🌙ꪾ〬ꩌ۪٬ླྀ. 𝗣𝗔𝗥𝗧𝗘 𝗧𝗥𝗘𝗖𝗘.

❝ꓸ᭄ꦿ⃔𝐖𝐀𝐑 𝐅𝐎𝐑 𝐅𝐑𝐄𝐄𝐃𝐎𝐌 ─── Eren Jaeger.
ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴛʀᴇᴄᴇ: ᴇʟ ᴇɴᴇᴍɪɢᴏ ʏ ʟᴏs sᴇᴄᴜᴇsᴛʀᴀᴅᴏs.
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————— Artemisia . ——

Una cálida oleada de aire caliente sopló contra mi rostro sin fuerza, mis párpados se abrieron con dificultad ante la condundente luz del sol que tocaban a mis orbes azulados junto al aire, tomé unos segundos para acostumbrar mi vista al exterior.

Me senté con dificultad en un lugar áspero. Tanteé con ambas manos el suelo, que en realidad era madera rígida proveniente de un árbol, abrí con miedo mis ojos y solté un jadeo, recordando los hechos de hace un rato gracias al escenario en que me encontraba.

Intenté regular mi respiración a toda costa, un sentimiento de angustia me llenó cuando mis pulmones seguían sin recibir buenas señales de oxígeno. Esto... Lo que pasó hace un rato parece tan irreal que por un segundo dudé de haber pasado por ello.

— Artemisia, ¿estás bien?

Subí la mirada a un tronco que estaba más arriba del mío, ahí Reiner me miraba por el rabillo de su ojo con los brazos cruzados y su ropa que llevaba puesta desde antes de lo sucedido.

Sonreí de lado y solté un bufido sarcástico, porque si él pensaba que le iba a hablar, estaba muy equivocado.

Mejor continúe inhalando y exhalando, sosegada.

— Quién diría. — A mi lado, una persona habló con voz chirriante — Me sorprendes cada vez más, Artemisia. Que bueno que aún así nunca dejé de pensar que tú y Orlando eran muy extraños en todos los sentidos.

— Ymir... — Sollocé indiscretamente —  Yo... Yo tampoco sabía de esto.

Me referí al Titán del que anteriormente hice uso, y era verdad, no tenía ni idea sobre ese poder que ejerce en mí hasta ahora, que de hecho, si me pongo a pensarlo con detenimiento, no sabría como reaccionar correctamente.

Porque justo ahora, estoy intentando asimilar todo.

La morena ladeó la cabeza serenamente, sus cabellos castaños y oscuros se movieron junto a ella a un costado, sonrió sin despegar los labios y se acomodó en su lugar a un lado mío. Nunca quité la mirada sobre ella, preferí dejar que mis lágrimas resbalaran con libertad y sin incertidumbre.

Dejó mostrar que unas partes de su cuerpo estaban en proceso de regenerarse, ella apuntó a mi cuerpo con sus ojos, a lo que con curiosidad, bajé la cabeza para examinarme.

Mis brazo izquierdo estaba curandose entre el vapor que suelta nuestros cuerpos al regenerarse, luego noté en mi pie zurdo la misma situación. Suspiré cansada y me dejé recostar nuevamente en la madera.

No tenía dos extremidades del cuerpo al cien por ciento,y  me dejaba frustrada como los demás podían estar tranquilos en un momento como este, aunque si te das el tiempo de analizar sus rasgos faciales, podría ser que en realidad estaban nerviosos o asustados.

— Que coincidencia. — Ymir volvió a hablar, pero está vez con la tonalidad más débil — Imagino como te debió resultar la traición de alguien querido.

Mis cejas se hundieron, causando que la parte media se arrugara ligeramente, no veía necesario el comentario, pero dudo que haya sido con mala intención.

— Sí... Ahora no creo que pueda confiar tan a la ligera en más personas. — Hice una suposición por si se daba la oportunidad de huir y regresar — ¿Y Eren?

Intenté esquivar el tema de Reiner y Bertholdt con otra cosa a la cual le daba más relevancia que a la otra.

— A tu lado, princesita.

Giré mi cuerpo a un lado, la persona que más quería actualmente reposaba con los labios entre abiertos y su ceño levemente fruncido. Sonreí inconscientemente al verlo vivo y conmigo.

En ese instante, Eren se despertó con los ojos bien abiertos, en cuestión de segundos se enderezó a mi lado con un jadeo y la respiración igual de agitada que la mía hace unos minutos.

Sus ojos viajaron en todas direcciones, encontrándose primeramente conmigo. Se abalanzó contra mí en un abrazo fuerte, correspondí a duras penas, pero alegre de sentirlo. Parece que no se dio cuenta del estado de sus brazos.

Él sigue dándome una calma reconfortante, y me venía de perlas tenerlo conmigo ahora, aunque por otra parte no me gustaría que él pasara por esto.

— Hola, Eren. — Reiner le dio la bienvenida después de que el moreno tomara el descanso más largo entre los tres.

Le dio una mirada molesta.

Luego nos observó detenidamente a Ymir y a mí, pareció sorprenderse cuando notó que nos hacían falta partes de nuestros cuerpos, así que sacó sus brazos de entre la capa de la legión y se asustó al ver como estaban partidos a la mitad.

— ¡¿Qué demonios?! ¡Mis brazos!

Hice una mueca de miedo. Pude notar varias cosas desagradables que residen en nuestros cuerpos, específicamente en los brazos, por lo que tapé mi boca la mano derecha aguantando el vómito.

— Eren. Miranos, estamos igual que tú. — Ymir me señaló con la cabeza en lo que sostenían miradas — Supongo que los tres tuvimos un mal día, aunque Artemisia nos supera un poco.

Alejé la mano de mi boca y puse los ojos en blanco, era muy insistente con hablarme de como somos Orlando y yo, eso me tenía inquieta respecto a Ymir.

— Ymir, Artemisia... — Eren se acercó más a donde estaba — Tú...

— Estoy bien, Eren. — Le ofrecí una sonrisa cálida para que no se preocupara — Esto se cura en un rato.

El de ojos esmeralda estaba preocupado con mi pie y mano cortados, pero terminó asintiendo en silencio debido a la buena noticia.

Regresó la palabra a Reiner, — ¿Por qué no tengo brazos?

— Lo siento, fui yo el que te los arrancó. Tenía prisa. Cuando te mordí la nuca no tenía en cuenta los brazos.

Miré de soslayo a Reiner.

— Ya... — Murmuró el castaño, bajando la cabeza.

— Y fuiste tú misma la que acabaste con tu pierna de tanto aplastarme, ni que decir de tus manos arrancando mi armadura. — Dirigió sus ojos amarillos a los míos.

Volví a sonreír ladinamente.

— Créeme que habría acabado con todo mi cuerpo si es que eso era necesario para dejarte inmóvil.

— No lo dudo. — Suspiró con pesadez.

— Entonces... Eso quiere decir que perdí.

Todos nos quedamos inmóviles, manteníamos la mirada fija en Eren sin decir nada.

Acercó el brazo a su boca y lo mordió.

— ¡Detente, Eren! — Interrumpió Bertholdt en un salto que dio para levantarse.

— Cálmate, ¿quieres? — Ymir tomó su brazo e hizo que lo bajara — Haz como Artemisia, está -dentro de lo que cabe- calmada. Y tan solo mira a tu alrededor, estamos en un bosque dentro de la muralla María, pero estamos lejos de las murallas. En otras palabras, es territorio de Titanes.

Ymir me sonrió y nos apuntó al suelo que se burlaba de nosotros, habían Titanes de diferentes tamaños que rasgaban las comisuras de las cortezas del árbol en que estábamos encima. Nos miraban sin otra expresión más que con la misma de siempre, horripilantes.

— Por un lado están los excéntricos. — Señaló junto a su dedo índice — Está el que toma una siesta, pero que no nos quita la mirada de encima. Arriba de él hay unos más, y al lado de ese árbol está uno tímido que no se atreve a acercarse. — Apoyó su mano en el hombro de Eren y volvió a sonreírme — Ah, y luego están esos dos. — Esta vez dirigió su dedo en dirección a Reiner y Bertholdt, los cuales miraban espectantes a Ymir y sus explicaciones — Desgraciados... Son los únicos con equipo de maniobras tridimensionales. Reiner lleva el que usabas tú, Eren. Mientras que Bertholdt carga el de Artemisia. Así que dudo que transformarse en Titán sea una buena idea. Ellos pueden hacer lo mismo o huir en la copa de los árboles, y sin contarlos a ellos, estamos rodeados de Titanes. Salir de su territorio sería difícil aún con nuestros poderes. ¿Lo entiendes? Hacerse el héroe no aportará nada.

Rodeé los ojos. Creo que le hace falta un poco más de positivismo, a menos de que le guste ser secuestrada por unos traidores que incluso se la quieren llevar a ella, ¿para qué? Quién sabe, pero prefiero no enterarme al estar con ellos.

— No. — Reiner captó la atención de los tres con la misma expresión seria— Ni siquiera pueden transformarse en Titanes. No es tan sencillo. Su cuerpo está al límite, necesita concentrarlo todo en restaurarlos.

Fruncí el ceño en contestación e hice vista gorda a esos dos que nos miraban por encima.

— ¿Es que eres tonto? — Eren entre cerró los ojos molesto — ¿Por qué iba a creer algo de lo que dices?

No sé nada sobre usar los poderes titánicos, por lo que no puedo opinar mucho al respecto, y prefiero quedarme en silencio antes que tener que intercambiar palabras con los bastardos traidores.

— Ya, no tengo mucha idea de cómo funcionan estos poderes de Titán. — La pecosa bajó la cabeza con los ojos cerrados y sonrió minusculamente — A diferencia de ustedes, sé poco. — Sostuvo su brazo que ya estaba por terminar de sanar y alzó la vista — Oye, Reiner. Dijiste que hablaríamos cuando los dos enamorados despertaran. ¿Qué planean hacer con nosotros?

Miré de reojo a Ymir en lo que analizaba como mi mano iba regenerando poco a poco cada musculo y carne, ella me devolvió el vistazo e ignoró mi semblante serio.

Entonces... ¿Ella tampoco sabe?

Por alguna razón dudé sobre Ymir y de qué lado estaba, ahora no lo tengo muy bien definido como antes. Igual eso no quita mis sospechas.

Reiner pensó, — Los llevaremos a nuestro hogar. — Hizo una pausa y prosiguió — Soy consciente de que no harán lo que les pida, pero como decía Ymir, esto está infestado de Titanes. Podríamos pelear entre nosotros, pero los otros Titanes nos devorarán cuando estemos débiles. Así que tendremos que esperar aquí hasta que llegue la noche. Ya sea para que escapen de nosotros o para que los llevemos a nuestro hogar. Pase lo que pase, será de noche.

Reí en bajo, a los que los presentes me miraron confundidos.

— Nosotros no saldremos de esta muralla por más que lo intenten. — Dije, y al terminar miré a Reiner, él se quedó estático y con el entre cejo fruncido.

— Lo dudo. — Me respondió.

Estoy casi segura de que la Legión no dejará ir una gran oportunidad como lo somos Eren y yo (y tal vez Ymir, desconozco sus intenciones) para la humanidad, sin nosotros, tendrían que esperar otros cientos de años para que puedan salir de los muros con libertad. Así que no les conviene.

Además, no me atrevería en dejar a Eren como carnada para ellos, claramente lucharé para que no reciba ningún daño.

Y... Orlando.

No lo dejaré solo para nada.

Reiner, Bertholdt, ustedes jugaron con los sentimientos de sus compañeros y los míos, y lo que hicieron es imperdonable en todas las maneras vistas.

Para mí, ya no son nada más que un enemigo al cual debo derrotar para que mis amigos ya no pasen por algo peor que lo de ustedes.

Esto será una venganza.

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¡Holaa! Aquí Melii. 🧚‍♀️

¿Qué tal les ha ido estos días? Pueden desahogarse por aquí después de lo del manga.

Hago el mayor esfuerzo para sacar el libro, y continuaré escribiéndolo, así que no preocupen c:

Lqm, que tengan lindo día. 💞

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