Charlie.

Los tres bajaron del auto, Kiare dejó que Kirbie entrara primero a la casa, los ojos de la menor repasaron cada parte del hogar, vio las fotografías de la boda y sonrió al recordar ese momento.

— Se que es algo pequeño, pero es acogedor y es tu casa, Kirbie — hablo Charlie al ver el notable silencio de la hija de su esposa.

— No es pequeño — respondió Kirbie. — Es lo bastante agradable para una familia.

Kiare Chang no pudo evitar sonreír al escuchar a su hija incluir a Charlie en su familia, Kirbie siempre había sido así desde niña, intentaba incluir a todos a su alrededor para que no se sintieran desplazados, eso la enorgullecía.

Los tres subieron las escaleras para llevar a Kirbie hasta su habitación, en el trayecto la menor descubrió que solo había un baño, junto a tres habitaciones, la suya era la más cercana al baño.

— Tu madre ayudo en la elección de la decoración.

Kirbie miró las decoraciones, había un librero de madera, un escritorio, pero lo que más le gustó era la gran ventana que dejaba ver el bosque, podría conseguir buenas fotografías desde esa ventana e incluso del bosque.

La pareja dejó sola a la menor para que se acomodara, argumentando que prepararían la cena. Kirbie sabía que era un gran cambio, pero le agrava, Forks podría ser un nuevo comienzo e incluso su último destino, pero sobre todo le gustaba ver a su madre feliz y la forma en que Charlie intentaba incluirla en la familia, tal vez tardarían en llevarse bien, pero ahora serían su familia. 

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