Off debe encontrar una excusa rápido para quitarse de encima a la chica que no ha dejado de hablar desde que la empujó sin querer. Le duele la cara de tanto sonreír y asentir, porque no ha podido decir palabra alguna desde que Ploy comenzó a hablarle de todo y de nada.

—Pero yo le dije o seaaa, ese es mi labial. ¿Si sabes cómo? —Off abre la boca—. Pues así y ella así de Güeeey, cero que ver este es mío. —pero no dice nada.

Resignado y sin entender una sola palabra, Off se empina un vaso de Vodka, hecho a la idea de no salir de ahí nunca.

Hasta que su salvación llega.

—Ey, hazme el paro. —Bright se acomoda el cabello revuelto y se limpia la boca— ¿Traes condones?

O casi.

Off escupe su bebida directamente sobre la cabeza de Ploy, mojando el cabello teñido de la parlanchina muchacha.

—¿TÚ PARA QUE LOS QUIERES?

—¡ESTÚPIDO, MI CABELLO! —Ploy lo empuja y sale a pisotones de la zona, pero Off está demasiado impactado para notarlo.

Bright chasquea la lengua y mira hacia atrás rápidamente, donde una chica despeinada y ansiosa le truena los dedos a distancia.

—¿De verdad te digo para qué? Acaso no sabes. Tengo prisa ¿Traes o no?

—¡Claro que no!

La chica se acomoda el cabello en la coleta alta que tenía antes de "conocer" a Bright y se da media vuelta, desapareciendo frente al muchacho.

Bright grita frustrado y maldice por lo bajo en un "Pinche virgen... " a Off, que no alcanza a escucharlo porque Bright se va a zancadas veloces, empujando gente a su paso.

—¡Oye, vuelve aquí! —Off hace casita con sus manos sobre su boca, tratando de ampliar el sonido de su voz— ¡Hey!

Una pequeña mano se posa sobre su hombro haciéndolo voltear de golpe.

—Hey ¿Tienes la hora?

Sí, a Off le dio un infarto y murió... eso debe ser porque está seguro que está en el cielo.

Es pequeña, delgada, de cabello negro, muy negro y con flequillo. Lleva una camisa de corbatín amarillo y minifalda negra, con calcetas negras (que le ponen mucho, por cierto) y unos zapatitos negros de moño. Es bajita y le sonríe, con sus ojitos cerrados y labios rojos, como cerezas.

—Y-yo las-la tengo... Nueve. —Escupe Off a tropezones, mirando boquiabierto a la chica frente a él—. Waoh...

La pequeña pelinegra abre los ojos al escuchar su lela exclamación y se acomoda un mechón detrás de la oreja, sonriendo tímida.

—Gracias...

—¡Off Jumpol! —se inclina casi los noventa grados— ¡Un placer, hermosa dama!

La pelinegra se ríe, pero cubre su boca, su bonita boquita en forma de corazón.

—Gunnie Atthaphan. —responde la chica y se inclina amablemente. —Pero puedes decirme Nie —sonríe bonito y sus ojos se hacen chinitos— ¿Bailas, guapo?

Por supuesto que Off no baila, tiene dos pies izquierdos; pero no puede decir que no cuando Gunnie lo sostiene de las manos y mueve su torso y caderas de un lado a otro, jalando las torpes y largas manos de Off.

En realidad no bailan, claro que no, la mayoría del tiempo que dura la canción, Off se dedica a observar la bonita sonrisa de azúcar​ de Gunnie, o como su cabello se mueve, como se ríe, como le hace muecas graciosas para que él también se ría y como se da de vueltas ella sola, tomando la mano de Off entre sus finos dedos esmaltados de color pistache.

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ